Научная статья на тему 'De la dependencia a la (des)obediencia: las relaciones entre el Partido Comunista Mexicano y el Partido Comunista de la Unión Soviética durante la Guerra Fría'

De la dependencia a la (des)obediencia: las relaciones entre el Partido Comunista Mexicano y el Partido Comunista de la Unión Soviética durante la Guerra Fría Текст научной статьи по специальности «Языкознание и литературоведение»

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Partido Comunista Mexicano / conficto sino-soviético / lucha armada / democracia / financiamiento de los partidos / Reuniones de los Partidos Comunistas u Obreros / rupturas partidarias / browderismo / Eurocomunismo / Vicente Lombardo Toledano / Mexican Communist Party / Chinese-Soviet conflict / armed struggle / democracy / financing of the parties / Meetings of the Communist and Workers’ parties / intraparty ruptures / browderism / Eurocommunism / Vicente Lombardo Toledano

Аннотация научной статьи по языкознанию и литературоведению, автор научной работы — Víctor Jeifets

El artículo analiza la evolución de carácter de relaciones que se desarrollaban entre el Partido Comunista Mexicano ( PCM ) y el Partido Comunista de la Unión Soviética en el período que abarca desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1981 cuando el PCM dejó de existir para fusionarse con varias otras agrupaciones de izquierda dentro del Partido Socialista Unificado de México. El autor se enfoca, sobre todo, en el análisis del grado de la independencia y autonomía de los comunistas mexicanos respecto a Moscú tomando como puntos básicos de investigación la postura del PCM hacia la ruptura sino-soviética dentro del movimiento comunista mundial, el asunto de invasión Checoeslovaquia y la supuesta evolución del PCM hacia las ideas “eurocomunistas”. Sobre la base de los documentos del Departamento Internacional del CC del PCUS resguardados en Moscú y la base de varias memorias de los militantes del PCM publicadas décadas, el autor recupera esa parte de historia partidaria poco investigada en la historiografía existente.

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From dependence to (dis)obedience: Relations between the Mexican Communist Party and the Communist Party of the Soviet Union during the Cold War

The article analyzes the evolution of the character of relations between the Mexican Communist Party (PCM) and the Communist Party of the Soviet Union (CPSU) in the period that covers the times from the end of the Second World War till 1981 when the PCM ceased to exist and fusions with some other Left groups within almost the Socialist Unificated Party of Mexico. The author focuses, above all, on the analysis of the degree of independence and autonomy of the PCM’s attitude toward Moscow taking as the main points of research the attitudes of the PCM over the Sino-Soviet rupture within the International Communist movement, the issue of the invasion into Checoslovakia and supposed evolution of the PCM toward “Eurocommunist” ideas. Based on the documents of the International Department of the CC of the CPSU kept in Moscow and some published memories of the militants of the PCM, the author recover this aspect of the Party History which is not well-researched in the existing historiography

Текст научной работы на тему «De la dependencia a la (des)obediencia: las relaciones entre el Partido Comunista Mexicano y el Partido Comunista de la Unión Soviética durante la Guerra Fría»

52, agosto 2023: 1-30

De la dependencia a la (des)obediencia: las relaciones entre el Partido Comunista Mexicano y el Partido Comunista de la Unión Soviética durante la

Guerra Fría

From dependence to (dis)obedience: Relations between the Mexican Communist Party and the Communist Party of the Soviet Union during the Cold War

Víctor Jeifets*

Resumen: El artículo analiza la evolución de carácter de relaciones que se desarrollaban entre el Partido Comunista Mexicano (PCM) y el Partido Comunista de la Unión Soviética en el período que abarca desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1981 cuando el PCM dejó de existir para fusionarse con varias otras agrupaciones de izquierda dentro del Partido Socialista Unificado de México. El autor se enfoca, sobre todo, en el análisis del grado de la independencia y autonomía de los comunistas mexicanos respecto a Moscú tomando como puntos básicos de investigación la postura del PCM hacia la ruptura sino-soviética dentro del movimiento comunista mundial, el asunto de invasión Checoeslovaquia y la supuesta evolución del PCM hacia las ideas "eurocomunistas" Sobre la base de los documentos del Departamento Internacional del CC del PCUS resguardados en Moscú y la base de varias memorias de los militantes del PCM publicadas décadas, el autor recupera esa parte de historia partidaria poco investigada en la historiografía existente.

Palabras clave: Partido Comunista Mexicano; conficto sino-soviético; lucha armada; democracia; financiamiento de los partidos; Reuniones de los Partidos Comunistas u Obreros; rupturas partidarias, browderismo; Eurocomunismo; Vicente Lombardo Toledano

Abstract: The article analyzes the evolution of the character of relations between the Mexican Communist Party (PCM) and the Communist Party of the Soviet Union (CPSU) in the period that covers the times from the end of the Second World War till 1981 when the PCM ceased to exist and fusions with some other Left groups within almost the Socialist Unificated Party of Mexico. The author focuses, above all, on the analysis of the degree of independence and autonomy of the PCM's attitude toward Moscow taking as the main points of research the attitudes of the PCM over the Sino-Soviet rupture within the International Communist movement, the issue of the invasion into Checoslovakia and supposed evolution of the PCM toward "Eurocommunist" ideas. Based on the documents of the International Department of the

Ruso. Doctor titular, profesor de St. Petersburg State University (SPbSU); investigador principal en el Instituto de América Latina de la Academía Rusa de Ciencias; profesor de la State University of Aerospace Instrumentation (SUAI). jeifets@gmail.com ORCID: 0000-0002-7197-7105

El artículo fue preparado dentro del marco del proyecto de investigación núm. 19-18- 00305 apoyado por el Fondo Científico Ruso "La Comintern y América Latina, las tradiciones históricas y procesos políticos". Algunos fragmentos del presente texto fueron presentados como ponencia durante el Coloquio virtual "Las izquierdas mexicana durante la época de la Guerra Fría", Cuernavaca, Morelos, 2-3 de marzo de 2023.

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CC of the CPSU kept in Moscow and some published memories of the militants of the PCM, the author recover this aspect of the Party History which is not well-researched in the existing historiography.

Keywords: Mexican Communist Party; Chinese-Soviet conflict; armed struggle; democracy; financing of the parties; Meetings of the Communist and Workers' parties; intraparty ruptures, browderism; Eurocommunism; Vicente Lombardo Toledano

Recibido: 19 mayo 2023 Aceptado 20 julio 2023

El Partido Comunista Mexicano (PCM), la principal formación política de la izquierda marxista del país desde 1919 hasta 1981, había sido protagonista de varios acontecimientos importantes tanto nacionales como internacionales. Su evolución ideológica desde el afán revolucionario hacia el stalinismo y la obediencia casi acrítica al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) y la URSS luego fueron seguidas por la involucramiento profundo en las luchas nacionales a favor de la democracia que luego permitieron abrir el período de la transición en México. Las relaciones entre los comunistas mexicanos y sus correligionarios soviéticos casi siempre estaban presentes como un factor significativo de esa evolución.

La historiografía, tanto del PCM como de la izquierda mexicana en general, es abundante. De hecho, el PCM fue uno de los pocos partidos comunistas latinoamericanos que se atrevieron a escribir una historia oficial propia, e incluso se publicó en la época de la Guerra Fría,1 antes de la apertura al público de muchos archivos soviéticos. Dicha historia fue un trabajo extraordinario, basado en algunas fuentes poco accesibles en su momento y con varios enfoques críticos hacia su propio pasado. Antes y después de la obra editada por Arnoldo Martínez Verdugo, la historia de la izquierda mexicana fue tejida poco a poco por investigadores importantes como Donald Herman,2 Barry Carr,3 Arnaldo Córdova,4 Gerardo Peláez,5 Marcela Neymet, Ricardo Melgar Bao,6 Paco Ignacio Taibo II7 (la lista es absolutamente incompleta, pero la historiografía del comunismo mexicano no es el enfoque principal de presente texto). Dentro de las líneas de sus estudios diferentes aspectos de la vida partidaria fueron analizados, desde las complejas relaciones entre la izquierda y los regímenes pos-revolucionarios hasta los enlaces del PCM con la Comintern, la Revolución Cubana de 1959, así como sus posturas respecto a la guerrilla latinoamericana y el surgimiento del Eurocomunismo.

Después de 1991, con la apertura parcial de los archivos soviéticos, esta historia se nutrió de obras como las de de Daniela Spenser, Rina Ortiz Peralta, Carlos Illades,8 Elvira Concheiro,9 Irving Reynoso Jaime,10

1 Amoldo Martínez Verdugo (ed.), Historia del comunismo mexicano. (Madrid: Grijalba, 1985).

2 Donald L. Herman, The Comintern in Mexico (Washington, D.C.: Public Affairs Press, 1974).

3 Barry Carr, La izquierda mexicana a través del siglo XX. (México: Ediciones Era, 1996).

4 Arnaldo Córdova, La política de masas del cardenismo. (México: Ediciones Era, 1974); Arnaldo Córdova, La política de masas y el futuro de la izquierda en México. (México: Ediciones Era, 1979).

5 Gerardo Peláez, Partido Comunista Mexicano: 60 años de historia (Sinaloa: Universidad Autónoma de Sinaloa, 1980).

6 Ricardo Melgar Bao, La prensa militante en América Latina y la Internacional Comunista. (México: INAH, 2015).

7 Paco Ignacio Taibo II, Bolcheviques. (México: Joaquín Mortiz, 1986).

8 Carlos Illades (coord.), Camaradas: nueva historia del comunismo en México (México: FCE, 2017); Carlos Illades, Las otras ideas. El primer socialismo en México. 1850-1935. (México: Ediciones Era, 2008).

9 Elvira Concheiro y Carlos Payán (comps.), Los congresos comunistas 1919-1981 (México: Secretaría de Cultura / Centro de Estudios de Movimiento Obrero y Socialista, México, 2014).

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Enrique Condes Lara11, Horacio Crespo,12 Jaime Ortega Reyna13, Veronica Oikion Solano, Arturo Martínez Nateras14, Lazar Jeifets, Víctor Jeifets y otros colegas. Además, México cuenta con acervos importantes para el análisis del tema tales como el Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista y el Archivo General de la Nación, asi como con varios archivos regionales; Hoover Institution Archives and Earl Browder Archives en Michigan (ambos son archivos estadounidenses) también tienen valor significativo para los investigadores de los pormenores de historia del PCM.

Tales aspectos de la historia de la izquierda nacional como las confrontaciones y luchas fratricidas entre sus ramos, como el PCM, el Partido Obrero y Campesino Mexicano (POCM), los trotskistas, el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM); los intentos de formar grupos armados y el despliegue del movimiento estudiantil, las relaciones entre la izquierda mexicana y los revolucionarios cubanos, etcétera, ya fueron investigados en muchos de sus pormenores. No fue así en el caso de historia de relaciones entre el PCM y el PCUS. Al respecto existen varias fuentes importantes como las memorias de Valentín Campa, de Miguel Ángel Velasco, de Rincón Gallardo15, Enrique Semo16 y Arnoldo Martínez Verdugo17, también fueron publicados algunos documentos claves del PCM de la época de la Guerra Fría. Esa historia no fue un misterio absoluto, pero nunca había sido contada hasta el final. A la historia oficialista del PCM (explicada por Martínez Verdugo y varios personajes claves de la izquierda comunista), así como las declaraciones públicas hechas en La Voz de México u otras publicaciones partidarias les faltaba un contrapeso en forma de los documentos del archivo del PCUS (el Archivo Ruso de Historia Contemporánea, RGANI, por sus siglas en ruso) que hasta hace poco no fue accesible para los historiadores.

Los documentos del PCUS permanecieron durante décadas como un misterio bajo siete llaves, e incluso la apertura parcial de los acervos documentales de la Comintern, en 1991, no fue similar a los documentos del Comité Central del PCUS elaborados con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Una de las pocas excepciones fueron algunos documentos sobre el financiamiento de los partidos comunistas publicados durante el proceso judicial contra el PCUS18. Apenas en este siglo le tocó el turno al Archivo Ruso de Historia Contemporánea (RGANI, por sus siglas en ruso), donde se resguardan la correspondencia del Departamento de Relaciones Internacionales del CC del PCUS, y varios informes firmados por los oficiales del Comité para la Seguridad del Estado (la KGB) y los diplomáticos soviéticos. Estos acervos documentales

10 Irving Reynoso Jaime, Machetes rojos. El Partido Comunista Mexicano y el agrarismo radical, 1919-1929. (México: Universidad Autónoma del Estado de Morelos, 2018).

11 Enrique Condes Lara, Atropellado amanecer. El comunismo en tiempo de la Revolución mexicana, (México: BUAP, 2015).

12 Horacio Crespo. "El comunismo mexicano y la lucha por la paz en los inicios de la Guerra Fría", Historia mexicana, 66 (1) (2016) 653723.

13 Jaime Ortega Reyna, "Herencia roja. Reflexiones sobre el centenario del Partido Comunista Mexicano", Letras históricas 23 (2020) 195-223.

14 Arturo Martínez Nateras (coord.), La izquierda mexicana del siglo XX, 4 vols., (México: UNAM, 2016-2023).

15 Hernán Gómez Bruera, "Entrevista con Gilberto Rincón Gallardo", Este País. Tendencias y opiniones,

https://archivo.estepais.com/inicio/historicos/142/12 entrevista Gilberto%20rincon Gomez.pdf (consultado: 12.10.2021).

16 Enrique Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo y la política internacional", discurso en el homenaje virtual a Arnoldo Martínez Verdugo, 22 de septiembre de 2020, en el sitio web Arnoldo Martínez Verdugo. Repositorio Digital, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla / Secretaría de Cultura / Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, México, https: / / cultura.buap.mx/arnoldo-martinez-verdugo/?q=enrique-semo-martinez-verdugo-y-la-politica-internacional (consultado: 12.05.2021)

17 Armando Ponce, "Martínez Verdugo: repaso de la izquierda antiestalinista", Revista Proceso, 24 de mayo de 2013; Elvira Concheiro y Gerardo de la Fuente, "Comprometidos con el movimiento: entrevista a Arnoldo Martínez Verdugo", Memoria, 115 (1998).

