Научная статья на тему 'La burocracia peronista. El sindicato automotriz argentino ante el auge de la lucha de clases. 1969-1976'

La burocracia peronista. El sindicato automotriz argentino ante el auge de la lucha de clases. 1969-1976 Текст научной статьи по специальности «Языкознание и литературоведение»

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INDUSTRIA AUTOMOTRIZ / SINDICATO / BUROCRACIA / CLASISMO / LUCHA DE CLASES

Аннотация научной статьи по языкознанию и литературоведению, автор научной работы — Harari Ianina

En este artículo analizamos la intervención de la dirigencia nacional del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) durante el ciclo de ascenso de la lucha de clases entre 1969 y 1976. Nos enfocamos en sus declaraciones y accionar frente a los principales conflictos de la rama y, en especial, al crecimiento de la corriente clasista.

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Текст научной работы на тему «La burocracia peronista. El sindicato automotriz argentino ante el auge de la lucha de clases. 1969-1976»

La burocracia peronista. El sindicato automotriz argentino ante el auge de la lucha de clases. 1969-1976

The Peronist bureaucracy. The automobile argentine labor union and the peak of the class struggle. 1969-1976

Ianina Harari*

Resumen

En este artículo analizamos la intervención de la dirigencia nacional del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) durante el ciclo de ascenso de la lucha de clases entre 1969 y 1976. Nos enfocamos en sus declaraciones y accionar frente a los principales conflictos de la rama y, en especial, al crecimiento de la corriente clasista.

Palabras claves: industria automotriz, sindicato, burocracia, clasismo, lucha de clases.

Abstract

In this article we analyze the intervention of the national leadership of the Union of Mechanicals of the Automobile Transport (SMATA) during the ascent cycle of the class struggle between 1969 and 1976. We focus in its declarations and actions towards the principal conflicts of the industry and, especially, the growth of the classism.

Key words: Automobile industry, union, bureaucracy, classism, class struggle.

*

Argentina. Licenciada en Sociología. CONICET/Flacso - CEICS. [email protected]

Introducción

A partir de la huelga de masas conocida como el Cordobazo, en 1969, se abrió en la Argentina un proceso revolucionario que será abortado en 1976 con el golpe militar. Ante el auge de la lucha de clases abierto bajo un régimen militar, la burguesía argentina, antes de recurrir a una nueva intervención castrense, intentó encausar la situación mediante la figura de Perón, permitiendo que su movimiento gobernase a partir de 1973. Ese año el peronismo alcanzó el poder e instrumentó una serie de medidas tendientes a regimentar al movimiento obrero y reencausarlo bajo su ala. Estas iniciativas tuvieron como principal artífice a los sindicatos peronistas.

El eje del presente artículo es el accionar del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) en este período. Intentaremos reconstruir el rol que la conducción peronista cumplió y los cambios que se observan, en especial frente al avance de organizaciones de izquierda en el gremio, como el caso de la seccional cordobesa.

Recientemente, las investigaciones acerca del movimiento obrero en este período han tendido a centrarse en el accionar de los partidos de izquierda en las comisiones internas.1 Creemos que es también necesario profundizar en el estudio de la burocracia sindical2, enemigo que esas organizaciones enfrentan en las fábricas y su accionar en relación a ellas. Utilizaremos principalmente fuentes propias del sindicato mediante las cuales puede reconstruirse las posiciones que el mismo sostenía. También permiten reconstruir gran parte de sus prácticas. Aunque sólo pueda reconstruirse las acciones que declaran abiertamente, las mismas resultan sumamente significativas. De todas formas, incorporaremos hechos que no son declarados a partir de otras fuentes.

La lucha contra la dictadura

En 1966, se produjo el golpe militar encabezado por Onganía. En 1968 el SMATA es ganado por la lista verde que conformaron Dirck Henry Kloosterman y José Rodríguez. Ambos provenían del personal jerárquico de sus empresas. El primero era tomador de

1 Ver: Lobbe, Héctor. La guerrilla fabril. 2009. Buenos Aires: Ediciones RyR; Werner, Ruth y Facundo Aguirre. Insurgencia obrera en la Argentina 1969-1976. 2009. Buenos Aires: Ediciones IPS; Azpiazu, Daniel, Martín Schorr y Verónica Basualdo. La industria y el sindicalismo de base en la Argentina. 2010. Buenos Aires: Cara o Ceca.

2 El estudio de la llamada burocracia sindical ha tendido a dejarse de lado actualmente. Pueden encontrarse varios estudios sobre la cúpula sindical que examinan su relación con el estado, con el movimiento peronista o las disputas internas. Ver: Fernández, Arturo. Las prácticas sociopolíticas del sindicalismo1955-1985. 1988. Buenos Aires: CEAL.; James, Daniel. Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976. 1999. Buenos Aires: Sudamericana; Torre, Juan Carlos. El gigante invertebrado. Los sindicatos en el gobierno, Argentina 1973-1976. 2004. Buenos Aires: Siglo XXI; Abós, Alvaro. La columna vertebral: sindicatos y peronismo, 1986. Buenos Aires: Hyspamérica.

tiempos en Peugeot y el segundo, contador auxiliar de DECA-Deutz. Ambos habían conformado la dirección del SMATA, pero en cargos secundarios.

La lista verde fue reelecta en las sucesivas elecciones nacionales del gremio, en las cuales no se presentaron otras alternativas, a excepción de 1970. Ese año, se presentó la lista azul, aunque la misma no fue oficializada por el gremio. Los argumentos que esgrimió el SMATA fue que no cumplía con el requisito de contar con el 5% de afiliados que la respaldara, que se falsificaron listados y que había tres candidatos que dijeron no haber sido consultados para integrar las listas y, por lo tanto, sus firmas habían sido falsificadas.3

En 1969, el gobierno dictatorial sufrió un cimbronazo con una serie de levantamientos populares, de los cuales el Cordobazo4 fue el más importante. Los mismos marcaron el comienzo de la decadencia de la dictadura y el inicio de un nuevo ciclo de ascenso en la lucha de clases, tras el período de reflujo que sobrevino luego de la derrota de la resistencia peronista en 19595. El Cordobazo se desata a partir de la derogación de la ley del sábado inglés, que regía en Córdoba desde 1932. Según esta norma los obreros percibían por el trabajo de medio día del sábado, el salario de una jornada completa. La huelga convocada el 30 de mayo de ese año fue protagonizada por los principales gremios de la provincia, en su mayoría en manos del peronismo. Dada la demostración popular, que evidenciaba un profundo descontento con el gobierno militar, el SMATA reivindica el Cordobazo.

