Научная статья на тему 'Por fuera de la capillita literaria. Un análisis en torno a la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina)'

Por fuera de la capillita literaria. Un análisis en torno a la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina) Текст научной статьи по специальности «СМИ (медиа) и массовые коммуникации»

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Teatro popular / Partido Socialista / Período de entreguerras mundiales / Argentina / Popular Theater / Socialist Party / Interwar Period / Argentina

Аннотация научной статьи по СМИ (медиа) и массовым коммуникациям, автор научной работы — Javier Guiamet

este trabajo analiza la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata entre 1933 y 1936. Ejemplo representativo y a la vez singular de las experiencias de teatro político de la época, dicho proyecto se insertó dentro del vasto repertorio de actividades culturales del Partido Socialista en los años de entreguerras. En ese sentido interesa analizarlo en relación a las tensiones entre las pautas culturales que el Partido buscaba promover y el desafío que presentaban a esas lógicas los productos de la cultura masiva. Frente a ello, la experiencia dirigida por Guillermo Korn resultó un caso original dentro de las propuestas partidarias cuyo éxito de convocatoria se logró sin hacer concesiones a los géneros de la cultura masiva.

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Outside the literary chapel. An analysis regarding the experience of the Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina)

this paper analyzes the experience of the Teatro del Pueblo, Puerto La Plata between 1933 and 1936. A representative and at the same time singular example of the political theater experiences of the time, this project was part of the vast repertoire of cultural activities of the Socialist Party in the interwar years. In this sense, the main goal is to analyze it in relation to the tensions between the cultural guidelines that the Party sought to promote and the challenge that the products of mass culture presented to these logics. In this regard, the experience directed by Guillermo Korn proved to be an original case within the partisan proposals since its success was achieved without making concessions to the genres of mass culture

Текст научной работы на тему «Por fuera de la capillita literaria. Un análisis en torno a la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina)»

51, julio 2022: 1-12

Porfuera de la capillita literaria. Un análisis en torno a la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina)

Outside the literary chapel. An analysis regarding the experience of the Teatro del Pueblo, Puerto La Plata (1933-1936, Argentina)

Javier Guiamet*

Resumen: este trabajo analiza la experiencia del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata entre 1933 y 1936. Ejemplo representativo y a la vez singular de las experiencias de teatro político de la época, dicho proyecto se insertó dentro del vasto repertorio de actividades culturales del Partido Socialista en los años de entreguerras. En ese sentido interesa analizarlo en relación a las tensiones entre las pautas culturales que el Partido buscaba promover y el desafío que presentaban a esas lógicas los productos de la cultura masiva. Frente a ello, la experiencia dirigida por Guillermo Korn resultó un caso original dentro de las propuestas partidarias cuyo éxito de convocatoria se logró sin hacer concesiones a los géneros de la cultura masiva.

Palabras clave: Teatro popular; Partido Socialista, Período de entreguerras mundiales, Argentina

Abstract: this paper analyzes the experience of the Teatro del Pueblo, Puerto La Plata between 1933 and 1936. A representative and at the same time singular example of the political theater experiences of the time, this project was part of the vast repertoire of cultural activities of the Socialist Party in the interwar years. In this sense, the main goal is to analyze it in relation to the tensions between the cultural guidelines that the Party sought to promote and the challenge that the products of mass culture presented to these logics. In this regard, the experience directed by Guillermo Korn proved to be an original case within the partisan proposals since its success was achieved without making concessions to the genres of mass culture.

Key words: Popular Theater; Socialist Party; Interwar Period; Argentina Recibido: 25 marzo 2022 Aceptado: 20 junio 2022

Introducción

Desde 1933 hasta su clausura en 1936, durante una actuación en solidaridad con la causa republicana, funcionó el Teatro del Pueblo Puerto La Plata bajo la dirección de Guillermo Korn. Sábado a sábado, con un repertorio extenso y variado, contó con la particularidad de estar integrado por vecinos de la localidad de Berisso y llegó a actuar en el Teatro Argentino de La Plata, entre otras

Argentino. Doctor y Profesor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata donde actualmente enseña historia argentina. javierguiamet@hotmail.com. https: / /orcid.org/0000-0001-6182-5143.

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salas importantes de dicha ciudad en las que se puso en escena la propuesta vanguardista de Guillermo Korn.

Ofreciéndose como alternativa al denostado teatro comercial, esta iniciativa se insertó en un cruce de coordenadas amplio donde las prácticas culturales del socialismo, la tradición del movimiento reformista platense, las ofertas de ocio recreativo destinadas a los trabajadores y el espejo de las ofertas de entretenimiento de la cultura de masas, se entrecruzaban en una experiencia original dentro de lo que eran las propuestas de teatro popular contemporáneas.

Si la experiencia previa del Teatro del Pueblo de Barletta resultaba una referencia ineludible, lo cierto es que la empresa dirigida por Korn hundía sus raíces en las tradiciones culturales y de extensión del movimiento de la reforma universitaria y, a partir del golpe de 1930 con la consecuente expulsión de docentes por parte del gobierno de Uriburu, pasaría a formar parte del vasto repertorio cultural que el Partido Socialista destinaba a implantar su ideario en la sociedad y combatir los patrones culturales que imperaban, a sus ojos, en la cultura argentina.

