Научная статья на тему 'La politización de la cultura y su uso contra la dictadura cívico-militar chilena. El caso de “Chile Crea”'

La politización de la cultura y su uso contra la dictadura cívico-militar chilena. El caso de “Chile Crea” Текст научной статьи по специальности «История и археология»

CC BY
5
0
i Надоели баннеры? Вы всегда можете отключить рекламу.
Журнал
Izquierdas
Scopus
ESCI
Область наук
Ключевые слова
Dictadura cívico-militar chilena / oposición política / resistencia cultural / internacionalismo / hegemonía cultural / Chilean civic-military dictatorship / political opossition / cultural resistance / internationalism / cultural hegemony

Аннотация научной статьи по истории и археологии, автор научной работы — Matías Alvarado Leyton

Este artículo analiza la politización de la cultura por parte de la oposición a la dictadura cívico-militar chilena. Para esto, se analiza el caso de Chile Crea. Este encuentro, se propone, no solo habría sido fundamental para anunciar y dar forma a una parte importante de la resistencia cultural de aquel entonces, sino también habría sido clave en el desarrollo de la oposición política de cara al plebiscito de 1988.

i Надоели баннеры? Вы всегда можете отключить рекламу.
iНе можете найти то, что вам нужно? Попробуйте сервис подбора литературы.
i Надоели баннеры? Вы всегда можете отключить рекламу.

The politicization of culture and its use against the Chilean civic-military dictatorship. The case of “Chile Crea”

This article analyzes the politicization of culture by the opposition to the chilean civic-military dictatorship. For this, the case of Chile Crea is analyzed. This meeting, it is proposed, would not only have been instrumental in heralding and structure an important part of the cultural resistance of that time, but it would also have been essential in the development of the political opposition in the face of the 1988 plebiscite.

Текст научной работы на тему «La politización de la cultura y su uso contra la dictadura cívico-militar chilena. El caso de “Chile Crea”»

51, julio 2022: 1-19

La politización de la cultura y su uso contra la dictadura cívico-militar chilena.

El caso de "Chile Crea"

The politicization of culture and its use against the Chilean civic-military dictatorship.

The case of "Chile Crea"

Matías Alvarado Leyton*

Resumen: Este artículo analiza la politización de la cultura por parte de la oposición a la dictadura cívico-militar chilena. Para esto, se analiza el caso de Chile Crea. Este encuentro, se propone, no solo habría sido fundamental para anunciar y dar forma a una parte importante de la resistencia cultural de aquel entonces, sino también habría sido clave en el desarrollo de la oposición política de cara al plebiscito de 1988.

Palabras clave: Dictadura cívico-militar chilena, oposición política, resistencia cultural, internacionalismo, hegemonía cultural.

Abstract: This article analyzes the politicization of culture by the opposition to the chilean civic-military dictatorship. For this, the case of Chile Crea is analyzed. This meeting, it is proposed, would not only have been instrumental in heralding and structure an important part of the cultural resistance of that time, but it would also have been essential in the development of the political opposition in the face of the 1988 plebiscite.

Keywords: Chilean civic-military dictatorship, political opossition, cultural resistance, internationalism, cultural hegemony.

Recibido: 24 febrero 2022 Aceptado: 19 mayo 2022

Este artículo da cuenta del trabajo de investigación realizado en torno a un acontecimiento ocurrido durante la dictadura cívico-militar chilena, el Encuentro Internacional del Arte, la Ciencia y la Cultura por la Democracia en Chile o, como se le conoció, Chile Crea. Este fue un encuentro pensado por distintas personalidades cuyo fin era realizarse en variadas locaciones dentro del país entre el 11 y 17 de julio de 1988, meses previos al plebiscito que sentenciaría la salida de Pinochet ante la victoria del "NO".

Fue esta la primera vez que tantos artistas, intelectuales y políticos abiertamente contrarios a la dictadura se reunían de forma masiva y pública, contando con una consigna clara: "Democracia en Chile". De esta manera, el encuentro sirvió para que personalidades tan disimiles superaran problemas, limaran asperezas y aunaran criterios para conseguir reforzar la campaña de oposición tanto dentro como fuera del país, esto último gracias, particularmente, a la llegada de invitados extranjeros. Este encuentro fue así fundamental para la oposición, consolidando una parte importante de su campaña y

* Chileno. Dr. en historia. Investigador del Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián. Correo electrónico: malvaradol@corteo.uss.cl. ORCID: https: / /orcid.org/0000-0002-8743-8739

51, julio 2022: 1-19

permitiéndole a la cultura recuperarse de la despolitización experimentada, en buena parte, durante la dictadura.