El movimiento obrero ha producido el 30 de mayo de cte. año un hecho trascendental, que ha significado la respuesta de todo el pueblo trabajador al actual gobierno que con su política económico social y laboral ha determinado que la clase trabajadora se encuentre enfrentando graves problemas por la reducción constante del valor adquisitivo por una parte, y por la otra la congelación de los salarios desde hace tres años6

A pesar de mostrar su apoyo a los reclamos del Cordobazo, la actitud del SMATA frente a los detenidos no pasó de ser una denuncia declamativa en la que acusa al gobierno. 7 Entre los detenidos se encontraban trabajadores mecánicos, incluso Elpidio Torres, Secretario de la Seccional Córdoba. El gremio apela ante el Presidente Onganía y al poder judicial de Córdoba. Asimismo, solicita a la Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica (FITIM) que realice una protesta formal contra el gobierno argentino ante la Comisión de Libertad Sindical de la Organización Internacional del Trabajo. Pero por fuera

3 SMATA: Avance, Año I, n°3, Buenos Aires, marzo de 1970.

4 Para un análisis de este proceso ver: Brennan, James. El Cordobazo. Las guerras obreras en Córdoba 19551976. 1994. Buenos Aires: Sudamericana y Balvé, Beba, et al. Lucha de calles, lucha de clases: elementos para su análisis, Córdoba 1971-1969. 2005. Buenos Aires: Ediciones RyR

5 Ver: James, Daniel. Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina, 1946-1976. 1999. Buenos Aires: Sudamericana y Salas, Ernesto. La Resistencia Peronista: La toma del frigorífico Lisandro de la Torre. 1999. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina.

6 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

7 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

de estas medidas formales, no realiza ningún tipo de acciones de fuerza. Esta actitud contrasta con la actuación de la seccional Córdoba llevó adelante paros y marchas en reclamo de la liberación de los presos. En el fondo, pareciera ser que la conducción central cumplía en pronunciarse contra la detención de sus afiliados pero no se preocupaba realmente por su liberación. En parte, pareciera un problema político. Como veremos más adelante, el gremio repudiaba las medidas de acción directa que se desplegaron durante el Cordobazo y luchar por la liberación de los presos implicaba defender el conflicto que habían llevado adelante. Por lo cual la reivindicación del Cordobazo parecía ser también declamativa porque la defensa de esas jornadas conllevaría también a la defensa de quienes cayeron presos. Adicionalmente, la central del gremio mantenía un enfrentamiento con la seccional cordobesa, la cual había intervenido dos años antes. El problema parecía relacionarse con una cuestión financiera. La conducción nacional pretendía incrementar las cuotas sindicales con el fin de adquirir una sede en Buenos Aires, a lo cual la seccional cordobesa se oponía. Esta última contaba con fondos propios, con los cuales había adquirido su sede en la provincia. En 1967 la comisión central interviene la seccional Córdoba, y la conducción provincial denuncia que las arcas de la seccional habían sido vaciadas.8

El problema de los presos gremiales aparecía en la reivindicación de la Comisión de los 20, que actuaba como conducción de la CGT tras la intervención militar, de la cual el SMATA participaba. Esta comisión reclamaba cinco puntos:

"1°) Libertad a los presos gremiales y derogación del estado de sitio

2°) Restitución de las organizaciones gremiales intervenidas a sus dirigentes

3°) Aumento de emergencia para activos y jubilados con previa congelación de precios

4°) Reincorporación de cesantes despedidos por causas gremiales

5°) Levantamiento de la intervención de la CGT"9

La cuestión de los despidos por causas gremiales afectaba también al gremio que se veía forzado en ciertas ocasiones a realizar medidas de fuerza. Por ejemplo, a fines de agosto de 1969, en la planta de Grandes Motores Diesel, de Fiat, se había despedido a 109 trabajadores por excederse en el horario de una asamblea. Entre ellos, se incluían delegados de SMATA y miembros de la Comisión Interna de Reclamos (CIR). Se realiza una huelga y se logra la reincorporación pero la empresa pretendía trasladar a nueve miembros del cuerpo de delegados y de la CIR a una planta donde el SMATA no tuviera la representación. La huelga continúa hasta que se detiene la medida.

Otro de los puntos centrales era el congelamiento de los salarios. Contra el tope salarial, se llevaron adelante varias acciones que no excedieron los lugares de trabajo como asambleas y elevación de petitorios. De esta manera consiguieron aumentos salariales, de entre un 5% y 7%, en la mayor parte de las empresas de la rama, a excepción de Chrysler, Ford, General Motors y Citroen. El gremio no se planteaba la realización de acciones de lucha de mayor

8 SMATA Seccional Córdoba: "50 años de vida... 50 años de lucha...", M.E.L. Editor, Córdoba, 2006.

9 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

envergadura. De hecho, ante la presión de las bases, prevenía sobre el peligro de tomar medidas de acción directa ante las circunstancias entonces vigentes e intentaba atemorizar a los trabajadores citando la legislación militar.

Muchas veces los compañeros se dejan llevar por el entusiasmo o la vehemencia y exigen medidas de fuerza. Grave error (...) no debemos olvidar que la actual jurisprudencia ha modificado sustancialmente la legitimidad de las medidas de fuerza con lo cual no pocas veces los compañeros pierden sus derechos y son sancionados sin la protección de la indemnización10

Es decir, que en lugar de luchar contra la normativa represiva de la dictadura, la utilizaba como argumento para advertir a sus bases que no se movilicen. De esta forma, parecía avalarla más que repudiarla, lo cual era coherente con la falta de un mayor compromiso por la liberación de los presos gremiales.

