Научная статья на тему '¿Reforma y Revolución? Notas sobre el impacto del eurocomunismo en Controversia (1977-1983)'

¿Reforma y Revolución? Notas sobre el impacto del eurocomunismo en Controversia (1977-1983) Текст научной статьи по специальности «Языкознание и литературоведение»

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Democracia / Controversia / Crisis del marxismo / Eurocomunismo / Democracy / Controversia / Crisis of Marxism / Eurocommunism

Аннотация научной статьи по языкознанию и литературоведению, автор научной работы — Cipriano Ferreyra Harvey

El propósito de este artículo es analizar la influencia de los debates eurocomunistas en las estrategias de “revalorización democrática” que se dieron en el seno de la nueva izquierda intelectual argentina hacia fines de la década del 70’. En particular, se hará hincapié en las progresivas rupturas con el ideario comunista tradicional que se fueron procesando en algunas trayectorias intelectuales colectivas durante el exilio mexicano hasta cristalizar en la revista Controversia.

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Reform and Revolution? Notes on the impact of Eurocommunism on Controversy (1977-1983)

The purpose of this article is to analyze the influence of the Eurocommunist debates on the strategies of "democratic revaluation" that occurred within the new Argentine intellectual left towards the end of the 70's. In particular, emphasis will be placed on the progressive ruptures with the traditional communist ideology that were processed in some intellectual common trajectories during the Mexican exile until they crystallized in the magazine Controversia.

Текст научной работы на тему «¿Reforma y Revolución? Notas sobre el impacto del eurocomunismo en Controversia (1977-1983)»

Izquierdas, 51, octubre 2022:1-19

¿Reforma y Revolución? Notas sobre el impacto del eurocomunismo en

Controversia (1977-1983)

Reform and Revolution? Notes on the impact of Eurocommunism on Controversy

(1977-1983)

Cipriano Ferreyra Harvey*

Resumen: El propósito de este artículo es analizar la influencia de los debates eurocomunistas en las estrategias de "revalorización democrática" que se dieron en el seno de la nueva izquierda intelectual argentina hacia fines de la década del 70'. En particular, se hará hincapié en las progresivas rupturas con el ideario comunista tradicional que se fueron procesando en algunas trayectorias intelectuales colectivas durante el exilio mexicano hasta cristalizar en la revista Controversia.

Palabras clave: Democracia; Controversia; Crisis del marxismo; Eurocomunismo

Abstract: The purpose of this article is to analyze the influence of the Eurocommunist debates on the strategies of "democratic revaluation" that occurred within the new Argentine intellectual left towards the end of the 70's. In particular, emphasis will be placed on the progressive ruptures with the traditional communist ideology that were processed in some intellectual common trajectories during the Mexican exile until they crystallized in the magazine Controversia.

Key words: Democracy; Controversia; Crisis of Marxism; Eurocommunism Recibido: 4 mayo 2022 Aceptado: 28 julio 2022

Introducción

El presente trabajo pretende analizar la recepción de los debates relacionados al Eurocomunismo en la refundación conceptual encarada por parte de la izquierda intelectual argentina durante su exilio mexicano. Entendiendo que la recepción de este debate se procesa en el marco aún mayor de la célebre crisis del marxismo desatada a fines de la década del 70', tomaré como objeto privilegiado del análisis la revista Controversia (1979-1981) en tanto pienso que la recuperación de las discusiones suscitadas por el Eurocomunismo en la escena argentina y latinoamericana operaron a modo de insumo productivo para ensayar respuestas situadas a dicha crisis. En este sentido, dado que la mayoría de estudios sobre la revista se ha centrado en balizarla como un caso testigo de la autocrítica y los balances realizados sobre la actuación de la izquierda revolucionaria en los 70's (Gago, 2012; Farías,

Argentino. Joven investigador de la Universidad Nacional de La Plata. Miembro del proyecto de investigación "Del tercer gobierno peronista a la dictadura de 1976. La eliminación del tiempo bifronte. La ofensiva reaccionaria" con procedencia de la misma institución (código H865). Este artículo se realizó en el marco de la beca "Estímulo a las Vocaciones Científicas" del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), centrado en la recepción del eurocomunismo en la revista Controversia. Correo electrónico: ciprianoferreyra.harvey@gmail.com ORCID: 0000-0003-0740-5003

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2016; Cortés, 2015; Tortti, 2018), me propongo indagar específicamente en la influencia política que la teoría del Eurocomunismo ejerció sobre el grupo de Pasado y Presente para habilitar un marxismo crítico profundamente preocupado por la democracia, entendida, aún, dentro del horizonte revolucionario.

Recuperando brevemente los consensos básicos sobre historia intelectual al respecto, quisiera destacar la importancia de las revistas intelectuales como artefactos culturales que conformaron un modo especial de intervención política clave en los años de la constitución de la nueva izquierda argentina, cuya particular explosión en los 50' y 60' catapultó un orden determinado de performance intelectual que conformó el antecedente inmediato de esta generación intelectual que siguió constituyendo la herramienta fundamental para estos núcleos de pensadores. Ahora bien ¿Por qué concentrarse en una revista? Siguiendo a la historiadora francesa Jacqueline Pluet Despatin1, las revistas son un artefacto cultural que objetiva un discurso propio de un colectivo intelectual que decide editar para intervenir en la escena pública con el fin de "modelar su propio tiempo". Así, el registro temporal de una revista, cargado de la politicidad marcada por la coyuntura vivida por el grupo humano que la sustenta, difiere del registro temporal del libro, cuyo carácter político se ve menos determinado por la misma.

Tal como marcaba el signo de los tiempos, la batalla cultural librada desde el campo editorial fue una de las empresas más características de la nueva izquierda, y el caso argentino no fue la excepción.2 La edición frecuente de revistas, muchas de ellas fugaces, constituyó una modalidad específica de intervención para los jóvenes intelectuales radicalizados de las décadas de los 50' y 60'; cuyos combates por la refundación política de la izquierda se traducían en fuertes disputas sobre la política de la teoría. Una página más en la interminable "querella del marxismo"3 que conceptualizara el historiador Horacio Tarcus. Dicho contexto de polémicas revisteriles determinó los contornos formativos de casi la totalidad de los intelectuales posteriormente exiliados durante la dictadura. Tan solo la mención de algunos títulos emblemáticos surgidos durante el boom cultural de la radicalización política tales como Pasado y Presente, Cristianismo y Revolución, El Escarabajo de Oro, La Rosa Blindada y Los Libros pueden darnos una imagen del vigor editorial de la NI.

Teniendo esto en mente, la revista Controversia constituye un momento bisagra en el itinerario de un núcleo muy importante de la intelectualidad revolucionaria argentina (dada la reunión inédita de socialistas y peronistas en un mismo proyecto editorial), cuya representatividad supera a los editores involucrados directamente con el proyecto, en tanto sus páginas abordan de una manera increíblemente productiva la crisis de los fundamentos teóricos que forjaron tanto la doctrina de la izquierda tradicional como la propia identidad de las tendencias hegemónicas de la izquierda intelectual.

Varios estudios sobre el tema han destacado las insistentes preocupaciones que demostrara el grupo pasadopresentista por revalorizar el vínculo entre socialismo y democracia. Vínculo que, siguiendo los razonamientos del grupo, proveería la clave de bóveda para la deconstrucción-adecuación de la cultura de izquierdas a los nuevos problemas planteados por la situación política del subcontinente y las

1 Pluet- Despatin, Jacqueline, Contribución a la historia de los intelectuales: Las revistas (traducción de Horacio Tarcus; revisión técnica de Margarita Merbilhaá), en AMERICALEE. El portal de publicaciones latinoamericanas del siglo XX. ISSN: 2545-823X. Véase también Badenes, Daniel, en: V. Delgado y G. Rogers (Eds.). Tiempos de papel: Publicaciones periódicas argentinas siglos XIX-XX. La Plata: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2016.

2 Representativos de la visión clásica para el caso de la NI argentina son Terán, Oscar, Nuestros años sesentas, Buenos Aires, Siglo XXI, 2014; Sigal, Silvia, Intelectuales y poder en la década del sesenta, Buenos Aires, Puntosur, 1991.

3 Véase: Tarcus, Horacio, Marx en la Argentina, Buenos Aires, Siglo XXI, 2007 y Sarlo, Beatriz, La Batalla de las Ideas, Buenos Aires, Planeta, 2001.

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transformaciones del capitalismo a nivel global. Las cuales aparejaron una modificación del espacio de experiencia y el horizonte de expectativas clave para comprender la década del 80'.