En vista de esto, y para dar un orden claro, los resultados de este artículo se presentan en cuatro partes. En primer lugar, se da cuenta de manera sucinta sobre algunas consideraciones teóricas relevantes para esta investigación, las cuales, permiten entender de mejor manera los alcances de este encuentro. En segundo lugar, se ahonda en la década de 1980, adentrándose en algunas características a tener en consideración para comprender a cabalidad este encuentro, así como, también, en algunos eventos inmediatamente previos a éste. En tercer lugar, se expone su desarrollo y se profundiza en algunas de las intervenciones y declaraciones dadas por algunas personalidades. En cuarto lugar, y por último, se argumenta y propone que éste no solo fungió como inicio a la campaña de oposición, sino que también, y probablemente más interesante aún, se logró posicionar como un ejemplo frente a las distintas dictaduras de la región.

Respecto al marco teórico de este artículo, en respuesta a su propia división y a las particularidades que presenta su objeto de estudio, se reconoce como uno flexible, con un cruce de perspectivas, destacando, al menos, las provenientes de la disciplina histórica y la estética. En este sentido, se toman aportes realizados por distintos estudiosos, tales como George Balandier, Katya Mandoky, Herbert Marcuse y Harry Pross, entre otros.

Finalmente, se propone que entender este encuentro, que ha pasado casi desapercibido por la historiografía nacional, permite no solo dar cuenta de un importante evento ocurrido en el período, el cual, eventualmente, podría considerarse como parte de la antesala de lo que sería la campaña de oposición a la dictadura, sino también permite aventurar algunas hipótesis respecto a algunas de las nociones que manejaba esta oposición; parte de su realidad organizativa y material, la cual comenzaría a despuntar de aquí en adelante; y sus lazos a nivel regional, siendo este un evento que reunió a una serie de figuras latinoamericanas —así como también europeas— proclives a la democracia.

I.- Consideraciones teóricas

Georges Balandier señala que un poder establecido únicamente a partir de la fuerza, o sobre la violencia no domesticada, padecería una existencia constantemente amenazada; a su vez, un poder basado en la sola luz de la razón no merecería demasiada credibilidad. El objetivo de todo poder sería entonces el de no mantenerse ni gracias a la una o la otra. Es por esto que el poder buscaría conservarse a través de otras formas, como por la transposición y producción de imágenes, por la manipulación de símbolos y su ordenamiento en un cuadro ceremonial, o por la difusión de ciertos símbolos y representaciones entre la población1. Balandier resume esto en la siguiente máxima: "El gran actor político dirige lo real por medio de lo imaginario"2. En este contexto, es posible aproximarse a la importancia de Chile Crea. De hecho, esta impresión es compartida por otros intelectuales, como Harry Pross, quien llega a conclusiones similares, advirtiendo además que "Incluso la misma violencia tiende a manifestarse en forma cada vez más acentuada como violencia simbólica"3.

Al respecto, la violencia simbólica se muestra como una noción sumamente útil para explicar la importancia de la cultura y cómo un gobierno, indistintamente de su naturaleza, se relaciona con ésta. Siguiendo a Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron, la violencia simbólica surge para designar la

1 Georges Balandier, El poder en escenas. De la representación del poder alpoder de la representación (Barcelona: Ediciones Paidós, 1994), 18-19.

2 Ibíd, 17.

3 Harry Pross, Estructura simbólica delpoder. Teoría y práctica de la comunicación pública (Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1980), 23. En coincidencia con Balandier, el autor señala que "el ejercicio del poder y el poder mismo no se fundamentan únicamente en la violencia, sino que encuentran la raíz misma de su existencia en la dominación a través de signos y símbolos" (23).

