Militantes chilenos en Neuquén.
La experiencia de la Interbarrial durante los años '80
Chilean Militants in Neuquén. The Interbarrial experience at the '80s
Fernando Aiziczon*
Resumen
El presente artículo propone una aproximación a la actividad política desarrollada por exiliados chilenos en Neuquén, en especial la referida a la creación de la Interbarrial neuquina existente entre inicios y mediados de los años '80. La hipótesis de trabajo destaca que la actividad sociopolítica de militantes chilenos sería la clave que explicaría la fuerte sociabilidad barrial desplegada durante los años '80 en Neuquén, concluyendo que el decaimiento de la misma obedecería, paradójicamente, a las características de la transición democrática donde la nacionalidad actúa como límite para la actividad de militantes chilenos. Se utilizan fuentes documentales inéditas, entrevistas orales y bibliografía relacionada al tema.
Palabras clave: Interbarrial neuquina, Neuquén, militantes, exiliados chilenos.
Abstract
This article proposes an approach to the political activity of Chilean exiles in Neuquén, particularly in relation to the creation of the Interbarrial neuquina, between early and mid '80s. This unpublished documentary sources, oral interviews and literature related to the issue are used.
Keywords: Interbarrial neuquina, Neuquén, militants, chilean exiles.
* Argentino. Doctor en Historia, docente en la Universidad Nacional de Córdoba, investigador del CONICET. E-mail: feraizic@gmail.com. Este artículo es parte de una investigación de mayor alcance sobre las características y modos de acción de la militancia política en la provincia de Neuquén durante las últimas décadas.
El tema del desarraigo... no se cura nunca... no puede faltar en ningún análisis. Eso es muy cagador, y que lo viva yo., que soy reconocido, un referente, si a mí me golpea, cuánto más golpea a otros compañeros.. .y esto empieza a dividir.. .y duele mucho porque nosotros cuando hubo que pelear por la democracia que se logró y luego quedamos afuera de todo ..., y peleamos todos.. .y después viene la ordenanza vecinal que prohibe la participación de extranjeros.! (...)
Es la democracia la que nos excluye." (Testimonio de Jorge Muñoz 12-12-2007)
Introducción
Presencia del exilio chileno y "sensación térmica" en Neuquén.
Según datos del censo del año 2001, los chilenos residentes en Neuquén llegan a 50.000, sobre un total estimado en Argentina de 300.000 residentes. Con estas cifras Neuquén es el lugar que alberga a más chilenos en el exterior que cualquier otra parte en el mundo (INDEC, 2001). Estos 50.000 chilenos refuerzan la "sensación térmica" de ser una provincia con gran cantidad de trasandinos, como señala Jorge Muñoz, al considerarse que la población de Neuquén para el año 2001 alcanzaba los 473.315 habitantes (1,3% del total del país, en donde residen 36.223.947 personas), siendo el segundo lugar más poblado de la Patagonia detrás de Río Negro, con 552.677 habitantes (Muñoz, 2005). Neuquén posee la mayor densidad poblacional de la región patagónica, con 5 habitantes por Km2, dato que en la capital neuquina asciende a 42,8%. La Patagonia argentina en total contabiliza para el año 2001 alrededor de 1.737.383 habitantes (4,8% del país). Detrás de los paraguayos, los chilenos se ubican en el segundo lugar respecto a población extranjera llegada a Argentina, pasando de un 6,4% en 1970 (10,3% paraguayos) a un 11,3% en los años '80 (13,8% paraguayos). Por supuesto, y como bien señala Muñoz, los censos son limitados en la información que brindan. Por ejemplo, el censo de 1991 no especificaba el país de origen agrupando en general a "extranjeros limítrofes y no limítrofes" a paraguayos, bolivianos, chilenos y uruguayos; obviamente, en la categoría "extranjero" no se incluye a los nacionalizados, ni a los "ilegales" o "irregulares" que son frecuentemente quienes se encuentran en las tomas de tierras o en los populosos barrios periféricos. El 64% de los chilenos de Neuquén residen en el departamento Confluencia (capital): 29.863 sobre un total de 314.347 personas, y en donde suelen emplearse en los rubros construcción, fruticultura, trabajo doméstico, petróleo y comercio. En Neuquén capital se encuentran también el Consulado, la Delegación Nacional de Migraciones y la Pastoral de Migraciones.
El estudio de Muñoz señala que la mayoría de los chilenos provienen de la IX Región de Chile1 y de los sectores más empobrecidos y marginados, de allí que exilio económico y político se confunden a lo largo del siglo, en especial en las últimas décadas.
1 Entre la IX Región de Chile y la frontera con Neuquén existen 5 pasos fronterizos habilitados, otros tantos con control migratorio pero sin aduanas y unos 20 no habilitados que no obstante tiene gran circulación.
Las posibilidades de hacerse de un trabajo y viviendas precarios y acceder a algún tipo de asistencia estatal en términos de salud y educación resultan "imposibles" en Chile, tanto en tiempos de dictadura como en el frustrado retorno democrático. Por eso, aunque sociológicamente se ubiquen entre los sectores más pobres de la población y aunque tengan que sobrellevar las crisis económicas argentinas, para el chileno que se asienta en Neuquén, comparativamente, sigue resultando atractivo probar vivir en Argentina (Muñoz, 2005). De resultas de este panorama, exiliado político y refugiado económico suelen superponerse en el caso chileno con una intensidad notable2: según Yvette, entre 500.000 y 1.000.000 de chilenos partieron de su país entre 1973-1989, tanto por causas políticas como por el deterioro de su situación económica (Yvette, 2013). Pero vivir y participar de la vida política no es lo mismo; la legislación argentina prohibe la afiliación de extranjeros a los partidos políticos, limita severamente el acceso a cargos públicos (se puede ser Concejal pero nunca encabezar una lista) y en organizaciones sindicales (no pueden superar el 25% de una conducción sindical), y hasta llega a poner un tope de representatividad del 20% en las comisiones directivas de las juntas vecinales, ámbito por excelencia donde se desplegó el activismo político de los chilenos en Neuquén y que posibilitó, como veremos a continuación, el desarrollo de la importante experiencia de la Interbarrial neuquina.