La presión de las bases aparecía como un problema para el gremio. Por un lado, éste señalaba que la crisis económica y los techos salariales que pretendía mantener el gobierno resultaban antipopulares y ponían en peligro la "unidad del movimiento obrero", en alusión a la CGT de los Argentinos11. En este sentido alertaba al gobierno sobre los límites que la movilización popular les imponía:

en el seno de las 62 Organizaciones, existen dirigentes de prestigio que no pueden pactar con el gobierno por la presión de las bases; por ello, pues, se torna al juego pendular: en tanto se dialoga, nace la necesidad de anunciar paros ante las contradicciones y los silencias del gobierno. Esta situación favorece a las tendencias fraccionalistas del movimiento obrero12

Por ello, ante la caída del poder adquisitivo, el gremio se vio obligado a realizar medidas de lucha en los años posteriores. En relación a los aumentos salariales, uno de los mayores problemas consistía en que se habían anulado las negociaciones de los convenios colectivos. Por ello, el SMATA exigía la convocatoria de las comisiones paritarias para la discusión y renovación de las convenciones colectivas de trabajo. El gremio reclamaba la

13

vigencia de la ley 14.250, la cual regulaba la firma de los convenios colectivos. Esta ley establecía la sola solicitud de cualquiera de las partes para la conformación de comisiones paritarias, hacía obligatorio para al ministerio su convocatoria. Las comisiones paritarias

10 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

11 La CGT de los Argentinos fue una escisión de la CGT, en 1968, liderada por el dirigente gráfico Raimundo Ongaro.

12 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

13 SMATA: Avance, Año I, n°1, Buenos Aires, agosto de 1969.

podían discutir distintos aspectos del convenio, en especial eran convocadas para renegociar las escalas salariales.

Cuando el gobierno convocó a paritarias, en septiembre de 1969, denunciaron que en el decreto de llamamiento no incluía ninguna cláusula sobre los procedimientos a seguir en caso de no llegarse a un acuerdo en el plazo de 30 días corridos que se fijaron para la discusión. Esto constituía un problema dado que habían transcurrido 3 años desde la última discusión paritaria y las negociaciones podrían extenderse por un período mayor a un mes. De todas formas el SMATA inicia las tratativas de renovación con cuatro empresas: Chrysler, Mercedes Benz y Bogward.

En la firma de convenios de 1970 se lograron mejoras salariales mayores a las disposiciones legales impuestas por el gobierno, aumento de días de vacaciones por encima de los dispuestos legalmente, nuevos regímenes de enfermedad y accidentes, diferentes escalafones y modificaciones en las categorías. 14

El 23 de abril de 1970 se realiza un paro nacional de 24 hs. contra la política salarial del gobierno y el régimen previsional vigente. También se reclama por la aplicación uniforme de las convenciones colectivas, la desaparición de las quitas zonales, que consistían en una reducción salarial para los obreros del interior del país, y la modificación de la política de encuadramiento sindical y convencional. Como producto de estas movilizaciones, en enero de 1971 se eliminan las quitas zonales, una reducción salarial que regía en algunas

provincias.15

Otro conflicto que protagonizó el sindicato se desarrolló desde fines de abril hasta octubre de 1970, cuando se produjo una ola de despidos y suspensiones en IKA, Grandes Motores Diesel de Fiat, General Motors, Chrysler, Mercedes Benz y Fábrica Argentina de Engranajes (FAE), las cuales aducían una caída de las ventas. Según informa el sindicato, en los conflictos participaron alrededor de 25.000 obreros. 16 Por estos conflictos se realizaron 19 Plenarios de Delegados y Comisiones Internas de Reclamos (Capital y Gran Buenos Aires), 35 Plenarios de Coordinadores Gremiales de C.I.R., 3 Plenarios de Secretarios Generales (6 de junio, 17 de junio, 27 de junio de 1970). Además se llevó adelante un paro general de 24 hs en Capital y Gran Buenos Aires, el 23 de junio en apoyo a los trabajadores de FAE y Córdoba en conflicto. También se hizo otro paro general nacional de 24 hs el 1° de julio decretado por el Consejo Directivo Nacional en apoyo a los trabajadores de Córdoba. Ese día el CDN, en conjunto con Delegados de Capital Federal y Gran Buenos Aires, realizaron una concentración en Plaza de Mayo y entregaron una carta abierta al Presidente. También se convocó a un paro de una hora en todos los establecimientos de Capital Federal y Gran Buenos Aires el 16 de julio en apoyo a los trabajadores de FAE en conflicto y se marchó desde Wilde a Plaza de Mayo, el 8 de julio, con participación de trabajadores de FAE y Delegados y Capital Federal y Gran Buenos

14 SMATA: Avance, número Extra, Buenos Aires, marzo de 1971.

15 SMATA: Avance, Año II, n°5, Buenos Aires, enero de 1971.

16 SMATA: Avance, Año II, n°5, Buenos Aires, enero de 1971.

Aires. Además, se hizo un acto público de protesta el 31 de julio con trabajadores de todas las fábricas de Capital Federal y Gran Buenos Aires en apoyo a trabajadores de FAE y Córdoba.17

En 1971, vuelve a surgir el problema de las paritarias cuando a fines de ese año, el gobierno decidió prorrogar las convenciones colectivas y fijar aumentos del 15% a partir de enero y del 10% a partir de julio, lo cual, según el sindicato, resultaba insuficiente frente a la inflación. El SMATA reclamaba, entonces, nuevamente por la aplicación de la ley 14.250 de convenios colectivos y criticaba al gobierno por no poder controlar la inflación.18 El 29 de febrero y 1° de marzo se realiza un paro nacional de 48 hs. contra la suspensión de la ley de convenciones colectivas.19 Finalmente, el gobierno convoca a paritarias, las cuales en la rama automotriz se constituyen a fines de octubre en Ford, General Motors, Chrysler y Mercedes Benz.20

En medio de las discusiones paritarias, en Chrysler se produce un importante conflicto que el SMATA no informa. En esta empresa se había conformado una agrupación clasista, Tendencia Activista Mecánicos (TAM), que no respondía a la burocracia. Esta agrupación tenía influencia en el cuerpo de delegados, la CIR y la Comisión Paritaria. Mientras se producían las negociaciones paritarias, la empresa despide a más de 100 obreros, incluyendo delegados paritarios, miembros de la CIR y varios activistas. Ante esta situación, se llevó adelante un paro de 15 días, pero sin lograr las reincorporaciones. El SMATA, no sólo no prestó apoyo en el conflicto, sino que se dedicó a difamar a los miembros de la TAM.

mientras nosotros hablábamos de la huelga había algunos dirigentes que por atrás, apoyándose en la gente carnera o floja, empujaban para entrar a la fábrica. (...) el sindicato había hecho una gran campaña contra nosotros, nos llamaban guerrilleros locos en casi todas las demás fábricas, y siempre hay elementos que se prestan para este juego. Delegados de otras fábricas nos acusaron varias veces de comunistas, bolches, etc., esto fue una propaganda en contra nuestro porque ellos decían que había un problema político detrás de todo esto, que usábamos a la gente para afiliarla a un partido. Nosotros les contestábamos que no, que era un problema gremial.21