51, julio 2022: 1-19

unidad teórica de todas aquellas acciones caracterizadas por la doble arbitrariedad de la imposición y del contenido impuesto simbólicamente por, en este caso, un gobierno4. Al mismo tiempo, la violencia simbólica designa la pertenencia de sus acciones a una teoría general de la violencia y, específicamente, de la violencia legítima. Esto se atestigua en el carácter sustituible y hasta homologo entre, por ejemplo, el monopolio escolar de la violencia simbólica legitima y el monopolio estatal del ejercicio de la violencia física legítima5. En resumidas cuentas, la violencia simbólica sirve para describir una relación donde el "dominador" ejerce un modo de violencia indirecta a los "dominados", los cuales no solo son inconscientes de ésta, sino que también, y por ello, se vuelven cómplices en esta relación, al reproducirla6. Chile Crea, en este sentido y al igual que otras experiencias similares organizadas por la oposición, sirve como una especie de ruptura con aquel monopolio de la violencia, en este caso, simbólica, que tenía la dictadura al controlar buena parte de la vida pública.

De este modo, el poder o, más bien, cualquier tipo de gobierno, parece entonces no solo ser capaz, sino también se encuentra en la necesidad constante —y apremiante— de transformar lo imaginario en presencia, siendo para esto indispensable su relación con la cultura. A través de ésta, aunque no de forma exclusiva, se alcanzarían —o perderían— cuestiones tan importantes como la legitimidad, la proximidad y la confirmación misma de su poder, todas cuestiones vitales si se quiere conseguir la gobernabilidad de la población. Katya Mandoki, al respecto, plantea que la relación que un gobierno establece con la cultura juega un papel adhesivo, constitutivo y persuasivo en la generación de apego al aparato estatal, ya que, si bien "No todas las tácticas propagandísticas funcionan, [...] las que funcionan, lo hacen por la estética pues están orientadas a conmover y movilizar la sensibilidad del destinatario". Sentencia así que "Si la adhesión al Estado fuese natural, no tendrían que fabricarse e implementarse tantas y tan repetidas estrategias, como rituales a la bandera, versiones heroicas de la historia, Fiestas Patrias, desfiles y marchas"7.

De esta forma, es posible señalar que todas las manifestaciones exteriores del poder buscan producir estas impresiones, nutriéndose, entre otras cuestiones, de la historia, como en el caso de los símbolos. Éstos han jugado un papel fundamental, por ejemplo, en la legitimación del poder8, y como señala Antonio Bonet, se han vuelto comunes para los militantes del partido en el poder o, en este caso, sus contrincantes9, quienes, en el caso de Chile Crea, tomaron a la democracia como aquel símbolo. Como propone Sean Wilentz, estos símbolos pueden funcionar como mecanismos que generan una

4 Pierre Bourdieu y Jean-Claude Passeron, La reproducción. Elementos para una teoría del sistema educativo (Buenos Aires: Editorial Siglo XXI, 2018), 34.

5 Ibíd, 35.

6 Ibíd, 43-66.

7 Katya Mandoki, La construcción estética del Estado y de la identidad nacional (Ciudad de México: Siglo XXI Editores, 2007), 204205.

8 Véase Juan Carlos Garavaglia, Construir el estado e inventar la nación. El Río de la Plata, siglos XVIII-XIX (Buenos Aires: Editorial Prometeo Libros, 2007), 57-88; José Carlos Chiaramonte, «Formas de identidad en el Río de la Plata luego de 1810», Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana 'Dr. Emilio Ravignani" 3 (1989): 71-92; Robert H. Duncan, «Embracing a Suitable Past: Independence Celebrations under Mexico's Second Empire, 1864-1866», Journal of Latin American Studies 30 (1998): 249-277; Guy P.C. Thomson, «Bulwarks of Patriotic Liberalism: The National Guard, Philharmonic Corps and Patriotic Juntas in Mexico, 1847-88», Journal of Latin American Studies 22 (1990): 31-68; Frances Kinloch, «Política y cultura en la transición al Estado- Nación, Nicaragua (1838-1858)» (Tesis de Maestría Académica en Historia, Universidad de Costa Rica, 1999); Frances Kinloch, «Fiestas patrias: tradición y realidad (Nicaragua, 1858)», en Política, cultura y sociedad en Centroamérica. Siglos XVIII-XX, ed. por Margarita Vannini y Frances Kinloch (Managua: Universidad Centroamericana, Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, 1998); Patricia Fumero, «De la iniciativa individual a la cultura oficial. El caso del General José Dolores Estrada. Nicaragua, década de 1870», en Nicaragua en busca de su identidad, ed. por Frances Kinloch (Managua: Universidad Centroamericana, Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, 1995).

