Journal of Siberian Federal University. Humanities & Social Sciences 1 (2017 10) 67-73
y^K 304.5
Globalization and Multiculturalism
Natalya F. Mikheeva*
People's Friendship University of Russia 11/2 Mikluho-Maklaya Str., Moscow 117198, Russia
in the European System of Education
Received 16.11.2016, received in revised form 02.12.2016, accepted 11.01.2017
What is the connection between globalization and culture? Why is there a diversity of cultures, despite the economic globalization? What is the role of cultural relativism in front of globalization? Culture is a consolidation of material, religious and ideological features. Culture distinguishes a society or a social group, represents a way of life, traditions, art, technology, religion and the way of life. So, man creates cultural values, which he "fits" to the society through education.
Keywords: globalization, multiculturalism, cultural relativism, the European education.
DOI: 10.17516/1997-1370-0007.
Research area: philology.
Globalización y multiculturalismo en el sistema de la educación europea
Natalia F. Mikheeva
La Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos Calle Miklujo-Maklay, dom 11/2, ap. 632, Moscú, 117198, Rusia
¿Qué relación hay entre globalización y cultura? ¿Por qué es plural la cultura a pesar de la globalización económica? ¿Cuál es la trascendencia de los imaginarios sociales ante la sociedad icónica? ¿Cuál es el papel del relativismo cultural ante el lugar común de la globalización?
La cultura, al ser integralmente un universo de rasgos materiales, espirituales, ideológicos que perfilan a una sociedad o grupo social, engloba modos de vida, ceremoniales, arte, tecnología, creencias y tradiciones. Y es a través de ese tinglado que el ser humano busca diversos significados y crea productos culturales que trascienden socialmente.
Palabras claves: globalización, multiculturalismo, el relativismo cultural, la educación europea.
© Siberian Federal University. All rights reserved Corresponding author E-mail address: [email protected]
La pretensión de comunicarse no existe de manera independiente al individuo, sino que se construye en la dinámica acción de inter-subjetividad, una especie de común acuerdo con alguien sobre algo. Así, comunicarse y comprender se ubican en un plano semejante.
Problematizar sobre la comunicación humana, en una sociedad tecnologizada, además de una cuestión epistemológica, es un asunto de relevancia económica, política e ideológica. Implica disertar sobre formas y realidades socioculturales y converger en críticas e interpretaciones sobre la sociedad. Su análisis histórico y teórico alerta sobre la necesidad de desentrañar la «producción de la cultura» en un eje o dimensión subjetivo-objetivador que enfatice la perspectiva histórica donde el sujeto y el objeto se ubiquen interrelacionados mediante modelos multidimensionales.
El paradigma cultural es muy complejo; es una intrincada combinación de fuerzas, debilidades, factores de progreso, de estancamiento, contradicciones, etcétera.
La globalización es un elemento de la cultura contemporánea, pero no es el único para delinear el destino de la cultura mundial. Existen diferencias entre la lógica mercantil y la pluralidad cultural, ya que la globalización económica y la pluralidad cultural están en permanente tensión, como consecuencia de la recomposición de identidades culturales y sociales.
Deben surgir otros enfoques sobre las relaciones entre lo global, local y regional que resquebrajen el esquematismo de la monocultura. Si ponemos en un plano de confrontación las diferentes posturas en cuanto a concebir la cultura a través de parámetros ideológicos, es posible establecer los siguientes planteamientos referidos a consistencia, trascendencia, dignidad, originalidad y representatividad de las diversas esferas culturales.
Los significados que el individuo puede dar a las manifestaciones culturales se traducen en diferentes lenguajes con gran carga simbólica acerca de visiones del mundo. Esto no se da de manera espontánea ni por «arte de magia», todo opera mediante instituciones que detentan espacios de poder, tales como el gobierno, la iglesia, las leyes del mercado, la familia, los medios de comunicación colectiva y la escuela.
Si consideramos a las culturas como «territorios» con fronteras y líneas que pueden o no traspasarse, se puede decir que algunas culturas restringen la movilidad interna de sus miembros; es decir, adoptan una cualidad territorial, local, regional. Conforman un espacio cultural determinado. Asimismo, se pueden presentar casos donde las culturas fomentan la expansión, «afirman su derecho global o universal sobre la totalidad del espacio cultural en cuyo centro se encuentran y desde donde tratan de alcanzar otras áreas culturales».
Estas culturas rebasan el localismo y alcanzan un punto de vista universal. Independientemente de estos puntos básicos, los seres humanos, insertos en sus culturas, poseen el lenguaje que les permite manejar y accionar la comunicación dentro de una gran variedad de situaciones.
Se afirma que solamente existe una cultura que merece considerarse como cultura «auténtica», las otras son reflejos o meras apariencias de la «cultura verdadera». Esta corriente postula que a partir de una cultura «madre» todas las demás son incluso degeneraciones de ella.