En este escenario, Neuquén se caracterizó en las últimas 4 décadas por ser una provincia "joven" en virtud de que recibe grandes contingentes migratorios y cuya característica es que un sector de ellos -los chilenos- impacta decididamente en la politización de la sociedad civil (Mombello, 2004); así, distintos actores sociales activistas de gremios, organismos de derechos humanos y partidos suelen referirse a los migrantes clasificándolos en "olas" definidas por décadas: en los '60 la ola del personal calificado cuya llegada se promueve desde el Estado provincial (médicos y maestros), en los '70 la ola de exiliados políticos chilenos; en los '70 y '80s la ola de los exiliados políticos internos que se refugian de la represión dictatorial argentina, y en los '90 la ola de exiliados económicos tanto nacionales como extranjeros (especialmente chilenos y bolivianos). De resultas de esta peculiar configuración sociopolítica de Neuquén, será la marca de la comunidad chilena, y dentro de ella, la actividad de exiliados políticos, la que se destaque en los orígenes de la constitución de una región impregnada de una vital protesta social. Si bien el perfil de Neuquén como región caracterizada por una intensa dinámica de luchas sociales no ha pasado desapercibido para los principales estudios (Palermo, 1987, Favaro, 1999, Aiziczon, 2006, Petruccelli, 2005) la tendencia ha sido concentrarse en los explosivos años '90 donde Neuquén ingresó al escenario nacional de las resistencias al modelo neoliberal a través de resonantes puebladas y cortes de rutas (Svampa, 2003, Bonifacio, 2011); por ello, el estudio de la movilización previa que aquí esbozamos busca aportar a futuras reconsideraciones tanto de las huellas de tradiciones de lucha existentes en los '80 como a postular una periodización que desborde la década de los '90.
2 Nuestro interés en el presente artículo es el modo de acción de los militantes y su impacto en términos de acción colectiva y sociabilidad, de allí que no nos ocupemos de las categorías de exilio y desarraigo. Para el estudio del exilio político y el desarraigo en Latinoamérica un buen estudio es el de Groppo y Flier (2001). Para el caso específico chileno recomendamos los trabajos de Bolzman (2009), Rojas Mira y Santoni (2013).
Un Comunista chileno en Neuquén.
Jorge Salas es chileno y reside hace más de tres décadas en Neuquén. Nacido en 1952 en el sur de ese país, es hijo de mineros simpatizantes del Partido Comunista de Chile (PCch), un partido con gran influencia en el movimiento obrero chileno de las épocas previas al golpe de Pinochet, central en el entramado del sistema político de entonces y apoyo de importancia en la experiencia de Salvador Allende, lo cual implicó que tras el golpe los comunistas sean el principal blanco de la represión pinochetista (Riquelme, 2010).
La familiaridad con dirigentes de esa filiación lo hará acercarse al partido y afiliarse tempranamente militando en organizaciones de estudiantes secundarios durante 1971-73. Con el golpe de estado de Augusto Pinochet y el comienzo de las persecuciones políticas Jorge decide trasladarse por unos meses a Neuquén junto a su hermana, quien además tenía noticia de las buenas perspectivas laborales que ofrecía el trabajo en chacras del Alto Valle de Río Negro cosechando fruta. Pero esos meses se transformaron en 8 años. Y entre idas y venidas, como tantísimos chilenos y argentinos que cruzaban la cordillera desde principios de siglo, Salas elige afincar en la ciudad rionegrina de Cipolletti. Mientras, en Neuquén se vincula a una suerte de rama del PCch constituido por una treintena de exiliados políticos y que se juntaban a discutir sobre la situación en su país y a realizar actividades como el conmemorar el 11 de setiembre. Ya con trabajo se reparte entre changas en Cipolletti (donde alquila una casa) y un negocio de reparación de artefactos eléctricos en la ciudad de Neuquén, lugar adonde luego decide mudarse. Tras años de vivir en Neuquén Jorge Salas comienza a caer en la cuenta de la diferente cultura política que distingue a ambos países, diferencias que lógicamente incumben al PC local:
(los militantes chilenos) .con un grado de experiencia y un grado de seriedad y puntualidad (...) veníamos de una escuela muy severa en el tema de la disciplina y cuando nos encontrábamos con los camaradas argentinos., bueno, viste, esto es un desastre, las primeras reuniones (...) una anécdota: cuando estuvimos participando en una reunión de una célula en el barrio, lo primero que mandaron a buscar es vino, los compañeros, para la reunión, y nosotros no estábamos, nosotros íbamos a discutir política no a tomar, entonces nos paramos y nos fuimos al carajo (...) o sea no estaban discutiendo una estrategia de inserción social, de preocuparse en realidad por la problemática que tenía el barrio, sino que eran, diríamos, venían de una cultura comunista que estaba, diríamos, un partido en sí mismo, (...) tanto la izquierda nacionalista como el Partido Comunista tenían, diríamos, posiciones medias light, por decirte.y, sometidos, diríamos, a la lógica de un proyecto policlasista del peronismo (...) eso los mató, diríamos, políticamente porque en realidad nunca imaginaron con la lógica marxista, de que Perón iba a resolver el tema de los zapatos, de las camisas, de las vacaciones, y les manoteó, diríamos, después del '45, les manoteó el movimiento obrero. (Testimonio de Jorge Salas, 13/12/2007, resaltado nuestro)3