9 Antonio Bonet, Fiesta, poder y arquitectura. Aproximaciones al barroco español (Madrid: Ediciones Akal, 1990), 30.

51, julio 2022: 1-19

imagen de unidad y consenso alrededor de los más diferentes regímenes políticos10. Éstos cumplirían así una doble función. Por un lado, crean una unidad simbólica entre los participantes que se reconocen a sí mismos como miembros de un conglomerado político dado. Por otro lado, y en especial en regímenes de tipo autoritario, cumplen también una función de exclusión. Mona Ozouf señala así que éstos privan de legitimidad como contendientes a quienes no participan de los mismos. Entonces, aquellos que no se asocian son definidos como la otredad: antipatrióticos, antipueblo y/o enemigos públicos11. De esta manera, la democracia, para aquellos organizadores y público de Chile Crea, habría servido como bandera, unificadora y diferenciadora a la vez, permitiendo identificar quienes enarbolaban o no a ésta. Además, no se puede olvidar que, como lo indica Claude Rivière, los símbolos tienen la función de reforzar y recrear simbólicamente las fuentes de poder, dotando así de legitimidad a cualquier gobierno frente a la población12.

Para Pablo Ortemberg, los símbolos generan un nexo, una especie de pacto tácito que conecta al individuo con valores colectivos, imprimiéndolos a fuego en éste13. Más aún, en caso de no aspirar a dar cuenta de una continuidad para el mismo poder, donde los artífices y/o cabecillas de éste buscan legitimarse a sí mismos y a su proyecto político a través de la historia, marcando una clara continuidad entre el presente y el pasado14, los símbolos, representaciones y eventos que engloban a todos éstos, sirven de guía para el pasaje seguro y legítimo de un estado al otro, o de un presidente a otro, como indican Larissa Adler-Milstein, Rodrigo Salazar Elena e Ilya Adler15. En ese caso, la democracia serviría como aquella garante en el traspaso de poder entre una forma de gobierno y otra. Como plantea Omar Fabián González, ningún cambio puede realizarse sin producir —y reproducir— un imaginario que encuentra en su propia lectura de la historia ciertos elementos que le dan coherencia16.

Chile Crea, de este modo, sería ese evento en donde, organizada por primera vez en tal magnitud y de manera pública buena parte de la oposición a la dictadura, se consiguió no solo cuestionar la violencia simbólica que hasta entonces se mantenía impuesta por el gobierno, quien controlaba buena parte de la vida pública, sino que también permitió desplegar todo un repertorio simbólico que venía a terminar con el pasado y presente de esta forma de gobierno. De esta manera, y aunque este encuentro no estuvo falto de símbolos y representaciones, fue la democracia la consigna que estuvo por sobre cualquier otra.

II.- La década de 1980 y el preludio a Chile Crea

La década de 1980 significó un cambio sustancial para el régimen. Pinochet, tras la depuración en las filas del Ejército y la salida de Leigh de la Junta Militar de Gobierno, se había vuelto indiscutiblemente la encarnación de la dictadura; la Constitución de 1980, tras un cuestionable plebiscito, había sido ratificada, promulgada y puesta en vigor; y el enemigo interno parecía sometido —casi disuelto—,

10 Véase Sean Wilentz, ed., Rites of Power: Symbolism, Ritual, and Politics since the Middle Ages (Pittsburgh: University of Pennsylvania Press, 1985).

11 Mona Ozouf, Festivals and the French Revolution (Massachusetts: Harvard University Press, 1991), 12.

12 Claude Rivière, Les Liturgies politiques (Paris: Presses Universitaires de France, 1988), 176.

13 Pablo Ortemberg, «Sentidos e historia de las fiestas patrias: una introducción», en El origen de las fiestas patrias. Hispanoamérica en la era de las independencias, dir. por Pablo Ortemberg (Rosario: Prohistoria Ediciones, 2013), 20.

14 Idem.

15 Larissa Adler-Lomnitz, Rodrigo Salazar e Ilya Adler, Simbolismo y ritual en la política mexicana (Ciudad de México: Siglo XXI Editores, 2004), 262.

16 Omar Fabián González, «Fiesta cívica y culto al 'Padre de la Patria' en el Estado revolucionario, 1910-1940», Secuencia 93 (2015): 163.