Para los españoles que conquistaron América, los valores cristianos, morales, ceremoniales, etcétera, eran vistos como los únicos que debían prevalecer y ser aceptados por todos. Para los griegos los valores de la paideia eran los únicos que podían oponerse a los bárbaros.
Otra posición afirma que todas las culturas valen igual y que encuentran su sentido en su propio espacio histórico y geográfico. Se refiere
a que no es lo mismo igualdad que conexidad. En otras palabras: todas las culturas son desiguales y la igualdad se refiere a sus derechos, su lucha por ser reivindicadas, aun cuando sean desiguales en características, condición e identidad numérica. Esta posición es la del relativismo cultural.
El relativismo cultural refleja la situación sociocultural del mundo contemporáneo. A través de varios siglos de expansión del eurocentrismo, la civilización occidental ha solidificado su hegemonía en los aspectos culturales, políticos y económicos. La realidad es extremadamente compleja y múltiple en su vertiente cultural. A pesar de esquemas occidentales sobre lo razonable, lo bonito, lo decente, es decir, lo «civilizado», la realidad presenta experiencias como las favelas en Río de Janeiro, o las «ciudades perdidas» del área metropolitana de la ciudad de México.
El relativismo cultural no resuelve por supuesto la antinomia entre escéptico y absoluto pero sí contribuye a expandir críticamente las visiones sobre cómo pensar y conocer el objeto en la sociedad humana.
El relativismo cultural no sólo sugiere que la realidad actual es reflejo de un pasado. Es un caso de memoria y conciencia, puesto que ambas categorías son nociones discursivas y axiológicas dependientes y derivadas de un contexto. El relativismo cultural nos impele a preguntar sobre la naturaleza de la realidad, al enfatizar una serie de antinomias sobre la condición humana y la condición paradójica de la sociedad y sus diferentes tradiciones y prácticas culturales insertadas en una experiencia comunicativa. Explora la forma en que el desarrollo cultural estructura su condición con el concurso de múltiples elementos. El relativismo cultural accede más a explicar la permanencia de pautas culturales que describirlas simplemente. Ayuda a entender modificaciones culturales en un plano
de historicidad y además a interpretar el porqué de la permanencia de experiencias culturales en un cierto tiempo, bajo una condición de vigencia como parte de los usos sociales de un grupo humano.
Los esquemas absolutos de convivencia y sociabilidad tienen que flexibilizarse para entender que la cultura es relativa, al ser reflejo de una realidad multicultural que desafía inclusive a la globalización. Ahora bien, el multiculturalismo, de alguna manera, trata de conciliar las anteriores posturas al afirmar que sí, todas las culturas son «diferentes», pero no hay necesidad de sobreponer una a la otra, ni imponer políticas de separación. Se propugna por la convivencia y el respeto.
El multiculturalismo es un fenómeno social no exclusivo de nuestros días, aunque el concepto mismo sea reciente. Es una evidencia de la diversidad, del pluralismo cultural, de la coexistencia en un sistema social de grupos con diversos códigos culturales.
La concepción multicultural adopta una corriente histórica y política que cuestiona el Estado y la nación en su correlación con la idea de ciudadanía no sólo civil y política sino social. El multiculturalismo pretende reivindicar derechos básicos como educación, trabajo, salud, diversidad cultural, lenguaje y comunicación.
En tanto concepto factual, el multiculturalismo refleja a la realidad social pero también a políticas concretas que podrían establecer los Estados nacionales. La «política del reconocimiento» supone la lucha por la identidad, estrechamente unida a la cultura. En nuestros días, la identidad es un asunto complejo ante la inercia de la globalización que provoca una especie de exacerbación de las identidades particulares y grupales. Por eso la identidad participa de la heterogeneidad de un grupo social. Se podría hablar entonces de
identidad comunitaria que delinea la situación grupal, en cuanto a su cohesión e identificación simbólica de signos y símbolos manejados, entendidos como sustento de imaginarios sociales que deriven acciones comunitarias. Cuando se habla de cultura habrá que pensar en una entidad fenoménica, germinada a través de los siglos, cuya esencia es una concatenación de rasgos, pautas, elementos implicados en lo que algunos antropólogos llaman «sustantivación de las partes». Esto es, los elementos, las pautas, los rasgos de una cultura son figuras que se desprenden de realidades que en el devenir cultural resaltan como aparentes totalidades, cuando son más bien piezas o formas de una totalidad mayor.
En nuestros días, gracias a las explicaciones del relativismo cultural y al multiculturalismo, hay que reconocer la convivencia plural de diferentes culturas al interior de nuestros países. Esto es un hecho evidente.