3 "Nuestras vidas transcurren entre el "oye" y el "che", entre nuestro hablar despacito de origen y el descollante modo típicamente argentino, entre los tímidos diminutivos tan chilenos y el arrollador imperativo del hablar argentino" (Muñoz, 2005: 43)
Hay que imaginar que Salas conoce la puesta en práctica del famoso lema del Poder Popular en el Chile de Salvador Allende, donde su imaginario le remite a un PC con cuadros muy disciplinados y con arraigo en el movimiento obrero. A pesar de estas cuestiones, a las que agrega una poca vocación poder y mucho sectarismo en el caso neuquino, Salas ingresa al PC argentino y conoce la experiencia del Frente del Pueblo, ya en los años '80. En el ínterin (plena dictadura argentina) se casa y tiene hijos. Como a miles de compatriotas, la situación económica lo apremia, en especial el costo del alquiler, y el modo en que Salas afronta este problema nos permite acercarnos al escenario típico de Neuquén de esa época a la actualidad, en donde la posibilidad de tomar tierras era un dato nada extraño y que se abre a partir de comentarios entre amigos y vecinos, lo que va generando un rumor que cristaliza en acto. Así es que lo que será el futuro Barrio Islas Malvinas, su barrio, ubicado a unas 20 cuadras del centro neuquino, comenzó siendo una toma de tierras protagonizada por varias familias, entre ellas, la de Jorge Salas, alentado por su suegro, también chileno. El lugar a tomar no era codiciado, como no lo es ningún espacio de la zona oeste neuquina, más bien era "un desierto" que se cercaba a modo de lote y al que luego comenzaban a llegar otras familias: "... venían cualquiera, ahí la información del correo popular era que la gente se iba haciendo la casa (...) después, el amigo le decía al otro amigo y así sucesivamente." (Ídem)
Claro que a los pocos días de estar ahí fuerzas policiales rodearon el lugar y encarcelaron a toda la toma. Este tipo de situaciones, comenta Salas, entre las que se decide una toma de tierras, se ocupa el lugar, se cercan lotes, llega la policía, detiene algunos días a los principales referentes y luego los libera, se va a repetir generando bajo el mismo mecanismo un movimiento asambleario de ocupantes de tierras que para los años '80 agrupaba entre 40 y 50 vecinos:
ahí, muy prolijos, muy, diríamos nosotros, en cadena, conversando, ya, nos decidimos a hacer notas, formales y respetuosas a la autoridad y todo lo demás, y a partir de ahí ya elegimos una comisión vecinal, y en el '81 ya hicimos movilizaciones, ya nos animamos a venir con, '81, '82, no tengo mas o menos, pero que hicimos dos movilizaciones al intendente de la dictadura (...) Que nos vendiera el lote, porque en realidad lo que nosotros descubrimos, es que estos tipos, la dictadura tenía una ordenanza para vender la tierra fiscal, pero se la había vendido a los grandes empresarios (...). Y nosotros, con contactos ya por interno de la municipalidad, la descubrimos que estaban haciendo, y nosotros dijimos, muchachos, esta es la ordenanza que nosotros necesitamos que nos pueden dar las tierras, al 50% del valor fiscal, era, diríamos, costaba 2 monedas el lote. Y bueno, eso, este, y obviamente con una inteligencia política interesante de no quedarnos solamente con el barrio nuestro, que nosotros en ese momento el barrio se llamaba La Esperanza, que era un núcleo que incluso la salita de primeros auxilios tiene el mismo nombre porque, era un sector, diríamos, que abarcaba, alrededor de todo lo que era la toma, este, aproximadamente 10 cuadras." (Ídem, negritas nuestras)
Diciembre de 1983: Primer Congreso de la Interbarrial de la Ciudad de Neuquén
De a poco, con presión y "muy prolijo", se irá consiguiendo la sala de primeros auxilios y un salón comunitario. Generalmente las asambleas se hacían en la calles del barrio desarrollando una intensa sociabilidad con otras zonas, ocupadas o no, como Villa Ceferino, Confluencia, San Lorenzo, Don Bosco, y se comienzan a articular problemas en común. En opinión de Salas este proceso implicó una democratización muy pronunciada ya que se generalizaron las asambleas en cada toma/barrio, ejerciendo el voto a mano alzada, eligiendo referentes o delegados y realizando interconsultas para la toma de decisiones.
Este fue el germen de la flamante Interbarrial neuquina, existente durante los años1980-1986, y de la que Jorge Salas fue presidente durante todo el periodo, y que a su parecer tuvo su apogeo entre 1982-1984, destacándose la organización del Primer Congreso. Es que al poco tiempo, el incipiente movimiento aglutinaba a unos 27 barrios y desarrollaba tal dinámica política que se convirtió también en una usina de referentes barriales que luego entrarán a jugar fuerte en la política partidaria.4 De este movimiento participan fundamentalmente vecinos de filiación política muy variada (Partido Justicialista, Movimiento Popular Neuquino, Unión Cívica Radical, Partido Intrasigente) o sin militancia previa, mientras que el lugar de origen es monopolio de chilenos y argentinos (nacidos en Neuquén u otras provincias). De las primeras movilizaciones participaban, en los años de dictadura, unas 50 personas, número que crecerá hasta el medio millar en el apogeo de la Interbarrial.