Al respecto, para el momento que el Teatro del Pueblo Puerto La Plata comenzó a funcionar en Berisso, el socialismo argentino podía jactarse de numerosas ofertas partidarias destinadas a "elevar moral y materialmente" a la población argentina. La centralidad que ocupaba la cultura dentro del proyecto integral de transformación social que proponía el Partido los había llevado a destinar un enorme esfuerzo militante en la creación de bibliotecas, la impresión de libros baratos, el dictado de conferencias, pero también a la concreción de actividades que aunque se combinaban con el ideal pedagógico de las primeras priorizaban el ocio recreativo y la sociabilidad obrera.

Si bien las prácticas culturales del socialismo se explicaban por este espíritu de transformación profunda de la sociedad argentina, también ocupaban un rol central dentro de las actividades proselitistas, sobre todo considerando que los socialistas desdeñaban otras esferas de acción política como las huelgas y bregaban por la autonomía de las asociaciones gremiales.1 La importancia de esta red de bibliotecas y centros culturales se vería aumentada cuando al calor de la implementación de la ley Sáenz Peña vislumbraran mejores posibilidades para crecer dentro del marco de la democracia ampliada. Los centros y los actos culturales del Partido se volvieron el núcleo clave de una maquinaria electoral envalentonada por distintos triunfos en elecciones legislativas.2

De esta manera, la convocatoria de estos actos y la capacidad de interpelar a segmentos extendidos de la población —inquietud que se encontraba presente desde los años formativos del socialismo-3 se renovó al calor de la participación electoral y las transformaciones de la cultura argentina. La formación de una cultura de masas local que hacia la década de 1920 conjugó la popularidad de los espectáculos deportivos, el desembarco masivo del cine de Hollywood, el crecimiento de la oferta teatral, el surgimiento de la radio y la constante expansión y renovación de los medios gráficos, ofreció herramientas valiosas en esta búsqueda al mismo tiempo que, a ojos de muchos socialistas, parecían alejar a los trabajadores de los espacios partidarios.4

1 Ver: Poy, Lucas, "El Partido socialista y las huelgas: una relación incómoda. Un análisis de las posiciones partidarias en los primeros años del siglo XX", Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda (Buenos Aires: Año III, n° 6, Marzo 2015) pp. 31-52.

2 Ver: Barrancos, Dora, Educación, cultura y trabajadores (1890-1930), (Buenos Aires: CEAL, 1991). Guiamet, Javier, Tentaciones y prevenciones frente a la cultura de masas: Los socialistas argentinos en el período de entreguerras (tesis de doctorado: Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, 2017).

3 Ver Buonuome, Juan, Periodismo militante en la era de la información. La Vanguardia, el socialismo y los orígenes de la cultura de masas en la Argentina (1894-1930) (tesis de doctorado: Universidad de San Andrés, 2016).

4 Para una mirada general sobre la formación de la cultura de masas en Argentina ver: Sarlo, Beatriz, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920y 1930, (Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1988). Karush, Matthew, Cultura de clase, Radio y Cine en la creación de una Argentina dividida (1920-1946) (Buenos Aires: Ariel, 2013). Montaldo, Graciela, Museo del consumo. Archivos de la cultura de masas en Argentina, (Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 2016).

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Dentro de esta tensión es que pueden entenderse la incorporación de números que provenían de la industria del entretenimiento en las propuestas socialistas, al tiempo que se publicaban severas advertencias respecto a su influencia sobre la sociedad en las páginas de La Vanguardia, el periódico oficial del Partido.

El Teatro del Pueblo Puerto La Plata resultó, en este contexto, uno de los proyectos culturales partidarios que mayor convocatoria pudo ostentar, aunque pareciera, a priori, de los menos complacientes en integrar a su repertorio concesiones a la cultura de masas. En este sentido, el artículo que aquí se presenta analiza la experiencia teatral dirigida por Korn a la luz de estas tensiones entre lógicas culturales y objetivos políticos, argumentando que es precisamente el perfil particular de dicho director y su experiencia en las filas del reformismo lo que explican las características distintivas de aquella experiencia. Dicho objetivo supone un intento por trascender las memorias que los dirigentes construyeron a posteriori interesados en brindar una versión a tono con el afán edificante en el que englobaban todas las prácticas partidarias.

Teatro Popular y sociabilidad partidaria. Del reformismo universitario a la

barriada obrera de Berisso

Hacia la década de 1930 el teatro comercial cedió terreno, dentro de las ofertas para el ocio, frente al avance cada vez más poderoso del cine. La crisis económica que iniciara la década provocó una caída pronunciada en la venta de entradas, y aunque en los años siguientes ese número volvió a crecer, ya no alcanzaría la magnitud que había tenido en los veinte. Muchos teatros se convirtieron en cines, y la escena del teatro comercial se achicó significativamente.5

Fue en estos años que desarrollaron su práctica algunas de las experiencias más importantes de teatro político,6 en gran medida, con el objetivo de desarrollar un teatro que se opusiera a las formas del teatro comercial. El germen de estas experiencias se había empezado a gestar a finales de la década de 1920 con las iniciativas del Teatro Libre y su deriva en el Teatro Experimental de Arte cuando Octavio Palazzolo —director del proyecto original- abandonó el grupo.