El movimiento antiglobalizante surge como una alternativa para oponerse a las leyes del mercado. Es un movimiento plural contrario a la ideología y fórmulas del llamado proyecto neoliberal. Ahora bien, no se debe soslayar el hecho de que la «industria cultural», adyacente a la comercial, ocupa dimensiones que continúan respondiendo a intereses transnacionales. Sin embargo, la diversidad cultural y comunicativa también se construye con estaciones de radio regionales, con pequeñas editoriales, con disqueras con propuestas musicales diferentes, con revistas temáticas, con directores de cine independientes. En fin, espacios que descartan la reduccionista afirmación de que la globalización comercial y tecnológica absorbe a la cultura.
Vámos a ver cómo estas ideas de globalización y multiculturalismo se reflejan en el sistema de la educación europea.
La enseñanza de los idiomas extranjeros en general abarca entre sus objetivos el desarrollo
del entendimiento por parte de los estudiantes de la cultura, algo encapsulado a menudo en la afirmación de que la enseñanza de idiomas debería facilitar nuevas percepciones sobre la cultura y civilización de los países donde se habla el idioma.
Tal afirmación presupone la existencia de países cuya cultura y civilización pueden delimitarse con claridad. Sin embargo, el proceso de la integración europea (y global) considerado como un creciente embrollo transnacional a nivel económico, político, cultural y lingüístico, tiende a empañar las fronteras nacionales. Estas circunstancias en efecto socavan una enseñanza todavía decididamente dominada por la idea del idioma y la cultura nacionales. ¿Cómo responde a estos cambios la enseñanza de idiomas en Europa?
La enseñanza de idiomas extranjeros afronta un profundo cambio, ocasionado principalmente por el desarrollo de intercambios estudiantiles y el uso extendido de la informática en Europa. Abajo describimos cuatro enfoques distintos para la enseñanza de idiomas extranjeros.
1). el enfoque de la cultura extranjera, que va perdiendo terreno desde los años ochenta;
2). el enfoque intercultural, que ha ocupado el lugar del enfoque de la cultura extranjera y que es el más vigente hoy día;
3). el enfoque multicultural, que aparece en los años ochenta pero que todavía ocupa un lugar marginado;
4). el enfoque transcultural, que está empezando a surgir como consecuencia de la internacionalización.
Vamos a analizar estos enfoques.
El enfoque de la cultura extranjera se basa, más bien de forma implícita, en el concepto de una única cultura, asociada a un pueblo e idioma específicos, y en general con un territorio específico. Este enfoque se dirige a la cultura del país o países donde se habla cierto idioma, y
evita estudiar el país nativo del estudiante, o las relaciones entre los países objeto de estudio y él del estudiante. Este concepto de cualquier país objeto de estudio puede abarcar variaciones geográficas, sociales o subculturales, pero se sostiene que consiste en la variación dentro de una cultura: por ejemplo, la cultura española o la cultura alemana, etc.
Con este enfoque se enseña el idioma objeto de estudio solamente como si fuera la primera lengua de los habitantes. El objetivo docente es él de fomentar en los estudiantes la competencia comunicativa y cultural del hablante nativo, esto es, una competencia que se aproxime en lo posible a la del «hablante nativo».
El enfoque de la cultura extranjera es bien conocido, dado que fue el paradigma dominante de la enseñanza de idiomas extranjeros en el Occidente desde el siglo pasado hasta los años ochenta. Hoy día es objeto de mucha crítica en el debate pedagógico, mayoritariamente porque se basa en un concepto de cultura que no incluye las relaciones existentes entre diversas culturas.
El enfoque intercultural se basa en un concepto de cultura que acepta que las diferentes culturas están relacionadas estructuralmente entre sí. Como consecuencia, este concepto contempla el encuentro o interacción entre culturas, y sus intentos por conocerse, entenderse y reconocerse.
Como en el caso del enfoque de la cultura extranjera, el enfoque intercultural se dirige principalmente al país o países objeto de estudio, pero también trata el país del estudiante y las relaciones entre los países objeto de estudio y él del estudiante.
Aquí también se enseña la lengua como si fuera la primera de los habitantes en cuestión, pero el propósito consiste en desarrollar una competencia intercultural y comunicativa que le permita al estudiante desempeñar el papel de mediador entre las dos culturas y emplear el
idioma objeto de estudio como lengua de contacto con personas que la tienen como su primera lengua.
El enfoque multicultural está basado en un concepto de cultura que refleja el hecho de que varias culturas pueden coexistir dentro de las fronteras de la misma sociedad o estado. Para algunos grupos de la sociedad en cuestión, la lengua «nacional» o estándar/oficial es su primera lengua; para otros es su segunda lengua y para otros más es una lengua extranjera.