El primer congreso de la Interbarrial se realizó a fines de octubre de 1983, 7 meses luego de su fundación, el 12 de marzo de 1983. Bajo el lema "Unidad y Participación" asistieron a dicho Congreso las comisiones vecinales de los barrios La Costa, Villa Ceferino, Don Bosco II y III, Barrio Comercio, Barrio Parque Industrial, Barrio San Lorenzo, Barrio Limay, Barrio Confluencia, Barrio 1° de Mayo, Valentina, La Esperanza, FONAVI, más otros invitados como representantes de hospitales, del Colegio de Asistentes Sociales, el gremio docente ATEN (Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén), la Pastoral Juvenil y el Asentamiento Poblacional de Quilmes (Buenos Aires). Un breve detalle de las demandas centrales puede ayudar a imaginar la dimensión del movimiento Interbarrial, las carencias elementales existentes a pocas cuadras del centro neuquino y el encuadre político que el vecinalismo logra adjudicarle a sus preocupaciones. Veamos.
Tres temas centrales convocaban al encuentro: infraestructura, salud y educación, temas sobre los cuales el Congreso se expidió en sendas resoluciones.5 Sobre la cuestión de infraestructura las principales demandas giran en torno a que la mayoría de los nuevos barrios carecen de agua potable, desagotes pluviales, alumbrado público, energía eléctrica domiciliaria, cloacas y extensión de la red de gas, entre otros servicios. Respecto del transporte público de pasajeros se pide un boleto gratuito para estudiantes primarios y secundarios, un boleto para trabajadores, y la incorporación de nuevos recorridos. Especial
4 Uno de los cuales será futuro intendente de la capital neuquina, el radical Horacio "Pechi" Quiroga.
5 Documento "Resoluciones del Primer Congreso Interbarrial de la Ciudad de Neuquén", Neuquén, 22 y 23 de octubre de 1983, inédito.
atención se pone en cuanto a la creación de espacios verdes a los que además se sugiere que sean declarados de interés municipal, que se "expropien" los de lotes privados, y que se construya un "balneario popular".
En el tema educación puede verse la incidencia de la presencia chilena y de cierta tradición participativa en la comisión de padres en las escuelas, por eso la preocupación viene por la escasa articulación con la comunidad: "los padres no participan de la escuela, las cooperadoras funcionan como entes independientes de las otras instituciones del barrio6" reclaman los asistentes, proponiendo la reestructuración de los programas educativos y la aplicación de la ley 242 referida a la creación de consejos escolares "con la participación de los padres ", que las escuelas permanezcan abiertas después de clases para favorecer las prácticas deportivas, la creación de escuelas para adultos y de talleres de capacitación laboral para los mismos. La preocupación por los obstáculos existentes para con los extranjeros en relación al derecho a la educación son considerados especialmente proponiéndose la reforma de la ley de migraciones para poder garantizarlo. Junto a este reclamo se toma posición frente a la situación de pobreza y "desastre económico" que se vive, en la que la mujer debe salir a trabajar para "ayudar en algo al presupuesto familiar" y "quedando los niños sin protección por varias horas"7; la propuesta sobre este tema incluye la instalación de guarderías infantiles en todos los barrios. También preocupa la inseguridad en los barrios, exigiendo a la municipalidad la instalación de destacamentos policiales o rondas nocturnas, pero con la salvedad, nada ingenua, de que la policía cumpla "la real función de custodia y no de represores" .8
Entre la gran cantidad de pedidos y resoluciones por cada uno de estos temas apoyados en visiones sobre la realidad social bien definidas (como aquel pide el control de "indexación" de los loteos privados adecuándolos al salario real) es de esperar que la Interbarrial se posicione como interlocutora de peso, y en función de presentarse como vecinos conocedores de los problemas de cada uno de los barrios es que puede comprenderse la exigencia de participación y comunicación "en la distribución del presupuesto anual municipal" y la "intervención de esta Interbarrial en la confección de la carta orgánica municipal\9
El ítem salud sigue con la línea de exigencias relacionadas con la precariedad infraestructural de los nuevos barrios. La edificación de centros de salud con guardias de 24hs, teléfono y ambulancia, la ampliación de las prestaciones de los mismos y la implementación de farmacias a cargo del ministerio de bienestar social, entre otros pedidos vinculados a los altos niveles de consumo de alcohol (por ejemplo, se pide "la no habilitación de locales de expendio de bebidas alcohólicas") confeccionan la larga de lista de necesidades de los habitantes de estos barrios.
La Interbarrial también supo articular su actividad con la solidaridad hacia otras protestas, en especial las del gremio de la construcción (UOCRA), ya que gran parte de sus integrantes trabajaban en ese sector y se veían involucrados en las agitadas "huelgas salvajes" de los años '84-'86 que conmocionaron Neuquén, y a cuya cabeza encontramos varios dirigentes de izquierda de origen chileno como el reconocido Juan Yáñez (Aiziczon,
6 Ídem, p. 3.
7 Ídem, p. 4.
8 Ídem, p. 4.
9 Ídem, p. 4.