18 I.I.Kudriavtsev (comp.), Arjivy Kremlia i Staroi ploschadi: Dokumentypo "Delu KPSS": Annotirovannyi spravochnik documentov,predstavlennykh v Konstitutsionnyi Sud Rossiiskoi Federatssiipo " Delu KPSS" [Los Archivos del Kremlin y de Staraya Ploschad': Los documentos sobre el "Caso del pcus": Guía anotada de los documentos presentados a la Corte Constitucional de la Federación Rusa durante el "Caso del pcus"]. (Novosibirsk: Sibirskii Jronograf, 1995).

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permiten averiguar nuevos detalles acerca los contactos entre el PCM y el PCUS y sobre la postura tomada por los comunistas mexicanos durante varios acontecimientos claves dentro del movimiento comunista internacional. Los informes extensos elaborados dentro y para el Departamento Internacional del CC del PCUS demuestran una gama de opiniones existentes dentro del Partido Comunista Mexicano sobre problemas domésticos del país y del Partido como tal y, por ende, permite entender como estos asuntos afectaban la inserción internacional del PCM y como sus militantes percibían lo que estaba pasando dentro del movimiento comunista en el mundo. Varios de aquellos episodios ya estaban contados en la literatura (con enfásis en la creciente independencia del PCM de sus correligionarios soviéticos, sin embargo, las descripciones estaban privadas de pormenores importantes y las omisiones a veces no dejaban ver la pantalla completa.

Dice al respecto Arnoldo Martínez Verdugo,

Posteriormente, en 1996, después de la desaparición de la URSS, hice una visita a esos mismos archivos, cuando ya prácticamente todos los documentos estaban "desclasificados". Hasta donde mi memoria alcanza, creo que revisé lo que me interesaba en ese momento; estuve ahí alrededor de 10 días y pude obtener la reproducción en microfilme de lo que más me interesa.19

Desafortunadamente, el ex-dirigente del PCM ni siquiera logró ver la inmensa mayoría de los materiales relacionados con su partido en la época cominternista, lo que consta en las hojas de uso que acompañan aquellas carpetas. Al RGANI tampoco pudo o quiso entrar, y muchos de los materiales que ya tendrían que ver con los sucesos más cercanos a nuestros días, los documentos más problemáticos para el PCM, estaban fuera del alcance de los investigadores (cabe notar que la mayoría de estos papeles están escritos en el idioma ruso, lo que limita las posibilidades de los académicos no ruso-parlantes).

Dentro de los marcos de presente artículo se pretende recuperar los datos históricos sobre las relaciones internacionales del PCM (sobre todo, con el PCUS) en el lapso cronológico referido, así como el peso de algunos factores internos y externos que determinaron la evolución de la línea internacional asumida por el PCM. No es nuestro objetivo descalificar a tal o cual personaje histórico del PCM, sin embargo, trataremos formar un cuadro más preciso de lo que fueron las conexiones comunistas mexicano-soviéticas desde finales de la década de 1940 hasta 1981 (el último año de existencia del Partido Comunista en México). Cotejaremos varios de las nuevas fuentes primarias con la literatura existente, así como fuentes ya impresas para lograr nuestras metas.

Para alcanzar nuestros objetivos, hemos elaborado un texto dividido en cuatro secciones. En la primera nos concentraremos en la historia del impacto de la disolución de la Comintern en 1943 hacia el comunismo mexicano (nos interesa, sobre todo, la búsqueda de nuevas formas de coordinación entre los Partidos Comunistas) y del tratamiento por Moscú del "caso browderista" en el PCM.

En segundo lugar, abordaremos el análisis de las relaciones entre los comunistas mexicanos y el PCUS a lo largo de los debates sobre las posibilidades de una lucha armada en América Latina y durante la ruptura entre Beijing y Moscú. Una de las secciones más extensas es la dedicada a la investigación de cambios en relaciones entre el PCM y el PCUS a partir de la invasión a Checoeslovaquia cometida por las tropas del Pacto de Varsovia en agosto de 1968. Por ende, abordaremos algunos aspectos de las relaciones financieras entre Moscú y los comunistas mexicanos. Utilizaremos algunas fuentes hemerográficas para obtener información de los acontecimientos referentes al tema del estudio. Con el propósito de averiguar los pormenores de la historia

19 Ponce, "Martínez Verdugo".

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de las relaciones complejas entre el PCM y el PCUS contrastaremos las fuentes de archivo con la información publicada en la bibliografía y las memorias. Tal enfoque permite entender mejor el balance entre factores nacionales e internacionales en aquellas relaciones y el grado de autonomía del PCM del Partido Comunista gobernante en la URSS.

El PCM y Moscú, el camino desde la estalinización hacia los nuevos rumbos

Tras las purgas antes, durante y después del Congreso Extraordinario del PCM, Moscú, al parecer, perdió gran parte de su interés hacia la sección mexicana de la Comintern, finalmente estalinizada y dispuesta a aceptar cualquier orden del Estado Mayor de la revolución mundial sin discusiones serias. Las convulsiones del conflicto interno todavía estaban azotando a la izquierda mexicana, mientras una ola de expulsiones seguía a la otra durante los años 1940-1943, pero la obediencia ciega a las instrucciones superiores ya no se ponía en duda. Así recibió el PCM el inicio de la invasión alemana a la URSS (que puso fin a dilemas y discusiones y justificó las alianzas con la burguesía nacional e internacional y con la burocracia estatal para juntos contrarrestar a los países del Eje).

Para aquel entonces el movimiento comunista internacional también estaba sufriendo cambios drásticos. La reducción de la actividad política de la III Internacional tras su último Congreso en 1935 se debió a varios procesos internos que ocurrieron tanto en las estructuras de la URSS como en las del PCUS e influyeron en la actividad vital de la sede y las secciones nacionales de la Comintern. El aparato de la Comintern como resultado del proceso de "rusificación" y las purgas se vio privado de personal calificado que conociera la situación sobre el terreno, que tuviera experiencia en el debate de problemas complejos, de estrategia y tácticas en los congresos mundiales y plenos del CEIC. El sistema de formación de cuadros para los partidos (Escuela Leninista Internacional y Universidades Comunistas) había desaparecido, al igual que los órganos regionales de la Comintern. También se redujo el número de representaciones de las secciones nacionales ante la Comisión. Las funciones del Departamento de Comunicaciones Internacionales cambiaron y disminuyeron, cada vez más entrelazadas con la solución de las tareas del espionaje soviético.

En América Latina, tanto los comunistas como la Comintern carecían de fuerza y recursos para una actividad significativa. Los coordinadores de las comunicaciones durante la Segunda Guerra mundial fueron los jefes del PC estadounidense, Earl Browder y Alexander Trachtenberg, quienes anteriormente habían desempeñado esta función.20 La última experiencia previa a la Segunda Guerra Mundial fue la reunión de los Partidos Comunistas del Hemisferio Occidental, celebrada en Nueva York, el 6 de mayo de 1939, en la que se abordó la estrategia de unir a "todas las fuerzas amantes de la paz y antifascistas".21 El Partido Comunista de Estados Unidos (PCEU) siguió siendo un canal de comunicación entre Moscú y los comunistas latinoamericanos, incluso después de su salida formal de la Internacional Comunista, en 1940.22

Los dirigentes en Moscú entendieron la falta de vínculos con América Latina. El Secretario General de la Comintern, Georgui Dimitrov, expresó repetidamente, en conversaciones privadas, que los partidos comunistas latinoamericanos, debido a la guerra y el aislamiento geográfico, "se cocinan en su propio jugo",

20 Gael Moullec (ed.), Georgi Dimitrov. Journal 1933-1949, version intégrale introduite et annotée par Gael Moullec. (Paris: Belin, 2005) 292, 309.

21 Kirill K. Shirinia, Strategiya i taktika Kominterna v bor'beprotiv fashi^ma i voiny [Estrategia y táctica de la Comintern en la lucha contra el fascismo y la guerra]. (Moscú: Politizdat, 1979) 379.

22 Moullec, Georgi Dimitrov, 804-805.

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no siempre se guían correctamente en la cambiante situación internacional, cometen errores en sus análisis, en cuestiones de táctica política y estrategia.23

Con la liquidación de la III Internacional, los comunistas latinoamericanos tuvieron que actuar por su cuenta. Al mismo tiempo, según explicaba Grant Adibekov, los "liquidadores" inmediatos de la Comintern plantearon una tarea difícil y astuta: "disolver, pero no disolver", partiendo del hecho de la imposibilidad para Moscú de perder una base de propaganda en medio de la Segunda Guerra Mundial, y dejar sin trabajo a los cuadros preparados de la Internacional.24 El 11 de mayo de 1943 Stalin propuso la posibilidad de reemplazar el centro directivo internacional unificado por asociaciones regionales: "por ejemplo, América del Sur, Estados Unidos y Canadá, algunos países europeos, etc., pero este asunto no debe apresurarse.. .".25

El PCM estalinizado, estuvo muy influido, al igual que varios partidos comunistas del Caribe, por el browderismo (sobre todo por sus planteamientos sobre la unidad nacional en las circunstancias de coexistencia del capitalismo y el comunismo) siendo esto una consecuencia lógica de la influencia del PCEU, adquirida a fines de la década de 1930. Pero con el cambio de posturas en Moscú en vísperas de la Guerra Fría, con el desvanecimiento de las esperanzas sobre una coalición Aliada contra el Eje, las ideas de Earl Browder se convirtieron en una herejía. En el número de Cahiers du Communisme correspondiente a abril de 1945, el dirigente del PC francés, Jacques Duclos, atacó duramente la base de las ideas de Browder. El artículo criticaba al comunista estadounidense por "deformar" el significado de la Conferencia Aliada en Teherán ("documento del carácter diplomático") y convertirlo en "una plataforma política de la paz entre las clases" 26. La carta fue inspirada o tal vez incluso elaborada por los dirigentes del PCUS y era "un mensaje claro de Moscú".

La publicación de la misiva de Duclos desencadenó una serie de movimientos para desmantelar lo que ahora se consideraba como una teoría intolerable para los comunistas. En julio de 1945 el mismo Browder fue destituido de la dirección del movimiento comunista estadounidense. William Foster declaraba que varios partidos se habían infectado con el revisionismo de Browder: fue sobre todo una crítica contra del Partido Comunista de Colombia, el Partido Socialista Popular cubano y algunos partidos comunistas del Caribe. El PCM no fue el objeto principal de la crítica. Aún más, el Secretario General del PCM, Dionicio Encina, viajó junto con Foster a Cuba para participar en la Tercera Asamblea Nacional del PSP e implantar una nueva línea. El periódico partidario La Voz de México publicó la carta de Duclos sin comentarios. Pero ya antes el PCM había sido advertido, dice Barry Carr, del futuro giro político por el viaje de su militante Carlos Sánchez Cárdenas a los Estados Unidos.27

En la reunión del Consejo Nacional del PCM (3 de julio de 1946) Sánchez Cárdenas atacó a Browder alegando la necesidad de tomar posturas más independientes de los extranjeros y de Vicente Lombardo Toledano ("este nunca tomaría en serio al PCM mientras demostrara su esencial debilidad de la falda").28 El discurso era, de hecho, un ataque indirecto contra Encina asociado con la idea suya de fuerte alianza con lombardistas y la Confederación de Trabajadores de México bajo el lema de "Unidad Nacional". Las palabras resultaban también una crítica indirecta hacia Moscú (que había implantado a la fuerza la línea de unidad con

23 Nil Nikandrov. Iosif Grigulevich. Razyedchik, "kotoromu vezlo" [Iosif Grigulevich. Un espía "suertudo"]. (Moscú: Molodaya Gvardiya, 2005) 75.

24 Grant M. Adibekov. Kominform i poslevoennaya Evropa. 1947-1956gg. [La Cominform y la Europa de post-guerra, 1947-1956]. (Moscú, Rossiya Molodaya, 1994) 226.

25 Moullec, Georgi Dimitrov, 804.

26 Jacques Duclos, "On the dissolution of the Communist Party of the United States", William Z. Foster et al., Marxism-Leninism vs. Revisionism (New York: New Century Publishers, 1946) 21-35.

27 Carr, Izquierda, 144.

28 Ibidem.

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Lombardo), aunque Sánchez Cárdenas tal vez no lo entendía (una retórica similar a la suya había usado la CROM sobre el PCM y su militante estadounidense Bertram Wolfe, en 1925-192629). Los dirigentes del PCUS, tal vez, no dudarían mucho en purgar otra vez con mano de hierro al PCM para deshacerse de los dirigentes involucrados en las telarañas de browderismo (tal suerte corrió, por ejemplo, el líder comunista colombiano Augusto Durán), pero no iban a permitir la identificación de Moscú con errores o desviaciones cometidas previamente. El afán crítico del opositor partidario Sánchez Cárdenas salvó a Encina y le permitió mantenerse en la cima del poder en el PCM durante más de una década.

El PCM respondió a la crisis y erradicación del browderismo con una postura relativamente tibia, esperando que con el tiempo el asunto se resolviera por sí mismo. El cálculo resultó correcto. En un par de semanas Lombardo Toledano apoyó públicamente a Duclos y confirmó que colaboraría con el PCM. Con Browder formalmente condenado, el PCM mantuvo gran parte de su línea de colaboración con varios sectores no comunistas cercanos al partido gobernante, y Moscú lo dejó en paz, porque Lombardo seguía siendo una vaca sagrada para el PCUS y el Kremlin.