Por eso, el enfoque multicultural presta una atención especial a la diversidad étnica y lingüística del país o países objeto de estudio, p. ej., bretones, marroquíes y franceses nativos en Francia. También trata la diversidad étnica y lingüística del país del estudiante y las relaciones entre los países objeto de estudio y él del estudiante, además de otros países. También abarca las relaciones migratorias. La enseñanza puede centrarse en las identidades nacionales y étnicas. Puede que incluya comparaciones entre el país objeto de estudio y él del los estudiantes, invitando así a estos a desarrollar una actitud reflexiva hacia las culturas de su propio país. Puede también que la enseñanza refleje el deseo de mantener una perspectiva equilibrada y no racista de las culturas que se estudian.
La enseñanza se ocupa de la lengua objeto de estudio tanto como primera lengua, en el caso de cierto porcentaje de la población, como segunda lengua en el caso del resto. En general, la enseñanza trabaja con culturas que se expresan ahora, o se expresaban en sus orígenes, en un idioma diferente al que es objeto de estudio, p. ej. árabe, berebér o vasco.
Como en el caso del enfoque intercultural, el objetivo que se pretende conseguir es la competencia intercultural y comunicativa del mediador, pero, esta vez, de una manera en cierta medida diferente. Es una competencia que les permite a los estudiantes emplear la
lengua objeto de estudio como una lingua franca. Así, pueden hablar con personas que, por un lado, pertenecen a la sociedad donde se habla la lengua objeto de estudio como primera lengua, por ejemplo, Francia, pero por otro lado pertenecen a otra cultura, por ejemplo, la marroquí, y por eso pueden hablar otra lengua como su primera lengua, como por ejemplo el árabe marroquí.
El enfoque multicultural ya se anticipaba en los enfoques de la cultura extranjera e intercultural en el sentido de que los temas de regionalismo y los trabajadores inmigrantes, además de las mujeres, los jóvenes y los negros se han ido incluyendo en la gama de temas sociopolíticos ofrecidos en la enseñanza de idiomas.
Varios factores impulsan el mayor desarrollo de este enfoque: la creciente importancia que tienen los países poscoloniales como materia de enseñanza. En este caso la enseñanza en general trata la lengua objeto de estudio como la segunda lengua (oficial) de la mayoría de la población -que étnicamente puede ser muy diversa.
El enfoque transcultural emplea como punto de partida para su concepto de la condición global del mundo la naturaleza entrelazada de las culturas: las culturas se interpenetran en combinaciones cambiantes en virtud de la migración y el turismo a gran escala, de los sistemas mundiales de comunicación que facilitan la comunicación masiva y privada, la interdependencia económica y la globalización de la producción de mercancías. El uso extendido de varios idiomas como linguas francas es una
de las formas de expresión de nuestro mundo internacionalizado.
El enfoque transcultural se fija en la vida de los individuos y los grupos en entornos caracterizados por la complejidad cultural y lingüística en menor o mayor grado: las emisoras de televisión, la calle de la ciudad, el aula multicultural, el supermercado - situaciones en que se utiliza la lengua objeto de estudio, pero de tal manera que los estudiantes llegan a tener consciencia del uso de otros idiomas (el inglés en Alemania, el español en Gran Bretaña, etc.). Como consecuencia, la enseñanza se fija en la lengua objeto de estudio como primera lengua y como segunda lengua y lengua internacional.
Uno de los motores de este enfoque es la creciente importancia de los contactos transculturales entre los estudiantes (y los profesores y las familias, etc.), sobre todo en situaciones en las que se emplea la lengua objeto de estudio como lingua franca. Esto establece una situación culturalmente compleja que abarca por lo menos tres culturas distintas, incluyendo el trasfondo cultural de la lengua objeto de estudio.
En cuanto a la enseñanza de idiomas extranjeros en Europa, el proceso de la integración europea es más evidente en el incremento del número de contactos personales a través de las fronteras, donde se emplean los idiomas en situaciones en las que son dominantes asimétricamente, o donde funcionan como linguas francas, relacionadas con contenidos temáticos que pueden, en teoría, aplicarse a cualquier país o zona.
Глобализация и мультикультурализм в системе европейского образования
Н.Ф. Михеева
Российский университет дружбы народов Россия, 117198, Москва, ул. Миклухо-Маклая, 11/2
Какая связь имеется между глобализацией и культурой? Почему существует многообразие культур, несмотря на экономическую глобализацию? Какова роль культурного релятивизма перед лицом всеобщей глобализации?
Культура, будучи единством материальных, духовных, идеологических признаков, которые отличают общество или социальную группу, олицетворяет образ жизни, традиции, искусство, технологии, вероисповедания, образ жизни. И именно благодаря этому единству человек создает культурные ценности, которые и «приспосабливает» к обществу, в том числе через образование.
Ключевые слова: глобализация, мультикультурализм, культурный релятивизм, европейское образование.
Научная специальность: 10.00.00 - филологические науки.