2009). El caso es que articulando con la Multisectorial neuquina o participando en comisiones encargadas de acercar partes en conflicto la Interbarrial aumenta su notoriedad como interlocutor político legítimo a tal punto que su performance militante es altamente exitosa logrando escrituraciones de loteos ocupados, la instalación de centros de salud, servicios para los barrios, e incluso colocando un representante en el consejo de administración de la Cooperativa CALF.10 Como presidente, Salas se verá involucrado y acusado por Luis Sapag, dirigente del MPN11, el partido gobernante por más de medio siglo en Neuquén hasta la actualdiad, de instigación a la violencia en las movilizaciones obreras, y en el año '85 (ya con Jorge Sobisch de intendente, también del MPN) luego de una agitada movilización vecinal es acusado de sedición, desacato y perturbación del orden público. La movilización reclamaba la venta de lotes municipales a sus ocupantes, frente a lo cual la Municipalidad y el Concejo Deliberante habían cerrado filas ofreciendo un permiso de ocupación precaria que justamente precarizaba la posesión de los lotes haciéndolos factibles de ser vendidos a posteriori por la municipalidad. El episodio es un preanuncio del modo de acción directa que toman las protestas en Neuquén y que luego será una de las formas clásicas de acción colectiva:
. entonces nosotros vinimos al Concejo, vinimos como 300 vecinos (...) estaba en sesión el Concejo, entonces, agarramos, nosotros entramos. (...) el Concejo Deliberante era de madera, así que andaba ruidos, y.bueno, entonces, que ahí charlamos y dijimos, bueno, que salgan los concejales a explicar afuera qué es lo que van a hacer, si nos van a respetar. Bueno, salimos todos hacia fuera, sale el presidente del Concejo, que era Giuliani a explicar, y dice, esto es así y no hay más nada que discutir. Para qué!, el tipo cuando quiere cerrar la puerta, los vecinos abren la puerta y nos metemos todos para adentro, y qué hacen los concejales?, rajan a la mierda, se meten en los altillos y se esconden, los cuatro del MPN, los radicales se quedaron . (Ídem)
Luego de firmada el acta comienza la casa de brujas de los principales referentes entre los que lógicamente estaba Salas, y posteriormente vendrán las causas judiciales. Tres años más tarde la justicia condenará a Salas a 1 año y medio de prisión.
Estos y otros tantos episodios de la Interbarrial marcan un trayecto tan ascendente y rápido que su disolución no pudo menos que acarrear el mismo ritmo. De primeras, y más allá de su dinámica participativa, el MPN siempre la vio con un creciente recelo al comprobar el protagonismo político que iba adquiriendo. El éxito en obtener determinados
10 CALF es la sigla de Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza de Neuquén. Fue fundada como cooperativa en 1933 y llamada originariamente Usina del Pueblo. En 1938 CALF comenzó a brindar el servicio eléctrico y de alumbrado público en Neuquén, el que continúa hasta hoy, y al que se incorporaron los servicios de Sepelios, Telefonía, Servicio Asistencial, Medios de Comunicación (Radio CALF-UNC), Internet y Capacitación a través del Instituto de Acción Cooperativa. Al año 2010 contaba con más de 140.000 asociados.
11 MPN: Movimiento Popular Neuquino, partido denominado como "neoperonista" ya que su surgimiento obedece al contexto de proscripción del peronismo (luego de 1955), y donde la estrategia de sus militantes para presentarse a elecciones fue organizar partidos provinciales. De todos ellos, el más exitoso fue el MPN, sin rivales que puedan vencerlo electoralmente desde su fundación en 1957 a la fecha.
servicios (luz, gas, agua) mucho obedecía al cómo era percibido ese logro: ya como una victoria de la Interbarrial, ya como una eficiente política social municipal y provincial, que siempre estuvieron dominadas por el MPN.
Al promediar los años '80 la Municipalidad de Neuquén, argumentando un explosivo y caótico crecimiento urbano, impone un rediseño de la cartografía barrial en la cual los barrios surgidos de las tomas quedan subdivididos en varios barrios menores, reconfigurándose nuevos centros vecinales en donde los vecinos pertenecientes a un barrio de repente deben encuadrarse en otro, y exigiendo a muchos de estos nuevos barrios personería jurídica para la conformación de las comisiones vecinales, única figura que comienza a ser interlocutora legítima con la Municipalidad (amen de los efímeros y coyunturales consejos asesores que comenzaron a prosperar y decaer sistemáticamente ya iniciados los '90). Así se dieron casos de superposición de autoridades en zonas donde existían 2 presidentes de comisiones vecinales en simultáneo (la vieja y la nueva), o fomentando la competencia entre beneficios obtenidos rápidamente por nuevos barrios frente a zonas postergadas desde hacía varios años. Pero fue en las elecciones para las nuevas autoridades vecinales donde Salas vio la mano del MPN y sus "punteros": en principio, a su ahora ex barrio sólo le correspondía 1 manzana de la subdivisión original, pues el resto ya pertenecía a otro barrio nuevo. Los padrones para las votaciones comenzaron a ser adulterados: "por ahí tenías 10 o 20 tipos de otro barrio, te los empadronaban, venían a votar, así que era muy difícil ganar, muy difícil". Los referentes ligados al MPN obtenían recursos considerables y comenzaban a utilizar el aparato partidario del MPN con el cual ya entonces resultaba imposible competir. Así, los barrios y referentes más combativos fueron mermando su capacidad de convocar y lo que sobrevino fue un fuerte golpe desmovilizador sobre las voluntades de los menos militantes.