Con el objetivo de fundar un teatro de vanguardia 'libre de toda traba dogmática y de toda sujeción comercial",7 el proyecto había reunido, entre otros, a Facio Hebequer, Leónidas Barletta, Alvaro Yunque, Elías Castelnuovo, Abraham Vigo, Augusto Gandolfi Herrero y Hector Ugazio. Esta primera experiencia alentaba no solo el alejamiento del supuesto carácter superficial de las obras del "género chico",8 sino que también se proponía, en carácter de movimiento vanguardista, revolucionar las formas del teatro en tanto éste constituía el único modo de "revolucionar las conciencias".9

5 González Velasco, Carolina, Gente de teatro. Ocio y espectáculos en la Buenos Aires de los años veinte (Buenos Aires: Siglo veintiuno editores, 2012).

6 Si bien toda experiencia teatral puede interpretarse en una clave política, en este caso el término "teatro político" se utiliza para referir a aquellas propuestas que explícitamente esgrimieron objetivos políticos cómo núcleo del proyecto. Por otro lado, la referencia al "teatro popular" recupera un uso nativo dado que eran los mismos actores quienes así lo concebían, en estrecho vínculo con la pretensión de llegar a las "masas populares" a través de sus propuestas artísticas.

7 Devés, Magalí, Guillermo Facio Hebequer: entre el campo artístico y la cultura de izquierda, (tesis de doctorado: Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2016), p. 175.

8 Género chico fue el modo de englobar un conjunto de expresiones donde sobresalían los saínetes, comedias, zarzuelas, vodeviles, cuya brevedad se contraponía al teatro que ponía en escena las que se consideraban "grandes obras" de la cultura occidental. González Velasco, Gente de teatro, 37.

9 Ibid, p. 176.

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Aunque de breve existencia, este primer ensayo de teatro libre y experimental dio lugar a numerosas iniciativas que buscaron en el teatro un terreno nuevo donde explorar las relaciones entre arte y política. En muchos casos el socialismo argentino confluía tanto con el rechazo que manifestaba la crítica hacia las obras nacionales que nutrían al "género chico", como también con la inquietud de los artistas de izquierda por vincular arte y política a través de obras "de tesis" que ayudaran en la necesaria tarea de "elevación moral y material del pueblo". De hecho, Octavio Palazzolo fue durante muchos años crítico teatral de La Vanguardia y, ya desde 1919, aprovechaba sus páginas para denostar el estado del teatro argentino.

Bajo la premisa de "crear un teatro de arte donde el teatro que se cultiva no es artístico" y "realizar un movimiento de avanzada donde todo se caracteriza por el retroceso",10 estas experiencias se forjaron teniendo más en claro su antagonista que el rumbo por el que llevarían adelante su práctica dado que las formas de vincular arte y política conformaban aun un camino por explorar.

A principios de los años treinta, en un momento donde cobraba mayor fuerza la exigencia de un compromiso político entre los intelectuales y artistas,11 tuvieron lugar las experiencias del "Teatro del Pueblo", dirigido por Leonidas Barletta y del "Teatro de Arte Proletario", dirigido por Ricardo Passano, el cual se distanciaba del "Teatro del Pueblo", acusándolo de carecer de ideología.12

A pesar de las diferencias, estos proyectos compartían la preocupación por alcanzar a las masas a través de un mensaje claro e innovador ya que "tenían como uno de sus objetivos principales incorporar a las clases trabajadores como un público estable y reflexivo, distanciado del teatro comercial".13 Aunque modestos en infraestructura, tuvieron una fuerte repercusión en el ámbito artístico y motivaron los elogios de distintas corrientes de la intelectualidad de izquierda.

Los socialistas también los reivindicaron desde las páginas de distintos medios partidarios como La Vanguardia o Revista Socialista dado que la preocupación por llevar al pueblo verdaderas obras de tesis que sirvieran a su instrucción era un objetivo permanente dentro del Partido.

Es en este contexto que el Partido apostó por una iniciativa propia, emparentada con las mencionadas, al fundar el "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata". Formado en 1933 bajo la dirección de Guillermo Korn y tomando el nombre del teatro que dirigía Barletta, constituyó una rica experiencia organizativa del Partido y una gran oportunidad para analizar las tensiones entre los ideales artísticos y políticos del socialismo y las prácticas concretas que llevaron adelante.

Aunque resulta evidente —como ya hemos mencionado- la influencia de las experiencias de teatro independiente que se estaban llevando a cabo en la ciudad de Buenos Aires, la historia del "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata" debe entenderse también en el marco de las actividades de los intelectuales que se referenciaban en el movimiento de la Reforma Universitaria y sus trayectorias posteriores a la persecución que libró el gobierno de Uriburu dentro de las universidades en 1930.14

Los orígenes de esta experiencia de teatro popular socialista se remontan a la experiencia de la "Compañía de Arte Renovación" a principios de la década de 1920, aun en el marco del ámbito universitario. Conformado por actores, profesores y estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata, el grupo "Renovación" se proponía redimir lo que consideraban una de las mayores cuentas pendientes

10 Ordaz, Luis. "El teatro independiente 1", en: La historia de la literatura argentina, (Buenos Aires: Centro Editor América Latina, n°88, 1981) p. 27.

11 Saítta, Silvia, "Entre la cultura y la política: Los escritores de izquierda", en: Cattaruzza, Alejandro, Crisis económica, avance del estado e incertidumbre política (1930-1943) (Buenos Aires: Sudamericana, 2001) pp. 383-428.

