Научная статья на тему 'Activismo, resistencia y subjetividad académica en la universidad neoliberal'

Activismo, resistencia y subjetividad académica en la universidad neoliberal Текст научной статьи по специальности «СМИ (медиа) и массовые коммуникации»

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Izquierdas
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Ключевые слова
Resistencia académica / universidad / trabajo académico / subjetivación / neoliberalismo / academic resistance / university / academic work / subjectivation / neoliberalism

Аннотация научной статьи по СМИ (медиа) и массовым коммуникациям, автор научной работы — Carla Fardella, Claudio Broitman, Hanna Matter

La relación entre activismo y academia ha sido fuente de debates por largas décadas1. Este debate se agudiza con el desarrollo del modelo neoliberal en la educación superior y la instalación de la cultura gerencial como referente para pensar la universidad. El escenario planteado tiene importantes repercusiones en cómo académicos y académicas entienden su trabajo, las relaciones con sus pares y su rol en la universidad. A pesar de la centralidad que tiene este problema, sabemos poco sobre el impacto que tiene en la cultura laboral de los académicos. Los hallazgos que compartimos en este trabajo son fruto del análisis discursivo a 60 entrevistas a investigadores de diversas disciplinas realizadas durante los años 2016 y 2021. De acuerdo con las entrevistas analizadas, este articulo examina los límites construidos entre activismo y academia, y aporta al debate mediante un reconocimiento de la subjetividad política de los académicos.

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Activism, resistance and academic subjectivity in the neoliberal university

The relationship between activism and academia has been a source of debate since many decades. This debate has been reissued by the neoliberal model in higher education and the managerial culture setting up as a reference for thinking about the university. Some important repercussions of this context are the way academics understand their work, their relationships with their peers and their role in the university. Despite the centrality of this problem, we know little about the impact it has on the academics’ work culture. The findings we share in this paper are the result of the discursive analysis of 60 interviews with researchers from various disciplines conducted during 2016 and 2021. Based on the analyzed interviews, this article examines the constructed boundaries between activism and academia and contributes to the debate by recognizing the academics’ political subjectivity.

Текст научной работы на тему «Activismo, resistencia y subjetividad académica en la universidad neoliberal»

REVISTA IZQUIERDAS

51, marzo 2022: 1-16

Activismo, resistencia y subjetividad académica en la universidad neoliberal

Activism, resistance and academic subjectivity in the neoliberal university

Carla Fardella*, Claudio Broitman**, Hanna Matter ***

Resumen: La relación entre activismo y academia ha sido fuente de debates por largas décadas1. Este debate se agudiza con el desarrollo del modelo neoliberal en la educación superior y la instalación de la cultura gerencial como referente para pensar la universidad. El escenario planteado tiene importantes repercusiones en cómo académicos y académicas entienden su trabajo, las relaciones con sus pares y su rol en la universidad. A pesar de la centralidad que tiene este problema, sabemos poco sobre el impacto que tiene en la cultura laboral de los académicos. Los hallazgos que compartimos en este trabajo son fruto del análisis discursivo a 60 entrevistas a investigadores de diversas disciplinas realizadas durante los años 2016 y 2021. De acuerdo con las entrevistas analizadas, este articulo examina los límites construidos entre activismo y academia, y aporta al debate mediante un reconocimiento de la subjetividad política de los académicos.

Palabras Claves: Resistencia académica, universidad, trabajo académico, subjetivación, neoliberalismo

Abstract: The relationship between activism and academia has been a source of debate since many decades. This debate has been reissued by the neoliberal model in higher education and the managerial culture setting up as a reference for thinking about the university. Some important repercussions of this context are the way academics understand their work, their relationships with their peers and their role in the university. Despite the centrality of this problem, we know little about the impact it has on the academics' work culture. The findings we share in this paper are the result of the discursive analysis of 60 interviews with researchers from various disciplines conducted during 2016 and 2021. Based on the analyzed interviews, this article examines the constructed boundaries between activism and academia and contributes to the debate by recognizing the academics' political subjectivity.

Key words: academic resistance, university, academic work, subjectivation, neoliberalism

Recibido: 1 junio 2021 Aceptado: 14 septiembre 2021

* Chilena, autora principal, Dra. en Psicología Social, Facultad de Educación y Ciencia Sociales, Universidad Andrés Bello. Doctora en Psicología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona. Investigadora de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, Universidad Andrés Bello. Su investigación se orienta al análisis de políticas públicas para la ciencia y al desarrollo de metodologías cualitativas para el estudio de diferentes áreas de la psicología social. c arla.fardella@unab. cl https: / /orcid.org/0000-0001-8936-2435

** Chileno, autor correspondiente, Dr. En Ciencias de la Información y la Comunicación, Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Comunicaciones, Universidad Andrés Bello. Doctor en Ciencias de la Información y la Comunicación de la Universidad Sorbonne, París. Sus líneas de investigación son la producción de conocimientos y las controversias socio-técnicas y socio-científicas. claudio.broitman@unab.cl. https: / /orcid.org/0000-0002-7192-0512

*** Chilena, Dra. © en Educación y Sociedad, Universidad Andrés Bello. Candidata a Doctor en Educación y Sociedad de la Universidad Andrés Bello. h.matterrecaball@uandresbello.edu. https: / / orcid.org/0000-0002-8596-0275 1 Jürgen Habermas, Ciencia y técnica como "ideología", Madrid, 1986.

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Introducción

La relación entre activismo y academia ha sido fuente de debates por largas décadas1. Un eje central de estos debates es la tensión entre la posición ideológica de los académicos y el conocimiento imparcial como horizonte del trabajo en las universidades2. Por un lado, una serie de autores reconoce la imposibilidad de la posición científica apolítica, empujando el reconocimiento de los intereses y posturas ideológicas en el trabajo académico3. Por otro lado, una parte importante de la tradición científica ha elaborado métodos y argumentos para construirse a sí misma como una voz objetiva y desinteresada al construir conocimiento sobre el mundo4.

El debate sobre la condición ideológica de la academia se actualiza frente a la instalación de los sistemas gerenciales para organizar la universidad5. Así mismo se trata de un debate que se evidencia en los discursos, prácticas cotidianas e ideales laborales de académicos y académicas, así como su posicionamiento y relación con las actuales condiciones laborales. Si bien el ideal normativo del académico plantea la necesidad de un sujeto apolítico como criterio de calidad y validez del oficio, innumerable literatura cuestiona este ideal apelando al malestar subjetivo, prácticas de oposición y resistencia desarrollada por la fuerza laboral académica6.