Sobre este consenso analítico, iluminador de las múltiples dimensiones que implicó la rearticulación de los significados y significantes más caros al campo revolucionario, me gustaría destacar especialmente el rol jugado por los debates del eurocomunismo en los modos específicamente político-intelectuales mediante los cuales se articuló la nueva identidad de buena parte de la inteligentzia revolucionaria argentina. Y cuyos efectos se ligaron a una nueva lectura histórica de la propia tradición socialista, argentina y mundial, centrada en nuevas formas de pensar lo democrático. En línea con lo anterior, me gustaría señalar la productividad intelectual que supuso la recepción de las polémicas eurocomunistas para el grupo de los argenmex4, particularmente atizada por el momento de apertura teórica vivido a partir de la crisis de los marcos conceptuales que orientaron la acción del campo revolucionario argentino en los 60' y 70'. De ahí en más convertido en objeto privilegiado de relectura y autocrítica teórica.

Sintéticamente, se podría esquematizar en dos vías los modos asumidos por el "examen de conciencia" encarado en exilio: el descubrimiento de América Latina y el descubrimiento de la democracia. En este trabajo centraremos nuestra atención en la última dimensión, a fines de analizar el rol del EC en este "redescubrimiento" democrático. Es mi intención sugerir que el deterioro de las condiciones políticas que constituyeron el contexto de producción de estos debates impactó significativamente en la inserción posterior de estos intelectuales en la "estrategia democrática" de los años 80'. Entendiendo por ella el viraje hacia la política del consensualismo que elaboraría parte de la izquierda intelectual argentina una vez restaurado el Estado de derecho en la Argentina luego de 1983.

Considerando el contexto americano, marcado por la cruenta derrota de las fuerzas de izquierda en los países del Cono Sur; y el contexto europeo, signado por el agotamiento de los "socialismos reales" y la crisis de los regímenes de posguerra, el eurocomunismo representó, en su teoría y su práctica, el último intento de dar un nuevo impulso al comunismo como movimiento internacional en el locus originario que lo vio nacer: Europa. Siguiendo a la literatura especializada5, así como a los propios teóricos del EC6 es posible argumentar que el EC surge como una respuesta, desde el propio seno de la cultura política comunista, a los múltiples desafíos que supuso la crítica corrosiva de la Nueva Izquierda y el heteróclito fenómeno 68'; así como de diversas corrientes heterodoxas que discurrieron en los pliegues del movimiento comunista durante el siglo XX. Retrospectivamente, el EC se puede leer como un intento tardío de mediatizar esa crítica de forma creativa y vital, pero aún dentro de las fronteras orgánicas de las instituciones comunistas. El experimento gozó de un corto período de vida, no obstante, su ascenso fulgurante en las discusiones e inquietudes geopolíticas de mediados y

4 El colectivo de exiliados políticos argentinos que se formó en la segunda mitad de los setenta pasó a llamarse, por decisión propia, argenmex, en una referencia obvia al país de origen y al nombre del país adoptivo. Sobre el exilio ver Candia, J.M., Los argenmex: a 40 años del exilio argentino en México, Estudios Latinoamericanos, año 36, núms. 47-48, enero-diciembre de 2021. Yankelevich, P., Ráfagas de un exilio, Buenos Aires, FCE, 2010.

5Donofrio, A., Érase una vez el eurocomunismo. Las razones de un fracaso, Madrid: Tecnos, 2018, Gildea, R. (2017). The Global 1968 and International Communism. In J. Fürst, S. Pons, & M. Selden (Eds.), The Cambridge History of Communism (The Cambridge History of Communism, pp. 23-49). Cambridge: Cambridge University Press. Pons, S., & Di Donato, M. (2017). Reform Communism. In J. Fürst, S. Pons, & M. Selden (Eds.), The Cambridge History of Communism (The Cambridge History of Communism, pp. 178-202). Cambridge: Cambridge University Press.

6 Claudín, F. Eurocomunismo y Socialismo, Madrid, Siglo XXI, 1977. Carrillo, S. Eurocomunismo y Estado, Madrid, Grijalbo, 1977.

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finales de la década del 70' fueron notablemente significativas.7 Manuel Sacristán expresaba, tajante "El «eurocomunismo» es la gran cuestión actual de la reflexión en el movimiento comunista porque encarna la mayor realidad social de este fuera de las áreas soviética y china."8

Suponiendo que los 70' conformaron una "cesura antropológica"9 en cual debe ser comprendido el EC como fenómeno epocalmente híbrido y políticamente denso, tal como sugiere Marc Lazar, su efecto más llamativo en el campo intelectual se relacionó a las más que variadas operaciones de salida del marxismo que se sucedieron en el viraje hacia distintas formas de post-marxismo10. Interesa aquí diferenciarse de los juicios corrientes que asocian automáticamente la implosión de los partidos comunistas europeos al fracaso del EC, reduciéndolo a un esfuerzo condenado de antemano por la supuesta socialdemocratización teórico-partidaria a la que habría conducido inexorablemente. Historizando el fenómeno, podemos hablar, al menos, de dos almas presentes en el movimiento. Que lejos de ser una crónica de una muerte anunciada, se proyectó como una propuesta de salida al impasse conservador en el que se hallaba sumido el movimiento comunista internacional. Creemos que la relación entre el EC y el pasaje al posmarxismo si existe, sin embargo, pensamos este momento no como un "desarme teórico" previo a la ofensiva neoconservadora de los 80'11, sino como un momento álgido de revinculación creativa de teoría y práctica política, con verdadera vocación de masas, frente a los desafíos ideológicos y estratégicos que enfrentaba el campo socialista en la década del 70'. Entendiendo que uno de los ejes de este trabajo es analizar la relación que existe entre los debates propios del eurocomunismo y las concepciones de la democracia de los intelectuales bautizados tradicionalmente como los "gramscianos argentinos"12 intentaremos complejizar la visión que se tiene de su viraje "socialdemócrata". Atendiendo a las continuidades y rupturas que evidencian los pasajes del intelectual comprometido de los 60' al intelectual revolucionario de los 70'; y al intelectual progresista de los años 80'.

7 Son célebres las declaraciones del ex secretario de estado norteamericano Henry Kissinger respecto a la necesidad de salvaguardar a la OTAN de la amenaza electoral que suponían el PCE, PCI y PCF.

https://elpais.com/diario/1978/01/15/internacional/253666803 850215.html Para un análisis de la geopolítica del EC véase Heurtebize,F. Eurocommunism and the Contradictions of Superpower Détente, Diplomatic History, Volume 41, Issue 4, September 2017, Pages 747-771.

8 Sacristan, Manuel, A propósito del Eurocomunismo Resumen de la intervención en el debate del "Curso sobre problemas actuales del marxismo, UAB, 1977.

9 Lazar, Marc, (2011) El eurocomunismo: objeto de historia, Historia del presente, N° 18, pp. 59-66

10 Acha distingue conceptualmente cuatro modos de transición al posmarxismo, lo mismo que la importancia creciente de Foucault en este pasaje. Véase Acha, Omar, Cambiar de Ideas, Buenos Aires, Prometeo, 2017, pp.53-55 y 89-129.

11 Discutiendo ciertas líneas interpretativas de Anderson (1983), un contendiente del EC. Creemos que el pasaje disto de ser mecánico, y que fundamentalmente no se debió al "caballo de troya" del EC, sino que este, con las ambivalencias de todo movimiento -vale pensar en el derrotero similar seguido por izquierdistas provenientes de otras tradiciones como J.F. Lyotard, C. Castoriadis, Henri Weber, Regis Debray etc.- contenía en su seno ciertas tendencias que fueron fagocitadas, reincorporadas y resignificadas por el pensamiento liberal que siguió al reflujo mayúsculo de la lucha de clases en la década posterior.

12 El relato fundacional que propuso una clave retrospectiva en la cual leer la tradición gramsciana en Argentina fue La Cola del Diablo de José Aricó. En la "Operación Arico" Mariano Zarowsky (2015) problematiza este proceso de invención de la tradición intelectual, indagando en la apropiación de los significantes mediante los cuales el grupo busco interpretarse y legitimarse en el campo intelectual.

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¿Hacia una estrategia democrática?13 Que política y que democracia

Según entiendo, antes de la unidimensionalidad conceptual propiamente "ochentista" que enfatizó hasta el hartazgo el aspecto formal de la democracia, y todo su universo categorial asociado, la habilitación del problema de lo democrático se pensó de forma multidimensional, esto es, en el marco de una pulsión utópica todavía atada a un posible proyecto de socialismo que se nutrió del corpus teórico-conceptual que veníase desarrollando en los años de auge del EC. Es decir, el clima "ochentista" que exhibió una marcada preocupación por la recuperación del universo liberal-constitucional, debe pensarse, al menos en su primera etapa, en un diálogo creativo con las preocupaciones revolucionarias que los intelectuales del grupo PyP cargaban desde la juventud.