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, en el PCUS y muchos partidos comunistas que habían fortalecido sus posiciones en la vida política de sus países, comenzaron a sentir la necesidad de restaurar los enlaces internacionales destruidos. Se determinó la necesidad de fundar la Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros (la Cominform). El Secretario del Comité Central del PCUS, Andrei Zhdanov, en la reunión informativa de representantes de los partidos comunistas, en 1947, declaró:

Algunos camaradas han entendido el asunto de tal manera que la disolución de la Internacional Comunista significa la liquidación de todo vínculo, de todo contacto entre los Partidos Comunistas hermanos. [...] la experiencia ha demostrado que este tipo de desunión entre los Partidos Comunistas es incorrecto, perjudicial y, de hecho, antinatural [...] Los socialistas [...] han restablecido su Internacional, y los comunistas se abstienen incluso de reunirse entre sí y mucho menos de consultar sobre cuestiones de interés mutuo por temor a la calumnia de los enemigos sobre la "mano de Moscú" [...] esta necesidad de consulta y coordinación voluntaria de las acciones de los partidos individuales está especialmente madura ahora, cuando la continua desunión puede conducir a un debilitamiento de la comprensión mutua y, a veces, a graves errores.30

La Cominform surgió como una organización coordinadora del comunismo europeo. Zhdanov en su informe se refirió a América Latina apenas un par de veces. Sin embargo, el periódico de la Cominform, Por la Paz duradera y por la Democracia Popular publicaba de vez en cuando materiales sobre el movimiento obrero latinoamericano (entre otras cosas, varios textos escritos por Dionicio Encina aparecieron en sus páginas).

A finales de los años cuarenta el PCM se convirtió en una organización abrumadoramente campesina, perdiendo gran parte de sus bases proletarias. El partido seguía siendo sectario (estando dispuesto a colaborar con Lombardo Toledano, pero rechazando cualquier acercamiento con Hernán Laborde, Valentín Campa o Miguel Ángel Velasco, expulsados del PCM, y tampoco colaboraba con marxistas y socialistas independientes como Narciso Bassols y Víctor Manuel Villaseñor). El intento de recuperar las conexiones con los grupos obreros y entablar un nuevo arraigamiento entre los ferrocarrileros, desató nuevas represiones gubernamentales en contra del Partido Comunista. Paradójicamente, el feroz y cruel golpe asestado por las

29 Véasen más detalles en: Hieronim Retinger, Morones of Mexico: A History of the Labour Movement in that Country (Londres: Labour Publishing Company Limited, 1926); Victor Jeifets, Komintern i evolutsiia levogo dvizheniia Meksiki [La Comintern y la evolución de la izquierda mexicana], (San Petersburgo: Nauka, 2006).

30 Andréi Zhdanov, "O mezhdunarodnom polozhenii" [Sobre la situación internacional], Pravda, Moscú, 22 de octubre de 1947.

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autoridades en contra de los comunistas abrió espacios a más cambios dentro del partido, y con los cambios personales se inició una desestalinización paulatina del PCM.

En este momento Moscú estaba mal enterado sobre la situación interna del PCM y sus posibilidades, tanto así que lo consideraban una oRGANIzación clave para desplegar las actividades comunistas a nivel regional. Esto lo dice claramente la resolución tomada por la reunión de representantes de los partidos comunistas de América Latina (Moscú, del 29 de febrero al 1 de marzo de 1956):

[...] b) Para que aquellas reuniones tengan más eficiencia consideramos necesario realizarlas de manera periódica con la asistencia de varios o de todos los partidos de la zona del Sur. Lo mismo hay que decir a la zona del Norte. Los responsables por convocarlas en la zona del Sur serían el Partido Comunista de Argentina y el Partido Comunista de Brasil, en la zona del Norte —el Partido Socialista Popular de Cuba y el Partido Comunista Mexicano. 31

La resolución establecía que las reuniones zonales se convocaban por iniciativa de los partidos responsables de la zona respectiva, mientras las reuniones comunistas de toda América Latina se convocaban por los partidos comunistas responsables por ambas zonas. Cualquier partido tenía derecho de solicitar la convocatoria de reunión zonal o de la reunión continental; después de lo cual los responsables tenían que hacer consultas con todos los partidos. Los partidos responsables tenían derecho de realizar varios tipos de ayuda, de hecho, intervenir en los asuntos de otros partidos comunistas.32 Sin embargo, el intento de restablecer una especie de nueva Internacional Comunista a nivel latinoamericano no resultó fructífero y ni siquiera hubo actividades serias para implementarlo. Uno de los factores fue la debilidad orgánica del PCM que coincidió con otro factor general: la modificación y transformaciones de la política del PCUS tras la proclamada ruptura con el estalinismo en su XX Congreso, en 1956.

Esta ruptura llegó también en el comunismo mexicano, marcando no solamente una cierta liquidación de su pasada obediencia ciega al régimen de Stalin, sino también el inicio de un largo camino de transformaciones internas y programáticas que llevaron al PCM a las filas de una oposición dentro del movimiento comunista internacional, aunque nunca hacia el rechazo completo del socialismo soviético o al rompimiento definitivo con el PCUS. De ahí es inevitable plantear una pregunta, ¿cuándo empezó el anti-estalinismo del PCM y si efectivamente fue anti-estalinista?

Arnoldo Martínez Verdugo, considerado generalmente como una fuerza motriz de la lucha contra el estalinismo en México, discrepa con esta afirmación diciendo que nunca fue "el único protagonista":

participamos un núcleo de compañeros que nos vinculamos durante el complicado proceso para renovar la dirección y trazar una línea política acorde. Así se pudo llevar a cabo el congreso del partido que nombró en un primer momento a una dirección colectiva y posteriormente a mí como secretario general. Debo decir que este proceso se llevó a cabo de una manera institucional, respetando las reglas y evitando la denostación de la dirección depuesta.

En ese momento el PCM se caracterizaba por mantener una línea de escasa o nula independencia en relación con el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), lo que le impedía actuar como

31 "Sobre las conexiones entre los Partidos Comunistas y Obreros de América Latina. Resolución de la reunión de representantes de los Partidos Comunistas Latinoamericanos que tuvo lugar en Moscú, 29 de febrero — 1 de marzo de 1956", Archivo Ruso de Historia Contemporánea (RGANI), Fondo 5, opis' 28 (Departamento Internacional), exp. 440, f. 54.

32 Ibidem, f. 55.

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una fuerza política que representara realmente los intereses nacionales de un partido revolucionario sustentado en las ideas de Marx y Engels.

Definir la postura de la dirección removida como simplemente estalinista sería simplificar en exceso un fenómeno mucho más complejo. En ese momento para nosotros lo fundamental era transformar la orientación que había sumido al Partido Comunista en una terrible crisis. Para ello se requería paciencia, espíritu de responsabilidad, y no poner en primer plano quien iba a dirigir. Lo principal estaba en agrupar a las personas incorporadas ya de alguna manera a una lucha socialista para crear ese movimiento político al que hago referencia.33

De hecho, es muy difícil estar de acuerdo con las palabras de Martínez Verdugo cuando dice que, entre otros motivos, había ingresado en el PCM para combatir su estalinismo; no existen pruebas que sustenten esta tesis. Al contrario, siendo anti-estalinista no sobreviviría dentro de la dirección. Luego, sin embargo, precisa que el anti-estalinismo significaba "defender el derecho a construir una línea política propia de acuerdo con las características de la lucha política en cada país, y exigir el respeto a esa línea". No dudamos en que este fue uno de los enfoques básicos en la lucha librada por Martínez Verdugo para transformar el Partido Comunista, sin embargo, aquella independencia o autonomía de Moscú solo significaba la contradicción con una de las dimensiones del estalinismo (o sea, con la necesidad de obedecer las directivas enviadas desde el PCUS); mucho más difícil para el PCM fue establecer normas para la auténtica democracia interna y alcanzar un diálogo inter partidario que no terminara en nuevas divisiones. Es cierto que el PCM, bajo el liderazgo de Martínez Verdugo, se convirtió en una fuerza política que defendía su independencia y autonomía, tanto dentro de México como a escala internacional, pero nada de eso fue alcanzado en la década de 1940, ni tampoco inmediatamente después del XX Congreso del PCUS, en 1956. Las afirmaciones hechas por Enrique Semo en el sentido de que "el combate contra el estalinismo dentro del partido mexicano se había iniciado a raíz del vigésimo congreso del PCUS" 34 no se sustentan de manera suficiente en los documentos.

Es un enigma como evolucionaría el PCM si Nikita Jruschov no hubiera leído su famoso informe secreto sobre los crímenes de Stalin y si el PCUS mismo no hubiera empezado a abandonar la herencia de su ex-dirigente. El PCM no se enteró del informe hasta tiempo después. Según contaba Manuel Terrazas, Encina no conocía los detalles (o así lo afirmaba) y prefirió declarar en la reunión de la Comisión Política del PCM que Khruschov nunca había hecho tal informe y que el Departamento de Estado estadounidense estaba distribuyendo noticias falsas.35

El Secretario General del CC del PCM no era el único mal informado sobre el asunto. El encargado interino soviético en México, M.Cherkasov, al responder a la pregunta de Terrazas dijo que él tampoco sabía algo al respecto.36 Uno de los primeros en el PCM en plantear el tema fue el muralista y militante David Alfaro Siqueiros, quien expresó directamente al diplomático soviético que

al discutir esos documentos deberíamos sacar conclusiones, porque en el partido hay casos de culto a la personalidad de los dirigentes. Y el Comité Central insistentemente evita ocuparse de un asunto

33 Ponce, "Martínez Verdugo".

34 Enrique Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo".

35 "El diario del Encargado Interino de Negocios de la URSS en México M.F.Cherkasov Transcripción de la plática con el editor de La Voz de México y miembro de la Comisión Política del CC del Partido Comunista de México Manuel Terrazas, el día 5 de julio de 1956", 23 de julio de 1956, RGANI, fondo 5, opis' 28, exp. 440, f. 35.

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36 Ibidem, f. 36.

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importante: ¿cómo y por qué el Partido no crece durante 16 años, no refuerza su influencia en los sindicatos y entre los obreros, por qué el CC y D. Encina se autoaislaron y se separaron de las masas?37

Solo con el tiempo el PCM se enteró de los detalles de lo ocurrido en el XX Congreso del PCUS. Estos conocimientos no causaron ni un pesimismo profundo, ni la desilusión de los militantes, ni tampoco la destitución de la dirigencia impuesta por los estalinistas moscovitas en 1940. De hecho, Encina siguió en su puesto hasta 1959 y si no hubiera sido encarcelado por las autoridades, tal vez, la historia del PCM sería diferente. Sin embargo, la historia no tiene uso condicional y, como bien indica Enrique Semo, la llegada de Martínez Verdugo al puesto superior del Partido significó el gran viraje en la ideología, la línea política y las prácticas cotidianas del PCM. Semo lo califica como "una verdadera refundación".38 A diferencia de los tiempos de la Comintern cuando la influencia del PCUS dentro del comunismo internacional eran casi indiscutibles, dentro del movimiento comunista internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, los acuerdos respondían a una diversidad de intereses y diferencias en la visión del camino al socialismo.

Definir la postura sin cambiarse de bando: el PCM y las tensiones sino-soviéticas

A las luchas habituales dentro del PCM, en la década de 1960 se agregaron dos conflictos de dimensión nacional: la postura respecto a las posibilidades de lucha armada (siguiendo, sobre todo, el ejemplo triunfante de la Revolución castrista) y la actitud en el debate chino-soviético que impactaba seriamente a muchos de los partidos comunistas. Ambos debates se prolongaron durante la década de los sesenta, e involucraron seriamente las relaciones con el PCUS.

Los partidos comunistas latinoamericanos aplaudieron la Revolución cubana, pero, a la vez, observaban otro aspecto de la revolución triunfante en la Isla de Libertad. Mientras Fidel Castro, en la lucha contra del dictador Batista, expresaba su deseo de colaborar con diferentes fuerzas opositoras y el mismo M-26 fue un conglomerado heterogéneo de varias corrientes, tras la victoria todo cambió drásticamente. Los castristas se enfocaron en la fusión de M-26, del Directorio Revolucionario del 13 de Marzo y del Partido Socialista Popular (ex PCC) sobre la base de una misma ideología. El proceso culminó con la fundación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), más tarde transformadas en el Partido Único de la Revolución Socialista de Cuba (desde 1965, el Partido Comunista de Cuba). El primer partido marxista-leninista de Cuba fue absorbido por completo por la nueva estructura y los comunistas se vieron obligados a reconocer el liderazgo indiscutible de Fidel. Según uno de los ideólogos de la lucha guerrillera, el francés Regis Debray, colaborador cercano de Ernesto Che Guevara, decía claramente que los guerrilleros antes que todo atraerían a todos los militantes políticos para iniciar la guerra. Precisaba: "El futuro Ejército del Pueblo dará luz al partido; debe ser su herramienta, pero, efectivamente, el mismo ejército es un partido".39 Debray identificaba un foco guerrillero y partidos y tildaba a la izquierda tradicional como "reformista".

Los partidos comunistas no podían observar tranquilamente como el Che y Debray intentaban borrarlos, no solamente de la política, sino de la historia. Para este momento los comunistas ya contaban con su propia experiencia de lucha armada (para la izquierda mexicana fue muy importante la historia de su propia revolución y guerra civil, así como la memoria de la Liga Nacional Campesina) y desde la época cominternista

37 "El diario del Encargado Interino de Negocios de la URSS en México M.F.Cherkasov. La recepción en la Misión Polaca el 24 de julio de 1956", 4 de agosto de 1956, RGANI, fondo 5, opis' 28, exp. 440, ff. 47-48.

38 Semo, "Amoldo Martínez Verdugo".

39 Regis Debray, "¿Revolución en la revolución?', en Cuadernos de la Revista Casa de las Americas (La Habana, 1967) 89.

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estaban siguiendo con sumo interés el desarrollo de los territorios soviéticos en China. En general, a los comunistas les resultaba difícil percibir los enfoques guevaristas como el único modo posible de implementar la línea revolucionaria. En su oposición al guevarismo contaron con el apoyo decidido de parte de Moscú, ya que el CC del PCUS estaba seguro de que la guerra de guerrillas no tenía perspectivas serias en el continente.