La actual crisis de la universidad neoliberal puede ser una fuerza motivadora para transformar el orden que durante las últimas décadas la ha organizado. Este artículo busca comprender cómo los académicos resisten en su quehacer cotidiano y cómo se configura la subjetividad política académica en esta tensión. Para ello, documentamos diferentes iniciativas y disposiciones subjetivas que apuntan a contrarrestar la instalación del modelo neoliberal dentro de la academia. De este modo, este trabajo permite cuestionar algunos de los límites construidos en torno a las nociones de activismo y academia, mediante el reconocimiento y despliegues de las tensiones de la subjetividad política académica. Los modos de resolver dicha tensión son cada vez más importantes de documentar, en tanto el ejercicio normativo debe ser sensible a la cultura de las comunidades científicas. En un contexto de idearios normativos dinámicos, los límites que reproducen el binario académico-activista se construyen activamente y pueden comprometer, así como estimular el potencial liberador de la investigación académica7.

El contexto del neoliberalismo en las universidades chilenas

Las sociedades democráticas occidentales contemporáneas ubican al conocimiento y al uso intensivo de la información como su insumo principal para los procesos económicos-productivos8. Bajo este escenario, la universidad también ha sido reformada durante las últimas décadas. Articuladas mediante una gramática gerencial, las instituciones han tenido cambios en sus lógicas organizacionales y científicas. Las publicaciones académicas al centro, valorizan la creación de datos masivos escalables en el entramado de los sistemas

2 Peter Lamarque, «The death of the author: An analytical autopsy», The British Journal of Aesthetics 30 (1990): 319—331, doi: https://doi.Org/10.1093/bjaesthetics/30.4.319

3 Michel Foucault, Language, counter-memory, practice: Selected essays and interviews (Ithaca, NY: Cornell University Press, 1977), 113-138.

4 Bruno Latour y Steve Woolgar, Laboratory Life, (Princeton: Princeton University Press, 2013).

5 Carla Fardella, «Abrir la jaula de oro. La universidad managerial y sus sujetos », Izquierdas 49 (2020): 2299-2320.

6 Alessia Contu, «... The point is to change if — Yes, but in what direction and how? Intellectual activism as a way of 'walking the talk' of critical work in business schools », Organization 25, n. ° 2 (2017): 282-293, https://doi.org/10.1177/1350508417740589.

7 Kye Askins, «That's just what I do': Placing emotion in academic activism », Emotion, Space and Society 2, n.° 1 (2009): 4-13, doi: https://doi.org/10.10Wj.emospa.2009.03.005

8 Dominique Vinck, Ciencias y sociedad. Sociología del trabajo científico (Barcelona, Gedisa, 2014).

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económicos-productivos en los que participan. Estas transformaciones implican que las instituciones de educación superior deban también velar por su autofinanciamiento9, la rendición de cuentas y acreditaciones10.

Latinoamérica y Chile también han estado afectos a estas reorganizaciones. Durante la década de los ochenta, se instala, en un contexto intensamente ideologizado, el discurso de la innovación, la eficiencia y productividad como el horizonte común de las instituciones escolares11. Para el caso particular de Chile, se promulgan en dictadura dos decretos, el Decreto con Fuerza de Ley N° 3.541 en 1980, y el Decreto con Fuerza de Ley N° 4 en 198112, que regulan el "Plan de modernización" desarrollado a partir de 1975, reconfigurando la relación entre Estado e Universidad. Así, el financiamiento de las instituciones de educación superior quedaba supeditado a criterios de autogestión y de desempeño.

Las mencionadas reformas tuvieron como consecuencia la instalación y el perfeccionamiento de un modelo de administración universitaria, sostenido por una cultura gerencial, reconfigurando la relación de las instituciones de educación superior con el Estado, y tensionando la naturaleza y objetivos de las mismas. Así, mientras se fortalecieron los indicadores de productividad y entrega de habilidades y competencias, se debilitó el ideario de emancipación y creación que caracterizaba a las universidades en las décadas precedentes. Dichos indicadores siguen los lineamientos promovidos por organismos internacionales como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico13, en ámbitos como: formación de pregrado, formación de pregrado y posgrado, gestión institucional y vinculación con el medio e investigación. De este modo, los indicadores de productividad científica constituyen uno de los pilares fundamentales para la obtención de recursos externos que hacen posible responder el mandato de autofinanciamiento institucional14.

Las expresiones institucionales del modelo neoliberal universitario, impactan el trabajo académico15. Como señala Thornton16, si la universidad, en lugar de ser comprendida como bien público, es considerada una mercancía, los estudiantes serán comprendidos como clientes, el conocimiento, como un producto al servicio de la industria y el personal académico como un actor más de esta fábrica. El economista político sugiere que el modelo de "académico - emprendedor", se ve presionado para ser económicamente productivo, crear y hacer circular conocimiento, no por sí mismo, sino por su valor de uso en el mercado17. Brown18 agrega como los valores del capitalismo neoliberal tiñen las nuevas formas de referirnos a los académicos: "una buena inversión" para referirse a un colega nuevo, un "emprendedor" para describir a investigadores jóvenes excepcionalmente prometedores19. Sin embargo, los prototipos, ideales y prácticas académicas

9 Carla Fardella, et al., «Escribir papers bajo el régimen del management académico: Cuerpo, afectos y estrategias », Athenea Digital. Revista de pensamiento e investigación social 20, n.°1(2020): 2252.

10 Vicente Sisto, «Gobernados por Números: El financiamiento como forma de gobierno de la Universidad en Chile», Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad 16, n.° 3 (2017): 69, doi: https://doi.org/10.5027/psicoperspectivas-vol16-issue3-fulltext-1086.

11 World Bank, «Development Projects : Tertiary Education Finance for Results Project III - P111661», 37-39, en la web ofical de World Bank, acceso el 9 de agosto de 2016, https://projects.worldbank.org/en/projects-operations/project-detail/P111661.

12 Andrés Bernasconi, La educación superior en Chile: Transformación, desarrollo y crisis (Santiago, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2015), 39.

13 World Bank, «Development Projects: Tertiary Education Finance for Results Project III - P111661»,48.

14 Sisto, «Gobernados por Números: El financiamiento como forma de gobierno de la Universidad en Chile», 67-70, doi: https://doi.org/ 10.5027/psicoperspectivas-vol16-issue3-fulltext-1086

15 Geo Saura y Antonio Bolívar, «Sujeto Académico Neoliberal: Cuantificado, Digitalizado y Bibliometrificado», REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación 17, n.° 4 (2019): 926, doi: https://doi.org/ 10.15366/reice2019.17.4.001.

16 Tim Thornton, «The Narrowing of the Australian University Economics Curriculum: An Analysis of the Problem and a Proposed Solution», Economic Record 89 (2013): 106-114, https://doi.org/10.1111/1475-4932.12035.