12 Saítta, Silvia, "La dramaturgia de Elías Castelnuovo: del teatro social al teatro proletario", en: Escena y Realidad, Pelletieri, Osvaldo (ed.) (Buenos Aires: Galerna, 2003) p. 190.

13 Devés, Guillermo Facio Hebequer, 197.

14 Este proceso ha sido analizado con mayor profundidad en: Graciano, Osvaldo, Entre la torre de marfil y el compromiso político. Intelectuales de izquierda en la Argentina 1918-1955. (Quilmes: Universidad Nacional de Quilmes) 2008.

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del movimiento de la reforma: la extensión universitaria. Es así que, en palabras del mismo Guillermo Korn, quien ya dirigía la compañía:

Auténtica labor reformista de Extensión Universitaria fue para el Grupo Renovación proyectarse en el teatro de los gremios y mutualidades, introduciendo nuevas técnicas de la expresión en los actores, en los decorados, en la iluminación, adoctrinando al público sobre los valores perdurables y el encuadre histórico de autores y temas.15

Centrado primero en la tradición del arte griego y luego priorizando el teatro que provenía de las vanguardias europeas más contemporáneas, este proyecto innovador en términos artísticos cobraba mayor relevancia para Korn, desde el momento en que consideraba como "discreta"16 la tradición teatral de los gremios y centros obreros platenses previos a la formación del grupo "Renovación".

De esta manera, a la presentación en los teatros más grandes de la ciudad, la compañía sumó una innumerable cantidad de presentaciones en diversos centros obreros, en los cuales pretendía mostrar las innovaciones escénicas y de la actuación que el apego al realismo, frecuente en los artistas de izquierda, había ignorado.17 El ímpetu de la compañía respondía a un programa ambicioso que declaraba:

Renovación, compañía Teatral Estudiantil, se propone impulsar el teatro dentro de sus dos misiones fundamentales: la artística y la social.

La primera se realizará llevando a la escena lo más característico y bello que haya nacido en los dominios de Talía y encuadrándose -dentro de lo posible- en las corrientes escenográficas más modernas. La segunda se cumplirá haciendo teatro para el pueblo.

No desconocemos las ingentes dificultades que entraña la realización de este último propósito. En su cumplimiento organizaremos series de representaciones, donde se agruparán aquellas obras que por su tesis, forma o protagonistas, puedan considerarse afines. Echaremos mano, por lo tanto, del teatro moderno y del antiguo.

Los precios de las localidades serán, en todos los casos, reducidos.

Como no se trata de un grupo cerrado, los actuales componentes de la Compañía admiten y solicitan el concurso, ya sea personal, ya intelectual, de los estudiantes y de todas aquellas personas que se interesen por esta obra de cultura18.

Aparte de reconocer las dificultades que entrañaba la ambiciosa tarea propuesta por el grupo, la convocatoria, donde se priorizaba la apelación a estudiantes, demuestra en qué ámbitos se pensaba todavía la práctica de la compañía. A diferencia del "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata" que formará elencos obreros, aquí, aunque se proponía realizar un teatro popular, se consideraba más apropiada la participación de estudiantes como protagonistas o hacedores de esa propuesta.

En 1930 el golpe militar liderado por José Félix Uriburu cambiaría radicalmente el panorama universitario, perjudicando a muchos intelectuales identificados con el movimiento reformista. Los cambios que conllevó el golpe de Uriburu en la estructura universitaria obligaron a estos profesores y estudiantes, que habían encontrado en la autonomía universitaria su espacio de intervención política, a buscar nuevas estrategias para oponerse al gobierno conservador.

15 Korn, Guillermo, "El teatro del grupo Renovación", en: AAVV, Universidad "Nueva" y ámbitos culturales platenses, (La Plata: Departamento de Letras FAHCE-UNLP, 1963) p. 277.

16 Korn, Guillermo, Unos pasos por el teatro, (Caracas-Madrid: Ediciones Casuz, 1972) p. 108.

17 Esto constituye una diferencia importante con respecto al "Teatro del Pueblo" dirigido por Barletta que no tuvo entre sus intereses prioritarios renovar las posibilidades estéticas del teatro. Devés, Guillermo Facio Hebequer, 203.

18 Korn, "El teatro del grupo Renovación", 282.

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La política autoritaria se basó en la supresión de la autonomía, de la libertad de cátedras e, inclusive, en la persecución policial y la exoneración de profesores y estudiantes opositores. Muchos de estos intelectuales encontraron en su ingreso al Partido Socialista un nuevo espacio donde desarrollar sus actividades políticas y en el gran aparato cultural del Partido, no solo un espacio para su práctica intelectual, sino también, en ocasiones, una posibilidad de sustento económico.19

Este fue el caso de los principales miembros del grupo Renovación, quienes no solo se sumaron el Partido Socialista, sino que, en el caso principalmente de Guillermo Korn, tuvieron una participación destacada en la vida partidaria, sobre todo en lo referido a los proyectos culturales.

En 1933 comenzó formalmente a funcionar el "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata". Dos cuestiones fundamentales lo diferenciaron de la anterior experiencia del grupo "Renovación". En primer lugar, su plena identificación con el Partido Socialista. A partir de aquí la empresa dirigida por Korn pasó a formar parte del amplio abanico de actividades que el Partido destinaba para la "elevación material y moral del pueblo".