La gente del Departamento de las Américas, dirigido por Manuel Piñeiro en Cuba, estaba desde 1962 implementando la operación "Fantasma", guardando la máxima confidencialidad sobre sus detalles. Los cubanos participaron en la fundación del Ejército de Liberación Nacional de Colombia y educaron a los aparatos militares de los partidos comunistas de Uruguay y Venezuela.40 Sin embargo, no prestaron un apoyo serio a la guerrilla mexicana, lo que se explica por el carácter especial en las relaciones entre el gobierno revolucionario cubano y las autoridades de México, quienes enviaban petróleo a Cuba y la apoyaban ocasionalmente en la ONU.

En la Primera Conferencia Tricontinental en La Habana, en 1966, se desató una polémica aguda entre los comunistas "históricos" y la cúpula castrista cuando el dirigente del PCU, Rodney Arizmendi, respondió fuertemente a los propagandistas de la guerra de guerrillas: "Es un absurdo pensar que América Latina podría ser pintada de un solo color gris para escribir encima una fórmula de liberación". Fue apoyado por el líder comunista costarricense Manuel Mora Valverde, quien explicaba que un camino mal escogido, aunque parezca revolucionario, solo contribuiría a la causa contrarrevolucionaria. La postura del Partido Comunista de Argentina (PCA) fue sintetizada algún tiempo después, durante una conversación en Paris entre Rodolfo Ghioldi, Carmen Alfaya de Ghioldi y Marcos Winocur: "La figura del Che, que tanto representa para los jóvenes. Es un ejemplo moral para todos, pero, por favor, que no nos traigan el guevarismo al Partido".41

El PCM no tomaba parte activa en estos debates a nivel latinoamericano, sin embargo, las discusiones dentro del Partido fueron enérgicas, y en algunos momentos, sobre todo, cuando las represiones gubernamentales se recrudecían, una parte considerable del Comité Central se inclinaba por la postura de "solidaridad activa" con las guerrillas. El asunto de la guerrilla se hizo muy visible para el PCM cuando varios militantes se unieron al grupo de Lucio Cabañas, a finales de los años sesenta y principios de los setenta. En 1968 algunos destacamentos guerrilleros de entre 100 y 300 militantes aumentaron sus actividades (aunque de forma no coordinada) siendo el estado de Guerrero el foco principal. Los dos dirigentes principales fueron los ex maestros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas. Los guerrilleros originalmente lograron apoderarse de armas y decomisar cierta cantidad de dinero en los bancos, sin embargo, las autoridades enviaron a grandes contingentes del ejército para aplastar a la guerrilla. Al mismo tiempo, el gobierno de Luis Echeverria realizó las llamadas "acciones sociales" del ejército: los militares brindaban asistencia médica a los campesinos guerrerenses y les entregaban despensas de alimentos, pasta de dientes y jabón, reparaban casas y caminos.42 Un gran problema para la guerrilla fue la falta de apoyo político definido, lo que disminuyó la eficiencia de sus luchas.43

De acuerdo a Gilberto Rincón Gallardo:

40 Luis Suárez (ed.), Manuel "Barbaroja" Piñeiro", Che Guevara and the Latin American Revolution, (Melbourn-Nueva York: Ediciones Tricontinental, 2006) 45.

41 Marcos Winocur, "Del Partido Comunista", La Insignia, 26 de noviembre de 2003, https://www.lainsipnia.org/2003/noviembre/cul 051.htm [consultado: 14.11.2004]

42 "Diario de K.I. Verzhbitski, 11 de julio de 1971. La transcripción de la plática con el periodista mexicano M.Mesa el día 27 de julio de 1971", RGANI, fondo 5, opis' 63 (Departamento Internacional), exp. 727, ff. 95-96.

43 "La situación del Movimiento de Liberación Nacional en los países latinoamericanos en el momento actual (1 de julio de 1969)", [Informe del Departamento Internacional del cc del pcus, 24 de julio de 1969], RGANI, fondo 5, opis' 61 (Departamento Internacional), exp. 557, ff. 59-60, 68-69.

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En esas estábamos, en plena lucha por el registro y en la polémica de hasta dónde podíamos defender la legalidad, cuando surgió la guerrilla de Lucio Cabañas, a quien yo conocí mucho. Se dio una intervención en el pleno del Comité Central en la que se presentó una gran contradicción porque, con la excepción de dos o tres que fuimos vistos como reformistas —entonces algo gravísimo—, la postura fue apoyar a la guerrilla, tomar parte en ella, e incluso impulsarla.44

El PCM que supuestamente ya había iniciado su giro para abandonar el estalinismo y transformarse en un partido nacional que respetara las reglas del supuesto parlamentarismo burgués, para seguir por el camino hacia reformas democráticas en México, estaba abogando en estas circunstancias y en este caso en contra del gobierno y de toda la "legalidad burguesa" (esta expresión fue usada por Valentín Campa), mientras el PCUS estaba defendiendo precisamente los marcos institucionales de esta "legalidad". La postura de Moscú fue mucho más moderada, sin embargo, no intentaba intervenir en la autonomía del PCM. Tal vez fue por no hacer mucho caso a las discusiones mexicanas en torno a la lucha armada y por la seguridad de que, en cualquier caso, la mayoría del PCM se abstendría de participar en la lucha de guerrillas (el cálculo fue correcto). El otro factor importante de la postura tibia y tolerante de PCUS sobre la posible "desviación del PCM", fue la necesidad de mantenerlo al lado de la URSS durante la ruptura entre el Partido Comunista de China y el PCUS. El CC del PCUS, sin embargo, estaba dispuesto a capacitar militarmente a varios comunistas latinoamericanos (miembros dirigentes exclusivamente), siempre y cuando se tratara de candidatos acordados entre algún partido comunista y Moscú, y sin ser coordinada esa guerrilla por los chinos o los cubanos. Además, esta ayuda estaba condicionada a no hacer de los focos guerrilleros los puntos clave de la estrategia partidaria.45

A Moscú le interesaba controlar la capacitación militar de los latinoamericanos, porque en varios casos el surgimiento de las guerrillas afectaba directamente a los intereses soviéticos. En marzo de 1971 el gobierno mexicano apresó a un grupo de ex-estudiantes de la Universidad de la Amistad de Pueblos "Patricio Lumumba" (que funcionó entre 1965 y 1986), miembros de la organización pro-china Movimiento de Acción Armada (que al terminar sus estudios en la URSS fueron capacitados militarmente en Corea del Norte).46 De acuerdo a las autoridades mexicanas, los detenidos viajaban desde México a Moscú, para seguir su camino a la República Democrática Alemana, donde obtendrían pasaportes norcoreanos, y trasladarse, vía la URSS, a Pionyang (para, finalmente, hacer la misma ruta de regreso).47 Su arresto provocó una amplia campaña antisoviética en la prensa mexicana y terminó con la expulsión de cinco diplomáticos de la URSS. Varios políticos mexicanos culparon a la Embajada y a la URSS de instigar las manifestaciones estudiantiles del 10 de junio de 1971 (reprimidas brutalmente), en especial, a los grupos que llamaban a la toma revolucionaria del poder. En este momento, tanto el PCM como el PPS se solidarizaron con la URSS, rechazando rotundamente la decisión del gobierno de Echeverria como "arbitraria" e "injusta" (el PCM), "errónea" (PPS), tildaron el incidente como una provocación organizada por la CIA; el secretario de los "populares", Jorge Cruickshank,

44 Gómez Bruera, "Entrevista".

45 "La situación del Movimiento de Liberación Nacional en los países latinoamericanos en el momento actual.", RGANI, fondo 5, opis' 61, exp. 557, ff. 59-60, 68-69.

46 "El Embajador de la URSS en México I.Kolosovsky al Vice-Ministro de Relaciones Exteriores de la urss V.V.Kuznetsov, 17 de junio de 1971", RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, f. 85.

47 D. Dyakonov, "Sobre el carácter y causas de la acción en México en marzo de 1971 adversa a la urss (Informe)", 23 de abril de 1971, RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, ff. 52-60.

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enfatizó que varios detenidos habían sido militantes de su partido, el PPS, pero fueron expulsados al descubrirse sus contactos con la CIA.48

Muchos representantes de la izquierda se desilusionaron con las resoluciones del XX Congreso del PCUS sobre la convivencia pacífica con los EE.UU, viéndolas como una traición a la causa revolucionaria. La ruptura con la URSS en 1963 permitió a Mao Tse-Tung y la praxis revolucionaria china consolidarse en un movimiento original e independiente que lograba absorber bajo sus banderas a numerosos partidarios en diferentes partes del mundo. El maoismo fue atractivo para muchos revolucionarios latinoamericanos no solamente gracias a su discurso radical, sino también por las críticas hacia la burocratización del "socialismo real" construido en la URSS y hacia el deseo del Kremlin de dar prioridad a la economía sobre las reivindicaciones políticas.49

Varios grupos orientados a las ideas maoístas surgieron en algunos países latinoamericanos, y obtuvieron apoyo desde Beijing,50 que desplegaba una gran propaganda vía la revista Peking Informa (desde 1962) y las emisiones de radio. El maoísmo fue recibido de buena forma por gran parte de la juventud latinoamericana porque cuadraba mejor con las tradiciones locales de las luchas campesinas que las ideas comunistas sobre las luchas obreras. La nueva revolución antimperialista planteada por los maoístas tendría que acabar con el imperialismo, los reaccionarios y sus colaboradores, y formar una dictadura de las clases revolucionarias, para luego pasar a la etapa de una revolución socialista.51 El proletariado, de acuerdo a este plan, debería aprovechar las tendencias revolucionarias de la burguesía nacional y formar un frente único contra el burocratismo militar y gubernamental y contra el imperialismo.52

El triunfo de la guerrilla cubana enfocaba la atención de muchos izquierdistas latinoamericanos sobre la experiencia china y su teoría de una guerra revolucionaria popular. La experiencia anterior rusa de una revolución de masas obreras urbanas conocida desde la época cominternista, así como la estrategia "kruschovista" de tomar el poder por la vía electoral adoptada por las Reuniones de Partidos Comunistas y Obreros, en 1957 y 1960, ya no fueron muy atractivas para los jóvenes revolucionarios que deseaban cambios inmediatos.

La delegación del PCM participó en la Reunión Comunista en La Habana, en 1964, donde se trataba de reconciliar a los chinos, sus partidarios y adversarios latinoamericanos. A final del encuentro se decidió enviar una delegación latinoamericana, tanto a Moscú como a Beijing, para declarar que los comunistas latinoamericanos no participarían en la ruptura y mantendrían la unidad internacional.53 Arnoldo Martínez Verdugo fue integrante de la delegación junto con el cubano Carlos Rafael Rodríguez, el uruguayo Rodney Arizmendi, y el boliviano Mario Monge, entre otros. De acuerdo a Semo, el grupo iba a pedirle a Mao "que cesara la discusión pública con el PCUS, porque esta estaba causando mucho daño a los partidos comunistas de América Latina en los cuales se habían producido varias divisiones entre pro-soviéticos y pro-chinos".54 En

48 "Declaración del Presidium del Partido Comunista Mexicano, 19 de marzo de 1971", RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, f. 46-49; Gabriel Parra, "El diputado y dirigente del PPS Cruickshank se expresa contra el regimen y defiende a la Unión Soviética", Ovaciones, 19 de marzo de 1971.

49 Miguel A. Urrego, "Historia del maoísmo en América Latina: entre la lucha armada y servir al pueblo", Anuario Colombiano de Historia Socialy de la Cultura, 44, núm. 2 (2017) 114.

50 William Ratliff, "Communist China and Latin America, 1949-1972", Asian Survey, 12(10) (1972) 846-863.

51 Tse-Tung Mao, Izbrannyeproi^vedeniya [Obras Escogidas], vol. 2 (Beijing: Ediciones en Lenguas Extranjeras, 1969) 411.

52 Ibidem, 441-444.

53 Lazar Jeifets y Víctor Jeifets, "'Discúlpanos, Mario: te hemos engañado', eran palabras del Che. La entrevista con Mario Monje Molina", Pacarina del Sur, num. 21 (2014), http://pacarinadelsur.com/home/figuras-e-ideas/1031-disculpanos-mario-te-hemos-enganado-eran-las-palabras-del-che-la-entrevista-con-mario-monje-molina

54 Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo".

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Moscú el grupo recibió apoyo, pero Beijing tildó a los delegados como "revisionistas". Martínez Verdugo contaba que Mao insistió en las "muy profundas" diferencias entre China y el "camarada Jruschov" respecto a la definición de la situación política mundial, de la construcción del socialismo y de la historia del comunismo. "Vamos a continuar la discusión cinco, diez, si es necesario cincuenta años".55 La misión no cumplió sus objetivos, sin embargo, contribuyó a que la mayoría de los partidos comunistas latinoamericanos (inclusive el PCM) se afiliaran más decididamente con la línea del PCUS, mientras los chinos estaban acelerando la formación de sus bases de apoyo.

La doble ruptura (la chino-soviética y la comunista-castrista) se pudo reparar en algo durante la Primera Conferencia Tricontinental, inaugurada en La Habana el 3 de enero de 1966. Para aquel entonces, el apoyo cubano a la guerrilla latinoamericana dejó de ser ilimitado.56 Fidel cedió en algo a la presión de Moscú al romper contactos con los trotskistas y disminuyendo los enlaces con los grupos pro-chinos. Cuba inició un acercamiento con los partidos comunistas latinoamericanos proponiendo establecer un "mando único político y militar" en vez del enfoque previo sobre una guerrilla como centro autónomo del poder.