Teniendo esto en mente, la revista Controversia constituye un momento bisagra en el itinerario de un núcleo muy importante de la intelectualidad revolucionaria argentina, cuya representatividad supera a los editores involucrados directamente con el proyecto, en tanto sus páginas abordan de una manera increíblemente productiva la crisis de los fundamentos teóricos que subyacieron a las doctrinas tanto de la izquierda tradicional como de la Nueva Izquierda durante el siglo XX. Tal como ha observado Diego Giller, la empresa editorial de los intelectuales "reflexivos" ligados a la experiencia de la lucha armada no puede volverse plenamente inteligible sin partir de una noción fuerte de "derrota"14. Resulta notable que esta constatación subjetiva de la derrota, compartida por todo el staff, incitó una labor de viaje introspectivo con el objetivo de deconstruir la doxa revolucionaria previamente sostenida. Poniendo en el banquillo de los acusados a las nociones teóricas heredadas que, según entendían los intelectuales exiliados, subyacieron al fracaso de la revolución en Argentina y América Latina,15 siendo también responsables de la perversión de las sociedades revolucionarias surgidas tras la estela de la Revolución de Octubre16. En este sentido, podemos decir que esta inquietud por dar cuenta de las nuevas coordenadas políticas y sociales que implicaba la coyuntura del exilio; pensar las causas "propias" de la derrota; y militar la necesidad de una deconstrucción de la cultura política anterior

13 Retomamos aquí la idea planteada por Roberto Pittaluga y Alejandra Oberti, quienes aprehenden bajo esta fórmula una textura dominante en las escrituras político-académicas de la década, una confluencia básica e indiscutida de formas y contenidos que suministró los motivos y enfoques predominantes de la década, una axiomática básica ordenada en torno a la dicotomía Autoritarismo-Democracia.13 Dicha estrategia, siguiendo a los autores, debe ser comprendida como una operación ideológica fuertemente orientada a estabilizar un nuevo sentido de la politicidad, cuya definición normativa de lo que constituye lo político se identificó, también, con una idea muy específica de que es y debe ser lo democrático. Centrando en la retícula de la discusión una visión que hizo del consenso un ideal regulativo, hipostasiado generalmente en un espacio -parlamentario- de neutralización del conflicto, de todo antagonismo y de toda diferencia que acabó por entronizar discursivamente la forma de la democracia representativa, la política de lo posible, desterrando a los márgenes del debate los imaginarios utópico-emancipadores que históricamente se ligaron a ambas nociones. Pittaluga y Oberti, Memorias en Montaje, Argentina, María Muratore Ediciones, 2012. pp.162-165

14 Giller Diego, (2016) La revista de la derrota. Exilio y democracia en Controversia (1979-1981). Latinoamérica [online], n.63, pp.37-64. ISSN 2448-6914.

15 Este momento de transición entre paradigmas afrontado por el grupo es un claro ejemplo de lo que Enzo Traverso denomina la "ventaja epistemológica del vencido", que denota la mutación intelectual asociada al sujeto que se ubica en el lugar de enunciación propio del que se sabe y siente derrotado. Traverso, E. Melancolía de Izquierda, Buenos Aires, FCE, 2018. pp.57-102.

16 Este movimiento de diagnóstico y reevaluación de las sociedades del bloque del este es una preocupación característica de la coyuntura global de crisis del marxismo. Un más que interesante artículo que analiza la recepción de la crisis a ambos lados del Atlántico es el de Cortés, Martín; Contactos y diferencias: la "crisis del marxismo" en América Latina y en Europa; UNAM, Cuadernos Americanos Nueva Epoca; 2; 148; 7-2014; 139-163

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fueron todos momentos de un mismo movimiento, encarado a partir de un eje fundamental: repensar la democracia.

La atención mundial suscitada por el EC se debió en parte a la herejía que significaba para los centros oficiales del comunismo internacional la apuesta de los PP.CC de masas más prestigiosos de occidente por situar en primer plano la problemática de la democracia y los derechos civiles en la transición al socialismo, echando por tierra la doctrina leninista de la "dictadura del proletariado". Este nuevo comunismo, que apostaba por una renovación democrática, tuvo el incómodo efecto de relativizar el binomio bolchevique, tan enraizado en la cultura política de la izquierda, que disolvía el problema de la "democracia formal" en la extensión de la "verdadera" democracia sustantiva. Siendo el marxismo latino una fuente de inspiración clásica para la izquierda marxista local de los años 50 y 60'17 no debe sorprender la atracción intelectual que supusieron las discusiones asociadas al fenómeno. Por otro lado, la fuerte exposición a estas discusiones en el espacio político-universitario mexicano18 adonde se insertaron los intelectuales argentinos en su exilio, también resulta una nota relevante para comprender la permeabilidad del entorno a las discusiones aparecidas en el viejo continente.

En Controversia, esta inquietud del grupo socialista por difundir e incorporar las discusiones del EC a la reflexión de la izquierda latinoamericana se aprecia en la entrevista realizada a una de las protagonistas intelectuales de dicho movimiento: La filosofa del PCF Christine Buci-Glucksmann. Quien fuera entrevistada para el segmento "Las encrucijadas del socialismo" del número 7 de la revista, fechado en julio de 1980. La nota se titula sugerentemente "La nueva izquierda eurocomunista" y la presentación parte de la pluma de Portantiero quien argumenta sobre la posibilidad del EC de "ser una puerta hacia una tercera gran etapa del movimiento socialista -tras la ii y iii internacional- que no engloba necesariamente solo a marxistas y a europeos.19

Según Buci-Glucksmann, en su dimensión estrictamente más política "el eurocomunismo aparece no como la búsqueda de una estrategia común nueva en Europa sino como rechazo a aspectos del modelo soviético y como el punto de convergencia entre algunos partidos que intentan desarrollar una vía democrática y plural hacia el socialismo en el cuadro de un estado parlamentario transformado con frentes democráticos amplios y con un proyecto de democracia económica desarrollada"20 Mientras que en el frente teórico la apuesta consistiría en "poner en crisis al marxismo de la III internacional y por eso el debate se concentra en la discusión de alguna de las tesis fundamentales de Lenin sobre el estado y la revolución vista como sustitución de la dictadura burguesa por la dictadura del proletariado. (...) la polémica desemboca rápidamente en la investigación sobre el lugar de la democracia dentro del estatuto de la teoría política marxista."21 Las preguntas encaradas por el grupo se centraron en tres puntos específicos, interrogando a la militante francesa por la existencia del eurocomunismo como movimiento reconocible, en segundo lugar por la pertinencia de hablar de un ala derecha y un ala

17 Petra, A. (2010) El momento peninsular: La cultura italiana de posguerra y los intelectuales comunistas argentinos. Revista Izquierdas, Año 3, N°. 8, 25 y Starcenbaum, M. (2015). Gramsci y Althusser en la experiencia de Pasado y Presente. En: Cabezas, Oscar Ariel, (Comp.) Gramsci en las orillas. Buenos Aires, La Cebra. pp. 171-218.

18 El mismo PCM asumió una línea "eurocomunista" mediante la cual emprendió el proceso de fusión con el Movimiento de Acción y Unidad Socialista, el Partido del Pueblo Mexicano y el Movimiento de Acción Popular. Constituyendo el Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Ver Torres Burgos, R., Losgramscianos argentinos, Buenos Aires, Siglo XXI, 2004.

19 "La nueva izquierda eurocomunista" en Controversia N°7, México, julio de 1980. Año II. pp.22-24.

20 Idem.

21 Idem.

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izquierda dentro del mismo22; para finalmente constatar la posibilidad de una crisis latente en el movimiento.

Una de las ideas-fuerza extraídas del EC y que perdurará más allá de este contacto tiene que ver con la legitimación de un proyecto societal postcapitalista que ya no se cubre bajo el significante del socialismo a secas, sino que se abre a un juego de equivalencias que parecen querer alivianar el peso semántico del significante comunismo. Quizá la fórmula de mayor fortuna la exprese la idea de una "democracia social avanzada" sostenida por Aricó y las variaciones sobre lo mismo que implica esta búsqueda de una "democracia radical", en cuyas palabras resuenan los ecos de la "democracia económica desarrollada" puesta en juego por el EC para darle forma a sus desavenencias ético-programáticas con los socialismos realmente existentes.

De estas bases se desprende una lectura en clave democratista y otra en clave democrática de la herencia marxiana. Según la división formalizada por Buci-Glucksmann, el EC "de derecha", ciertamente predominante en la dirigencia partidaria, compondría una visión más alineada con la interpretación institucionalista-liberal de lo democrático, desgajando una praxis política democratista orientada a priorizar las alianzas y acuerdos "por arriba" con otros partidos, materializados en el espacio parlamentario concebido como espacio político por excelencia.23 Empero, el EC "de izquierda" reivindicado por la autora como guía de reflexión político-intelectual, hace de la cuestión del socialismo un marco desde el cual desplegar una lectura de lo democrático que revela múltiples tensiones para con la praxis política del campo comunista, desnudando un problema no resuelto desde las lecturas tradicionales del marxismo, como lo es la articulación no vanguardista con los múltiples actores subalternos, en una vocación pluralista que no se agota únicamente en reivindicar el pluralismo partidario a la hora de las elecciones. Esta nueva sensibilidad se observa también en la rehabilitación de múltiples autores condenados hasta entonces a los márgenes del marxismo, cosa que también alentó una nueva hermenéutica del canon sentado por los bolcheviques, dinamizando una sensibilidad historiográfica orientada a resignificar la cuestión democrática en la historia de la constitución política del socialismo. Lo novedoso del EC radica en que las críticas al leninismo y a la tradición de la III internacional se sintetizan dentro de una porción del mundo comunista "oficial", en tanto no constituyen intervenciones aisladas de intelectuales o militantes críticos, sino de los propios partidos, quienes expresan esta sensibilidad inconformista.