En segundo lugar, su ubicación. El teatro se mudó a la localidad de Berisso donde se encontraba el puerto de la ciudad de La Plata y de allí derivará su nueva impronta: "El mismo año de su fundación, en 1933, El Teatro del Pueblo, que se denominó así porque saliendo de la zona céntrica se instaló en la barriada obrera de Berisso (...)",20 declaraba Korn al respecto. Este cambio no tendría implicancias solamente espaciales, al instalarse en Berisso, buscaron conformar los elencos del teatro con obreros y vecinos de la ciudad, dándole al proyecto un rasgo distintivo con respecto a otras experiencias similares de la época.

"Teatro del Pueblo y para el Pueblo", afirmaría Luis Aznar al reseñar el primer año de la empresa: "comenzó por extraer del propio medio obrero sus artistas. Teatro del Pueblo de La Plata cuenta en la actualidad con tres equipos de actores surgidos de la masa popular por espontánea vocación",21 una característica que lo llevará a calificar al teatro como una "escuela artística libre y espontánea".22 Esta doble cualidad del proyecto se complementaba con la intención de "difundir en la masa obrera las más legítimas expresiones de arte teatral, auscultando al mismo tiempo las reacciones del público para ir satisfaciendo sus exigencias espirituales, las que se trata, al mismo tiempo, de afinar y encauzar".23

Estas características del teatro se inscribían en una tradición cultural en la cual instruir a las masas era clave para la transformación de la sociedad. En este sentido, el diagnóstico sobre el estado de la cultura argentina solía estar en las antípodas del ideal que perseguía el Partido. Géneros de larga tradición en la cultura popular argentina, como la gauchesca, eran fuertemente repudiados.

Tomando esto en consideración, el carácter obrero y cosmopolita que exhibía Berisso alentaba un mayor optimismo por parte de quienes llevaban adelante esta iniciativa teatral. Aznar, en el mismo artículo citado previamente, sostenía que:

Es además una población extraordinariamente cosmopolita que no puede fundirse sino en un espectáculo de calidad que supere las diferencias temperamentales y de raza. Obreros originarios de países con una cultura popular más asentada que la nuestra están al margen del saínete y la "pochade", sin llegar por eso a refinamientos intelectuales propios de capillita literaria, ajenos por completo a las condiciones sociales de la masa obrera radicada en Berisso. Si existe entre nosotros

19 Un análisis exhaustivo de este proceso puede encontrarse en: Graciano, Entre la torre de marfil...

20 Korn, Guillermo, Beatriz Vilá y Mario Batelli, "Protesta enérgicamente por el atropello policial del sábado, Teatro del Pueblo", La Vanguardia. 23/9/1936.

21 Aznar, Luis. "Teatro del y para el Pueblo". La Vanguardia, 27/12/1933.

22 Ibid.

23 Ibidem.

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un medio limpio de todo resabio literario e intelectualizante, es el de esta barriada. Aquí no cuenta ni la tradición de malevaje y acordeón que rodea a ciertos medios populares bonaerenses.24

De este modo, alejado de los ámbitos intelectuales que no ligaban su tarea a un proyecto político, distante también de aquellos elementos de la cultura popular que encendían una señal de alarma dentro del socialismo, Berisso parecía propiciar un medio particularmente fértil para perseguir a través del teatro una intensa experiencia de instrucción popular.25

Coherente con el tono iluminista desde el cual reivindicaban las tareas culturales, la iniciativa dirigida por Guillermo Korn se proponía educar a través de las obras, pero también por medio de la participación y el protagonismo de los obreros berissenses. Mensaje y práctica parecían entonces combinarse ya que:

En el Teatro del Pueblo no hay primeros actores. Todos deben estar dispuestos a colaborar en lo que sea necesario. Porque el propósito de nuestra organización es crear equipos con una común concepción estética y social, que trabajen armónicamente como trabaja un equipo de fútbol, en el que cada jugador es un elemento importante pero sometido a las necesidades del conjunto.26

Esta misión de "elevar" las manifestaciones culturales del pueblo se encontraba muchas veces con la competencia que suponían otras ofertas para el tiempo libre de los trabajadores. De modo que, desde sus inicios, las expresiones que realzaban el valor educativo del teatro se encargaron también de señalar como un objetivo prioritario del proyecto disputar la popularidad del teatro comercial y otras formas del entretenimiento que eran rechazadas desde el Partido. En la medida que un objetivo no podía cumplirse sin el otro, el teatro comercial era indicado claramente como el antagonista del Teatro del Pueblo.

En septiembre de 1934, Revista Socialista, principal órgano teórico del Partido en la década de 1930,27 publicaba en una misma sección una nota que decretaba el fin del predominio del sainete criollo en el teatro argentino, "lo cual es de celebrar, porque significa un evidente progreso en la cultura media de nuestro pueblo",28 y a continuación otro artículo que realzaba la tarea del "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata".

En la misma página seguía un artículo de Guillermo Korn donde declaraba que en el primer año de actuación del "Teatro del Pueblo" habían pasado por sus funciones más de diez mil espectadores. De esta manera, la revista pretendía construir implícitamente la imagen de que muerto el sainete crecía lo que a ojos del socialismo constituía el verdadero teatro popular y que ello era, a fin de cuentas, una muestra de progreso en la cultura popular. Tal realidad podía comprobarse en el hecho de que:

Sus funciones, en las que se exhibe al público obrero obras del repertorio clásico y moderno al precio de 30 centavos, determinaron un verdadero "pánico" en las empresas comerciales que

24 Ibd

25 Esta caracterización contrasta, sin embargo, con la importancia que habían tenido en Berisso, en la década de 1920 las presentaciones de la compañía de Pablo Podestá, dando cuenta que el medio berissense no habría permanecido tan alejado de las ofertas para el ocio que los socialistas rechazaban.