17 Thornton, «The Narrowing of the Australian University Economics Curriculum: An Analysis of the Problem and a Proposed Solution», 108.

18 Wendy Brown, Undoing Demos: Neoliberalism's stealt revolution, (Brooklyn, New York, Zone books, 2015), 130-131.

19 Brown, Undoing Demos: Neoliberalism's stealt revolution, 133.

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tradicionales no se engarzan armónicamente con este modelo20. Este asunto será profundizado en el apartado que sigue.

Del activismo a la resistencia: claves de una subjetividad política

Para Willmott21 los académicos han desarrollado escasa acción colectiva para resistir. Esto se debe, en parte, a la confluencia entre pasión, vocación e intensificación, así como la seducción por valores laborales como la libertad, la autonomía y el prestigio reducidos a métricas sobre el valor de uno mismo22. En una dimensión más estructural, las reformas neoliberales han disminuido los espacios para la toma democrática de decisiones dentro de la universidad23. Asimismo, el deterioro de los contratos laborales ha fragmentado la posibilidad de respuestas más articuladas a dicho modelo. Al respecto, diversas investigaciones muestran que, en lugar de una resistencia organizada encontramos un resentimiento latente y extendido24; la sensación de malestar permanente25 e incertidumbre y precariedad26; formas de hiper-responsabilización por el fracaso27, diferentes sentimientos asociados a la culpa y la vergüenza28; así como fatalismo, aislamiento y sabotaje silencioso29. Los antecedentes aportados nos llevan necesariamente a explorar los diálogos teóricos entre resistencia, activismo y academia. Si bien diferentes voces confluyen en que el trabajo académico puede y debe comprometerse e influir en el mundo más allá de la "torre de marfil" académica, las consecuencias políticas y prácticas de esta afirmación pueden ser diversas. Jacques Ranciere30 estima que el impacto de la academia y sus nuevas formas de gestión, se subordinan, a pesar de su propia retórica, a un statu quo neoliberal, para finalmente no tener ningún impacto político real. Por el contrario, el activismo académico, permite politizar el trabajo en las universidades interrumpiendo democráticamente el curso previsto para ellas por las políticas neoliberales.

Sin perjuicio de que una mirada superficial del activismo señale las imágenes de protestas públicas como primera referencia, existen muchos otros tipos de activismo, que le hacen situarse más cerca o bien más lejos de las conceptualizaciones de resistencia. Como señala Amoore31: "Aunque se entiende característicamente que la resistencia se expresa a través de la política de protesta, manifestación o declaración pública, los gestos más mundanos de la vida cotidiana revelan lugares significativos de lucha política". Un ejemplo de lo anterior es el slcKkúiismo, traducido como activismo de sillón: formas de participación en línea

20 Rosalind Gill, «Breaking the silence: the hidden injuries of neo-liberal academia», en Secrecy and Silence in the Research Process: Feminist Reflections ed. por Flood y Gill (London, Roudedge, 2016), 39-55.

21 Hugh Willmott, «Managing the Academics: Commodification and Control in the Development of University Education in the U.K.», Human Relations 48, n.° 9 (1995): 993-1027, https://doi.org/10.1177/001872679504800902.

22 Miguel Antonio Lim, «Governing Higher Education: The PURE Data System and the Management of the Bibliometric Self», Higher Education Policy, (2019): 1-16, doi: https://doi.org/10.1057/s41307-018-00130-0.

23Martin Parker y David Jary, «The McUniversity: Organization, Management and Academic Subjectivity», Organization 2, n.° 2 (mayo de 1995): 319-338, doi: https://doi.org/10.1177/135050849522013.

24 Willmott, «Managing the Academics: Commodification and Control in the Development of University Education in the U.K.», 996.

25 Gill, «Breaking the silence: the hidden injuries of neo-liberal academia», 39-55.

26 Claudio Broitman, «The Chilean Scholarship Program. Shapes of Precarity as a Policy», en Savoirs de la précarité. Knowledge from precarity, ed. por Joëlle Le Marec y Hester du Plessis (Paris: Editions des archives contemporaines, 2020),75-85, doi https://doi.org/10.17184/eac.9782813003195.

27 Fardella, et al., «Escribir papers bajo el régimen del management académico: Cuerpo, afectos y estrategias», 2252.

28 Kathleen Lynch, «New gerencialism in education: the organisational form of neoliberalism.», en Liberalism in Neoliberal Times: Dimensions, contradictions, limits ed. por Abraham-Hamanoiel, A., Freedman, D., Khiabany, G., Nash, K .(Dublin: Research Repository UCD, 2017), http://hdl.handle.net/10197/9599

29 Zeena Feldman y Marisol Sandoval, "Metric Power and the Academic Self: Neoliberalism, Knowledge and Resistance in the British University", triple C: Communication, Capitalism & Critique. Open Access Journal for a Global Sustainable Information Society 16, n. ° 1 (enero de 2018):214-233, doi: https://doi.org/10.31269/triplec.v16i1.899.

30 Jacques Rancière, The flesh of words: The politics of writing (Stanford, California: Stanford University Press, 2004), 57-63.

31 Louise Amoore, ed., The Global Resistance Reader (London and New York: Routledge Taylor y Francis Group, 2005),7.

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que no exigen ni mucho tiempo ni mucho compromiso, pero que reditúan en sentimientos de pertenencia por parte de los usuarios32.

A su vez, Martin, Hanson y Fontaine33 distinguen que no cualquier acción cotidiana puede ser identificada como activismo, sin embargo, teorizan sobre cómo existen prácticas de todos los días que tienen el potencial de activar el cambio social. En efecto, la resistencia se trata de acciones sostenidas en el tiempo, con ritmos y temporalidades diferentes del activismo tradicional, donde su perseverancia en el tiempo desborda la espectacularidad del acto público34. Scott35 sostiene un argumento similar, al caracterizar la resistencia cotidiana en gran parte como prácticas encubiertas, que "requieren poca o ninguna coordinación o planificación", como "incumplimiento pasivo, sabotaje sutil, evasión y engaño36".

Las prácticas de resistencia-activista son en sí mismas cambiantes, por su contingencia a las formas de poder en torno a la que construyen. Asimismo, para Bobel47, las prácticas activistas son relativas a las subjetividades que las constituyen, reconociendo que los actores sociales a menudo las manifiestan a través de un amplio conjunto de acciones y compromisos con diferentes órdenes de mundo37. A la vez, las mismas prácticas de resistencia constituyen subjetividades individuales y se construyen en la medida que los propios individuos y grupos reconocen sus compromisos, acciones y resistencias como "activismo38".