Desde esta perspectiva interesa revisitar, leyéndolas como una suerte de obras gemelas, Eurocomunismo y Socialismo; y Marx, Engels y la Revolución de 1848 (publicadas en 1977 y 1975 respectivamente) del intelectual comunista Fernando Claudín.24 En ellas el español revisita las revoluciones del siglo XIX y propone una lectura novedosa de la vida y obra del joven Marx, donde el

22 Pregunta que denota una marcada atención al debate europeo, dado que esta caracterización nació en un dialogo que Nikos Poulantzas mantuvo con el dirigente trotskista Henri Weber en 1977. Véase El Estado y la transición al socialismo. Publicada originalmente en Critique Communiste, n° 16, junio de 1977.

23Mientras que en Europa la discusión sobre la democracia en la transición al socialismo tenía un norte estratégico real y no hipotético, debido a los crecientes resultados electorales positivos y sobre todo después del aplastamiento del gobierno de la UP en Chile. Que fungió como caso testigo para que el PCI de Enrico Berliguer elaborara los célebres análisis que darían pie a la alianza de gobierno del PCI con el PSI y los democristianos conocida como Compromesso Storico. Profundizando la línea de "partido de gobierno" que también seguiría el PCF de Georges Marchais y el PCE de Santiago Carrillo. Corporizando la vía democrática al socialismo promovida por el Palmiro Togliatti de los años 60'. Para un análisis de las relaciones entre la izquierda chilena y el eurocomunismo ver Santoni, Alessandro, El Partido Comunista Italiano y el otro "Compromesso Storico", HISTORIA No 43, Vol. II, julio-diciembre 2010: 523-546.

24 El propio Claudín fue colaborador de la revista en el N° 8 con un artículo titulado "El expansionismo soviético" reprobatorio de la invasión militar de la URSS a Afganistán.

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renano compartiría una visión de la práctica política, de la revolución proletaria, propia del movimiento social de su tiempo. Fuertemente atravesada por el clivaje entre dominación burguesa y democracia. En el relato de Claudín la lucha obrera y subalterna se historiza visibilizando el carácter subversivo del orden burgués que implicó la pulsión democratizadora dinamizada por el movimiento socialista. Recentrando en el discurso histórico marxista la importancia de la toma de la palabra que implicó la demanda política de la participación popular en el gobierno de la cosa pública, corriendo los límites asignados por el poder para su participación.

El efecto discursivo de esta operación también se advierte en el abandono del canon que dividía la tradición entre socialistas -utopistas- y socialistas "científicos" con la madurez suficiente para abrazar las verdades del materialismo histórico. En la visión de Claudín, la división es un constructo artificial que obturó las relaciones de continuidad que unen a todos los movimientos democrático-populares en su lucha contra el Estado y el liberalismo restrictivo de las elites burguesas. Lo cual habilita pensar un gran arco de tendencias emancipatorias que se retroalimentaron en la lucha por la democratización de la sociedad europea del siglo XIX y que constituyeron la condición de posibilidad del socialismo como movimiento, que ya no podría ser leído en etapas evolutivas donde el cartismo inglés se ve como la prehistoria de la socialdemocracia alemana. Esta intervención historiográfica tiene un marcado correlato coyuntural, en tanto pretende argumentar que la democracia socialista no es una tendencia de moda en ciertos comunistas críticos, sino que, al contrario, la idea de un socialismo democrático es precisamente lo que permite comprender mejor el carácter revolucionario del socialismo en sus orígenes. El olvido de la solidaridad orgánica que unía ambas nociones fue lo que precipitó la construcción del comunismo del siglo XX sobre bases que posibilitaron la deriva autoritaria y la entrega casi absoluta del significante democracia a la tradición liberal.

Es exactamente ese registro el que se observa en Controversia, la democracia y su historia como conquista de la lucha popular, como producción de la subjetivación de las masas, tiene sus marcas en las preocupaciones de todo el staff. Un artículo de Juan Carlos Portantiero, del primer número, titulado "Proyecto democrático y movimiento popular" de la sección "La democracia difícil" lleva al sociólogo a abordar esta misma cuestión ''Quisiera problematizar una relación que habitualmente se da como obvia y que, sin embargo, en la realidad argentina ha transcurrido llena de dificultades: la que vincula a la democracia (no solo como meta sino como proceso) con la historia de la constitución política de las clases populares.''25 En dicho texto el sociólogo constata que las élites latinoamericanas, encaramadas en las estructuras del capitalismo dependiente, no fueron capaces de construir formas duraderas de democracia política, a pesar de adherir a una retórica constitucional-republicana, cuya incapacidad hegemónica derivó constantemente en una modalidad autoritaria-represiva de dominación. Esto no constituye un cambio tan sensible respecto a sus trabajos previos, no obstante lo interesante es centrarse no tanto en la relación entre Estado y las clases sociales, eje de su obra anterior, sino en la nueva preocupación que exhibe Portantiero por el vínculo histórico establecido entre lo democrático y las clases populares a través de las representaciones políticas. En un ejercicio muy ligado a la operación de Claudín, el marxista argentino explora las formas que adquirió el vínculo entre democracia y liberalismo, democracia y movimientos nacional-populares, y democracia y socialismo.

La identificación entre democracia y liberalismo (y por esa vía entre democracia y capitalismo) suele aparecer como un dato no cuestionado tanto para los mismos liberales como para parte de las izquierdas: sea la socialdemocracia, incapaz de separar al socialismo del parlamentarismo; sean aquellos que con el calificativo de "burguesa" niegan toda raigambre popular al concepto de democracia y lo

25 "Proyecto democrático y proyecto popular' en Controversia N°1, México, octubre de 1979. Año II. pp.6-7.

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relegan como un capítulo de la historia de las clases dominantes. (...) Históricamente, sin embargo, las cosas fueron diferentes: la democracia no es un dato que necesariamente surge de una estructura sino que es una producción social. Ni la democracia formal es coextensa con el capitalismo, ni la estatización de los medios de producción genera automáticamente a la "verdadera democracia": la democracia es, por el contrario, una construcción popular. Esto lo sabía el joven Marx y, durante la revolución rusa, lo proclamó Rosa Luxemburg.26

Hay una idea en diálogo con Claudín, una constatación de que las formaciones sociales capitalistas no precisan de la democracia, sino de un corpus jurídico básico que garantice las libertades del trabajador para vender su fuerza de trabajo en el mercado. Las comúnmente denominadas revoluciones burguesas del siglo XIX y el rol subversivo del socialismo en ellas aparece ligado a la amplia lucha popular que logró arrancar los derechos democráticos que el marxismo tradicional entendía como emanaciones naturales del capitalismo moderno. Este ejercicio historiográfico adelantado por Claudín, posteriormente retomado por Aricó27 y Portantiero se propone una lectura distinta de la historia del movimiento obrero canonizada por la tradición comunista, recusada por su concepción mecanicista de que la democracia es la superestructura ideológico-jurídica del modo de producción capitalista. La idea de que "La democracia formal bajo el capitalismo es un fruto tardío" responde al doble intento de desacreditar la apropiación liberal de las conquistas democráticas. Lo mismo que superar la aceptación de la que gozó esta identificación entre liberalismo y democracia en la tradición marxista en general.282930. Estos planteos, que recolocan los lugares ocupados por el movimiento socialista y el movimiento democrático en la historia, no solo componen un potencial programa de investigación historiográfico, sino que fundamentalmente también llevan aparejado un cuestionamiento del socialismo en su realización, rechazando que la democracia sea consustancial a una mera socialización de los medios de producción:

Cabe entonces retomar una idea ya anticipada; la de considerar a la democracia como una producción de las masas, como una etapa en el proceso de su constitución política, como un continuum nacional-popular que no 'se realiza' en el socialismo como mera derivación de cambios en las relaciones de

26 Idem. Negritas en el original.

27 La modalidad de intervención de Arico también se dio, como han resaltado sus múltiples estudiosos, por su labor de editor y traductor, no solo mediante los intereses que lo llevaban a inventar las compilaciones que formaban los Cuadernos de PyP sino a través de las traducciones preparadas para las revistas de las que formaba parte, véase Cortes, Martin, Un nuevo marxismo para América Latina: José Aricó: traductor, editor, intelectual, Buenos Aires, Siglo XXI, 2015. La preocupación por la discusión contemporánea sobre el Estado en el comunismo europeo en Controversia aparece mediante la traducción de piezas de Biaggio di Giovanni o Giacomo Marramao que contemporáneamente se editarían en el cuaderno N° 89 de PyP.