Indica Semo que, a pesar de la ruptura dentro del movimiento comunista, Martínez Verdugo "siempre se opuso a la expulsión del Partido Comunista Chino del movimiento y tomó esta posición en varias ocasiones, como en el Congreso de Partidos Comunistas de América Latina, en La Habana en junio de 1975. El principio que guiaba su posición era que cada partido comunista era independiente en la elaboración y la puesta en práctica de su línea política y debía ser respetado aun cuando esa línea disentía de las otras".57

Los documentos demuestran que la versión de Semo no es muy exacta, pues parece confundir los enfoques del PCM, posteriores a cierto alejamiento de Moscú tras la invasión a Checoeslovaquia, con las posturas tomadas en los años sesenta. Efectivamente, la postura del PCM fue algo vacilante. De acuerdo al informe de la Embajada de la URSS (fechada en 1964), el Presídium del CC del PCM (al discutir los documentos del Pleno del CC del PCUS de febrero de 1964), condenó "de manera enérgica" "la plataforma divisionista de los chinos y adoptó la línea del PCUS y otros partidos hermanos en los asuntos de la lucha por la paz y la coexistencia pacífica, por la unidad en el movimiento comunista internacional".58 Antes, en el XIV Congreso del PCM (diciembre de 1963) el Partido Comunista había rechazado la postura china y se había alineado con el CC del PCUS.59 Analizando las condiciones dentro de la izquierda mexicana, la embajada de la URSS informaba a Moscú que solamente "unos grupos dispersos de aventureros y renegados, la mayoría de los cuales habían sido expulsados en épocas diferentes" del seno del PCM y que "no desempeñaban un papel visible en la vida política de México", estaban intentando defender a Beijing;60 los mismos diplomáticos percibían al PCM como una organización "poco numerosa y con influencia escasa en la vida política [nacional]".61

El comunista italiano Renato Sandri, durante su viaje a América Latina, pudo detectar que el PCM estaba de acuerdo con el plan de convocar a una nueva Reunión Internacional de Partidos Comunistas, y que la cúpula dirigente china había tenido "una responsabilidad imperdonable" por su desviación nacionalista, lo que llevó al comunismo internacional a pésimas condiciones. De acuerdo a varios partidos comunistas

55 Ibidem.

56 Maurice Halperin, The Taming of Fidel Castro (Berkeley: University of California Press, 1981) 189.

57 Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo".

58 La Embajada de la URSS en México, "Sobre la distribución y explicación en México de los documentos del Pleno de febrero de 1964 del cc del PCUS", 12 de junio de 1964, RGANI, fono 5, opis' 50, exp. 599, ff. 42-43.

59 "Informe Político de la Embajada de la URSS en México (correspondiente al año 1963) al Ministerio de Asuntos Exteriores de la urss", 10 de abril de 1964, RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 500, f. 170.

60 La Embajada de la urss en México, "Sobre la distribución.", ff. 42-43.

61 "Informe Político de la Embajada de la urss en México (correspondiente al año 1963).", ff. 167-169.

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(inclusive el PCM) precisamente la Reunión tendría que indicar a las masas revolucionarias la línea general correcta, aunque el mismo PC de China se abstuviera de participar. Sin embargo, agregaron que, aunque la URSS y el PCUS "son y siguen siendo el centro dirigente del movimiento comunista internacional", la Reunión no debería expulsar a nadie, aunque el PC de China se portara de manera provocadora, y que "la postura de tal o cual Partido respecto a convocar a la Reunión no debe mesurarse con su fidelidad al marxismo-leninismo" (esta postura fue mantenida expresamente por los comunistas chilenos, mexicanos y uruguayos). El PCM estaba de acuerdo con organizar unas consultas previas y encuentros bilaterales a nivel latinoamericano (la misma postura tomaron los chilenos y peruanos, pero la rechazaron los Partidos Comunistas de Uruguay y de Argentina), supuestamente para poder reforzar sus propios argumentos con los puntos de vista de otros partidos regionales.62

Es probable, también, que en la evaluación de sus enfoques el PCM partiera de la imposibilidad de aliarse con Beijing, a la luz de varios grupos opositores (al PCM), sobre todo los trotskistas, en favor de los maoístas. En el PCM se sabía con disgusto de los intentos de los chinos por lograr la unificación de los sectores pro-chinos en México. Dentro del PCM un grupo de militantes pro-chinos estaban organizados en la célula "Stalin" y combinaban sus simpatías hacia Beijing con una defensa abierta del estalinismo. En 1963 el PCM sacó del Comité Central a tres integrantes63 que habían estudiado en una escuela del partido organizada por los chinos (cinco mexicanos cursaron materias en Beijing y tres de ellos se convirtieron en maoístas). Los expulsados formaron el Partido Comunista Bolchevique que tuvo una vida muy corta. En 1964 los militantes pro-chinos formaron el Movimiento de Unificación Marxista-Leninista Antirevisionista Mexicano (MUMAM) declarando su ruptura con los "revisionistas" del PCM y del Partido Popular Socialista de Vicente Lombardo Toledano. El Movimiento condenaba enérgicamente cualquier intento de coexistencia pacífica con el imperialismo.64 Más tarde surgió la Liga Comunista Espartaco (1966), más numerosa e influyente, que combinaba posturas pro-chinas, tercermundistas y guevaristas y abogaba por la lucha armada como una herramienta posible.65 El Partido Revolucionario del Proletariado Mexicano (PRPM), dirigido por Javier Fuentes Gutiérrez, se formó en el estado de Morelos en 1967 y recibió un fuerte influjo de los estudiantes indignados por la matanza de Tlatelolco, en octubre de 1968.66 El PRPM logró enviar varios militantes a China para capacitarse militar e ideológicamente. Sin embargo, la policía vigilaba de cerca a los miembros de este partido y logró desarticularlo en 1970; el Partido Proletario Unido de América (sucesor del PRPM) solamente existió hasta 1978.

Como sea, a mediados de la década de 1960 el PCM se mantuvo fiel al PCUS y a sus posturas dentro del comunismo internacional. En su mensaje dirigido a Moscú, en marzo de 1965, el Presídium del CC del PCM manifestó su "pleno acuerdo" con los resultados de la Reunión de Consulta de los Partidos Comunistas y Obreros, celebrada en la capital soviética este mismo mes, y los considero "una contribución efectiva a la

62 "Informe sobre el viaje de Renato Sandri a Uruguay, Argentina, Chile, Perú y México (del 16 de junio al 16 de julio de 1964)", RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 598, ff. 65-68.

63 Joel Ortega Juárez, "El Partido Comunista Mexicano (1963—1981). Un legado contradictorio", Este País. Tendencias y opiniones, 17 de julio de 2020, https: / / estepais.com/home-slider/el-pcm-un-legado-contradictorio/

64 "El suplente del Jefe del Primer Principal Directorado de la KGB de la URSS F.Mortin al CC del PCUS. Resumen del llamamiento [del MUMLAM]", 5 de marzo de 1965, RGANI, fondo 5, Opis' 50, exp. 691, ff. 28-32.

65 José Moreno Elizonde, "La Liga Comunista Espartaco: 1966-1972. Notas de investigación, indicios, tesis e interrogantes", Izquierdas, núm. 49 (2020) 1122.

66 Uriel Velásquez Vidal, "El maoísmo en México. El caso del Partido Revolucionario del Proletariado Mexicano, 1969-1970", Encartes antropológicos, núm. 1 (2018) 108; Ricardo Fuentes, "El maoísmo en México, un periodización y apuntes para su estudio", Cambios y Permanencias, vol. 13(1) (2022) 360-378.

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unidad del movimiento comunista internacional" tan necesaria "como nunca", ante "la agresividad de los imperialistas norteamericanos con el pueblo de Vietnam".67

En años posteriores el PCM mantuvo un enfoque escéptico hacia la postura china, aunque ya no demostraba tan abiertamente su apoyo a la postura soviética. Por ejemplo, al coincidir con la opinión de los diplomáticos de la URSS sobre el deseo de los chinos de "inventar amenazas inexistentes de parte de la Unión Soviética" y su falta de disposición para firmar un pacto de no agresión, Martínez Verdugo expresó que Beijing lo hacía para distraer a la población socialista de China de las dificultades económicas y las luchas por el poder dentro del partido chino, así como para poner en duda la política pacifista de la URSS.68 Agregó, además, que los chinos preferían dejar abierto el asunto sobre las fronteras con la URSS para, en algún momento, empezar a reclamar derechos sobre parte del territorio soviético.

El difícil sendero del PCM hacia el Eurocomunismo

El parteaguas más definido en las relaciones entre Moscú y el PCM llegó en agosto de 1968, cuando el PCM de manera inequívoca condenó la invasión a Checoslovaquia de las tropas de cinco miembros del Pacto de Varsovia. El 21 de agosto de 1968 el Presídium del Comité Central del PCM declaró que 'lamentaba profundamente que la crisis surgida entre el Partido Comunista de Checoeslovaquia y otros partidos del campo socialista haya derivado en la intervención de los ejércitos de la Unión Soviética, República Democrática Alemana, Polonia, Bulgaria y Hungría en Checoslovaquia". El PCM consideraba que la injerencia militar "perjudicaba la causa del comunismo en el mundo y agravaba los problemas existentes en nuestro movimiento". Sin embargo, esta actitud no era tanto una ruptura ideológica como una defensa de la autonomía de cada partido de actuar a su propia cuenta en la construcción socialista. Al condenar las intervenciones se rechazaban también "los intentos del imperialismo tendientes a utilizar estos acontecimientos para atizar su campaña antisocialista".69 En su telegrama al CC del PCUS (27 de agosto del mismo año), el Presídium del CC del PCM solicitó la "retirada inmediata [de las] tropas y [la] normalización [de las] relaciones con [el] partido y gobierno checoslovacos con base [en] principios [de] igualdad, respeto mutuo y no injerencia en asuntos internos".70

Coincidimos con la aclaración hecha por Gilberto Rincón Gallardo al referirse a las declaraciones del PCM sobre el asunto checoslovaco: había que considerarlas como parte del fenómeno de todo lo que ocurría en México en el año 1968:

Causó una de las polémicas más fuertes que me tocó vivir en el partido, particularmente porque la dirección reaccionó de inmediato y envió un telegrama al PCUS en el cual condenó la acción. Fue un suceso que selló la vida del PCM, el único partido comunista en América Latina que tomó esa posición. Solo el partido comunista español, el italiano y el japonés lo hicieron con semejante contundencia.

Aquello significó una ruptura muy importante que nos liberó y nos permitió comenzar a deshacernos de un dogma tras otro. El "pero" de todos, como lo expresé antes, era el de la lucha

67 "El Presídium del cc del Partido Comunista Mexicano al CC del Partido Comunista de la Unión Soviética, 25 de marzo de 1965", RGANI, f.5, opis' 50, exp. 691, ff. 150-151.

68 "El diario de N.K.Tarasov. La transcripción de la plática con el Primer Secretario del cc del PCM el cam. A.Martínez Verdugo el 14 de junio de 1973", Ciudad de México, 20 de junio de 1973, RGANI, f.5, opis' 66, exp. 1009, f. 24.

69 "Declaración del Presídium del Partido Comunista Mexicano", La Voz de México, 27 de agosto de 1968.

70 Ibidem.

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de clases a nivel internacional, porque te ataba ante todo y te mantenía sujeto al polo proletario de la Unión Soviética. Evidentemente la lucha por la democracia no se podía dar en esas condiciones".71

Sin embargo, no era tan fácil condenar una de las posturas de la URSS y luego hacer como que nada hubiera ocurrido. El PCM enfrentó un reto clave reconocido por el mismo Rincón Gallardo:

En el contexto de un mundo bipolar esa situación nos encerraba en una permanente contradicción: por un lado éramos perseguidos por un régimen en el que existía un partido único, el PRI, y, por el otro, veíamos reflejados muchos de sus elementos en el PCUS. Por eso, el hecho de que hubiera un comunismo con acento democrático que reconociera la pluralidad, como ocurrió con el Partido Comunista Italiano o con el Partido Comunista Español, despertó nuestro interés hacia el eurocomunismo y, en consecuencias, nos llevó a distanciarnos de los soviéticos.72

Las luchas estudiantiles por la democracia a lo largo de 1968, como el enojo acumulado con la dura postura del PCUS en la dimensión internacional, contribuyeron al cambio de objetivo para el Partido Comunista Mexicano; en vez de abogar por una revolución proletaria, ahora el partido se convirtió en un defensor de la democracia y del mejoramiento social y mantuvo este enfoque durante las décadas posteriores.

El PCM en 1968 tuvo un encuentro con el presidente Gustavo Díaz Ordaz que resultaba ser el primer encuentro de este tipo, desde la Segunda Guerra Mundial, desde la administración de Manuel Ávila Camacho.73 Según los comunistas, fue el mismo Díaz Ordaz quien había planteado la necesidad de reunirse. Vale la pena referirse al contenido de aquella plática.

Los representantes del PCM plantearon el asunto de la falta de democracia y protestaron en contra del sistema electoral, exigiendo su reforma completa, así como la liberación de los presos ferrocarrileros. Además, solicitaron una nueva ley federal de trabajo, exigieron que el gobierno tomara una postura más firme en la lucha por la paz y por el cese de guerra en Vietnam, se proclamaron por establecer relaciones comerciales con el bloque socialista. Díaz Ordaz rechazó rotundamente la posibilidad de los cambios democráticos, y de manera clara tildó al PCM de no ser un "partido independiente".74 Los comunistas protestaron enérgicamente a aquellas afirmaciones, diciendo que no tolerarían tal trato y expresaron que el PCM era un partido independiente, arraigado en la realidad nacional, cuyos militantes habían contribuido al desarrollo de México en varias esferas. Al reconocer que su partido tenía relaciones amistosas con varios partidos comunistas, indicaron que tanto el Partido Acción Nacional como el mismo PRI mantenían contactos estrechos con el extranjero; enfatizaron que, sin depender de las amistades, el PCM elaboraba su línea política de manera autónoma. Finalmente, Díaz Ordaz se retractó de sus palabras. Pero quedaba claro que el PCM no podía demostrar, otra vez, su dependencia de la URSS en el escenario de las fuertes reacciones provocadas por la acción del Pacto de Varsovia. De acuerdo a las palabras de propio Arnoldo Martínez Verdugo:

71 Gómez Bruera, "Entrevista".

72 Ibidem.

73 "Sobre el encuentro de los miembros del Presidium del Comité Central del Partido Comunista Mexicano con el Presidente de la República", rgani, f. 5, op. 60, exp. 472, f. 79.