En este proceso Jorge Salas primero se reubica en el PC en vistas del auspicioso crecimiento del movimiento, pero le toca atravesar una de las grandes crisis del PC de entonces (hablamos del XVI Congreso del PC argentino)12; no obstante, junto a otros camaradas logra ocupar casilleros y desplazar a la conducción local alcanzando un cargo de jerarquía en la regional Neuquén. Resulta interesante destacar que al PC neuquino poco y nada le interesará este movimiento que, tildado de "ultraizquierda", pasará totalmente desapercibido, a tal punto que el propio Salas reduce, retrospectivamente, las problemáticas existentes a la ambigua zona de lo cotidiano, lejos de "lo político":
... lo que no hacíamos es relacionar, diríamos, el proyecto político que nosotros o incluso el personal tenía, con el grado de inserción que teníamos. Nosotros, escucháme, la gente nos venía, tenía problemas íntimos, y éramos los receptores de todos esos problemas, 'tengo problemas con mi señora, mirá que puedo hacer', o la señora venía a
12 Sobre los diferentes modos de "adaptación" de los partidos comunistas chileno, argentino y uruguayo puede verse el trabajo comparativo de José Ignacio Ponce "Adaptación e inclusión de la Izquierda revolucionaria en las transiciones democráticas de Uruguay, Chile y Argentina. Una mirada desde el
desempeño electoral, 1983-2009 disponible on line: http://www.izquierdas.cl/revista/wp-content/uploads/2014/03/2.-Adaptaci%C3%B3n-e-inclusi%C3%B3n-de-la-Izquierda-revolucionaria-en-las-transiciones-democr%C3%A1ticas-de-Uruguay-Chile-y-Argentina.-Una-mirada-desde-el-desempe%C3%B1o-electoral.-1983-2009.-Jos%C3%A9-Ponce.pdf
quejarse que el marido tomaba mucho, nosotros íbamos, tratábamos, toda una comunicación, digamos, muy seria, que si nosotros hubiéramos tenido la fuerza política que acompañara todo esos procesos." (Ídem).
Con el tiempo y las diásporas militantes que asolan al PC, paradójicamente Salas, quien no puede ocupar cargos partidarios de jerarquía por su condición de extranjero, quedará como máximo referente a nivel regional en medio de una crisis que se lleva a dirigentes en pleno crecimiento, como Liliana Obregón, de ATEN. Tras la experiencia de la Interbarrial Salas disminuirá su perfil público, y se convertirá en un actor secundario de un vecinalismo en retirada fuertemente atravesado por el MPN.
La movilización social frente al dilema de la institucionalización
La práctica política que podríamos denominar como movimientista, cultivada por la presencia chilena en Neuquén, también es un asunto de profundas reflexiones en un personaje como Jorge Luis Muñoz Villagrán (también conocido como Jorge Muñoz): exiliado político del pinochetismo desde 1975 ("no nos vinimos por gusto sino por Augusto", suele bromear) migra hacia Buenos Aires donde se desempaña en el Equipo de Pastoral para Chilenos, trabajando en simultáneo en áreas como el folclore chileno y el Teatro Popular, ambas preocupaciones ligadas a su eterno desvelo: el insuperable desarraigo con el que cargan sus compatriotas. En 1979 el clima político porteño le resulta demasiado pesado, y merced a la ayuda que le ofrece el Obispo neuquino Don Jaime De Nevares es que surge la posibilidad de su nombramiento como Delegado Diocesano para la Pastoral de Migraciones de Neuquén, cargo que acepta y en el cual se desempeña hasta la actualidad. Años más tarde culmina su carrera universitaria y egresa como Licenciado en Servicio Social por la Universidad Nacional del Comahue. Su trabajo final, en el que plasmó todas las preocupaciones referidas al exilio chileno de las últimas décadas, se publicó bajo el título de Los "chilenos" en Neuquén-Argentina. Idas y venidas. Respecto de la tradición política traída por los chilenos remarca: "Nosotros no traíamos una experiencia política como se cree, sino (...) una larga tradición práctica de participación social" (Testimonio de Jorge Muñoz, 12/12/2007), participación ejercida fundamentalmente en ámbitos de socialización como la escuela secundaria en donde "nos quedábamos dos horas por semana para nosotros solos.cada curso tenía su centro de estudiantes, su comisión directiva. Eran dos horas solos para nosotros!", y esta práctica, sostiene, ya existía antes de Allende, y abarcaba también a las mujeres (centros de madres que eran una federación de comisiones de mujeres, grupos juveniles, grupos de madres en cada curso de cada colegio, etc.). Muñoz acumuló experiencia práctica política siendo delegado en la escuela secundaria, militó en organizaciones cristianas y formó parte del MAPU (Movimiento de Acción Popular Unitaria) "la síntesis más interesante entre marxistas y cristianos ", lugar donde se entusiasmó con la Teología de la Liberación.