28 Por supuesto, las reflexiones carcelarias de Gramsci y los múltiples ensayos basados en la edición crítica de los Cuadernos de

la Cárcel realizada por Valentino Gerratana, traducidos por la mexicana Era desde 1973, se yerguen como un insumo

fundamental para esta operación de relectura, en una línea que dará lugar a la publicación del influyente Los Usos de Gramsci en 1977. Los pequeños deslices de énfasis entre la primera edición que data de ese año y que corresponde al N°54 de los Cuadernos de Pasado y Presente, y la segunda que data de 1983 ya bajo el sello de la editorial Folios dirigida por Aricó son más que interesantes del peso cada vez mayor que ocupaban las lecturas de Weber y Bobbio en las perspectivas de Portantiero para la década de los 80'. En este clima también se publica el célebre estudio de Anderson Las Antinomias de Antonio Gramsci, cuya animosidad contra el Eurocomunismo y la lectura "italiana" de Gramsci puede leerse entre líneas. Una sugerente revisión de las lecturas de Gramsci y Althusser en los eurocomunistas de los 70' se halla en Yohann Douet (2016) L'eurocommunisme, Gramsci et les althussériens. Décalages. An Althusser Studies Journal, 2 (1).

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producción(...) Así planteado el problema, el significado de la democracia se articula indisolublemente con el de hegemonía, recupera su dimensión popular y se disocia de la historia de minorías que recuperan para sí el control de su 'necesidad' histórica: la democracia como funcional al capitalismo o su reverso, el socialismo como realización automática de la democracia.31

Esta serie de problemas ya pueden advertirse en el intenso trabajo en torno a la teoría política del marxismo que vienen desarrollando los editores de PyP previamente a Controversia. La marcada inquietud por la democracia y la consiguiente apertura progresiva del campo semántico asociado a ella ya se puede apreciar en el programa del seminario dictado por Aricó para el Colegio de México en 1977, titulado "Economía y Política en el análisis de las formaciones sociales"32 Una muestra más que interesante de las lecturas frecuentadas por el grupo. En las Lecciones y el primer momento de Controversia los ademanes del marxismo anterior aún conservan parte de su peso, ya que la hegemonía es pensada, en parte, todavía dentro del marco de la lucha de clases como una disputa de proyectos por el sentido de la acumulación "En todo caso el consenso de la mayoría en esa orientación determinada, es la democracia.".

No obstante, observando el tratamiento que recibe problema de la hegemonía y el renovado trabajo en Gramsci, se perciben ciertos desplazamientos de énfasis, dado que se privilegia la imbricación entre la capacidad del devenir hegemónico del sujeto revolucionario con su vocación democrática, "Es esta dialéctica entre hegemonía y momento estatal, hegemonía como democracia y como ejercicio de la democracia y forma de estado lo que rompe con la separación entre democracia y socialismo como momentos interrumpidos y radicalmente diferenciados que existía en la tradición marxista anterior. Gramsci pudo replantear el problema del Estado porque liquidó el concepto instrumental de Estado tanto de la socialdemocracia como de la Tercera Internacional."33

Como vemos, el recurso a Gramsci aparece ahora, más claramente, en tanto insumo base para la superación de las teorías instrumentalistas dominantes en el marxismo del siglo XX. Tanto de la tendencia socialdemocratizante de raíz bernsteniana como de la tendencia comunista de raíz leninista. Para el Gramsci de Aricó "Todo proceso de transición que no esté dirigido conformado y regido por el ejercicio pleno de la democracia como elemento decisivo de la conformación de la hegemonía (democracia que significa el proceso de autogobierno de las masas) adquiere el carácter de una revolución pasiva, de un poder de transformación que se ejerce desde la cúspide contra la voluntad de las masas y que, en última instancia acaba siempre por cuestionar la posibilidad concreta de constitución del socialismo"34.

Al mismo tiempo, Arico cuestiona, en una suerte de movimiento auto-exculpatorio donde se asume como parte de un "nosotros" que compartió la ignorancia de las concepciones pasadas "Si una fuerza política y una clase social no devienen hegemónicas, el proceso de transformación de una sociedad capitalista en socialista puede estar condenado al fracaso, porque hoy sabemos que

31 "Proyecto democrático y proyecto popular' Op. Cit. p.6.

32 Cuyas clases componen la base del volumen Nueve Lecciones sobre Economía y Política en el marxismo editado por Horacio Crespo (también colaborador de la revista). En dicho programa, saturado por las preocupaciones sobre la Teoría marxista del Estado puede observarse una predominancia de las discusiones en torno a ese tópico, partiendo del Bernstein-debatte y las preocupaciones de Rosa Luxemburgo frente al leninismo para culminar en autores ligados a la órbita italiana del Eurocomunismo como María Antonia Macciocchi, Umberto Cerroni y Hughes Portelli.

33 Arico, J., Nueve Lecciones sobre Economía y política en el Marxismo, Buenos Aires, FCE, 2011. pp. 272-274.

34 Idem.

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transformar una sociedad capitalista en socialista no significa planificar la producción, quitarle los medios de producción a los burgueses para entregárselos al Estado".35

La correspondencia estructural entre modo de producción y superestructuras se debilita, en un malestar teórico que ya no puede ser resuelto únicamente en la idea sesentista de la "autonomía de lo político". La democracia y sus formas, las garantías constitucionales, devienen no un valor relativo, explotable tácticamente para la acumulación política del partido-vanguardia, sino al contrario, en términos kantianos, devienen fines en sí mismos, un valor universal de cuyo respeto y articulación con el movimiento social depende el éxito del socialismo como modelo de sociedad superadora. Más adelante, quizá en un acto-reflejo revelador frente a una posible acusación de reformismo por parte de una invisible "izquierda radicalizada" frente a este desplazamiento, Arico parece cubrirse, "El socialismo sólo puede lograrse con el consenso, con la democracia, con el autogobierno de las masas, con la hegemonía; es esta la idea gramsciana considerada hoy por la izquierda radicalizada como una idea reformista, como una idea que no conduce a la transformación de la sociedad socialista o que al menos no conduce a la conquista del poder."36

Por este andarivel se construye una crítica más coherente y global de las sociedades alumbradas por el canon marxista-leninista, en una evolución crítica común a los intelectuales de la nueva izquierda, cuyo endurecimiento de las posiciones contra los socialismos realmente existentes preparó el terreno para la identificación cada vez más estrecha entre marxismo-leninismo y autoritarismo.37 Esto es claro en la obra de Claudin, alcanzando su formulación más explícita en el propio EyS.38 Particularmente, todo este redescubrimiento de los propios déficits y la búsqueda de enfrentarlos implicó, como sugiere Matías Farías, una novedosa pregunta por el liberalismo39. La reconsideración del liberalismo en Controversia es algo que también entiendo mediatizado por la influencia del EC, sobre todo si recordamos que en la caracterización clásica de la NI el antiliberalismo es una nota fundamental. El careo con la teoría política del liberalismo y su nuevo estatuto como interlocutor privilegiado de la reconstrucción ideológica, fue un componente importante de la disputa emprendida por los intelectuales ligados al EC y clave para la deconstrucción de las certezas leninistas.

En la teoría política del eurocomunismo, tal como expresa Claudín, las formaciones sociales heredadas del estalinismo configuraron un modelo ya no democráticamente deficiente sino antagónico e incompatible con el socialismo democrático. Un registro compartido por las intervenciones en la revista, participes de una nueva sensibilidad anti-autoritaria, principalmente articulada por la experiencia de la muerte vinculada a los terrorismos estatales del Cono Sur, pero cuyos efectos también se hicieron

35 Idem.

36Arico, José, Lecciones, op. cit, p.277

37Una tendencia global que resume el historiador italiano Silvio Pons, planteando que el revival de las teorías antiburocráticas y críticas del totalitarismo tecnocrático de las sociedades industriales a fines de los 60' ''Would display a breadth and a staying power inversely proportional to their immediate fortune, but the forcefulness of the protest that motivated them would last and reconnect with the anti-totalitarian concepts of liberal origin. In Central and Eastern Europe, the countercultures of the 1960s remained underground but did not follow very different trajectories" Pons, Silvio, The Global Revolution. A History of International Communism, 1917-1991, Oxford, Oxford University Press, 2014. p.257

38 "En estos se pone de manifiesto —reafirmando la lección del octubre polaco y húngaro de 1956- que para desbloquear la vía al socialismo en los países del modelo soviético hace falta una ruptura con las estructuras políticas y sociales antagónicas que lo caracterizan: en la práctica, una nueva revolución. (...) La intervención militar de Moscú aportó una nueva prueba, más irrefutable que ninguna otra anterior, de hasta qué punto el régimen edificado bajo Stalin y consolidado por sus sucesores es incompatible con el socialismo democrático, es decir, con el verdadero socialismo" Claudín, Fernando, Eurocomunismo y Socialismo, op. cit., pp 46-47

39 Farias, M. (2016) El liberalismo, una tradición incómoda en Controversia. Revista de Historia., n. 17, pp.28-55.

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sentir en el endurecimiento frente al accionar de los Estados socialistas. Particularmente en la nota de presentación, también del N°1 con la que Aricó introduce el suplemento especial de la revista sobre la "Crisis del Marxismo", que daría lugar a un debate más que interesante sobre el estatuto de la teoría entre el argentino Oscar Del Barco y los españoles Ludolfo Paramio y Arturo Perez Reverte40.