En efecto, la noción de una subjetividad posicionada políticamente devela el despliegue de sujetos plurales capaces de configurarse desde sus propias maneras sociales y culturales de ver, pensar y sentir el mundo desde sus propios sentidos39. Atendiendo en especial las tramas mismas que la autonomía, la conciencia histórica y la posibilidad de plantearnos utopías, la reflexividad, la ampliación del círculo ético, la articulación de la acción y sus narrativas, la configuración del espacio público como escenario de realización de lo político y la negociación del poder.

La subjetividad política académica ha sido relacionada particularmente con el activismo intelectual40, mostrando que académicos y académicas elaboran métodos y practican valores que implican posiciones y disposiciones para cambiar las condiciones que les moldean. Se entiende entonces, por activismo intelectual la práctica consciente, reflejada no solo en las investigaciones y publicaciones, sino también en la formación profesional y en las comunidades académicas para cambiar el entorno41.. La literatura que ha tratado este tema ha destacado que la motivación para desempeñar ese papel transformador generalmente se atribuye a un "compromiso ideológico". En contraposición, advierte que el mantenimiento de los privilegios o bien la

32 Elena Gil Moreno, «Nuevos activismos sociales en la era digital: de las masas al crowd», Política y Sociedad 54, n.° 1 (2017): 191-208, doi: https://doi.org/10.5209/poso.48914.

33 Deborah Martin, Susan Hanson y Danielle Fontaine, «What Counts as Activism? The Role of Individuals in Creating Change », Women's Studies Quarterly, Published By: The Feminist Press at the City University of New York (2007),78-94, https://www.jstor.org/stable/27649696 .

34 Scott, Jim, «Everyday forms of peasant resistance », Journal of Peasant Studies 13, n. ° 2 (1986): 5— 35. https://doi.org/10.1080/03066158608438289.

35 Scott, «Everyday forms of peasant resistance», 22.

36 Scott, «Everyday forms of peasant resistance», 27-29.

37 Matt Baillie Smith y Katy Jenkins, «Editorial: Emotional methodologies — The emotional spaces of international development», Emotion, Space and Society 5, n. ° 2 (2012): 75-77.

38 Ian Maxey, «Beyond boundaries? Activism, academia, reflexivity and research», The Royal Geographical Society (septiembre,1999):199-208, http://www.jstor.org/stable/20003985.

39 Hugo Zemelman Isabel Rauber y José, Tamarit, La escuela como territorio de in-tervención política (Buenos Aires: Confederación de trabajadores de la República Argentina- CTERA, 2004)

40 Patricia Hill Collins, «Truth-Telling and Intellectual Activism», Contexts 12, n. ° 1 (2013): 36-41, doi: https://doi.org/10.1177/1536504213476244.

41 Kye Askins, «That's just what I do': Placing emotion in academic activism », Emotion, Space and Society 2, n.° 1 (2009): 4-13, doi: https://doi.org/10.1016/j.emospa.2009.03.005.

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reivindicación de asuntos de orden moral (como la búsqueda de una objetividad asociada al horizonte de lo apolítico) son barreras para el despliegue de una subjetividad académica política42.

Mientras que las descripciones académicas tradicionales del activismo hacen hincapié en las formas de protesta vocales, antagónicas y demostrativas, sumar diferentes actores sociales implica también ampliar la categoría de activismo43. El artículo devela prácticas de activismos silenciosos y el despliegue de una subjetividad política académica, destacando la necesidad de estudios que presten atención a los distintos modos de activismo, como efecto de la amalgama de actores, culturas e instituciones44. Las narraciones revisadas de los académicos ilustran el poder particular de los pequeños y silenciosos actos de criticar, afectarse, reelaborar y colaborar, como modos de subvertir la universidad neoliberal.

Método

La investigación que sustenta este artículo se enmarca en un enfoque cualitativo45 y orientado por un diseño de tipo narrativo. Los estudios narrativos se nutren de una intersección de diferentes disciplinas de ciencias sociales, cuyo énfasis son los modos de narrar o dar cuenta oralmente de diferentes dimensiones de la vida social.

La producción de datos consta de 60 entrevistas realizadas entre el 2016 y 2021 a académicos chilenos de universidades públicas y privadas. Los participantes fueron seleccionados bajo el criterio de máxima variabilidad muestral, estimulando la diversidad de actores, pero procurando el equilibrio respecto de las disciplinas, el género, el tipo de universidades (privadas y estatales) y la fase de la carrera científicas.

La producción de datos se llevó a cabo mediante la estrategia de entrevistas activas, planteada por Holstein y Gubrium46. Este tipo de entrevistas son un instrumento de producción narrativa, que enfatiza la relación entre entrevistadores y entrevistados como interacción central para producir discursos47. En términos concretos, se trata de una entrevista guiada por una pauta temática flexible, orientada a estimular las controversias y diferentes puntos de vista entre el entrevistador y la entrevista.

El análisis de datos se llevó a cabo mediante dos estrategias: análisis de contenido temático y análisis de repertorios interpretativos48. El análisis de contenido temático permitió fragmentar y reagrupar el material textual en nuevas unidades de sentido. A partir de este proceso de codificación, se seleccionaron fragmentos que mostraran un posicionamiento subjetivo en torno a la academia neoliberal. En una segunda etapa se indagó en los repertorios interpretativos, atendiendo especialmente a la variabilidad discursiva del corpus textual. En efecto, los hablantes pueden describir su mundo de múltiples formas, sin la necesidad de que estos relatos sean coherentes o consistentes entre sí a lo largo de las entrevistas o entre ellas. No obstante, el papel del análisis consiste en buscar patrones que permitan construir sentido en un nivel superior al del discurso individual.

El estudio de la subjetividad, mediante las estrategias de análisis de repertorios interpretativos, supone un sujeto que está socialmente constituido por las narraciones de sí y del mundo. Desde esta perspectiva el

42 Marta Lamas, «¿Activismo académico? El caso de algunas etnógrafas feministas», Cuicuilco, Revista de Ciencias antropológicas 25, (2018): 15, http://www.scielo.org.mx/pdf/crca/v25n72/2448-8488-crca-25-72-9.pdf.

43 Edgar Rodríguez-Dorans et al., «Qualitative Inquiry, Activism, the Academy, and the Infinite Game: An Introduction to the Special Issue », International Review of Qualitative Research 14, n. ° 1 (2021): 3-16, doi: https://doi.org/10.1177/1940844721991079.

44 Laura Pottinger, «Planting the seeds of a quiet activism», Area 49, n. ° 2 (2016): 215-222,doi: https://doi.org/10.1111/area.12318.