74 En este caso concreto el presidente se refería a los viajes de militantes del pcm a los países socialistas y a Praga (donde estaba alojada la sede de la Revista Internacional).

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Nosotros partíamos de México y esa era nuestra base: aquí el problema de la democracia era un problema central del país. Aunque desde luego hubo también la tendencia en otras fuerzas a considerar que la cuestión de la democracia no era el punto central, y esto lo encontramos en algunos grupos ultras que consideraban que debía plantearse la revolución, que eran otras cosas y no la democracia.75

Sobre todo, no se podía exigir democracia dentro del país haciendo caso omiso a la supresión de la democracia por un país socialista en otra parte del bloque socialista.

El PCUS no estuvo muy a gusto con el pronunciamiento público del PCM sobre el tema checoslovaco, pero entendía de manera perfecta la existencia de varios factores involucrados en la toma de la decisión. Al mismo tiempo, Moscú no tuvo miedo de romper con el PCM. El conflicto dentro del movimiento comunista internacional desde el cisma chino-soviético y ahora, con la aparición del eurocomunismo, llegó a tales dimensiones que ya no era tan significativo si el PCM se sumaba por completo al campo de opositores al Kremlin o no. Los comunistas mexicanos no iban a apoyar a los chinos y Moscú lo sabía. Hubo cierto descontento entre varios militantes del PCM por la resolución del Presídium del CC del Partido (aunque la mayoría no abandonó las filas del PCM),76 y el PCUS también estaba enterado de dichos sentimientos.

Sin embargo, el PCUS intentó averiguar detalles adicionales e influir (en vano) en la postura del PCM. El 4 de octubre de 1968 José Encarnación Pérez, Secretario del PCM, tuvo pláticas con uno de los miembros del CC del PCUS, F.Ryzhenko. El dirigente comunista mexicano afirmaba que la línea del PCM estaba basada en el principio del internacionalismo proletario y de la independencia de los partidos, refiriéndose a las resoluciones formales adoptadas en la reunión moscovita de los Partidos Comunistas y Obreros:77

Consideramos natural que los Partidos Comunistas pueden tener puntos de vista diferentes sobre el mismo asunto, y que eso contribuye al desarrollo posterior del comunismo internacional. Nuestro partido pasó un período relativamente largo de crisis cuando las tendencias sectarias y dogmáticas dominaban en el partido, en aquel período expulsábamos a cualquier militante que tuviera puntos de vista diferentes del punto de vista de la dirección, y si en aquel entonces nuestro partido estuviera en el poder, lo fusilaríamos.78

Explicó que el PCM observaba lo que estaba pasando desde el Pleno de enero de 1968 del CC del Partido Comunista de Checoslovaquia, y estaba bien enterado de los pormenores, recibiendo los datos desde allá y por varias visitas hechas por los militantes del PCM a Praga. Agregó que al regresar de Moscú a México iría de nuevo al país centroeuropeo porque necesitaba discutir varios asuntos que tenían que ver con los asuntos relacionados con La Revista Internacional.

Aunque Encarnación Pérez estimó las declaraciones del Presídium de su propio partido, hechas en agosto de 1968, como "tal vez, erróneas", sus palabras no fueron más que un intento por ser gentil. Indicó que las valoraciones hechas por el miembro del CC del PCUS fueron muy estrictas, pero que "las entendía sin

75 Elvira Concheiro y Gerardo de la Fuente, "Comprometidos".

76 Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo".

77 "La versión reducida de la plática de F.L.Ryzhenko con el secretario del PC Mexicano el cam. Encarnación Pérez, 4 de octubre de 1968", RGANI, fondo 5, opis' 60, exp. 472, f.1 42.

78 Ibidem.

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poder agregar algo".79 El PCUS, sobre todo, enfatizaba la dimensión internacional y que el PCM resultaba "estar acompañado [en el asunto checoslovaco] por el Papa, Mao y Washington". Sin embargo, el enviado del PCM no dejó que la plática se desviara hacia debates escolásticos sobre la lucha de clases entre el socialismo mundial y el imperialismo mundial. Explicó que el PCM estaba de acuerdo con el plan de convocar a una nueva Reunión de los Partidos Comunistas (después del encuentro consultativo en Budapest), sin embargo, sería mejor hacerlo tras resolver de manera final el asunto checoslovaco para no agravar los desacuerdos en el seno del comunismo internacional.

El asunto checoslovaco causó pugnas internas en el PCM a lo largo de varios años.80 Mientras se preparaba el XVI Congreso Nacional (que finalmente tuvo lugar en octubre-noviembre de 1972), las locales de Jalisco, Sinaloa, Coahuila, Guerrero, Chihuahua, Yucatán y de la ciudad Saltillo, arremetieron con una aguda crítica del "sectarismo del Comité Central". Ex-dirigentes como Jorge Fernández Anaya, Dionicio Encina81 y Fernando Cortés plantearon la creación de una comisión especial para reoRGANIzar el PCM, recibiendo el apoyo de Manuel Terrazas, luego se situación se agravó más por la expulsión de David Alfaro Siqueiros del CC del PCM (por otras causas). Al no obtener la respuesta esperada del CC, los comunistas coahuilenses empezaron a conseguir documentos del PC de Checoeslovaquia (sobre todo, el periódico Rude Pravo que reflejaba el punto de vista de la dirigencia pro-soviética), para imprimirlos y dirigirlos a diferentes locales del PCM en los estados. Al mismo tiempo, el miembro del Comité Central, Antonio Franco, en una de las reuniones internas declaró que el PCM "comparte preocupaciones" de los comunistas españoles, italianos y venezolanos y fue "el único partido [comunista]" en Latinoamérica en "abandonar el dogmatismo tradicional" para empezar a buscar "su propio camino mexicano al socialismo".82 Estas luchas intra-partidarias hicieron varias veces inevitable el aplazamiento de la convocatoria del congreso.

El PCM, a su vez, estaba enterado que no era el único y exclusivo socio para Moscú en México. El PCUS y la URSS mantenían relaciones bastante amistosas con Lombardo Toledano (siendo este una oposición de izquierda "leal" al PRI) e incluso entablaban ciertos contactos con el PRI. Ni Lombardo Toledano, ni menos el PRI, estaban incluidos en la lista de "amigos" (un eufemismo soviético para referirse a los comunistas), sin embargo, estas relaciones no eran meramente formales y excedían los marcos del oficialismo diplomático. Para no lastimar la dignidad del PCM, Moscú prefería al mismo tiempo usar los canales sindicales para mantener relaciones oficiales con el Partido Popular Socialista y con "el conocido personaje progresista político y sindical" Lombardo Toledano ("quien es amigo de la URSS y hace propaganda de su política doméstica y exterior y no apoya la política divisionista de los dirigentes chinos").83 El CC del PCUS conoció los pormenores de las posturas lombardistas y, al mantener contactos amplios y amistosos con él, evitó

79 Ibidem.

80 I. Kolosovsky, "Informe político de la Embajada de la urss en México (correspondiente al año 1971)", México, 25 de febrero de 1972, RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, ff. 117, 120.

81 "El diario de D.A. Dyakonov. La transcripción de la plática con los militantes del Partido Comunista Mexicano cam. Dionicio y Paula Encina, el 8 de febrero de 1971", Ciudad de México, 12 de febrero, RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, ff. 36-37. Es interesante que este último documento no solo fue entregado al Dirigente del Departamento Internacional, Boris Ponomariov, sino enviado también al Secretario General del CC del PCUS, Leonid Brezhnev, y al ideólogo principal del pcus, Mikhail Suslov.

82 Ibidem, ff. 37-38. El PCM había enviado saludos a ambas convenciones comunistas venezolanas, la del PCV, pro-soviética, y a la que se convertiría pronto en el Movimiento al Socialismo (pro-eurocomunista).

83 "El Vice-Encargado por el Departamento Internacional del CC del PCUS V.Korionov al CC del PCUS", 4 de julio de 1964, RGANI, fondo 5, opis 50, exp. 399, f. 36.

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durante años hacer alguna declaración que pudiera ser percibida como un apoyo abierto a su 'línea interna", pero la prensa de la URSS seguía enfatizando el progresismo del PPS.84

Lombardo Toledano en algunos aspectos parecía un personaje cómodo para la URSS, interesada en entablar relaciones más amplias con el gobierno mexicano. Aunque varios de sus puntos de vista teóricos coincidían con el marxismo soviético, su línea política era diferente de la ejercida por los comunistas. Lombardo reprochaba al PCM el "no entender" las realidades nacionales.85 El dirigente del PPS y diputado del parlamento mexicano declaraba repetidamente que tanto él mismo como su partido tenían posturas "marxistas consecuentes" y hasta "marxistas-leninistas", y definía la línea general del PPS como antimperialista (siendo esto, de acuerdo a Lombardo, la base para lograr la unidad de toda la izquierda mexicana).86

El conflicto principal dentro del contexto mexicano fue, de acuerdo a Lombardo y a su PPS, el dominio imperialista (mientras los comunistas decían que eran las contradicciones entre las masas trabajadoras y el sistema burgués), de ahí sacaba conclusiones sobre la necesidad de buscar alianzas con la burguesía de orientación nacionalista y empujarla "hacia la izquierda". La colaboración entre las clases fue para Lombardo una herramienta para una evolución paulatina, pero inevitable, del régimen post-revolucionario hacia el socialismo (muy lejano).87 Al igual que los comunistas, Lombardo Toledano era adversario acérrimo del trotskismo, pero lograba mantener buenas relaciones con el gobierno siendo parte del sistema político institucionalizado. Moscú lo consideraba un actor importante de la política mexicana y —aunque no le otorgaba su confianza al cien por ciento y tuvo varios desacuerdos con el dirigente del PPS— estaba seguro de que le podría ser muy útil.

El RGANI contiene varias notas sobre pláticas entre los diplomáticos soviéticos y la gente del PPS (inclusive el mismo Lombardo Toledano). El PCUS estaba bien enterado sobre los detalles de los conflictos entre Lombardo y el PCM. En una de estas pláticas, Lombardo enfatizó que él personalmente y el PPS, supuestamente, "siempre estuvieron a favor" de la unidad con el PCM, pero afirmó que los comunistas tuvieron poco interés.88 El "marxista no comunista" mexicano tomaba una postura muy astuta, intentando convencer al PCUS y a la URSS de que el diálogo habría que tenerlo con él y no con los comunistas. Recurrió a los mismos esquemas que había usado exitosamente en la década de 1930, cuando logró obligar al PCM a implementar la política de "unidad a toda costa" para crear la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y erradicar la corriente independiente de los comunistas en varios sindicatos (con buen visto de Moscú).

El análisis de la utilidad de Lombardo para la URSS y las políticas internacionales del PCUS fue constante, y las observaciones y conclusiones hechas por los diplomáticos soviéticos en México parecen objetivas y sopesadas:

Se expresa consecuentemente por la defensa de la Unión Soviética y la Cuba socialista, es uno de los luchadores activos mexicanos por la paz y la existencia pacífica. [...] En el debate ideológico con la dirigencia del PC de China [Lombardo] Toledano, como se sabe, se mantiene en nuestras

84 "El Vice-Encargado por el Departamento Internacional del CC del PCUS V.Korionov al CC del PCUS", 12 de marzo de 1965, RGANI, fondo 5, opis' 60, exp. 691, ff. 59-60; "El telegrama del dirigente del sector de las Américas del Departamento Internacional del CC del PCUS Nikolai Mostovets al Embajador de la urss en México [1965]", RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 691, f. 61.

85 Carlos Illades, Las otras ideas. El primer socialismo en México. 1850-1935 (México: Ediciones Era, 2008) 278; Cuauhtémoc Amezcua Dromundo, "El marxismo lombardista. Vigencia y aportes a la transformación revolucionaria", Caridad Massón Sena (ed.), Las Izquierdas Latinoamericanas: Multiplicidad y Experiencias durante el Siglo XX (Santiago: Ariadna, 2017) 340.

86 "Diario de S.Bazarov. La plática con el Diputado del Congreso Nacional Vicente Lombardo Toledano, 2 de febrero de 1965", RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 691, ff. 75-76.

87 Michel Lowy, El marxismo en América Latina (Santiago, LOM Ediciones, 2007) 170-178.

88 "Diario de S.Bazarov. La plática con el Diputado", RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 691, f. 79.