26 Korn, "El teatro del grupo Renovación", 287.

27 Portantiero, Juan Carlos, "El debate en la socialdemocracia europea y el Partido Socialista en la década de 1930", Camarero, Hernán y Herrera, Carlos (eds.), El Partido Socialista en Argentina (Buenos Aires: Prometeo libros, 2005), pp. 299-320.

28 "La decadencia del sainete y el éxito de Así es la Vida", Revista Socialista, año V, n° 52, Septiembre 1934.

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explotaban el derecho a la alegría y al llanto de los obreros de Berisso. Esto determinó el abaratamiento general del precio de entrada en todas las salas de espectáculo. 29

En este sentido, aunque otras iniciativas teatrales del Partido incluían frecuentemente obras del "género chico" dentro de sus presentaciones -las cuales combinadas con las "obras de tesis" que el socialismo buscaba difundir, componían una oferta variada y en algún punto, más amena para las familias trabajadoras que acudían a aquellos actos-, la empresa dirigida por Korn se abstuvo de hacer concesiones en lo que refería al contenido que se ponía en escena. Así pues, La Vanguardia se ocuparía de listar con orgullo las principales obras representadas en la localidad portuaria, al reivindicar que:

El mismo año de su fundación, en 1933, el Teatro del Pueblo (...) se instaló en la barriada obrera de Berisso, representando en una temporada sostenida, sábado a sábado y a treinta centavos la entrada, las siguientes obras: "La puerta reluciente", de Dunsany; "Mirandolina", de Goldini; "Antes del desayuno", de O'Neill; "Retazo", de Niccodemi; "Cena de despedida", de Schnitzler; "La más fuerte", de Strinberg; "Accidente de trabajo", de Niccodemi, "Espectros", de Ibsen; "El candelero", de Musset; "Compra de Navidad", de Schnitzler; "Médico a palos", de Moliere; "El león de bronce", de Dicenta; "Hermano lobo", de González Pacheco; "Barranca abajo" de Florencio Sánchez; "Trescientos millones", de Roberto Arlt y "Trópico", de Mauricio Magdaleno".30

Lejos, entonces, de las obras que habían inundado las salas comerciales en los años previos, y que contaron, inclusive, con un socialista como autor destacado,31 el Teatro del Pueblo Puerto La Plata, no abandonó nunca la pretensión de instruir a través de las historias representadas. Al respecto, sobre la obra de Roberto Arlt -un autor ligado a la sensibilidad de izquierda, aunque también exitoso en el ámbito comercial, sobre todo como periodista-, se ocuparían de explicar que la obra: "ahonda con originalidad el problema de la situación espiritual del servicio doméstico, que se ve forzado a evadirse de la pobre condición en que se encuentra mediante sueños y fantasías que, al chocar con la realidad, provocan una catástrofe".32

De esta manera, el periódico buscaba guiar al espectador sobre cuál debía ser el mensaje que la obra transmitía, reforzando las alocuciones que eran comunes en las puestas en escena del elenco en cuestión. Asimismo, la intención de ofrecer obras "edificantes" a precios populares motivó el elogio de sectores ajenos al socialismo y la cultura de izquierda.

Es así que el diario El Día de La Plata, informaría sobre el reinicio de las actividades con motivo de la conmemoración del 1° de mayo, aprovechando para reseñar y elogiar la iniciativa que de un año a otro había "perfeccionado sus equipos". En la consideración del periódico platense el proyecto dirigido por Korn era merecedor de las loas que le dedicaban dado que:

29"Teatro del Pueblo, Puerto La Plata", Revista Socialista, año V, n° 52, Septiembre 1934.

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30 La Vanguardia, 21/9/1936.

31 Una mención aparte merece el análisis de la trayectoria de Pedro E. Pico, en tanto parte del análisis de la relación del socialismo con la incipiente cultura de masas de los años de entreguerras. Pedro E. Pico, uno de los autores teatrales más populares de la década, había sido fundador del Centro Socialista pampeano en la década anterior y director del periódico partidario Germinal. La combinación de su trayectoria política y su trayectoria artística muestra de qué manera esos mundos podían entremezclarse en la práctica, por fuera de la rigidez de ciertos discursos políticos o intelectuales sobre la cultura. Ver: Guiamet, Javier, "¿Es posible un saínete socialista? Algunas reflexiones en torno a la figura de Pedro E. Pico, socialista y hombre del teatro comercial", (Avances del Cesor, 2019) pp. 25-39.