En 1972, los conflictos continúan aunque en menor medida. En Bogward se obtienen nuevas categorías para 172 trabajadores, tras dos meses de lucha. La empresa había suspendido a 3 obreros por motivos disciplinarios, pero la medida fue revertida. También se

17 SMATA: Avance, número Extra, Buenos Aires, marzo de 1971.

18 SMATA: Avance, Año III, n°7, Buenos Aires, enero de 1972.

19 SMATA: Avance, Año III, n°9, Buenos Aires, 23 de febrero de 1972.

20 SMATA: Avance, Año III, n°16, Buenos Aires, noviembre de 1972.

21 Entrevista a activistas despedidos de Chrysler en Cristianismo y Revolución, n°30, septiembre de 1971.

consiguió que la empresa reconociera que cuando el número de trabajadores fuera entre 500 y 900, la CIR estaría integrada por 5 miembros titulares y 4 suplentes (en lugar de 4 y 4). En Mercedes Benz se logró impedir que la empresa aumentara la tarifa del comedor y que se convocara a paritarias para discutir las categorías de 120 obreros. 22 En esa empresa también se reclamó por modificaciones ambientales que la patronal se había comprometido a realizar, pero que no había iniciado. Por otro lado, la empresa exigió el aumento de la producción en la sección bielas, pero lo trabajadores no accedieron y mantuvieron el ritmo previo.23 En Eximia se produjo, en septiembre, un conflicto por el despido de 20 trabajadores ante eliminación de dos secciones. El 22 SMATA declaró un paro y al otro día fueron despedidos 28 obreros. Se realizó una asamblea y el 26 se declaró la conciliación obligatoria por un mes.24

Hacia 1972, la lucha de clases alcanzó un punto álgido y la actividad de las organizaciones armadas crece. El SMATA se pronuncia contra estas organizaciones, al igual que contra el clasismo, en varias solicitadas:

numerosas empresas del gremio han sido blanco de esa violencia, con la pérdida de jornales, la desocupación y la destrucción de fuentes de trabajo, alcanzando, inclusive, a los dirigentes sindicales, como el caso del atentado terrorista al compañero José Rodríguez, secretario adjunto del SMATA, miembro del Secretariado de la CGT y delegado a las 62 organizaciones.25

El enfrentamiento del SMATA con las organizaciones revolucionarias irá in crescendo en el siguiente período, una vez que el peronismo vuelva a gobernar y, sobre todo, con el aumento de la conflictividad obrera hacia 1975.

El regreso al poder

En 1973, el peronismo ganó las elecciones presidenciales tras años de proscripción. En mayo de ese año, asumió Cámpora como presidente. El SMATA prestó su total apoyo al nuevo gobierno, tildándolo de revolucionario y comparándolo con la Revolución de Mayo. Adhirió también a los cinco puntos básicos planteados por el gobierno para lograr un "acuerdo para la reconstrucción nacional". Entre estos puntos, se incluía la voluntad de alcanzar la paz social, que luego fue plasmada en la firma del pacto social en junio de 1973:

22 SMATA: Avance, Año III, n°11, Buenos Aires, 10 de junio de 1972.

23 SMATA: Avance, Año III, n°12, Buenos Aires, 17 de junio de 1972.

24 SMATA: Avance, Año III, n°15, Buenos Aires, octubre de 1972.

25 SMATA: Avance, Año III, n°14, Buenos Aires, 5 de septiembre de 1972.

Acordar una 'tregua política y social' cuyos alcances en el campo socioeconómico serán trazados de común acuerdo con las organizaciones representativas de los trabajadores y del empresariado nacional 26

Con el compromiso de la paz social, el gremio emprende con más fuerza el ataque a las corrientes clasistas, sobre todo a partir del ajusticiamiento que las Fuerzas Armadas Peronistas realizaron sobre Kloosterman unos días antes de la asunción de Cámpora. En la proclama que sacan luego del hecho, dejan en claro que es intención suya y del gobierno combatir a estas organizaciones:

Un grupo de prostituidos mentalmente al servicio del antipueblo, genuinos representantes de la ultra izquierda y derecha reaccionaria, han quitado la vida a un hombre, que como Dirck Kloosterman, Secretario General de SMATA, representa el más puro sentimiento de nacionalidad que postulamos todos los argentinos con vocación de Patria y que sólo nos hemos impuesto como mandato supremo el que nace de lo más profundo de la historia, y tiene en su contenido, toda una filosofía nacional, popular y cristiana, que se sintetiza en todo un pueblo en el tránsito a su liberación definitiva.

Estos alienados, pagados con la vil moneda que le reportan los secuestros de inocentes criaturas, asesinos de la peor calaña, vergüenza de los argentinos y todos los hombres decentes que habitan esta tierra, persisten invocando al pueblo que lo repudia, en consumar crímenes incalificables, en el desesperado esfuerzo de desconocer el pronunciamiento histórico del 11 de marzo, que consagró a un gobierno que sepultará inexorablemente las pretensiones enfermizas, lo que éstos mal nacidos representan; las minorías reaccionarias conjuradas entre sí en un abierto atentado contra el proceso que nos hemos impuesto y que tiene ya el camino elegido, la revolución nacional de los argentinos y para los argentinos. (...) Las sombras tenebrosas en las cuales se ocultan estos conjurados contra la Nación, desaparecerán con la claridad del nuevo amanecer argentino que estamos pronto a presenciar y sus horrendas figuras, quedarán sepultadas definitivamente27

La campaña contra los activistas clasistas se reforzará a partir de ciertas acciones. En

General Motors, un miembro de la CIR, Sergio Montenegro, fue blanco de una acción de

parte de una organización armada y el gremio califica a los agresores como: "retrógrados

mercenarios, que no son otros a los que el Gral. Perón ha llamado acertadamente 'vagos e 28

inoperantes'". A su vez, el Plenario de Delegados y Comisiones Internas de Capital Federal y Gran Buenos Aires se pronuncia frente al avance del clasismo en general:

26 SMATA: Avance, Año II, n°17, Buenos Aires, mayo de 1973.

27 SMATA: Avance, Año II, n°17, Buenos Aires, mayo de 1973.

28 SMATA: Avance, Buenos Aires, julio de 1973.

El Plenario de Delegados y Comisiones Internas de Capital Federal y Gran Buenos Aires del SMATA resuelve hacer pública nuestra advertencia a quienes pretenden dividirnos con una campaña de bajos procedimientos repartiendo volantes en las fábricas con el apoyo de armas de fuego, son elementos enemigos del pueblo argentino que responden a intereses foráneos y también internos, y que buscan crear caos entre la clase trabajadora.