En la mentada presentación, Aricó manifiesta el acuerdo básico del grupo para con los principales postulados del artículo "El debate actual parte de la trágica realidad de un proyecto que se ha realizado de forma tal que ha puesto en cuestión el significado mismo del socialismo. Si a fines del siglo pasado se estaba planteando el problema de la 'transición al socialismo', lo que hoy se está discutiendo es si se puede llamar socialistas a las sociedades surgidas de la aparente destrucción del capitalismo. Si hoy resulta imposible formular una idea deductiva de socialismo, para que oficie de guía intelectual y moral del movimiento, si el socialismo por el que combatimos debe validarse en el examen de las virtudes pero también en las lacras del socialismo 'real'".41

Se constata en este punto que el sueño de la razón política produjo monstruos. Ya no se trata de pensar en términos de desviaciones. Sino de pensar el problema en términos de déficit teóricos constitutivos, que en este caso se resumen en el reduccionismo de la teoría política del marxismo frente a los desafíos democráticos. En esta línea, Aricó termina por conectar las consecuencias prácticas de los experimentos revolucionarios a la propia teoría. Porque es difícil de sostener que la fenomenología concreta de las sociedades postrevolucionarias, con sus acentuados rasgos autoritarios y burocráticos, no cuestiona directamente el pensamiento marxista. La tradición marxista disolvió el arduo problema de las formas estatales en la utópica propuesta de su "inexorable" extinción. (...) Esa realidad nos compromete y somos corresponsables de todas sus vicisitudes, pero debemos reconocer que aún dentro de ella, sólo a través de su crítica despiadada y radical podemos sostener la esperanza y la voluntad de lucha por otro tipo de socialismo, aún inédito. Sobre los pilares de las ideas de 'socialismo' y de 'democracia' (y de democracia formal, acentuaría) puede constituirse esa síntesis de la que requiere hoy el movimiento socialista para reconquistar la unidad entre teoría y práctica, ética y política, ser y deber ser que constituyó durante muchos años la razón de su capacidad expansiva y transformadora, el secreto de su fuerza mítica.42

Como venimos analizando, de la conjunción que jerarquizaba la igualdad por sobre la libertad se operó un deslizamiento que abogó por la integración orgánica de ambos conceptos. En esta nueva concepción el socialismo presupone la democracia y viceversa. Desplazado el binomio clásico democracia formal/democracia sustantiva, el problema de cómo pensar la democracia desde el marxismo parecía más lejos que nunca de estar resuelto. Como consecuencia, al no haber "igualdad sustantiva" que justificara despachar la cuestión de las libertades de la sociedad civil en nombre de un

40Debate desatado a partir del artículo que el dúo ibérico había redactado para la revista española Zona Abierta (ampliamente publicitada en las páginas de Controversia, también de sensibilidad eurocomunista por la ligazón de parte de su consejo editorial al PCE). La colaboración con los españoles resulta de los más significativo, Paramio y Reverte, ligados al eurocomunismo español particularmente activo en la transición democrática posterior al franquismo acabarían en los años 80' siendo los principales intelectuales de la refundación política liberal encarada por el PSOE bajo la presidencia de Felipe González. Para una reconsideración de su experiencia marxista ver el sugestivo "Tras el Diluvio" Un ensayo de posmarxismo, Leviatán : revista de pensamiento socialista. Madrid II Epoca, n. 29-30 (Otoño-Invierno 1987), pp. 63-90. Para un análisis del debate ver GILLER, Diego. Crítica de la razón marxista: "crisis del marxismo" en Controversia (1979-1981). Revista Mexicana de Sociologí-a, [S.l.], v. 79, n. 3, jun. 2017.

41 Arico, J. Presentación a la Crisis del Marxismo en Controversia N°1, México, Octubre de 1979, p.13.

42 Idem.

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proyecto mayor, los regímenes del socialismo realmente existente comenzaron a ubicarse bajo el prisma conceptual que jerarquizaba la tipología de gobierno en función de los derechos y libertades civiles.43

Las omnipresentes críticas al vanguardismo que se pueden hallar en Controversia asumieron múltiples formas, generalmente ligadas a la crítica del multiforme "guerrillerismo". Sin embargo, en un aliento de más largo alcance, las críticas del vanguardismo suponían una impugnación de buena parte del marxismo aprendido hasta entonces. El problema, entonces, pasaba por la necesaria deconstrucción de la dictadura del proletariado como norte programático de la transición socialista. Ahora leída como una noción incómoda, síntoma de los vicios vanguardistas irreductibles que acechaban en los pliegues de la teoría y práctica de la izquierda "radicalizada", de la que ahora tocaba tomar distancia, según las palabras de Aricó. Empero, el problema ya no era solo hermenéutico. El diagnóstico se completó al descubrir el error constitutivo sobre el que se construyeron las teorías del Estado, de la transición revolucionaria y de la organización que apuntalaron la praxis del marxismo y sus organizaciones. De esta manera, el pecado original se situó en la misma ontología marxista de lo político. Esta nueva lectura se fue alimentando con la escalada de tensiones cada vez más pronunciadas entre los abanderados del eurocomunismo y el rumbo de la URSS.

¿Goodbye Lenin? La interferencia Poulantziana

Si observamos las intervenciones aludidas, el interrogante incitador que parece presidir las reflexiones políticas del grupo puede resumirse en los interrogantes formulados por el propio Portantiero, "la democracia, ¿Es un conjunto de reglas para la constitución del gobierno y para la formación de las decisiones políticas? ¿O es una ideología, una meta (lo que implica también una producción social) hacia el autogobierno de las masas?"44 La hipótesis que parece sostener y desarrollar Controversia radica precisamente en la indisociabilidad de ambas premisas. Llamativo es, entonces, la fundamentación teórica que el grupo intenta construir para establecer la demarcación respecto a una izquierda aletargada, incapaz revisar sus prácticas y sostenes discursivos. En este enfrentamiento larvado, el grupo parece construir una genealogía propia del marxismo al que oponer la tradición clásica.

En este clima de ágora intelectual es donde podemos situar, precisamente, el suplemento especial de discusión "La democracia como problema", del número doble 9-10 de diciembre de 198045. Por cuestiones de espacio, me limitaré específicamente al texto de Portantiero. En este caso, su intervención se titula "Los dilemas del socialismo" y el síntoma se expresa a través de un epígrafe de Rosa Luxemburgo "La democracia socialista no comienza solamente en la tierra prometida, una vez construidas las infraestructuras económicas socialistas, como regalo de Navidad para el heroico pueblo que en ese tiempo sostuvo a un puñado de dictadores socialistas"46

43De manera tal que los países del bloque socialista comenzaron a visualizarse como un subproducto de autoritarismo estatal donde la vulneración de los DD.HH, una denuncia clásica del occidente liberal, comenzó a tomarse menos como propaganda del imperialismo y más como una situación ética y políticamente insostenible. La cuestión de los DD.HH en el mundo comunista tuvo su eclosión en los 70 a partir de la notoriedad internacional que tomó el caso del premio nobel Aleksandr Solzhenitsyn, autor de "Archipiélago Gulag" y los tratados de la convención de Helsinki celebrada en 1975.

44 "Proyecto democrático y proyecto popular" p.6.

45 En el mismo se hayan textos de Oscar Teran, Rodolfo Saltalamacchia, Monica Blanco, Cristina Bertolucci, José Arico, Jorge Tula, Luis Bruschtein, Carlos Abalo, Nicolas Casullo, Ruben Sergio Caletti, Elena Casariego, Emilio de Ipola, Giacomo Marramao, Sergio Bufano, Oscar del barco, Adriano Guerra y Jose Eliaschev.