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posiciones, y su libro ¿Moscú o Beijing? es una evidencia de lo dicho. Sin embargo, hay que enfatizar de manera decidida y con toda claridad que, en muchos asuntos de la política doméstica de México, Lombardo Toledano asumió una actitud conciliadora con la burguesía nacional, aceptando compromisos con los círculos burgueses gobernantes. [...] El gobierno y el partido burgués gobernante en México aprovechan activamente el enfoque conciliador de [Lombardo] Toledano para sus intereses y con todas las herramientas intentan agravar las divergencias y disputas entre los dirigentes de los Partidos Comunista y Socialista.89

La Embajada aconsejaba a Moscú no intervenir en los debates entre el PCM y el PPS tomando en cuenta las "buenas relaciones de camaradería" con los dirigentes del PCM, pero al mismo tiempo, por la influencia de Lombardo Toledano entre los intelectuales y dentro del gobierno, por su utilidad para la URSS, de mantener contactos y conexiones con él, "aprovechándolo en la medida posible para el fortalecimiento de nuestras relaciones con México" y "sin dar un pretexto a la dirigencias de nuestros amigos [es decir, del PCM —nota deL autor—] para quejarse de que la Embajada presta demasiada atención a Lombardo Toledano como dirigente del Partido Socialista".90

El PCM en 1968 estaba enterado sobre los argumentos que Lombardo Toledano usaba en sus negociaciones con el PCUS y se daba cuenta sobre sus contactos regulares con los soviéticos. Tuvo ciertas sospechas al respecto, pero no fue capaz de averiguar si Moscú en algún momento podría dejarse convencer por él, y no quería aumentar la importancia de PPS en su competencia con el PCM. Sobre todo, debería tomar en cuenta que mientras el PCM rechazaba la invasión a Checoslovaquia, el PPS tomó una postura a favor de las actividades del Pacto de Varsovia (y fue la única agrupación política mexicana que asomaba tal actitud).91

Es interesante que la milicia soviética y la KGB no permitieron convocar a una manifestación de protesta de unos 200 estudiantes latinoamericanos en Moscú, el 14 octubre de 1968, en contra de la matanza en Tlatelolco el 2 de octubre (a la cual asistieron diplomáticos chinos y periodistas chinos y cubanos).92 El PCUS y el gobierno soviético estaban bien informados sobre lo que había ocurrido en la Plaza de Tres Culturas en la capital mexicana; el informe respectivo girado por la embajada soviética no dejaba espacio a dudas: fue un masacre y fue un crimen.93 Pero el informe no se hizo público, y Moscú estaba interesado en mantener y en ampliar las relaciones con el gobierno mexicano aunque esto significara tomar con relativa calma el asesinato de jóvenes (algunos de los cuales militaban en el Partido Comunista). El PCM tuvo que tomar en cuenta ese factor. El CC del PCUS, además, no quería arriesgarse en un momento en que el gobierno de Díaz Ordaz estaba evaluando la posibilidad de expulsar a dos o tres diplomáticos soviéticos (supuestamente, por mantener contactos con el PCM, prestarle apoyo financiero y para las actividades del

89 "El Embajador de la urss en México S.Bazarov al suplente del Ministro de Relaciones Exteriores de la URSS V.V.Kuznetsov", 12 de marzo de 1965, RGANI, f.5, opis' 50, exp. 691, ff. 84-86.

90 Ibidem, ff. 87-88.

91 "Embajada de la urss en México. Caracterización del Secretario General del cc del Partido Popular Socialista de México Jorge Cruickshank", 23 de marzo de 1973. RGANI, fondo 5, opis' 66, exp. 1009, f. 8.

92 "El vice-presidente del Comité de Seguridad Estatal (KGB) N.Zakharov al CC del PCUS", 17 de octubre de 1968, RGANI, fondo 50, opis' 60, exp. 472, f. 156.

93 "Informe del encargado ad interim de la Embajada de la URSS en México Boris Kazantsev al Departamento Latinoamericano del Ministerio de Asuntos Exteriores de la URSS: 'La situación política en México en vísperas y durante los Juegos Olímpicos'", 22 de noviembre de 1968, RGANI, fondo 5, opis' 60, exp. 472, ff. 214-219.

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movimiento estudiantil; de acuerdo a la Secretaría de Gobernación, dicha información la habían obtenido de sus agentes infiltrados en el PCM).94

Como sea, el proceso de distanciamiento ideológico entre el PCM y el PCUS, iniciado en agosto de 1968, siguió su curso, aunque no llegaba a los niveles de conflicto comparables con los de los partidos "eurocomunistas" europeos, ni hablar de los casos del PC chino o el Partido del Trabajo de Albania.

Recuerda Enrique Semo que durante los procesos preparativos de la Reunión Internacional de los Partidos Comunistas y Obreros, planeada para 1969, él (en este momento trabajaba en la RDA como corresponsal de Oposición y encargado de las relaciones con los estudiantes mexicanos en los países socialistas) y Gerardo Unzueta, participaron en "innumerables reuniones de discusión" realizadas en Hungría y presididas por Otto Kuusinen, "uno de los principales ideólogos del PCUS"; luego informaban al Presídium del CC del PCM sobre la marcha de los debates.

Sobre la base de aquellas reuniones y las discusiones internas entre los dirigentes del PCM, Arnoldo Martínez Verdugo95 preparó su discurso (el borrador fue modificado en las discusiones entre los delegados mexicanos en Moscú) para la Reunión Internacional de 1969.96 Y aunque este discurso estaba lleno de alusiones y escrito con lengua de Esopo habitual para los comunistas de aquella época, el credo del PCM quedaba claro:

Rechazar la idea de que el movimiento comunista tenía una estructura de centralismo democrático e insistir en la independencia de cada Partido Comunista de fijar la línea política más adecuada para su país, [...] oponerse contundentemente a la expulsión de cualquier partido, [...] afirmar que la diversidad de condiciones en que se construye el socialismo hace imposible e innecesaria [...] la existencia de cualquier centro dirigente regional o mundial del movimiento comunista.97

Para el entonces dirigente del PCM tal enfoque no era una "crítica al estalinismo", sino que se percibía principalmente como una defensa de "la independencia y la autonomía de los partidos que formábamos parte de ese movimiento".98 Las "tendencias estalinistas en el movimiento comunista internacional", de acuerdo a Martínez Verdugo, se expresaban en hechos concretos y los "refutábamos con acciones también concretas". Pero el PCM no quemaba puentes y evitaba mencionar "la pugna chino-soviética" o referirse directamente a la invasión de Checoslovaquia; proclamaba firmemente su solidaridad frente al enemigo común (imperialismo y capitalismo), y la unidad de acción de los partidos comunistas.99 Tampoco quiso acercarse demasiado a los eurocomunistas europeos, por considerar las condiciones mexicanas "muy diferentes a las de Europa Occidental" y por pensar que la "unidad de acción" era más necesaria en las filas del comunismo latinoamericano que en las del eurocomunismo. Tiene razón Jaime Ortega al afirmar la diferencia entre el "eurocomunismo italiano" y la postura tomada por el PCM en 1968: "el Partido Comunista Italiano [...] pretendió un acercamiento a la Democracia Cristiana y sus bases. En cambio, el PCM de esta época nunca se

94 "Informe del Suplente del Presidente del Comité de Seguridad Estatal de la URSS N.Zakharov al CC del PCUS", 4 de diciembre de 1968, RGANI, fondo 5, opis' 60, exp. 472, f. 229.

95 Otros dos miembros de la delegación partidaria fueron Enrique Semo y Lino Medina.

96 Amoldo Martínez Verdugo, Crisis política y alternativa comunista. Crónicas, testimonios y documentos (México: Ediciones de Cultura Popular, 1969) 233-243.

97 Semo, "Amoldo Martínez Verdugo".

98 Ponce, "Martínez Verdugo".

99 Semo, "Arnoldo Martínez Verdugo".

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perfiló como un aliado del Partido Acción Nacional, ni con sectores del Partido Revolucionario Institucional".100

Incluso esta postura más moderada comparando con la de agosto de 1968, causó, según Semo, "una reacción del PCUS parecida a una ley de hielo para los comunistas mexicanos": "en todos los encuentros se nos hacia el vacío y varios países del socialismo realmente existente dejaron de invitarnos a sus encuentros y celebraciones. Produjo también presiones por parte de los partidos latinoamericanos que apoyaban todas las posiciones del PCUS". Lo más probable es que fuera así, y no hay por qué no creer a las memorias de Enrique Semo. Por ejemplo, en 1971, de acuerdo a Martínez Verdugo (en su versión contada a un diplomático polaco), no le invitaron a un encuentro con los miembros del CC del PCUS que tuvieron una plática con los dirigentes comunistas centroamericanos durante el XXIV Congreso del Partido Comunista de la URSS.101 Y aunque la queja fue indirecta y Martínez Verdugo culpaba a Manuel Mora Valverde de realizar intrigas en contra suya, el Secretario General del PCUS sabía muy bien que el contenido de la queja sería comunicado al PCUS y demostraba sus ganas de restablecer contactos.

Para aquel entonces Lombardo Toledano ya había fallecido y el PPS, sin su dirigente histórico, ya no representaba tanto interés para el PCUS como competidor local del PCM. La respuesta del Departamento Internacional del PCUS a la solicitud de enviarles siquiera un mensaje conmemorativo con el motivo del 77 aniversario de Lombardo (fallecido en noviembre de 1968) no dejaba lugar a dudas: "El CC del PCUS no mantiene conexiones con los dirigentes del Partido Popular Socialista".102

Al mismo tiempo, el veredicto hecho por los diplomáticos de la URSS sobre el PCM tampoco parecía positivo: "tiene posturas sectarias, interpreta la situación interna de manera unilateral y no siempre correctamente", "a pesar de ser uno de los más antiguos partidos marxistas-leninistas en el continente americano [...], no pudo —a causa de errores cometidos a lo largo de su historia— convertirse en una fuerza política de masas y representa por sí una organización poco numerosa y dispersa que no tiene sostén serio entre las masas y que no ejerce influencia notable en la vida política del país, apenas tiene alguna influencia entre el estudiantado, una pequeña parte de campesinos, obreros y empleados".103 El autor del informe sobre el PCM observó que mientras el partido proclamaba una lucha por la democracia y la independencia de puntos de vista, dentro del PCM su dirigencia aplicaba precisamente las normas del llamado "centralismo democrático", apartando de los puestos directivos a los que no estaban de acuerdo: Manuel Terrazas se quedó fuera del Presídium por no compartir el punto de vista sobre el asunto checoslovaco, un poco antes David Alfaro Siqueiros fue expulsado del CC del PCM. El partido, indicaba la embajada, estaba tomando una línea táctica "aislacionista" rechazando actividades conjuntas con representantes de otros grupos y partidos de izquierda, lo que desestimaba los planteamientos del Partido Comunista sobre "una alianza independiente y autónoma de varios movimientos y agrupamientos" para realizar una revolución socialista"104 (el ejemplo de la Unidad Popular chilena se daba como una prueba de los errores cometidos por el PCM). El informe notaba que el PCM mantuvo su postura sobre el tema checoslovaco y mejoró sus relaciones con el PC de China, y que

100 Ortega Reyna, "Herencia roja" 195-223.

101 "El diario de E.I.Fedin. Transcripción de la plática con el Primer Secretario de la Embajada polaca V.Dashkevicz que tuvo lugar el 18 de mayo de 1971", Ciudad de Mexico, 26 de mayo de 1971, RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, f. 83.

102 "Carta del PPS al CC del PCUS", México, 5 de julio de 1971, RGANI, fondo 5, opis' 63, exp. 727, f. 91; "La nota explicativa escrita por el encargado del sector del Departamento Internacional M.Kudachkin al documento núm. 26084 fechado el 21 de julio de 1971", Moscú, s/f., RGANI, fondo5, opis' 63, exp. 727, f. 92

103 F. Evseev, "Sobre la situación en los partidos y agrupamientos de izquierda de México", México, 19 de junio de 1973, RGANI, fondo 5, opis' 66, exp. 1009, f. 10.

104 Ibidem, f. 15.

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el partido —a pesar de prometer mejorar sus relaciones con el PCUS— criticó "la recepción demasiado calurosa del presidente Luis Echeverria durante su visita a la URSS".

Las relaciones entre el PCM y el PCUS poco a poco empezaron a mejorar en 1973, tras el golpe de estado en Chile que derrocó al gobierno de la Unidad Popular y fue una verdadera conmoción para muchos militantes de izquierda.105 Al informar a los diplomáticos soviéticos sobre el XVI Congreso del Partido Comunista y sus resoluciones aprobadas unánimemente, Martínez Verdugo comunicó que el PCM esperaba una crisis profunda en México (tanto dentro del PRI como en la economía) e iba a desplegar el trabajo más activo entre los sindicatos restableciendo las conexiones perdidas. El factor externo para normalizar los contactos inter-partidarios fue el mejoramiento de las relaciones mexicano-soviéticas tras la visita del presidente Luis Echeverria a la URSS, en 1973, y sus negociaciones con el Secretario General del PCUS, Leonid Brezhnev, el presidente del Soviet Supremo, Nikolai Podgorny, y el primer ministro, Alexei Kosygin. Las divergencias y contradicciones entre la URSS y México iban decreciendo y, por el contrario, el interés del país latinoamericano al comercio con la URSS iba en aumento.106 Al CC del PCUS le agradaba también que tras el XVI Congreso del PCM los dirigentes de la Comisión Ejecutiva (creada en lugar del antiguo Presídium) empezó poco a poco endurecer sus críticas al "divisionismo del PC de China".

Respecto al asunto internacional, Martínez Verdugo enfatizó que el XVI Congreso confirmaba su deseo de fortalecer la unidad comunista a nivel mundial, y aunque mencionó que el congreso había aprobado las declaraciones previas del Presídium (inclusive en el tema checoslovaco), dejo claro que el PCM consideraba "la cuestión checoslovaca" una cosa pasada y "ya no relevante". El CC del PCUS sabía que los debates dentro del PCM sobre el tema no llevaron a un acuerdo unánime (a finales de 1973 el grupo encabezado por Manuel Terrazas y Fernando Cortes, unos 300 militantes, abandonaron las filas del partido, criticando su "postura errónea" al respecto de Checoslovaquia y exigiendo fortalecer los contactos con el PCUS y "otros partidos hermanos")107 y se daba cuenta que el partido mexicano seguía siendo una fuerza política sin apoyo suficiente entre las grandes masas de trabajadores, aunque detectaba cierto crecimiento entre las organizaciones estudiantiles, campesinas y sindicales (sobre todo en los sindicatos de maestros, electricistas y ferrocarrileros) y notaba el aumento de las críticas al ultraizquierdismo en los documentos oficiales del PCM. El restablecimiento de mejores relaciones favorecía a la URSS para arraigarse más en México (aunque por poco). Martínez Verdugo, a su vez, solicitó que el CC del PCUS recibiera a un representante del PCM para que presentara un informe amplio sobre el XVI Congreso, y aclaró que, si fuera imposible pagar los gastos del viaje, el PCM asumiría los costos necesarios.108

El dinero soviético para el PCM

Aunque sería lógico imaginar que, tras la polémica desatada por los acontecimientos de agosto de 1968, la ayuda financiera soviética al PCM desaparecería, no se han localizado documentos que sustenten esta idea (se han publicado algunas fuentes financieras del CC del PCUS, pero no bastan para dilucidar el tema en cuestión). Se sabe que dentro del Banco de Actividad Económica Exterior (Vnesheconombank) de la URSS, el

105 "Transcripción de la plática del Embajador N.Tarasov con el Secretario General del CC del Partido Comunista Mexicano el cam. A.Martínez Verdugo que tuvo lugar el 4 de diciembre de 1973", Ciudad de México, 6 de diciembre de 1973, RGANI, fondo 5, opis' 66, exp. 1009, ff. 62-63.