Por otra parte, SMATA señala otro enemigo del pueblo, Agustín Tosco, individuo perturbador de la clase obrera que aliado con sus agentes marxistas y sus secuaces gorilas, no respeta ni la memoria de nuestro Secretario General Dirck Henry Kloosterman, lanzándole injurias que demuestran una mente retorcida y cargada de odio y oscuros designios. (...) SMATA, como ya lo hizo estará siempre alerta y dispuesto a rebatir a quienes quieran dividirlo y manchar la trayectoria con palabreas o ataques solapados, empleando si es necesario todo el peso de la ley y la razón, sin recurrir a la fuerza, porque sabemos que ese es el último recurso de la clase trabajadora, ahora más unida que nunca ante el ataque de sus enemigos comunes29

El 20 de junio de 1973, día en que Perón regresa a la Argentina, se produce en su recibimiento la masacre de Ezeiza, en donde los sectores de la derecha del movimiento justicialista atacaron a las organizaciones peronistas de izquierda. La Juventud Peronista acusa a la burocracia de haber participado del ataque y la matanza. Ante esta imputación, el SMATA les dirige una carta:

Frente a vuestras declaraciones sobre los sucesos de Ezeiza inculpando al movimiento obrero. El Plenario de Delegados y Comisiones Internas de Reclamos de Capital Federal y Gran Bs. As. del SMATA reunido en la fecha resolvió invitar a los integrantes de esa Mesa a un nuevo Plenario (...). A efectos de discutir de frente y no acusando por comunicados a los hechos reales de Puente 1, nuestro Gremio con plena autoridad para hacerlo al estar presente miles de trabajadores mecánicos que marcharon con sus gargantas enronquecidas de vivar al Líder de los Trabajadores (...)30

Luego de la asunción de Perón, el SMATA recrudece su ataque al clasismo. En noviembre se realiza la VI Asamblea General Extraordinaria de Delegados Congresales, en la cual sancionaron a varios delegados de fábricas de Buenos Aires y a la seccional Córdoba. Los delegados sancionados fueron trece. A nueve de ellos, pertenecientes a la empresa Deutz, los acusaron de no haber respetado el paro que se realizó en homenaje a Kloosterman y por agraviar su memoria. El resto de las sanciones no fueron justificadas por ningún hecho

29 SMATA: Avance, Buenos Aires, julio de 1973.

30 SMATA: Avance, Buenos Aires, julio de 1973.

particular sino simplemente con una alusión abstracta a la "inconducta gremial" o a "la

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gravedad de las falta cometidas". A todos ellos los expulsaron del gremio, con lo cual perdían su inmunidad gremial y las empresas quedaban habilitadas para despedirlos. Esta medida será adoptada también contra la seccional Córdoba, como veremos más adelante. Es claro que el SMATA se disponía a realizar una purga en el movimiento obrero con vías de recuperar la plena hegemonía y disciplinar a los trabajadores, en sintonía con las tareas que se propuso Perón a su regreso: cerrar el proceso revolucionario. El SMATA plantea claramente sus objetivos:

Los mecánicos hemos estado siempre en la defensa del país y nuestra organización. A Kloosterman lo asesinaron a traición por defender esas banderas, nosotros no vamos a esperar más sentados que la traición y la contrarrevolución marxista destruya nuestro pueblo. Estamos dispuestos a darles batalla en todo el país, estén donde estén, en las fábricas, seccionales, talleres, etcétera, y con la movilización activa de los mecánicos auténticos, que sólo reconocen una bandera, la Azul y Blanca, y un líder, el Teniente General Juan Domingo Perón y una Doctrina, la Justicialista, SMATA eliminará para siempre de nuestras filas a quienes han actuado y actuarán al servicio de la anarquía internacional con apoyo de adentro y afuera32

Un freno a la lucha

Los conflictos en los que participa el gremio parecen disminuir desde mediados de 1973. Se produce un paro de 11 días en ACA en agosto por la firma del convenio que triunfa.33 En Eaton Fundiciones se realizan paros por secciones para reclamar por las seis horas por insalubridad, medida que resulta triunfante.34 En agosto también surge un conflicto en General Motors (GM), porque la empresa había determinado un aumento de la producción. El 5 de octubre GM despide a todo el cuerpo de delegados, la CIR y algunos activistas. El SMATA declara, entonces, un paro por tiempo indeterminado por la reincorporación. El Ministerio de Trabajo decreta la reincorporación y declara la conciliación obligatoria. En ese período la empresa niega la entrada a la planta a dos técnicos del SMATA, que pretendían controlar los tiempos y métodos utilizados por la empresa.35 Una vez finalizada la conciliación, se hizo una asamblea en la CGT donde asistieron 4 mil obreros y se marchó al Ministerio de Trabajo y al Congreso. Finalmente se obtuvo la reincorporación y el pago del 50% de los jornales perdidos. Sin embargo, también se acordó que la empresa implementaría el método de producción que tenía planeado y que el mismo sería controlado

31 SMATA: Avance,

32 SMATA: Avance,

33 SMATA: Avance,

34 SMATA: Avance,

35 SMATA: Avance,

n°23, Buenos Aires, n°24, Buenos Aires, n°20, Buenos Aires, n°21, Buenos Aires, n°22, Buenos Aires,

diciembre de 1973. enero de 1974. agosto de 1973. septiembre de 1973. octubre de 1973.

por el Ministerio, a diferencia de lo que reclamaba el gremio de que fuera controlado por técnicos suyos.36

En octubre del '74 se produce un conflicto en la fábrica autopartista Robert Bosch Motors de Argentina, ubicada en Tucumán, por despidos arbitrarios y el pago de horas extras de acuerdo a la reglamentación vigente. Luego de varias reuniones con la empresa, se decide en asamblea el quite de colaboración. Ante la falta de respuestas, se declara un cese de actividades el día 25 y la compañía accede a los reclamos por el pago de las horas extras así como de las horas caídas por la medida de fuerza.37

Pero los conflictos en la rama fueron bastantes más que los que el SMATA reivindicaba. A pesar de la inflación galopante durante el tercer gobierno peronista, el gremio no reclamaba por aumentos salariales y aceptaba la paz social, en contraste con su actitud frente al gobierno dictatorial. Ya tampoco reclamaba por la aplicación de la ley 14.750, lo cual sí hicieron los trabajadores frente al Rodrigazo. El gremio incluso llegó a sancionar a quienes realizaron huelgas, como el caso de Córdoba. A continuación, veremos cómo actuó el sindicato antes estos conflictos.