45 Uwe Flick, La gestión de la calidad en investigación cualitativa (Madrid: Ediciones Morata, 2014), 47-56.

46 James Holstein y Jaber Gubrium. "The active interview", Qualitative research methods, (Oaks California: SAGE Publications, Inc., 1995): 2, doi: https://doi.org/10.4135/9781412986120.n5.

47 Holstein y Gubrium. "The active interview",14.

48 Jonathan Potter y Margaret Wetherell, Discourse and Social Psychology, (London: Sage, 1987), 126-267.

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sujeto se entiende como una unidad inacabada, moldeada por actividades e interacciones continuas, que le impiden cerrarse en sus identificaciones y sentido de sí mismo. Las voces de los hablantes no son descritas como estructuras estáticas e internas del individuo, sino como posiciones sociales o espacios socioculturales ocupados por el narrador, en un contexto particular y para fines particulares. Así, desde este enfoque es posible entender los posicionamientos y recursos que una persona emplea para contarse en tanto disposiciones sociales.

Resultados

Por medio de la metodología descrita, buscamos comprender y caracterizar la tensión entre académicos y sus prácticas en el marco de la universidad neoliberal. Para ello, el artículo sostiene que las y los académicos entrevistados movilizan tres formas de abordar dicha tensión, por medio de relatos de sus prácticas laborales. Dichas formas se organizan en tres categorías observadas, a saber, la reflexividad, la afectividad y la solidaridad. De manera transversal, todos estos elementos iluminan sobre cómo emerge la subjetividad política en la academia. Los resultados presentados a continuación analizan las tres categorías mencionadas, las cuales a su vez son ilustradas mediante fragmentos recuperados de las entrevistas.

Reflexividad y prácticas académicas

La noción de reflexividad refiere a la conexión del investigador con su entorno, así como su capacidad para examinar críticamente el efecto que tiene sobre su objeto de estudio y los participantes involucrados en él. Cabe destacar que la reflexividad (Reflexivity) se distingue de la capacidad de reflexión (Reflectivity), en tanto supera la idea de un pensamiento posterior al acontecimiento, enfatizando en la capacidad del investigador de volver hacia uno mismo para comprender su efecto como sujeto que conoce y crea conocimiento. De acuerdo con Mruck y Breuer49 la reflexividad ha sido predominante en las estrategias de investigación cualitativa, donde se considera metodológicamente el sentido que los sujetos imprimen al problema de investigación. Por su parte, Brown50 amplía la noción, indicando que se trata de una disposición que impregna todas las dimensiones de la naturaleza del trabajo académico, desde el proceso de producción de datos, la escritura, así como la dimensión ética de la práctica.

La reflexividad desafía la relación objetiva y neutra entre el académico y el proceso de generación de conocimiento. Tal como lo expresa este fragmento, la reflexividad puede ser considerada como un compromiso por politizar la práctica científica, asumiendo la posición del académico respecto de su entorno y dando cuenta de cómo opera el poder y el privilegio durante todo el proceso de investigación. Esto implica, a su vez, cómo las y los académicos asumen una responsabilidad por su posición para construir conocimiento51

Me incomodaba mucho este ambiente frenético, y no veo que sea sostenible una vida o mi vida trabajando a este ritmo y con estas exigencias. A partir de esta incomodidad, recuerdo haber pensado en que quería buscar la manera o mi manera de estar cómoda en este mundo. Y así partí con este tema, con mi propio trabajo, ponerme yo en la misma pregunta de investigación (Mujer, antropología, universidad privada)

49 Katja Mruck y Franz Breuer, «Subjectivity and Reflexivity in Qualitative Research—The FQS Issues», Forum Qualitative Sozialforschung Social Research 4 (2003), https://www.qualitative-research.net/index.php/fqs/article/view/ 696/1504.

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50 Joanne Brown, «Reflexivity in the Research Process: Psychoanalytic Observations», International Journal of Social Research Methodology 9, n. ° 3 (julio de 2006): 181-97.

51 Sandra Acker, The realities of teachers' work: never a dull moment (London: Continuum, 2009), 245.

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La capacidad de las y los investigadores de volverse a sí mismos, para comprender como sujetos su propia producción de conocimientos, es otra manifestación de la reflexividad observada en los relatos analizados. Así, sus preocupaciones respecto de qué investigan excede sus propios objetos, asumiendo categorías que no se vinculan a los mismos, como la clase, el género o su nacionalidad.

¿Si fuera mujer? Sería distinto, nada igual, ah no, conociendo a las mujeres y la historia que tienen las mujeres y la relación que tienen las mujeres con... ni cagando, porque, o sea, yo le dije a mi señora, ex señora, "vámonos, porque tengo que estudiar un doctorado", y ella dijo: "sí, vamos" (...) eso no pasa con un hombre, ¿me entendí? (risas), o sea, si fuera al revés tendría que haber dicho: "ya, ¿dónde vamos a ir para que tú puedas trabajar?". También yo le dije a mi señora: "oye, yo me quiero ir a vivir a Viña, vámonos", entonces me dijo: "ya, vámonos", tuvo que cambiar de pega y todo, si hubiera sido yo mujer y le digo: "oye, vámonos a Viña" me encontraría con un "no, porque yo estoy trabajando acá y no voy a dejar de trabajar acá".

La concepción de prácticas específicas que exceden el trabajo regular de la academia, tales como diseñar nuevas estrategias de investigación, se relacionan también con el involucramiento, tanto de los mismos investigadores, así como de estos con los sujetos de estudio. "La ejecución de los estudios fueron al estado del arte de los temas. Tuvimos que desarrollar metodologías específicas, hacer adaptaciones tecnológicas tanto para el área como para la naturaleza del problema" (Hombre, geografía, universidad privada). Lo anterior también se engarza en la reflexión sobre los usos que la sociedad puede hacer de sus propias prácticas académicas: "Otra forma de entender mi trabajo es pensar que todo el tema gestión, conocimiento, recursos y herramientas que producimos y como este circula por la sociedad, que discusiones alimenta y qué efectos provoca en los empresarios" (Hombre, economía, universidad privada).

En síntesis, y tal como lo muestran estos fragmentos, la reflexividad en las prácticas académicas es una dimensión fundamental para la constitución de un sujeto político en la universidad. Esto particularmente si consideramos que el reconocimiento de las propias posiciones sociales (privilegio de género o de oficio) puede volcarse responsablemente al entorno de manera transformadora.

Categoría 2: Afectividad y prácticas académicas

A partir de mediados de los años noventa, el giro afectivo (The Affective Turn) desafió la oposición tradicional entre emoción y razón, reconfigurando científica, política y éticamente las aproximaciones a la emoción52. Al disolver la díada razón-emoción, se abre la posibilidad que los afectos puedan ser considerados como objetos de estudio de lo social. Mente y cuerpo aparece entonces como una escala de grises (y no de blancos y negros), la emoción se emancipa del control de la razón53.