32 La Vanguardia, 9/12/1933.

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En nuestro medio donde es tan difícil sostener sin el apoyo oficial cierta clase de iniciativas, resulta especialmente digno de ser señalado el esfuerzo perseverante de la obra que desarrolla en los barrios populares el Teatro del Pueblo. Surgió en el barrio obrero de Berisso sin más caudal inicial que la buena voluntad y el entusiasmo de un grupo de obreros e intelectuales que se propusieron llevar a los medios populares el buen teatro en su grandeza elemental, despojado de todo propósito de explotación lucrativa, y con la clara finalidad de ofrecer a las familias obreras espectáculos baratos y de calidad artística. A pesar de ser movido y animado en su iniciación por personas de clara definición militante en el terreno social, Teatro del Pueblo fue orientado con inteligencia y comprensión por encima de toda posición de propaganda determinada.33

Este carácter abierto que resultaba común en las políticas culturales del socialismo habría permitido que: "Contra el pesimismo y la expectativa burlona de los que no creían en el experimento el pueblo de la barriada proletaria rió y lloró, tomó partido y enriqueció su espíritu (...) El experimento se había impuesto".34

A su vez, El Día también se ocuparía de resaltar las innovaciones artísticas que se ofrecían al público obrero, las cuales constituían otra de las marcas distintivas del proyecto. Al referirse a la puesta en escena de la obra "Hinkemann el diario destacó que:

Ha realizado en esta obra una interpretación original realzando su intensidad dramática por medio de efectos obtenidos con la intervención de coros y con la intercalación de una proyección cinematográfica sonora con una visión de la gran guerra. Se presentan también en esta obra decorados de un nuevo sistema, en base a cuerpos sólidos de madera, que eliminan los viejos telones de papel y cuya plasticidad real, conjuntamente con los reflectores de color, crea en cada escena el ambiente teatral necesario para aumentar la sugerencia y la esencialidad de cada momento del drama.35

La preocupación por disputar la atención de la clase trabajadora al teatro comercial y a otras formas del entretenimiento motivó, no obstante, que, además de enfatizar el valor educativo que tenía el "Teatro del Pueblo", el Partido no descuidara el elemento de diversión que debía acompañar al carácter pedagógico de la iniciativa.

En el escrito citado previamente, Guillermo Korn reivindicaba una frase de Lenin que acompañaba los panfletos con que se publicitaban las funciones del teatro, la cual rezaba: "El teatro es necesario, no tanto para la propaganda, como para que los obreros puedan descansar de su trabajo diario".36

Por lo tanto, es posible suponer que, ante el crecimiento exponencial de entretenimientos considerados "pasatistas" por el socialismo, vieran la necesidad de proyectar una actividad que -además de cumplir con los ideales de "elevación"- pudiera suponer un momento de diversión para familias que, según las propias declaraciones de los dirigentes partidarios, vivían en condiciones muy duras. Es así que, sin realizar concesiones en el repertorio, las funciones se acompañaron de otras actividades como eran los bailes con música pasada desde altoparlantes que proveía el Partido.

Otro elemento de atracción fueron los sorteos que se organizaban al finalizar las obras que, si bien ofrecían libros de teatro de autores "importantes", también contaban entre sus premios lociones donadas por farmacias de la zona o, en algún caso, inclusive, hasta el sorteo de un sombrero de nutria.37 Las descripciones encontradas en el diario El Día de la ciudad de La Plata, el cual anunciaba sábado a

33 El Día, 29/4/1934.

34 Ibid.

35 Ibidem.

36 "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata", Revista Socialista, año V, n° 52, Septiembre 1934.

37 El Día, 5/8/1933.

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sábado las actividades del Teatro del Pueblo, refuerzan la imagen de una especie de kermesse cultural donde las funciones ocuparían un momento inicial, para luego continuar la velada con una sociabilidad más inclinada hacia lo lúdico.

En este sentido, los bailes y sorteos se combinaban sin problemas con la propuesta vanguardista de Korn y presentaciones especiales como la del coro de la Agrupación Artística Juan B. Justo (especialmente traído de Buenos Aires rezaba el panfleto) y una conferencia a cargo del entonces presidente del Partido Nicolás Repetto.38

El carácter recreativo y de entretenimiento se vería reforzado en las crónicas socialistas con motivo de la clausura del teatro en 1936 cuando, realizando una función en solidaridad con la causa republicana de España, la policía bonaerense entró a la sala llevándose detenidos a la casi totalidad de los espectadores. Los días siguientes las páginas de La Vanguardia denunciarían el "atropello policial" declarando que se habían detenido a casi un centenar de personas y que tres seguían detenidas sin conocimiento de su paradero.

Las denuncias en torno al incremento de la política represiva en la provincia que gobernaba Manuel Fresco se acompañaron de descripciones que aliviaban la carga política del teatro e inclinaban la balanza hacia su costado recreativo. En este sentido, pueden leerse frases como: "(...) carecía de propósitos proselitistas o de propaganda. Era un simple acto recreativo".39 O también: "De repetirse la injerencia policial en actos de las características del que se realizaba en el salón 'Adria', quedaría abolido, no ya el derecho de reunión con fines políticos o de propaganda, sino las reuniones de índole cultural y recreativa".40

No obstante, más allá de estas consideraciones impulsadas, sin dudas, por la coyuntura represiva, la propuesta del "Teatro del Pueblo. Puerto La Plata" pareciera haberse mantenido más firme que otras propuestas del Partido en los límites de lo que se consideraba una propuesta cultural edificante. A diferencia de la "Agrupación Artística Juan B. Justo", que ya en los veinte podía incorporar obras del género chico y que en los treinta sería dirigida por Samuel Eichelbaum -quien más allá de sus simpatías por el socialismo era un hombre del teatro comercial-,41 el "Teatro del Pueblo" de Korn, pareció mantenerse más estricto en cuanto a componer su repertorio exclusivamente con "obras de tesis". Aun así, esto no fue en desmedro de la cantidad de espectadores. Para 1934 año en el cual la "Agrupación Juan B. Justo" actuaba en un salón con capacidad para 400 personas, el Teatro del Pueblo lo hacía en uno con capacidad para 1500.