1) Córdoba

La seccional Córdoba del gremio había sido ganada por la lista marrón en 1972, que derrotó a la conducción peronista encabezada por Elpidio Torres. Salamanca, quien encabezaba esta lista, era militante del Partido Comunista Revolucionario, había fundado el Movimiento de Recuperación Sindical. Las relaciones de la Comisión Directiva del gremio con la seccional Córdoba se endurecieron con el triunfo de la lista clasista y se estableció un enfrentamiento abierto.

Una de las cuestiones que se planteó la conducción clasista fue retomar la lucha por el encuadramiento de los obreros de Concord. A pesar de haber sido un reclamo histórico del gremio, ahora la conducción nacional se oponía a crearle un problema al nuevo gobierno:

Resulta sospechoso que la dirección sindical cordobesa (autotitulada clasista, combativa y comunista revolucionaria) salga justamente ahora a la lucha con el fin de crearle un problema al gobierno popular, cuando se negó a luchar contra la dictadura militar junto a todo el gremio que, por decisión del Consejo Directivo Nacional y del Plenario de Secretarios Generales de todo el país, resolvía movilizarse en apoyo de los compañeros de FIAT y en favor de su correcto encuadramiento sindical 38

36 SMATA: Avance, n°23, Buenos Aires, diciembre de 1973.

37 SMATA: Avance, n°31, Buenos Aires, enero de 1975.

38 SMATA: Avance, n°21, Buenos Aires, septiembre de 1973.

La central del gremio realizaba una fuerte campaña contra Salamanca, en especial por su

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llamado a votar en blanco y no haber apoyado al peronismo en las elecciones39, a pesar de la cual la conducción cordobesa contaba con apoyo de las bases. Un ejemplo, es que los obreros de IKA-Renault, situada en Córdoba, se negaban a recibir los volantes contra Salamanca que repartían militantes del SMATA central. Ante este tipo de hechos, los activistas de la burocracia respondían con tiros y eran enfrentados por los obreros que los echaban a golpes.40

En noviembre de 1973, en ocasión de la VI Asamblea General Extraordinaria de Delegados Congresales, en la cual se había sancionado a otros activistas, también se declara una sanción a la seccional Córdoba. Las acusaciones a esta seccional, y a la persona de Salamanca en particular, se refieren a cuestiones sindicales menores y a cuestiones políticas:

a) Tergiversa la verdad en el Plenario Nacional de Secretarios Generales del 18 de enero de 1973, al afirmar que la Comisión Ejecutiva no tenía prevista la realización de ninguna Asamblea General de Afiliados para el día siguiente, cuando en realidad así lo había resuelto la Asamblea General de Afiliados de la Seccional celebrada el día 12 del mismo mes. Es evidente que falsea la verdad para impedir que el Consejo Directivo Nacional y el Plenario concurran a esa asamblea, tal como se había decidido.

b) Injuria de palabra al Consejo Directivo Nacional en la Asamblea General de Afiliados celebrada finalmente en Córdoba el 19 de enero de 1973 y tolera que otros oradores difamen e insulten a los integrantes del mismo, a pesar de que en ese momento se encontraban detenidos, juntamente con los Secretarios Generales del Interior, que habían viajado en cumplimiento de lo resuelto por el Plenario. En lugar de movilizar al gremio en defensa de los presos, los calumnia y levanta la asamblea sin esperar la incorporación de los mismos.

c) Descarta una resolución del Consejo Directivo Nacional y del Plenario Nacional de Secretarios Generales que disponen constitución de una comisión surgida del seno del Plenario, llamada a esclarecer tales sucesos y deslindar responsabilidades. Tanto en el Plenario de Delegados, realizado en Córdoba el 23 de marzo de 1973, como en la Asamblea General de Afiliados de la Seccional, celebrada el mismo día, se reiteran los insultos y las falsas imputaciones contra el Consejo Directivo Nacional, dándole además amplia difusión por la prensa y otros medios a las especies calumniosas.

d) Propiciar públicamente el VOTO EN BLANCO, durante toda la campaña electoral previa al 11 de marzo de 1973, con el objeto de impedir el triunfo popular y mantener el continuismo de la dictadura militar, colocándose de esa manera directamente en contra del General Perón.

39 SMATA: Memoria y balance 1973.

40 La opinión, 11/4/1973 y La voz del interior, 11/4/1973

e) Idéntica actitud repite en ocasión de la campaña electoral realizada en Córdoba, con motivo de la segunda vuelta a la que debió concurrir la ciudadanía en el mes de abril del año en curso.

f) Con motivo de las elecciones del 23 de septiembre del corriente año en la que todo el gremio se pronunció activa y abiertamente en favor de la candidatura del Teniente General Perón, porque a través de ésta se jugaba el destino nacional -repiten su actitud negativa y reticente, colocándose de esa manera claramente en contra del sentimiento de la inmensa mayoría de los compañeros mecánicos de Córdoba y de los trabajadores del país.

g) Descarta lo resuelto por el Consejo Directivo Nacional al decretar éste el 23 de mayo en curso, un cese general de actividades en señal de duelo por el asesinato del compañero DIRCK HENRY KLOOSTERMAN, repitiendo públicamente injurias contra el compañero fallecido. Los trabajadores de Córdoba se adhieren igualmente al paro y abandonan las tareas, desoyendo las directivas de la Comisión Ejecutiva.

h) Participa activamente de la ocupación de la C.G.T. de Salta -Edificio donde tiene instalada su sede la seccional del S.M.A.T.A. en dicha provincia- y contribuyó con su acción y con su prédica documentada en declaraciones públicas, a la división del movimiento obrero organizado en dos centrales obreras regionales.

i) A partir del 18 de enero de 1973 sistemáticamente, el Secretario General se abstiene de concurrir a los Plenarios de Secretarios Generales, dejando de cumplir de ese modo una responsabilidad personal ineludible41

De estos puntos, sólo 4 (a, b, c, i) podrían considerarse como problemas estrictamente gremiales, aunque se trata de cuestiones menores y que están relacionadas con la disidencia que la seccional cordobesa mantenía respecto de la central. Los puntos g) y h) aluden a una cuestión de política sindical y refieren a derechos democráticos. Lo más grave consiste en los puntos d, e y f. Éstos refieren a diferencias exclusivamente políticas, ajenas a lo sindical que eran utilizadas por la dirección nacional para apelar a la adhesión que la figura de Perón despertaba entre los trabajadores. Evidentemente, estas acusaciones no correspondían a un ámbito gremial en donde se supone la existencia de libertad política, cuestión que la conducción nacional pretendía restringir. Pero, como eran consientes del apoyo que Salamanca tenía en Córdoba, el gremio se limitó a declararse en estado de alerta y a constituir una Comisión Investigadora que realizara un seguimiento de la regional.