Considerando el carácter contextual y cultural de las emociones54, mente y cuerpo de nuestros entrevistados son tributarios de la cultura académica en la cual se insertan. El afecto es una cualidad central

52 Athena Athanasiou, Pothiti Hantzaroula y Kostas Yannakopoulos, «Towards a New Epistemology: The "Affective Turn», Historein 8 (2009): 5-16, doi: https://doi.org/10.12681/historein.33.

53 Giazú Enciso Domínguez y Alí Lara, «Emotions and Social Sciences in 20th century: The Prequel of Affective Turn», Athenea Digital. Revista de pensamiento e investigación social 14, n.° 1 (2014): 263, doi: https://doi.org/10.5565/rev/athenead/v14n1.1094.

54 Catherine Lutz & Lila Abu-Lughod (eds.), Language and the politics of emotion. (Cambridge: Cambridge University Press, 1990), https://doi.org/10.1017/s0047404500015098.

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que caracteriza los relatos aquí analizados, auto representaciones que desbordan el trabajo intelectual como descripción canónica (y reductiva) de la práctica académica55.

Tradicionalmente, la actividad académica ha sido relegada a una práctica ajustada a lo intelectual o cognitivo. En palabras de Potter56, la retórica científica se muestra a sí misma como una acción remitida a lo cognitivo o bien a lo mental, despojando el cuerpo y los afectos del ejercicio de construir conocimiento. No obstante, esta categoría muestra cómo los entrevistados y entrevistadas caracterizan su trabajo como una actividad afectada por las preguntas de investigación, los participantes o incluso la misma historia del investigador. De esta manera, la pasión, el compromiso o la vocación son aspectos centrales para dar cuenta de la actividad académica.

Este vínculo afectivo con el objeto de estudio aparece nítidamente en el relato de una científica, cuya práctica, a la luz de un canon tradicional de la academia, debiese estar absolutamente disociada de la forma cómo la aborda:

Normalmente quien ha sido investigador puede tener de algún modo más empatía por este escenario, conocerlo de primera mano, pero si quienes toman estas decisiones no son investigadores, o no lo han sido, es importante que de algún modo se conecten con el tema. Creo que es incluso una conexión emocional, de verdaderamente apreciar la investigación, y darle el valor que tiene, aunque pueda no generar un producto inmediato que tú digas aquí, mira, esto fue lo que generamos, una patente... el conocimiento humano avanza de muchas maneras (Mujer, astronomía, universidad pública).

En otras oportunidades, se observa una construcción afectiva imbricada con las propias historias de vida de los hablantes. Los objetos de estudio se cargan entonces de memoria, sensaciones y de una profundidad sensorial que no es considerada por las metodologías científicas tradicionales:

Mi pasión por el desierto y por la costa del desierto de Atacama viene desde, no sé, tendría doce años, cuando fuimos por primera vez, con mi familia, con mi mamá, y fuimos a la costa del desierto de Atacama y cruzamos por Chañaral esos cerros maravillosos de colores, el Parque Nacional Pan de Azúcar, y estuvimos en la costa de Antofagasta, y la verdad es que yo me impresioné por el desierto de Atacama, me intrigó, despertó mucha intriga, curiosidad, de querer conocer más, cómo se había formado el desierto, cómo vivía la gente, y también me maravilló mucho la naturaleza, me impresionó profundamente (Hombre, geología, universidad pública).

La afectividad observada no es solo objeto de sensibilidad o recuerdos, sino que también se vincula con los cuerpos de los entrevistados, en el marco del proceso de producción de conocimientos. Este relato ubica a dicha exposición en un lente muy atento, sensible a la descripción:

Los congresos, ¿son raros a veces o no? Los paneles, los mainspeaker, los almuerzos y las cenas, ¿son como exclusivos o no? Todos los quieren saludar. Las mujeres lesbianas, gays, profesores, profesores precarios que no tienen el perfil académico, estudiantes doctorales y aquellos que no son de los países 'top' no son los personajes cotizados. Eso espacios me dan rareza, como un show, un poco de vergüenza, un poco de orgullo y ganas de estar ahí (Hombre, educación física, universidad pública).

55 Fardella et al., «Escribir papers bajo el régimen del management académico: Cuerpo, afectos y estrategias», 16-17.

56 Jonathan Potter, La representación social de la realidad. Discurso, retórica y construcción social, (Barcelona: Paidós, 1998), 145.

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En suma, el trabajo académico en la universidad gerencial, es relatado a través de una serie de prácticas afectivas, donde los entrevistados relevan la importancia del compromiso, el orgullo, la empatia como elementos centrales en su trabajo. La subjetividad política y el reconocimiento de un trabajador académico afectado, se convierte en un recurso mismo de activismo y resistencia hacia una universidad productiva e insípida. Si bien los afectos son diversos y ambivalentes, dan cuenta de cómo sus actores desarman delicadamente el canon híper racional, incitando la esperanza y la agencia a nuevos potenciales para una universidad viva y por ello cambiante.

Categoría 3: Solidaridad, cuidado y practicas académicas

Hemos agrupado por iniciativas solidarias una serie de relatos heterogéneos sobre prácticas y acciones de atención, ayuda, cariño con estudiantes, personal no académico o también entre académicos. Estas iniciativas de solidaridad se constituyen de diferentes acuerdos y arreglos de los que dan cuenta el material empírico revisado:

Algo importante para mí es no repetir las prácticas abusivas y humillantes que yo viví, claro, en cambio, trato de cuidar a mi equipo, armar espacios de cuidado que nos permitan hacer un trabajo interesante (Mujer, biología, universidad privada).

Tal como se puede apreciar en los fragmentos, las iniciativas de solidaridad, no solo son diversas, sino que no disponen de una estructura interna, ni un patrón especifico. Más bien modestas acciones, que cambian el curso previsto de los vínculos laborales previstos para la academia. En las entrevistas reconocimos que las acciones de solidaridad, cuidado o colaboración se despliegan en contextos diversos, como en la competencia por financiamiento, en espacios de accountability con las vicerrectorías, en la evaluación de artículos. Y sin perjuicio, a lo largo de todas las entrevistas, encontramos relatos sobre "evaluaciones descarnadas" (Mujer, matemática, universidad privada), "tratos peyorativos, te diría humillante" (Hombre, kinesiología, universidad privada) o "mails ignorados" (Mujer, biología, universidad privada), también encontramos frecuentemente relatos de compañerismo, relatados con compromiso y entusiasmo.

Estos relatos pueden mirarse como una red de conexiones, sin una organización formal, ni institucional. Aun así, son acciones que movilizan, más allá de una resistencia individual, se trata de acciones más amplias en torno a un objetivo específico, que promueven relaciones solidarias con un potencial de resistencia.