Podría suponerse que, más allá de las diferencias en el repertorio, la superior convocatoria se explicase por otros motivos. Emplazado en el centro de Buenos Aires, la competencia que afrontaba el proyecto dirigido por Eichelbaum era abrumadora. A diferencia de éste, el emprendimiento liderado por Korn se desarrollaba en un medio mucho más chico y con el atractivo de que los actores eran vecinos de la localidad. Esta característica permitía que una nota publicada en Claridad afirmara:

Lo que deberíamos hacer, ante todo, es sacarnos un ejemplo del Teatro del Pueblo, Puerto La Plata, que funciona en el barrio popular y donde hay mayor aglomeración de masas populares: Berisso. Los esfuerzos heroicos y las energías empleadas en una labor tan noble y honrosa son dignos del mayor elogio, cuyo ejemplo debemos imitar nosotros, aunque, ¡caso inexplicable!, el Teatro de Berisso de La Plata es filial de nuestro Teatro del Pueblo. 42

38 Panfleto promocional consultado en la biblioteca de la Universidad Popular Alejandro Korn de La Plata. Sin fecha.

39 La Vanguardia, 26/9/1936.

40 Ibid.

41 Goldstein, Raúl, "Agrupación Artística Juan B. Justo", Revista Claridad,, año 12, n° 269, Septiembre 1933, p. 31.

42 Campos, Mario, "Hace falta un Teatro Popular por y para el pueblo", Revista Claridad, año 15, n° 298, Febrero 1936, p. 59.

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Esta paradoja señalada por el artículo publicado en Claridad no hacía más que resaltar la originalidad de esta propuesta de teatro político para el pueblo, cuya posible proyección quedará para el terreno de las conjeturas en tanto el accionar represivo de la policía fresquista no permitió su continuidad en el tiempo.

Conclusiones

La intención de trascender el núcleo de militantes y llegar con la palabra y las actividades del Partido a conjuntos extendidos de la población formó parte de las principales inquietudes partidarias desde un estadío temprano. Al calor de la implementación de la Ley Sáenz Peña y la renovación de medios y espectáculos que se produjo hacia finales de la década de 1910 está preocupación adquirió un carácter central dado que se vinculaba directamente con las apuestas más importantes que los dirigentes de dicha fuerza harían en esos años.

Si bien en muchos casos los socialistas se revelaron como pioneros en la incorporación de elementos de la cultura de masas a sus actividades de propaganda, sobre todo en lo referido al cine y la radio,43 lo cierto es que nunca dejaron de experimentar una tensión de difícil resolución entre una identidad partidaria fuertemente asociada al afán iluminista y las transformaciones de la cultura argentina. Es por ello que el caso analizado resulta de suma originalidad en tanto puede ubicarse fácilmente entre las propuestas más exitosas de la cultura socialista, al tiempo que nunca abandonó la prédica intelectual con la que el socialismo se sentía más cómodo.

En ese sentido, el caso del "Teatro del Pueblo, Puerto La Plata", dirigido por Guillermo Korn, debe entenderse dentro de los intentos del socialismo por llegar con sus propuestas culturales al "pueblo", pero también dentro de las posibilidades y características que sumaron a estas experiencias las nuevas camadas de intelectuales que se sumaron a las filas partidarias en la década de 1930.

Menos abiertos a hacer concesiones en el repertorio, los impulsores de esta iniciativa lograron volverla atractiva al público por otras características. El carácter vanguardista, que incluía proyecciones cinematográficas sobre la escenografía a modo de mosaico, la participación de obreros de la zona como actores, su ubicación en un medio donde la competencia podía ser menos abrumadora, fueron los sellos de una experiencia que logró destacarse entre las distintas iniciativas contemporáneas de teatro político.

Más allá de todos estos elementos, los encargados de publicitar las funciones no se olvidaron de destacar los bailes o celebraciones de distinto tipo que acompañaban a las obras, mostrando que era difícil para una propuesta cultural del Partido dejar de conciliar con lo que podían ser las de expectativas de entretenimiento del público.

A fin de cuentas, como han señalado estudios recientes,44 la sociabilidad política no puede reducirse a las intenciones manifiestas de quiénes impulsan dicho proceso sin considerar los sentidos que a dicha actividad agregan y conjugan todos sus participantes. En efecto, la evaluación de una experiencia como la aquí analizada necesariamente debe dar como resultado una mixtura entre distintas expectativas, prácticas, lógicas culturales y apropiaciones que no pueden ser dirigidas de antemano.

43 Ver: Guiamet, Javier, " Times of extreme broadcasting. Argentine socialism and mass culture during the rise of commercial radio (1920-1945)". (Studies in Latin American Popular Culture. University of Texas Press) En prensa. Guiamet, Javier, "Prácticas, usos y concepciones en torno al cine del Partido Socialista argentino en la década de 1920". (Revista Historia y Espacio, Universidad del Valle, Colombia. N°46: 2016) pp. 15-34.

44 Bisso, Andrés, Sociabilidad,políticay movilización. Cuatro recorridos bonaerenses (1932-1943), (Buenos Aires, Editorial Buenos Libros 2009).

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Fuentes consultadas:

Periódico La Vanguardia Diario El Día Revista Socialista Revista Claridad.

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