En respuesta a esta resolución, el SMATA Córdoba convoca a una asamblea en la que participan 4 mil trabajadores en la que se decide rechazar la Comisión Investigadora, suspender a quienes habían apoyado la conformación de esa comisión y denunciar a la central por retener los libros contables de la seccional anteriores a la asunción de la lista

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marrón y de quedarse con el 36% de la recaudación para la Obra Social.

41 SMATA: Memoria y balance 1974, p. 88 y 89.

42 Solicitada de la Comisión Ejecutiva del SMATA Córdoba en Córdoba, 2/4/1973.

Otro problema que surgió a principios de 1974, fue el atraso en la transferencia de los fondos de la obra social hacia Córdoba, por parte de la central. Por ello la seccional provincial no podía afrontar el pago de los servicios médico asistenciales. Aunque el SMATA lo desmintió, lo cierto es que este hecho creó una dificultad a la seccional.43 A mediados de ese año se producen elecciones en todo el gremio a nivel nacional para la elección tanto de los cargos nacionales como de las comisiones seccionales. El SMATA impugnó los comicios de la seccional cordobesa, aduciendo que los padrones utilizados no eran los que había confeccionado la comisión electoral, sino los presentados por el comité ejecutivo cordobés. Sin embargo, como se detectaron pocos casos en los que aparecerían irregularidades, las elecciones se dieron por válidas y se declaró ganadora a la lista marrón, encabezada por Salamanca.44 Es decir, que la retórica peronista contra las posiciones políticas de Salamanca no impidieron que su lista fuera reelecta.

Pero el enfrentamiento va a precipitarse cuando ese año la seccional Córdoba decide emprender un plan de lucha por aumentos salariales. Tanto las medidas de fuerza tomadas por esa regional, huelgas y paros, como los aumentos salariales violaban el pacto social que regía. Las medidas de fuerza fueron declaradas ilegales y la seccional rechazó la conciliación obligatoria. El Consejo Directivo Nacional aprovechó esta situación, expulsó a la Comisión Ejecutiva cordobesa e intervino el gremio, tal como lo facultaba la nueva Ley de Asociaciones Profesionales45. En la justificación a la expulsión, aparece nuevamente la apelación a la doctrina justicialista.

Todos los mecánicos del país por amplia mayoría tomaron la decisión de expulsar a la Comisión Ejecutiva de la Seccional Córdoba por haber equivocado, reiteradamente, el camino de liberación y reconstrucción nacional en el que estamos todos comprometidos, por la patria, por Perón y por Isabel Perón, la presidente de los argentinos (...) ya era de notoriedad en todos los órdenes del país, que la huelga que se estaba propiciando en Córdoba era contrarrevolucionaria, es decir que atentaba contra todos los principios legales, gremiales y argentinos46

2) Buenos Aires

La situación en Buenos Aires, comenzó a crisparse, especialmente, en 1975, cuando concluyó el período del pacto social y se disponía la renegociación de convenios. Los años anteriores, ante la imposibilidad de solicitar aumentos salariales, los conflictos se centraban en condiciones de trabajo y ritmos de producción. Los conflictos se producían, en general, por fuera del sindicato, que estaba más atento a resguardar la paz fabril.

43 SMATA: Memoria y balance 1974.

44 SMATA: Memoria y balance 1974.

45 SMATA: Memoria y balance 1975.

46 SMATA: Avance, n°29, Buenos Aires, septiembre de 1974.

Por ejemplo, en Mercedes Benz se había conformado un núcleo de delegados combativos. La empresa había intentado en varias oportunidades aumentar los ritmos de trabajo y establecer horas extras, lo cual fue resistido por los obreros. La empresa se vio entonces obligada a aumentar la cantidad de personal agregando un turno más, según relata Hugo Crossato, ex delegado de la fábrica.

Cuando lo intentó [aumentar los ritmos] nos enfrentamos a eso. Nosotros no quisimos ni garantizar la producción, ni aceptar ningún tipo de premios. En alguna etapa de esos años lo tuvimos que aceptar porque el SMATA lo aceptó, pero una vez hubo un enfrentamiento porque la empresa quiso volver a tomar los tiempos en el '73. Vienen a hacer un estudio de tiempo de nuevo, porque ellos consideraban que el tiempo que teníamos podíamos aumentar la producción. Y fue resistido. No aceptamos. En muy pocos puestos se demostró que sí tenían razón, se demostró que se podía un poco más. Pero nunca se lo hicieron, seguimos con el mismo ritmo. (...) Fuimos enemigos acérrimos de cualquier tipo de premios, de aumentar la producción y de las horas extras. Les decíamos que tomen más personal. (...)El caballito de batalla nuestro era: hay 2 millones de desocupados, si necesitan más horas, tomen personal47.

Los meses de junio y julio de 1975 son cruciales, debido a la reacción obrera al Rodrigazo y al intento del gobierno de homologar los viejos convenios. Ante la presión de las bases, los sindicatos se ven obligados a convocar a paros, pedir la aplicación de la ley de convenciones colectivas y reclamar aumentos salariales48. El 27 de junio la CGT convoca a un paro tras el cual el gobierno decide homologar los convenios colectivos. El SMATA presentó esta medida como un apoyo de las bases a la CGT y al gobierno:

La jornada histórica del 27 de junio, más allá de las pretendidas sutilezas de algunos minúsculos sectores, dejó en claro que los trabajadores apoyaban a la compañera Isabel, a la Confederación del Trabajo, pero que, más allá de los nombres, no alentaban la prosecución de una línea dentro de la cartera económica, como la que regía por entonces49

El SMATA firmó en los convenios una escala salarial unificada para todas las terminales ya que la negociación, que siempre se realizaba de forma descentralizada por empresa, se realizó en forma conjunta. Esto implicó que los aumentos salariales firmados, no

47 Entrevista a Hugo Crosatto, ex delegado de Mercedes Benz, en poder de la autora.

48 Ver: Löbbe, Héctor. La guerrilla fabril. 2009. Buenos Aires: Ediciones RyR; Brunetto, Luis. 14250 o paro nacional. 2007. Buenos Aires: Estación Finlandia; Cotarelo, María Celia y Fabián Fernández. Huelga general con movilización de masas. Argentina, junio y julio de 1975. Anuario Pimsa (1998): 103-140.