Esta semana he tenido que leer como cinco proyectos de colegas que están postulando a Fondecyt, en la facultad lo hacemos así. No es que la universidad nos ayude con eso, ni tampoco nos liberamos horas (...) pero es un compromiso entre colegas, ayudarnos, leernos, los más viejos a los que están empezando. bueno también entre los viejos (Hombre, psicología, universidad privada).

Encontramos entre los relatos los encuentros espontáneos, que permiten rastrear la potencia de experiencias de cuidado y contención en la academia. Se trata de formaciones de resistencia heterogéneas, auto organizadas, que desafían las ataduras estructurales y transforman constantemente el trabajo académico.

Hay colegas que me han invitado a sus proyectos, el de la Vero por ejemplo, su Fondecyt. Yo venía llegando del doctorado, ella no me conocía. pero me recibió y me integró a una comunidad de colegas, amiga de un amigo, de otro amigo.. .Yo ni siquiera era planta. pero ella me facilitó su red de contacto.. .porque sí. Así entré a esa facultad, después ella se jugó y me quedé como planta (Hombre, antropología, universidad privada).

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Nuestro análisis se enfocó en las relaciones académicas solidarias como espacios alternativos y colectivos, en el marco de un modelo universitario gerencial. Sin subestimar la importancia de la organización formal para la transformación, los datos evidencian que las prácticas asociadas a la solidaridad constituyen una plataforma de encuentros que hacen la vida académica sostenible. Si bien este tipo de prácticas no constituyen lo oficial, al menos permiten una experiencia alternativa, que es declarada como fundamental por los entrevistados. El reconocimiento de solidaridades, afinidades y colaboración en un contexto de alta competencia, es una forma de fracturar el statu quo de orden académico hegemónico.

Esta última categoría, permite dar cuenta de una subjetividad académica, que aun en condiciones de alto monitoreo y orientación a la competencia, reconoce la importancia de las relaciones de cuidado y reciprocidad. Precisamente, se trata de narraciones que dan cuenta de una orientación hacia la preservación de una comunidad cuyos miembros se reconocen, se validan y colaboran para concretar iniciativas transformadoras que atiendan a sus necesidades. La lógica de la reciprocidad y cuidado presente en los fragmentos, permea las relaciones que promueve el neoliberalismo en la educación superior, pues las alianzas y lealtades cotidianas generan el tejido comunitario que permite a académicos y académicas reparar la precariedad y asimetría dejada por el propio sistema. Y son justamente las iniciativas de reciprocidad, las que generan sujetos académicos conectados y articulados.

Conclusiones y Discusiones finales

Este artículo buscó comprender cómo los académicos resisten en su quehacer cotidiano y cómo se configura la subjetividad política académica en esta tensión, develando prácticas de activismos silenciosos y el despliegue de una subjetividad política académica que se construye resignificando aspectos históricos del oficio académico57. Este propósito es particularmente relevante al ponerlo en diálogo con la literatura especializada desarrollada al inicio de este escrito. La literatura expuesta critica la subordinación pasiva de la academia frente al avance de modelo neoliberal en las universidades nacionales58, así como su escasa acción colectiva para resistir y su nulo impacto en la transformación social59. Así mismo la docilidad de las plantas académicas es vinculada con otros aspectos más amplios de la cultura científica, tales como la aspiración de una posición neutral y apolítica para construir conocimiento imparcial y universal.

A la luz de esta revisión, nuestra investigación implicó analizar, necesariamente analizar las prácticas y discursos de los académicos en su día a día, a la vez que revisar los soportes conceptuales y definiciones de acción colectiva, activismo y resistencia utilizados en la investigación. Tal como presentamos en párrafos anteriores, si bien la resistencia y la acción colectiva suelen estar representadas emblemáticamente por la imagen de la protesta pública60, estas también se revelan en gestos cotidianos, incidiendo con fuerza en el cambio social61. Aporta a esta discusión la introducción de Smith y Jenkins (2012) sobre la importancia del reconocimiento de las subjetividades de los actores sociales, que se construyen en el compromiso con diferentes órdenes de mundo62. Así mismo, la noción de una subjetividad, tal como fue trabajada, permite el reconocimiento de sujetos capaces de configurarse autónomamente y participar en la construcción del mundo social que les atañe.

57 Pottinger, «Planting the seeds of a quiet activism», 215-222.

58 Ranciére, The flesh of words: The politics of writing,56-59.

59 Willmott, «Managing the Academics: Commodification and Control in the Development of University Education in the U.K. », 9931027.

60 Amoore, The Global Resistance Reader,7.

61 Scott, «Everyday forms of peasant resistance», 5.

62 Baillie Smith y Jenkins, «Editorial: Emotional methodologies — The emotional spaces of international development», 75-77.

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Particularmente las comunidades y subjetividades académicas han estado históricamente comprometidas con el diseño de métodos de validación y protocolos de auto regulación, así como con la promoción de valores que implican posiciones respecto de las condiciones que les moldean. En efecto, una parte de la literatura expuesta advierte que el mantenimiento de los privilegios de los grupos académicos obstaculizaría un posicionamiento subjetivo crítico frente a la neoliberalización de la universidad63. Respecto de esto, los resultados de este estudio exponen evidencias que muestran como la reflexividad del trabajo académico es un eje central en la construcción de una subjetividad laboral posicionada políticamente, la cual mediante el reconocimiento de las propias posiciones sociales privilegiadas (género o status social) puede volcarse de manera trasformadora de su entorno.

Otro contrapunto para destacar en las discusiones es el canon del académico como oficio neutro e imparcial. En efecto, la posición subjetiva del académico que toma una posición neutral, estrictamente intelectual y apolítica64, substrayendo el cuerpo y los afectos del ejercicio de construir conocimiento puede ser ampliamente cuestionada mediante los resultados expuestos. Este posicionamiento tradicional e histórico se tensiona con las narrativas expuestas en la categoría 2 de los resultados donde se ilustran el compromiso, el orgullo, la empatía como elementos centrales para describir el trabajo académico. De este modo, la academia irrestrictamente racional, es fisurada por afectos que movilizan su despliegue.