Muñoz se esfuerza en distinguir que "había mucha participación social, no como ahora que es todo partidaria", de lo que se puede interpretar un modo de participación política bien laxo y donde la militancia debe "construir movimiento social sólido; los partidos sólo eran un instrumento". Sin embargo, esta tensión que aparentemente no es
más que un recelo distintivo entre modos de organización mas o menos clásicos (partido y movimiento) después del golpe se aclaró ya que aterrizó en Neuquén un sector mucho más politizado "que sabe que la participación es una cuestión política", mientras que "la migración previa era mucho mas silenciosa: un porcentaje venía, cosechaba y se volvía. Después de Pinochet, no". De todos modos al llegar ese bagaje a tierras neuquinas, por ejemplo:
.nos felicitaban porque los papás chilenos íbamos todas las semanas a la escuela: por eso armamos comisiones de padres, cooperativas, etc (...) Acá de todas maneras los chilenos se inhibieron porque empezó esto de "chilenos de mierda", otra vez los chilenos de mierda. (Ídem)
Mientras la xenofobia no jugó a favor de la desmovilización, los chilenos que llegaron con estas prácticas intervinieron como vimos en la gestación de la Interbarrial neuquina, experiencia que resultó tan movilizante que no resulta osado sostener que en ese ámbito "(antes) no había esa organización". La cantidad de dirigentes barriales chilenos que la Interbarrial tuvo fue, según Muñoz, abrumadora, por lo que su hipótesis sobre la decadencia de la misma resulta creíble toda vez que se retenga el dato de la imposibilidad para los extranjeros de participar en la política partidaria (pensando electoralmente), y se considere la impronta movimientista que Muñoz remarca con particular énfasis:
La interbarrial desaparece porque el fenómeno de la democracia hizo que se institucionalizara todo, porque la institucionalización hizo que los inmigrantes quedáramos afuera (...) El fuerte de la Interbarrial eran las tomas, la propiedad de la tierra, y una vez conseguido el problema central era lógico estar por la institucionalización.por eso nosotros después empezamos a buscar representantes argentinos porque no podía ser un chileno. Nos buscaban de la UOCRA para tener delegados! (...) Se había conseguido el objetivo: la propiedad de la tierra. No están más los dictadores y en democracia hay que formalizar: ahí desaparecemos todos. (Ídem)13
Y si la propiedad de la tierra es alcanzada, aunque precariamente, o se presenta como un horizonte tangible en Neuquén, y a la vez impensable en Chile, no resulta extraño ni la desmovilización fragmentada al ir consiguiendo cada familia formalizar como propietarios (y en el mismo movimiento, si decidían naturalizarse argentinos, un automático voto y afiliación al MPN), ni tampoco el reconocimiento hacia la dos grandes figuras carismáticas de la historia política neuquina, el mencionado Obispo Don Jaime de Nevares y Don Felipe Sapag, padre de Luis y fundador del MPN. El propio Muñoz lo dice en sus palabras:
13 Opinando en forma similar a Salas, Muñoz señala: "La chilenidad consolidaba movimiento social pero los partidos argentinos tenían yo te diría hasta que temor de este tipo de movilización. Los peronistas o los nacionalistas siempre fueron jodidos con nosotros".
. el MPN supo darle espacio a nuestros compatriotas. Aunque no tuvieran derecho a afiliarse. y para un chileno que un gobernador o que un intendente le diera pelota, porque allá en Chile, vos sabés como es la cosa, piramidal. pero no sabés cómo!...que un gobernante lo recibiera, lo invitara acá. (Ídem)
En efecto, puede decirse que ambas figuras generaron espacios de participación, a su manera, "y ahí está la explicación de la conflictividad en Neuquén, entre MPN y no MPN", resume Muñoz. En este escenario la izquierda visible en Neuquén, la izquierda que protesta asiduamente en las calles es, para un chileno como Muñoz, "ultraizquerda", trotskismo, mientras que el famélico PC es una organización inexistente y compuesta por militantes chilenos. El MPN, en cambio, se propone desde el protagonismo alcanzado por la Interbarrial, llegar a ese ámbito de las comisiones vecinales como una decisión política clara e impulsada desde la seccional primera del partido; ahí mismo es que "se armaron los consejos vecinales asesores y se dan cuenta de que había que meterse en las juntas". Sin embargo, la relación con el intendente y luego gobernador Jorge Sobisch en la intendencia fue muy bien vista:
Con él hicimos la erradicación de villas más digna de todas (...) 221 familias que se radicaron en Ceferino y Valentina sur. Se les ofreció terrenos, se discutió el tipo de casas que se iba a hacer. Fue brillante. Con el primer gobierno provincial de Sobisch (...) metió mucha gente extrapartidaria ligada al movimiento social, contestatario.él nos ayudó mucho, personalmente, con su bolsillo.Ya el neoliberalismo se ve que lo cambió. (Ídem)
Conclusión: la huella chilena.
Lo cambió y "los chilenos se mimetizaron". En esa frase se resume el proceso de nacionalización de muchos de ellos, un poco para que los hijos de chilenos dejaran de sentir vergüenza de su origen extranjero, otro poco porque ellos, los hijos, nacidos en Neuquén, ya configuran su identidad en un lento alejamiento de la de sus padres.
La huella dejada por las prácticas de participación política generada por los chilenos más movilizados dejó su marca. Puede decirse que los barrios neuquinos conocieron un antes y un después de la Interbarrial. Y para amplificar la imagen y ponderar el peso de este proceso conviene considerar la densa red que con la Iglesia de Don Jaime, a través de la Pastoral de Migraciones, tejieron estos exiliados: equipos de trabajo parroquiales y pastorales, revistas comunitarias, boletines barriales, boletines escolares, radios comunitarias y asociaciones civiles se hicieron eco de las demandas de vecinos pero también de las crecientes protestas que comenzaban a poblar de lucha social el espacio neuquino. Casi toda la segunda mitad de los '80 se encuentra repleta de encuentros chileno-argentinos con eje en temáticas como la organización popular y que hacen especial hincapié en la producción de prensa popular (talleres de cómo organizarla, o sobre trata la comunicación social, etc.). Todos estos encuentros están articulados por pastorales de
migraciones y organismos y movimientos ecuménicos como "Los padres misioneros de la preciosa sangre" de Chile. También se repite, como en todos estos documentos el tema de la organización comunitaria (y transnacional) para resistir el hambre, frío, crisis económicas, etc.