49 SMATA: Avance, edición extra, Buenos Aires, julio de 1975.

repercutieran de la misma forma en todas las fábricas, ya que en algunas los salarios eran mejores que en otras. El gremio reconoce este hecho:

Es evidente que alguno recibió menos aumento. Pero también es cierto que para buscar justicia siempre alguien tiene que ceder algo. Es también real que en Citroen hay categorías que pueden tener un 120 por ciento, mientras que en Ford sacaron un 93 por ciento (...)50

Esto suscitó el descontento de los obreros de Ford, que formaron un Comité de Reclamos con vistas a presionar a la Comisión Interna. Los trabajadores de la planta se negaron a convalidar el aumento salarial firmado, el cual no alcanzaba a compensar el alza inflacionaria desatada por el Rodrigazo. Desconocieron la autoridad de los delegados del SMATA e iniciaron una huelga. El SMATA, junto al presidente de Ford y el subsecretario de Seguridad, Héctor García Rey, miembro de la triple A, decidieron declarar ilegal la huelga y despedir a 300 trabajadores, entre los que se encontraban activistas gremiales opositores.51 José Rodríguez intentó justificar esta medida aduciendo que el paro había sido organizado por una minoría:

Acá hemos dicho que nadie saca los pies del plato, pero hay una fábrica, Ford, que sacó los pies del plato. Pero no lo sacaron los delegados de los trabajadores, los sacó un grupo de gente organizada en concomitancia con la empresa y grupos golpistas (...) la huelga de Ford es ilegal porque el Consejo Directivo no la respeta52.

Otro caso en el que el SMATA participa en concordancia con la patronal es el de Mercedes Benz. En 1974, tras la constitución de un cuerpo de delegados, el sindicato interviene la comisión interna. En 1975, en octubre, frente a las negociaciones paritarias llevadas adelante por el sindicato, los obreros eligen sus propios representantes paritarios que constituyen la Comisión de los nueve. Ante esto, el sindicato no sólo desconoce la elección sino que solicita el despido de 115 trabajadores, entre los cuales se encontraban los 14 que luego serán desaparecidos con la dictadura.53

El auge de la conflictividad obrera en 1975, convenció a la burguesía de organizar el golpe militar contrarrevolucionario que será ejecutado el 24 de marzo de 1976. Es sabido que el sindicato conocía los planes de los militares. En su declaración ante los Juicios de la Verdad, Pedro Troiani, ex delegado de Ford, cuenta que 20 días antes del golpe, Rodríguez les advierte a algunos miembros de la comisión interna que se venía el golpe.

50 SMATA: Avance, edición extra, Buenos Aires, julio de 1975.

51 Löbbe, Héctor: "Las desmemorias de José Rodríguez", en El Aromo, Año II, n° 17, Diciembre de 2004

52 SMATA: Avance, edición extra, Buenos Aires, julio de 1975.

53 Weber, Gabriel: Documental "Milagros no hay. Los desaparecidos de Mercedes Benz".

nosotros directamente fuimos porque teníamos un problema interno y queríamos solucionar el problema ese y él nos dice: no se puede hacer más nada porque se viene el Golpe, dice, cuídense dice, acá van a venir momentos muy difíciles y los cuadros medios acuérdense van a ir presos y ahí dijimos, ¿quiénes son los cuadros medios?, pensé que eran más arriba pero éramos nosotros los cuadros medios, y bueno, así nos fue54

Conclusiones

Hemos analizado el accionar del SMATA frente al ciclo de alza de la lucha de clases, que se abre en 1969 con el Cordobazo y se cierra en 1976 con el golpe de estado, dividiéndolo en dos períodos. El primero se extiende hasta la vuelta del peronismo al poder en 1973. Este período se caracteriza por una oposición del gremio al gobierno militar que se expresaba en un constante reclamo por aumentos salariales, la vigencia de las negociaciones colectivas y de libertad sindical, al proclamarse contra la intervención en los sindicatos. El gremio propicia varios conflictos, aunque limitando las medidas de fuerza. A su vez, el enfrentamiento con los sectores clasistas aparece de manera moderada.

El segundo período se desarrolla bajo el gobierno peronista. Allí el gremio abandona las reivindicaciones anteriormente levantadas y acepta el congelamiento salarial, a pesar de la inflación, y la suspensión de las negociaciones colectivas a través del Pacto Social. La participación en conflictos por parte del gremio es sumamente limitada. También condena las medidas de fuerza y se enfrenta abiertamente a las corrientes clasistas, combatiéndolas e intentando desterrarlas de las fábricas.

Creemos que, en especial en este segundo período, el gremio actúo en sintonía con el plan de la burguesía para frenar el conflicto social. La vuelta de Perón tuvo como objetivo lograr que el personal político que mayores simpatías despertaba en la clase obrera, pudiera clausurar el proceso abierto en 1969. En este sentido, la burocracia sindical jugó un papel fundamental al enfrentar el crecimiento de las organizaciones revolucionarias en las fábricas. Incluso desde sus mismas publicaciones oficiales podemos observar el ataque permanente a los sectores disidentes.

En la medida en que las corrientes clasistas fueron creciendo, el control del SMATA sobre las bases parecía cada vez menos eficaz. La conflictividad fue en ascenso y los conflictos en torno a la producción y condiciones de trabajo se intensificaron en un contexto en donde no se podía exigir aumentos salariales. Estos conflictos eran liderados por tendencias de izquierda y llegaron a su auge hacia 1975. Finalmente la burocracia aparece aliada ya no

54 Extracto del testimonio de Pedro Troiani en el marco de los Juicios por la Verdad: ¿El óvalo de la muerte? Empresas y represión bajo el Proceso Militar: el caso Ford, en Razón y Revolución, n°10, primavera de 2002.

sólo a la patronal sino a los militares que efectúan el golpe del '76. Creemos que, de esta manera, se sitúa en el bando contrarrevolucionario.

Bibliografía

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Recibido: 30 agosto 2010 Aceptado: 3 noviembre 2010

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