46 Portantiero, J.C., "Los dilemas del socialismo" en Controversia, Año II, N°9-10, México, diciembre de 1980. p.23.

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El recurso a Luxemburgo es interesante porque si bien se trata de un clásico de la tradición, una mártir de credenciales revolucionarias indiscutidas, su lectura en clave bolchevique direccionaba la mirada a otro tipo de escritos, generalmente ligados a la sombra de Lenin en el combate contra el revisionismo de la II Internacional. Sin embargo, la Rosa Luxemburgo rehabilitada por el EC enaltece una dimensión particular de su teoría política: su faceta sumamente crítica de los albores del leninismo y el proceso soviético. El rodeo por Rosa, es también la punta de lanza de un movimiento que pretende recuperar para la discusión aquellos problemas y autores enterrados por la III Internacional, generalmente asociados al reformismo de la socialdemocracia alemana, como los austro-marxistas Otto Bauer, Rudolf Hilferding, Max Adler y el propio Bernsttein. Esta operación, clave para problematizar la antinomia entre democracia real y formal, desde una discursividad todavía encuadrada en el campo de las discusiones marxistas, puede ser vista como una modulación local de la tónica dominante en el debate eurocomunista, cuyo combate y distanciamiento crítico respecto al socialismo burocrático de la URSS se disputaba dentro de las fronteras de la identidad comunista, en la batalla de los significantes que eclosionó en la esfera del debate público a fines de los 70'.

Quizás el ejemplo más ilustrativo de esta operación consistente en extremar la ruptura entre la polaca y los comunistas rusos se puede hallar en el propio Poulantzas, quien dedicó la parte más programática de Estado, Poder y Socialismo a desarrollar este enfrentamiento, poniendo el eje de la discusión en las derivaciones no-democráticas de cada postura, pero haciendo particular hincapié en el peligro de eliminar la dimensión representativa-institucional de la democracia. El propio apartado final del libro se denomina "Hacia un socialismo democrático" y el griego repone la discusión, "Lo que Rosa reprocha a Lenin no es su negligencia o su desprecio por la democracia directa de base, es exactamente lo contrario: a saber, que se apoye exclusivamente en esta última (...) eliminando pura y simplemente la democracia representativa, especialmente en el momento de la disolución de la Asamblea Constituyente"47.

Todo el razonamiento que estructura esta operación tiene sus huellas en la propia revista, el mismo Portantiero sigue al pie de la letra las citas de Luxemburgo empleadas por el greco-francés para su balance. Poulantzas se refiere a la relación entre democracia y socialismo pensando en su incidencia política, comenzando por las dos experiencias históricas que suponen los "escollos" a evitar: la socialdemocracia y el estalinismo, "A pesar de todo lo que opone la socialdemocracia al estalinismo como corrientes teóricas-políticas, estas presentan una connivencia de fondo: el estatismo y la desconfianza profunda ante las iniciativas de las masas populares; en suma, la suspicacia ante las exigencias democráticas"48. En este sentido, frente al problema de la estadolatría que acecha bajo ambas concepciones y degenera en autoritarismo, la "tercera vía" que abjura de los modelos previos se plantea como necesaria

Como emprender una transformación radical del Estado articulando la ampliación y la profundización de las instituciones de la democracia representativa y de las libertades (que fueron también una conquista de las masas populares) con el despliegue de las formas de democracia directa de base y el enjambre de los focos autogestionarios"49 (...) No se trata ya, pues, de construir 'modelos', sea en el sentido que sea. (...) Ahora lo sabemos: no puede haber, según los diversos países, unas veces un socialismo democrático y otras otro cualquiera. Cierto es que las situaciones concretas son diferentes y

47 Poulantzas, N., Estado, Poder y Socialismo, México, Siglo XXI, 1979. pp.309-310

48 Ibid, p.307.

49 Poulantzas, N., op. Cit. pp.313-314.

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no hay duda de que las estrategias deben estar adaptadas a las particularidades de los diversos países, pero no puede haber más socialismo que el democrático50.

Lo que me interesa en este punto es poner de relieve una idea compartida por el grupo, más allá de los matices individuales, en torno al alejamiento de varios elementos nodales del imaginario revolucionario.51 Si en los 60' la tónica de la discusión pasaba por la resignificación de la politicidad emancipatoria de la obra y práctica de Lenin para oponerlo a sus herederos más conservadores alineados con el comunismo vernáculo, en una sensibilidad de nueva izquierda que participaba de los marcos discursivos marxista-leninista tradicionales; en los 80' el giro respecto a su figura sigue una tónica donde prima el rechazo antes que la resignificación.

En este pasaje, la mediación poulantziana se hizo evidente allí donde destilaba su mayor atractivo, en la oferta de un utillaje teórico que habilitaba la deconstrucción y el rechazo creativo de buena parte del legado leninista, pero a través una óptica que permitía mantenerse, todavía, en suelo marxista. E importante -aunque no determinante-52 para sugerir el camino del "postmarxismo por pluralización" que, siguiendo la conceptualización propuesta por Omar Acha53, se caracterizaría por el abandono de la pretensión holística del marxismo, relegándolo a un saber particularizado y sin preeminencia por sobre otras escuelas intelectuales.

La influencia latente en los artículos anteriores se vuelve explícita con motivo del homenaje presente en el Número 6 preparado por el grupo a raíz de la trágica muerte de Poulantzas en 1979 titulado "La presencia de Poulantzas en América Latina" y más que revelador de la deuda contraída. Emilio de Ipola, su autor, compone una reseña de la difusión latinoamericana de Poulantzas, deteniéndose particularmente en EPS, al que califica como el trabajo más logrado del francés, a la vez que explicita la utilidad del mismo para la reflexión contemporánea de la izquierda continental, ya que dicha obra "Aborda frontalmente problemas que están en el centro mismo de nuestras preocupaciones e incluso de nuestras urgencias (...) y sobre todo, el de las perspectivas y dificultades para puesta en

50 Ibid, p.315.

51 Esto no implica desconocer los diversos matices presentes dentro del grupo. Recuperamos la intervención de Ricca, G. (2012). Nada por perdido. Revolución y reforma democrática en José María Arico. Intersticios De La política Y La Cultura. Intervenciones Latinoamericanas, 1(2). quien visibiliza las tensiones que supuso para el "giro socialdemócrata" la perspectiva socialista nunca renunciada por Arico. En esta línea, podríamos hablar de una participación sui generis en la estrategia democrática, al no negar el rol del conflicto en aras de un abstracto consensualismo. Pero incluso Arico piensa los antagonismos trayendo elementos extraños al corpus marxista, siendo el caso paradigmático su lectura de Carl Schmitt. Es famosa su traducción al español de "El concepto de lo político" para la editorial Folios, emprendimiento posterior a los Cuadernos en los tempranos 80's. Véase Cortes, M., Op. Cit. Mientras que para el caso Del Barco se puede sugerir una modulación trágica del pasaje a los 80', más centrada en preocupaciones de índole ético-morales orientadas por una fuerte sensibilidad antitotalitaria.

52 Me refiero aquí al estudio de Ellen Meiksins Wood, si bien sumamente sugerente y valioso, su lectura parece imputarle una suerte de pecado original a la obra tardía de Poulantzas, en tanto padre espiritual del posmarxismo. La tendencia a replegarse del concepto de clase social para pensar la teoría política posterior es algo que no creo que pueda adjudicarse de forma mecánica a la obra del greco-francés. Sino que obedece, entre otras cosas, a la evaporación de las condiciones discursivas desde donde se pensó la renovación teórica del marxismo latino a partir de la derrota política del eurocomunismo de izquierda y la reestructuración cultural propuesta por el revival liberal-neoconservador de los 80'. Véase Meiksins Wood, Ellen, ¿Una política sin clases? El post-marxismo y su legado, Buenos Aires, RyR, 2013, particularmente pp. 81-113.

53 Un análisis de los ecos de Foucault en la obra tardía de Poulantzas relacionado al Eurocomunismo de izquierda se halla en Abal Medina, Paula, (2011), Escritos urgentes. Nikos Poulantzas y el eurocomunismo de izquierda; Universidad Autónoma de la Ciudad de México; Andamios; 8; 17; 9-2011; 287-322.

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marcha de una alternativa política democrática y socialista. Puesto que este último punto incluye de algún modo a los precedentes".5455

La valoración expuesta por De Ipola resume una sensibilidad compartida en torno a un núcleo de sentido político-ideológico que intenta desplegarse para explicar la conjunción de los elementos democráticos y socialistas que buscan ser la nueva referencia político-ideológica del grupo "Por ejemplo, reivindicación no liberal de la democracia representativa, por tanto, de sus instituciones (en particular las jurídicas y más aún las políticas: pluralismo partidario, incluidos los partidos burgueses, e incluso posibilidad abierta de la alternancia)".56

Sobre la base de la identidad establecida por De Ipola entre los dilemas del socialismo en Europa y América Latina, Controversia se sirve de la literalidad del marxista griego para la propia discusión, en una entrevista traducida por Aricó, originalmente aparecida en Rinascitta."51 Aquí, Arico parece invocar su clásico modo "indirecto" de intervención política como traduttore a través de la entrevista. "Me parece que las categorías del marxismo tienden a considerar como 'naturalmente' resuelto el problema de la relación entre la clase obrera y la democracia política ¿No existirá en cambio-yo me pregunto- una relación entre la subestimación subyacente de Lenin de la importancia de la democracia formal y una teoría que da por descontado un papel "espontáneamente" democrático de la clase obrera? (...) Ella -la clase obrera- tiene necesidad de la democracia y de las instituciones democráticas no solo para defenderse de sus enemigos sino también para 'defenderse de sí misma' en el momento en el que asume el poder político. ''58

Más allá de la propia textualidad, interesa también pensar en el interlocutor, en el destinatario de esta operación deconstructiva, después de todo no debemos perder de vista que la decisión de editar una revista implica una vocación polémica, con el objetivo de incidir en la esfera pública. Creemos que el genérico mote de "izquierda radicalizada" empleado por Arico para significar un otro frente al cual se construye la autocrítica superadora es revelador de la propia comprensión del desplazamiento. Siendo que hasta el advenimiento de la dictadura y el consiguiente exilio, todo el núcleo Controversia pertenecía, de un modo u otro, al espectro de esa izquierda radical de la que renegarían en el exilio.