Siguiendo el huidizo registro existente en materiales impresos, muchos de ellos apenas volantes escritos a mano o fotocopiados artesanalmente, amontonados en casas de vecinos a modo de archivo informal, es que puede rastrearse algunas actividades como la existencia de estas organizaciones. Por ejemplo, en la Revista Ecos Comunitarios se narra la organización de fiestas patronales, o se comentan a través de historietas los problemas cotidianos de vivienda, salud y educación. También se cede un espacio crítico a la Asociación mapuce Nehuen Mapu, que participa con un breve artículo titulado "¿Por qué estamos como estamos?", esto es, la explicación desde la Conquista española hasta el período democrático (presidencia de Carlos Menem) del por qué la situación "no cambia para el pueblo" y en especial el por qué los mapuce siguen siendo marginados de la política y la sociedad neuquinas.14 A través de la lectura de estas publicaciones también permea un activismo extra barrial que, si bien se enmarca en la lógica religiosa, instala temas como los derechos del niño, reflexiones sobre la sociedad de consumo, sobre la significación del día de la raza o sobre la importancia de ejercer el derecho al voto ("como cristianos no podemos quedarnos al margen de un hecho donde se juega el futuro de todos"). Otro dato interesante es la conformación del SITRADONE (sindicato de trabajadoras domésticas de Neuquén, fundado en 1985),15 y la aparición del grupo de apoyo al mismo cuyo objetivo es acompañar las reivindicaciones de la "mujer trabajadora". En un reportaje a Norma Ruiz, la secretaria general de entonces, comenta cómo a través de gestiones del Padre Galviatti se conforma el sindicato en el año 1985, y luego relata el cómo ella decide participar en el mismo. Confesa admiradora de Eva Perón y convencida de que el sindicalismo es "la forma de defender derechos", enumera las demandas del SITRADONE: la exigencia de la libreta de trabajo, el reconocimiento de la antigüedad y del derecho a vacaciones, además de reivindicaciones como el rol igualitario de la mujer en la sociedad y su carta a Don Felipe Sapag reclamando que se cumpla una resolución fechada en octubre de 1988 y emanada del Ministerio de Trabajo sobre la vigencia de la libreta de trabajo.16
Otra organización con inserción vecinal y de tinte cristiano denominada grupo de trabajo Enrique Angelelli publica su Boletín Vamos a andar11. En su editorial titulada "Unidad: ¿un desafío necesario?", pone en discusión las "nuevas formas de acción popular" que si bien no responden a los canales tradicionales de participación política apuntan a lograr "desde abajo" una sociedad "más justa, más democrática". En su diagnóstico dan aviso de que el país vive los "momentos más difíciles de toda su historia", en relación a los niveles de pobreza, al hambre en las calles, la represión policial, la desocupación, y responsabiliza a "los sectores que intentan mantenerse en el poder sin importarle el
14 Datos extraídos de números sueltos de la Revista Ecos Comunitarios, prensa del Equipo de Comunicación de la Parroquia Monserrat, números 1, 3, 4, 5, 6 (1990), los números 9 a12 (1991), y 18 (1992).
15 Boletín Desde el pie, perteneciente al grupo de apoyo de SITRADONE, año 1, n. 2, julio de 1989.
16 El sueño de Ruiz es "un mundo nuevo que todavía no llega, a pesar de tanta sangre derramada como la del mismo Cristo". En Ídem.
17 Boletín Vamos a andar, publicación del Equipo de trabajo Enrique Angelelli, año 1, n.1, julio de 1990. Director: Elí González.
sufrimiento de nuestro Pueblo". Entre los columnistas del boletín destaca la participación de Ricardo Villar (diputado por la UCR), Walter Pérez (del grupo Angelelli), Julio Fuentes (Asociación de Trabajadores del Estado) y Jorge Izquierdo (gremio de judiciales). Al año siguiente la misma publicación aborda con exclusividad el tema de las privatizaciones y en ella opinan el dirigente de la UOCRA Alcides Christiansen.18
Ya a mediados de los '90 la organización vecinal se articula entre algunos barrios movilizados y otros actores dominantes en la escena de la protesta social como el Central de Trabajadores Argentinos (CTA) que junto a los más viejos como la Corriente de militantes por los Derechos Humanos y Pastoral Social del Obispado de Neuquén acompañan reclamos de bonos gasíferos, víveres, pago de facturas de luz por parte del municipio, la aplicación de la ley 2128, entre otras demandas.19Ya es un nuevo escenario, sin grandes flujos migratorios, y donde irrumpirán con toda fuerza las puebladas, las organizaciones de desocupados organizados, los sindicatos estatales, y fragmentos de una izquierda renovada en donde el PC, paradójicamente, está pronto a desaparecer.sin embargo, en cada una de estas acciones, la huella y presencia chilena se hará sentir, con mucha menor intensidad pero con la imborrable huella que deja la tradición.
Recibido: 14 julio 2014 Aceptado: 15 septiembre 2014
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Fuentes documentales:
Boletín Desde el pie, perteneciente al grupo de apoyo de SITRADONE, año 1, n. 2, julio de 1989.
Boletín Vamos a andar, publicación del Equipo de trabajo Enrique Angelelli, año 1, n.1, julio de 1990. Director: Elí González.
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Revista Ecos Comunitarios, prensa del Equipo de Comunicación de la Parroquia Monserrat, números 1, 3, 4, 5, 6 (1990), los números 9 a12 (1991), y 18 (1992).