Un tercer y último contrapunto tiene que ver con la tensión entre la instalación de una academia neoliberal altamente competitiva y el desarrollo de relaciones de cuidado y reciprocidad en el plano cotidiano. El gobierno de las métricas de la universidad neoliberal, que incide a su vez con la disminución de los espacios para la toma democrática de decisiones dentro de la universidad, configura espacios laborales híper individualizados. Lo anterior ha tenido numerosas consecuencias descritas por la literatura que inciden directamente en las percepciones de las y los académicos sobre sus prácticas y experiencias65,66,67,68,69. Sin embargo, nuestros resultados muestran relatos que se contraponen a dicha evidencia. Las y los entrevistados reconocen la relevancia del cuidado y de la reciprocidad. La comunidad académica resiste a un modelo que no siempre dialoga con lo que se practica, validando, emprendiendo y colaborando entre pares de manera no siempre recompensadas, ni reconocida por las métricas e indicadores validados institucionalmente. Emergen nuevas maneras de entender el ejercicio académico que tiene que ver con las lealtades y alianzas que entretejen y reparan una actividad marcada por la precariedad y las asimetrías propias de un sistema altamente jerarquizado y competitivo.

En suma, diversos autores muestran que los cambios recientes en las políticas de educación superior y las universidades chilena han provocado "un silencio ensordecedor70" y una aceptación muda y desmoralizada entre los académicos71. En paralelo, otros estudios sugieren que el modelo neoliberal en la educación superior, no termina por asentarse. Por el contrario, diferentes agentes y actores resistentes dentro de este contexto, buscan formas de convivencia con estos regímenes, sin perder la autonomía y convicción respecto de la naturaleza de su trabajo académico72. Así, se ha documentado, por ejemplo, como los académicos y académicas en Inglaterra son laboriosos en construir una posición respecto de las transformaciones de la

63 Marta Lamas, «¿Activismo académico? El caso de algunas etnógrafas feministas», 9-30.

64 Potter, La representación social de la realidad. Discurso, retórica y construcción so«al,146.

65 Willmott, «Managing the Academics: Commodification and Control in the Development of University Education in the U. K»., 996

66 Gill, «Breaking the silence: the hidden injuries of neo-liberal academia», 39-55.

67 Fardella, et al., «Escribir papers bajo el régimen del management académico: Cuerpo, afectos y estrategias», 12.

68 Kathleen Lynch, «New gerencialism in education: the organisational form of neoliberalism», en Liberalism in Neoliberal Times: Dimensions, Contradictions, Limits ed. por Abraham-Hamanoiel, A., Freedman, D., Khiabany, G., Nash, K., (Goldsmiths, 2017).

69 Zeena Feldman y Marisol Sandoval, «Metric Power and the Academic Self: Neoliberalism, Knowledge and Resistance in the British University», triple C: Communication, Capitalism y Critique 16, n°1 (2018): 214-233.

70 Brown, Undoing Demos: Neoliberalism's stealt revolution

71 John Hinkson, «Perspectives on the crisis of the university», Arena Journal 17-18 (2002): 233-267.

72 Craig Prichard, Making Managers in University and colleges (Buckingham: The society for research into higher education, 2000).

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universidad y aun así construirse como científicos o académicos "neutros". Lo mismo sugiere Gill73 con los académicos en Australia.

Los datos colectados en chile muestran una variedad de discursos y prácticas orientados en esa dirección, que en gran medida se enraízan en matrices culturales tradicionales de la academia. Aun cuando en la academia y la universidad neoliberal las prácticas de resistencia parecen inexistentes, lo que indican los hallazgos de este trabajo es que los académicos desarrollan estrategias que podrían permitir fracturas y sacudir el statu quo74.

Si bien los contextos e historias de vida laborales son diferentes, en las entrevistas identificamos prácticas comunes de resistencia que implican una posición política y agenciada. Esto evidencia una comprensión reflexiva de sus entornos, así como un enfoque crítico situado para buscar cambiar la academia. Este trabajo parece hacernos notar que no todo es competencia en la universidad. Si bien las lógicas gerenciales permean los relatos, la subjetividad política que emana de los mismos también muestra que el modelo no termina por instalarse del todo en la academia.

Las prácticas de resistencias expuestas, están sustentada y moldeadas por una cultura académica histórica. Es a partir de esta cultura académica tradicional que los universitarios enmarcan y organizan su oposición y resistencia al modelo gerencial de la universidad. Contrastaron lo que ellos percibieron como la comprensión limitada o defectuosa del gerencialismo con aquello que forma parte de su propia cultura académica compartida. La resistencia que observamos también ilustra un rechazo a la cultura gerencial recientemente dominante, con sus prácticas, valores y normas ajenas. De esta forma, la resistencia discursiva de los académicos implicó intentos de limitar el proceso de colonización implícito en el proyecto empresarial. Por lo tanto, su resistencia implicó tomar las posiciones discursivas ofrecidas por y dentro de los discursos académicos, como un medio para combatir el posicionamiento discursivo del gerencialismo.

Ser un activista académico en una era de impacto de la investigación descansa en un doble movimiento: el de actuar por "cambiar el mundo" y el de resistir y contestar a una administración académica cuyas acciones policiales han intentado eliminar tales formas de práctica democrática del consenso político75. El propósito de nuestro trabajo es poner de relieve este doble compromiso crítico y reflexivo por parte de los académicos en su posicionamiento y agencia respecto de la academia, en tanto proyecto social y escenario laboral.

Este trabajo es un paso inicial de un largo camino por comprender los aspectos subjetivos de la agencia, la resistencia y la transformación en las diferentes dimensiones de la vida social y educacional. Los académicos, así como diferentes actores sociales, disponen de recursos diversos que se ponen en juego en la institucionalización de los modelos neoliberales. Atender a ellos es una potencia de cambio, e ilumina sobre posibilidades de investigación que parecían ensombrecidas por la crítica instalada, y a veces homogeneizante, sobre las consecuencias del modelo neoliberal. Queda un largo camino por explorar, entre las resistencias silenciosas (y quizás no racionalizadas) y las fuerzas dominantes que buscan estructurar el cotidiano de las prácticas sociales.

Agradecimientos

Esta investigación cuenta con el apoyo del proyecto Anid Fondecyt de iniciación N° 11190192, "Ni en los medios ni en los journals: sobre cómo los habitantes de las controversias socio-técnicas son invisibilizados y la posibilidad de reconocer su aporte", 2019-2022.

73 Gill, «Breaking the silence: the hidden injuries of neo-liberal academia», 39-55.

74 Charlotte Hess y Elinor Ostrom (eds.), Los bienes comunes del conocimiento (Madrid: Traficantes de sueños, 2016).

75 Carl Rhodes, Christopher Wright y Alison Pullen, "Changing the World? The Politics of Activism and Impact in the Neoliberal University", Organization 25, n.° 1 (diciembre de 2017):139-147 https://doi.org/10.1177/1350508417726546.

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Esta investigación cuenta con el apoyo del proyecto Ecos Anid N°180060, "Saberes obstruidos; hacia una

epistemología de la vulnerabilidad", 2018-2021.

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