Es el momento eurocomunista y sus discusiones las que empalman perfectamente con la búsqueda de diferenciación política en el plano de la teoría, en el ajuste de cuentas con los discursos que proveyeron de sentidos a esa "izquierda radicalizada" de la que ahora buscaban escapar. Aunque sin renunciar, todavía, a la potencia emancipadora que alimentó los sueños utópicos del socialismo y el marxismo. Esto se advierte claramente en la operación consistente en separar a Marx, enalteciendo las preocupaciones que habría exhibido respecto a lo democrático y sus formas, respecto de su legado posterior, particularmente de Lenin (y su masiva influencia en los marxismos del siglo XX). Aunque lo absolutamente novedoso es la inclusión del propio Gramsci en este canon, quien solo ya no basta para corregir el error ontológico, como dice Arico a través de Poulantzas "las respuestas no se encuentran ya

54 De Ipola, E. "La presencia de Poulantzas en América Latina", en Controversia, Año II, N°6, México, mayo de 1980, pp. 2426.

55 El ámbito compartido de circulación de estos textos (dado que las redes de circulación intelectual se pueden resumir en el propio derrotero de E.P.S, al ser traducido al español por el propio Claudin para la casa editorial mexicana de Siglo XXI, en cuyo staff también se encontraba Arico) Para un análisis de la relación entre la izquierda intelectual y las casas editoriales ver Sorá, Gustavo, Editar desde la izquierda en América Latina, Buenos Aires, Siglo XXI, 2017.

56 De Ipola, op. cit. p.26.

57 "La respuesta que es difícil de encontrar' en Controversia, Año II, N°6, México, mayo de 1980, pp. 23-24. Entrevista por Marco Diani publicado originalmente en Rinascita, núm 39, 12 de octubre de 1979. Traducción de José Aricó.

58 Idem.

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acabadas ni en Marx, ni en Lenin, y ni siquiera en Gramsci (...) A medida que pasa el tiempo más me convenzo de que Gramsci no signa, como largo tiempo creí, una época completamente nueva de reflexión teórica. (...) Su problema es esencialmente el de aplicar la estrategia leninista en Occidente."59

El paradigma bolchevique habría viciado los esfuerzos por desprender al marxismo del instrumentalismo irreductiblemente vanguardista que lo acecharía desde su constitución en movimiento de masas,

Gramsci no tenía una teoría positiva del ejercicio del poder, de las instituciones de la democracia representativa en la transición al socialismo democrático. Falta una teoría del pluripartidismo, del estado de derecho. Gramsci escribió el acta de defunción de la III Internacional, abriendo grandes senderos teóricos para los que vinieron después de él. Sin embargo, permanece inmerso en la problemática de su tiempo y creo que no puede sernos de mucha ayuda en una tarea que es completamente inédita (... ) la presencia eventual del partido está siempre fijada en torno a la concepción del partido como lugar de la globalidad y de la síntesis.60

El problema es doble, referente a la hipótesis del estado-monolito y del estatuto del propio partido revolucionario frente a los movimientos sociales y los demás partidos políticos. El objetivo de destruir el leninismo no fue otro que deconstruir la piedra basal que sustentaba teóricamente el rol privilegiado del locus partidario como el momento necesario de la síntesis contrahegemónica. Atendiendo a las condiciones de producción de esta operación, en necesario remarcar que la decepción con Lenin no se trata de una crítica abstracta, sino que fue uno de los efectos político-discursivos instalado a nivel internacional por el EC y sus intelectuales. Quienes intentaron recuperar (vale aclarar de forma irregular y no del todo consistente) las demandas del 68' para reinventar un movimiento comunista libre de las constricciones del partido-guía, que oficie como heraldo de un modo de articulación político de carácter horizontal, democrático, revolucionario y pluralista inédito en la tradición comunista.

Como consecuencia, eliminada la noción de un afuera trascendente desde donde articular la propuesta revolucionaria (los mecanismos del doble poder) ahora el Estado se conceptualizaba fundamentalmente como un espacio relacional, atravesado por fundamentalmente por relaciones de fuerza. Liberando así la correspondencia determinista entre clase social y dispositivo estatal, al tiempo que se hacía de esta última la arena privilegiada de la intervención política.61

Palabras Finales

Estos cambios de registro no son más que desplazamientos moleculares, partículas integrantes de un desplazamiento teórico y cultural mucho más amplio, de lo que da cuenta la velocidad del cambio conceptual sucedido en los años de la emigración hacia nuevas identidades políticas, en medio de una

59 Diani, op. cit. p.24.

60 Idem.

61 La confrontación teórica tuvo su máxima expresión en el debate instrumentalista-estructuralista de los años 70' entablado por Poulantzas y el marxista inglés Ralph Miliband, quien encarnaba la visión clásica. Véase Tarcus H. (Ed.), Debates sobre el Estado capitalista, Buenos Aires: Imago Mundi, 1991.

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época enrarecida y cada vez menos propicia a los sueños izquierdistas de emancipación. En este sentido Controversia es un espacio revelador de esta sensibilidad fin de siecle, profundamente fecundo para pensar la contradicción que reina en los periodos de crisis, en su sentido más literal, donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer. Los grises resultantes no deben ser subestimados como un mero período de "transición", es la apuesta de este trabajo revalorizar el lugar de Controversia como un espacio privilegiado donde las certezas de los paradigmas fuertes (anteriores como en Pasado y Presente, y posteriores como La Ciudad Futura) se debilitan, habilitando un clima sumamente creativo de elaboración intelectual.

Desgraciadamente, la derrota del eurocomunismo en su lucha por la renovación acabó por dinamitar su potencial hegemónico como polo de atracción ideológico-político de los marxistas en crisis, diluyéndose en sus contradicciones frente a un bloque socialista reacio al cambio y un neoliberalismo con un voraz ímpetu hegemónico que acabo por seducir a la socialdemocracia y generar las condiciones históricas para la impugnación generalizada del marxismo. Tal como temía Christine Buci-Glucksmann, el eurocomunismo en su lectura más reformista terminó a la postre por constituir una estación de pasaje a la revalorización del momento liberal de la democracia. A nivel local, tan solo cuatro años después de la salida del primer número de Controversia, una parte del grupo se volcaría a la creación del Club de Cultura Socialista junto a los animadores de Punto de Vista. Desde donde desplegarían una marcada simpatía por el gobierno de Raúl Alfonsín, y un apoyo orgánico en el caso de De Ipola y Portantiero, ligados al grupo Esmeralda. En una evolución teórica similar al derrotero de sus camaradas eurocomunistas.62 En el eterno barro de la realpolitik, la democracia acabó por consumir buena parte de la atención teórica, difuminando al socialismo de la ecuación. El EC fue, tal como temía Claudín, el canto de cisne del movimiento comunista internacional. Luego de su pronunciada desarticulación, las hipótesis más extendidas dentro del campo intelectual a la hora de pensar las relaciones entre el Estado, la política y la economía registraron una huida generalizada del marxismo. Movimiento que un Oscar Terán ya retornado a la Argentina, representaría en un debate con los tonos de una despedida a raíz de su reseña "¿Adiós a la última instancia?"63 para reclamar el derecho -y el de toda una generación- al posmarxismo.

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62 Los años de oro de la socialdemocracia europea en su llegada al poder coincidieron con la adecuación a las políticas de ajuste neoliberal que siguieron a la reestructuración capitalista. Con la crisis terminal del movimiento comunista en los 80' el PS de Mitterrand en Francia, el PSI de Craxi en Italia y el PSOE de Felipe González en España se tornaron espacios atractivos donde se refugiaron muchos de los intelectuales y dirigentes anteriormente asociados al EC.

63 ¿Adiós a la última instancia? Con esta pregunta se abre el debate Terán-Sazbón en Punto de vista. ver Losiggio, Daniela; El pensamiento de izquierda en la transición democrática: El debate Terán-Sazbón en Punto de Vista (1983-1984);UNSAM; Papeles de trabajo; 10; 17; 3-2016; 236-259 y Acha, op. cit.

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