106 Nikolai Tarasov, "Informe político de la Embajada de la urss en México (correspondiente al año 1973)", 6 de febrero de 1974, RGANI, fondo 5, opis' 66, exp. 1009, ff. 70, 111-114.

107 Ibidem, f. 88.

108 "Transcripción de la plática del Embajador N.Tarasov.", RGANI, fondo 5, opis' 66, exp. 1009, f. 65.

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encargado del Departamento Internacional del CC del PCUS manejaba la cuenta número 1 (en divisas extranjeras) denominada oficialmente "Fundación Internacional de Ayuda a las ORGANIzaciones Obreras de Izquierda". Tras los acuerdos del CC del PCUS sobre las asignaciones de tal o cual suma a los partidos comunistas, el dinero era entregado a los destinatarios por el aparato exterior de la KGB, que lo entregaba por conducto de varias empresas comerciales.109

Es bastante difícil comprobar cómo disminuyó el financiamiento del PCM por parte el PCUS, por la falta de materiales accesibles. De acuerdo a los escasos datos publicados durante el proceso judicial en contra del PCUS, el financiamiento desde Moscú fue mucho mayor comparando con los tiempos cominternistas (cuando el PCM recibía unas cuantas migajas monetarias a pesar de su obediencia ciega), pero —por lo menos en el caso mexicano— nunca fue muy regular: en 1961, para ejemplo, el PCM recibió 25 mil dólares, pero al año siguiente apenas 2 mil fueron enviados para México, en 1962 la suma volvió a 25 mil, en 1965 fueron 30 mil, en 1966 la suma aumentó a 110 mil (sin una explicación aparente que justifique el aumento), los datos sobre 1968 no existen (lo que contradice a la Secretaría de Gobernación de México, y aunque es posible que su información fuera falsa, es poco probable que al PCM no le otorgaran ninguna subvención a lo largo de 1968, antes de las declaraciones sobre el asunto checoslovaco), en 1969 el PCM ya no aparece en la lista de los partidos comunistas que recibían apoyo, en 1970-1971 no existen datos sobre el financiamiento para los comunistas latinoamericanos. Algo que puede confirmar la tesis sobre el decrecimiento financiero desde Kremlin para México pueden ser los datos sobre 1973, cuando el PC de Chile obtuvo 1 millón de dólares, el PC de Venezuela, 475 mil, el PC de Brasil, 275 mil, y el PC de Uruguay, 250 mil, pero el PCM no aparecía en la

lista.110

Sin embargo, el apoyo económico directo nunca fue el único modo de financiar las actividades comunistas en el mundo. Rincón Gallardo, en una de sus entrevistas, dijo:

Teníamos la Revista Internacional editada en Praga y vendida en México que era un canal de ayuda. Con algunos partidos el PCUS tenía manga ancha y proporcionaba mucho dinero, en nuestro caso no puedo afirmar que eso fuera algo sistemático.111

En la misma entrevista reconoce que el "recurso fuerte" era el de la Revista Internacional, las cuotas de los militantes nunca pudieron cubrir los gastos del PCM. El presupuesto de cada número de la Revista Internacional costaba al CC del PCUS 215 mil dólares y 2 y medio millones de coronas checoslovacas (no hay datos accesibles sobre la distribución de los gastos y ganancias por países).112

Aunque las subvenciones a la revista y el dinero recibido de sus ventas tampoco fueron suficientes, existieron para el PCUS otros modos de ayudar a sus correligionarios en el mundo. Rincón Gallardo, para ejemplo, menciona las campañas anuales y festivales de la prensa comunista, a las cuales asistían delegaciones de países socialistas a vender los productos nacionales. El CC del PCUS pagaba los gastos de traductores para los corresponsales comunistas mexicanos en Moscú, por lo menos, es conocido el caso de Heraclio Zepeda, representante de La Voz de México. Él fue enviado a cuenta del PCM, sin embargo, el corresponsal no

109 Dimitri P. Mochalov y Inna V Nevzorova, "Deyatelnost Mezhdunarodnogo otdela TsK KPSS po materialam Konstitutsionnogo suda RF" [Las actividades del Departamento Internacional del cc del pcus de acuerdo a los materiales de la Corte Constitucional de la Federación Rusa", Izvestiia vyschikh uchebnykh zavedenii. Povolzhskii region. Gumanitarnye nauki 1 (2021) 65-66.

110 Rossiya i Afrika. Dokumenty i materialy. 1961 — nachalo 1970-kh [Rusia y Africa. Documentos y materiales. 1961-inicios de la década de 1970] (Moscú: Politicheskaya Entsiklopediya, 2021); I.I.Kudriavtsev, Arjivy.

111 Gómez Bruera, "Entrevista".

112 Mochalov y Nevzorova, "[Las actividades]", 67.

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dominaba el idioma ruso de manera suficiente, y el Departamento Internacional cubría mensualmente el sueldo de un traductor, presentándolo como ayuda del CE de la Sociedad de la Cruz Roja (la solicitud fue hecha por el entonces secretario del CC del PCM Fernando Cortes).113

El CC del PCUS abastecía a sus socios en otras partes del mundo con las prensas tipográficas y con papel para imprimir revistas y periódicos de manera gratuita o con precios sustancialmente rebajados.

Por fin, Moscú se encargaba en estudios políticos de cuadros comunistas y en capacitación militar de varios militantes comunistas. Existen pruebas de que el PCM solicitaba tal ayuda y la recibía en 1976-1977 lo que plantea inevitablemente una duda sobre supuesto distanciamiento entre el "PCM eurocomunizado" y el PCUS "supuestamente estalinista". Esta ayuda la pidió el mismo Martínez Verdugo en marzo de 1976.114 Al informar el suplente del Encargado Internacional del CC del PCUS a sus superiores sobre el asunto, el CC avaló en mayo del mismo año la admisión de 3 comunistas mexicanos, junto con 10 argentinos, 7 colombianos, 15 costarricenses y 6 nicaragüenses.115 La mínima cantidad de mexicanos capacitados militarmente en Moscú no se comparaba con el número de militantes centroamericanos, argentinos y chilenos116, sin embargo, el mismo hecho del envío de comunistas para estudiar en colegios del ejército soviético al país criticado antes por el PCM a causa de invasión militar a Checoeslovaquia hace, por lo menos, dudar sobre el grado de autonomía y el grado de distanciamiento del PCUS.

Conclusiones: el fin de historia del PCM

Tal vez, lo más interesante en la historia de las relaciones entre el PCM y el PCUS fue cómo el distanciamiento por el asunto checoslovaco impactó en la evolución ideológica del Partido Comunista, contribuyendo a su posterior desaparición, para dejar su lugar al PSUM, y luego al Partido Mexicano Socialista, y más tarde al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aunque no afirmamos que fue el único factor de dichas transformaciones.

El camino histórico del PCM concluyó en su XVIII Congreso, cuando Arnoldo Martínez Verdugo planteó la posibilidad no solamente de fusionarse con otras agrupaciones de izquierda, sino también de cambiar el nombre.117 Al ver fracasada a la guerrilla mexicana y, por el contrario, con la apertura del juego electoral, la cúpula dirigente comunista tuvo que reconocer que la revolución socialista no estaba a la vista y que el modo de alcanzar los cambios políticos y sociales debía ser diferente. En este mismo congreso el discurso de Martínez Verdugo estuvo lleno de referencias positivas sobre la guerrilla de Lucio Cabañas, sin embargo, no se trató explícitamente de un apoyo, pues en poco tiempo el PCM se deslindó por completo de las posibilidades de la lucha armada. También dejó de lado la idea de que la clase obrera y los campesinos eran

113 "El suplente del encargado por el Depto Internacional del PCUS V.Korionov al CC del PCUS", 7 de mayo de 1964, RGANI, fondo 5, opis' 50, exp. 599, f. 13.

114 "Traducción de la carta del Secretario General del Partido Comunista Mexicano A.Martínez Verdugo al CC del PCUS con la solicitud de capacitar un grupo de militantes del Partido para trabajo militar y seguridad del Partido", RGANI, fondo 5, opis' 27 (Departamento Internacional), exp. 13, f. 1.

115 "La nota del suplente del Encargado por el Departamento Internacional del CC del PCUS V.S.Shaposnikov al CC del PCUS sobre la admisión en 1976-1977 de los comunistas latinoamericanos para su capacitación militar", 17 de mayo de 1976, RGANI, fondo 5, opis' 27, exp. 13, f. 1; "El acuerdo y el extracto del protócolo núm. 10/4gs de la reunión del Secretariado del cc del pcus sobre la admisión en 1976-1977 para la capacitación militar de los representantes de Partidos Comunistas de Argentina, Colombia, México, el Partido Vanguardia Popular (pvp) de Costa Rica y el Partido Socialista Nicaragüense", 24 de mayo de 1976, ibidem, f.3.

116 I.I.Kudriavtsev, Arjivy, 87-88.

117 Octavio Rodríguez Araujo, "Partidos políticos y elecciones en México, 1964 a 1985", Paulina Fernández Christlieb y Octavio Rodríguez Araujo. Elecciones y partidos en México (México: El Caballito, 1986) 197.

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el motor revolucionario, lo que permitió, con el tiempo, ampliar las bases sociales del partido.118 El concepto de "dictadura del proletariado" se sustituyó por el de "poder obrero-democrático". De acuerdo a Rincón Gallardo, fue una manera "de romper sin romper" y deshacerse del concepto de dictadura, que en América Latina casi siempre se asoció al poder autoritario y cruel de los gobiernos de derecha, una cosa indeseable para identificarla con la izquierda. El planteamiento tuvo que ver con las ganas de romper la complicada relación entre izquierda y autoritarismo, una relación tan duradera que no ha terminado por completo hasta nuestros días.

La progresiva desvinculación entre el PCUS y el PCM dio origen, posteriormente, a una serie de partidos menores, como explica Pedro Amaury Miranda Bello,119 y permitió, a la vez, aproximarse a las corrientes que mantenían vínculos tanto con el PRI como con el PCM (tales como el Partido Popular Socialista).120

El PSUM, creado a finales de 1981, se inclinaba más por los valores habituales del eurocomunismo y la socialdemocracia que por los posicionamientos tradicionales del PCM y del PCUS. Abogaba por la liberación de los presos políticos, la eliminación de los cuerpos anticonstitucionales de seguridad pública, la libertad de afiliación política y sindical y por el derecho efectivo de huelga.121 El término "socialismo" casi desapareció de los discursos de Martínez Verdugo, como lo demuestra Gustavo Hirales,122 y esto marcaba formalmente el fin de las relaciones que aún existían con el PCUS. Al mismo tiempo, como lo observa Barry Carr, el PCM "eurocomunizado" y posteriormente el PSUM, tuvieron varias diferencias programáticas con los eurocomunistas "históricos".123

El apoyo de la izquierda socialista y comunista al Frente Democrático Nacional y a la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, en 1988, definitivamente abrió una nueva página en el proceso de transformación democrática de México, sin embargo, esta fusión entre izquierda y nacionalismo revolucionario significaba, sobre todo, el triunfo histórico del cardenismo124 (que no había logrado, en la década de 1930, desaparecer al PCM y absorberlo por completo) y el debilitamiento de la corriente de izquierda dentro de un supuesto nuevo partido de izquierda nacional (el Partido de la Revolución Democrática). El PRD también absorbió a una gran parte del Partido Revolucionario de Trabajadores, de filiación trotskista, dando por terminada la existencia autónoma de esa corriente ideológica de la izquierda mexicana.125 Lo mismo pasó con el Partido Mexicano de los Trabajadores surgido de las agrupaciones intelectuales de 1968 y que siempre había mantenido su independencia del PCUS y otros organismos internacionales. De esta forma, se cerró el círculo histórico de la izquierda marxista y revolucionaria.

118 Gómez Bruera, "Entrevista".

119 Pedro Amaury Miranda Bello, "Continuidades, rupturas y oportunidades de la izquierda Mexicana, 30 años después de la caída del muro de Berlín", Religación. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 4 (19) (2019) 20-36.

120 Octavio Rodríguez Araujo, La reforma políticay los partidos en México (México: Siglo Veintinuno Editores, 1989) 146-149.

121 Arnoldo Martínez Verdugo, El proyecto socialista. Selección de discursos de la marcha por la democracia, diciembre de 1981- junio de 1982 (México: Ediciones del Comité Central, 1982) 159.

122 Gustavo Hirales, "Adiós al comunismo mexicano", Nexos, 1 enero de 1989, https://www.nexos.com.mx/?p=5306

123 Carr, Izquierda, 284-293; Barry Carr, "El PCM, ¿eurocomunismo en las Americas?", El Buscón 13 (1992) 7-40.

124 María Florencia Niszt Acosta, La izquierda socialista y el nacionalismo revolucionario, derroteros de una difícil convivencia, Tesis Doctoral (México: FLACSO, 2012) 220-222.

125 Massimo Modonesi, La crisis histórica de la izquierda socialista Mexicana (México: Juan Pablo Editores, 2003) 106-107; Víctor Hugo Martínez González, Fisiones y fusiones, divorcios y reconciliaciones: la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática (PRD) 1989-2004 (México: Plaza y Valdés Editores, 2005); Miranda Bello, "Continuidades", 20-36, 2019; Rosa Albino Garavito Elías, Apuntes para el camino: memorias sobre el PRD (México: Eón, 2010).

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Archivos

Archivo Ruso de Historia Contemporánea (RGANI), Moscú, Rusia.

Fondo 5, opis' 27, 28, 50, 60, 61, 63 (Departamento Internacional del CC del PCUS)

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