51, julio 2022: 1-19

mientras que el externo se encontraba cada vez más debilitado, tanto en la región como a nivel global, volviéndose así una amenaza lejana.

Si bien este era un panorama favorable para la dictadura, lo cierto es que durante esta década también vivió contratiempos. Fue el caso de la crisis económica de 1982. Con la instalación a mediados de la década anterior del modelo neoliberal y sus políticas de shock, lo cual, entre otras cosas, propició una apertura nunca antes experimentada en la economía chilena, el país se vio significativamente remecido por la crisis. El Producto Interno Bruto (PIB) disminuyó en un 14,3%, el desempleo alcanzó al 23,7% y el peso se devaluó en un 18%. La dictadura se vio así en la obligación de intervenir en más de cinco bancos y comenzó a licitar muchas empresas estatales17. Esto no solo acentuó la desigualdad entre los compatriotas, sino que también impulsó a que algunos de éstos manifestaran públicamente su descontento con el gobierno18.

Asimismo, a esto debe sumarse que, tras asumir el 10 de agosto de 1983 la dirección del Ministerio del Interior, Sergio Onofre Jarpa inició conversaciones con distintas agrupaciones políticas — los partidos habían sido prohibidos a los pocos días del golpe de Estado, siendo esta decisión ratificada el 12 de marzo de 1977, con su disolución completa— para trazar y facilitar el retorno a la democracia. A esto se le conoció como la "Primavera de Jarpa" y dentro de los acuerdos alcanzados, se flexibilizó el tema del exilio, se levantó la censura de prensa y se permitió a los colegios profesionales y federaciones de estudiantes la elección directa de sus directivas19. Si bien con esto, un acto de ceder para el gobierno, se esperaba mitigar el malestar de la población por los efectos aún presentes de la crisis económica, resultó en todo lo contrario. Las críticas a la dictadura se multiplicaron y las protestas solo recrudecieron, permitiendo ya hablar de las jornadas de protesta nacional20. Aunque se intentó acabar con éstas, levantando nuevamente todas las restricciones y declarando estado de sitio a finales de 1984, lo cierto es que ya no parecía haber vuelta atrás. Si bien las primeras protestas se asimilaron a un estallido, lo cierto es que éstas, a pesar de tardar en la implementación de estrategias, fueron claves en la "sobrevivencia y reconstrucción" de la oposición, siendo el "reflujo político" que, para algunos, dio por inaugurado "el proceso que culminó en 1989 con el inicio de la transición a la democracia"21. Por lo demás, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), conformado precisamente en 1983, llegó incluso a atentar contra el dictador el 7 de septiembre de 198622. Al fallar en su cometido, terminaron por desencadenar una oleada de violencia por parte de la dictadura no solo hacia sus opositores, sino también hacia la población en general23.

Esto fue parte de la década de 1980, una en la cual la dictadura mantuvo un pie en el proceso de ceder espacios en la vida pública, con miras a alcanzar un retorno a la democracia, y otro en el empleo de la violencia y terrorismo de Estado frente a todo aquello que pareciera disímil o contrario a sus intereses. La apertura de principios de la década se mantuvo así en una tensa dialéctica entre la

17 Francisca Valdebenito, Tinta,papel, ingenio. Panfletos políticos en Chile, 1973-1990 (Santiago: Ocho Libros Editores, 2010), 22.

18 Véase Viviana Bravo, Piedras, barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile, 1983-1986 (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2017).

19 Ascanio Cavallo, Manuel Salazar y Oscar Sepúlveda, La historia oculta del régimen militar (Santiago: Uqbar Editores, 2008), 451461.

20 Viviana Bravo, Piedras, barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile, 1983-1986 (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2017), 241-262.

21 Patricio Quiroga, «Las jornadas de protesta nacional. Historia, estrategias y resultados (1983-1986)», Encuentro XXI 11 (1998): 42.

22 Véase Patricia Verdugo y Carmen Hertz, Operación Siglo XX. El atentado a Pinochet (Santiago: Catalonia, 2015).

23 Esto se le conoció como la "Operación Albania" o "Corpus Christi", dada la fecha en que se desarrolló, y la cual implico un ataque organizado contra los opositores a la dictadura entre el 15 y 16 de junio de 1987, tras el atentado a Pinochet. En esta operación, doce militantes del FPMR fueron asesinados. Véase Ricardo Palma, Una larga cola de acero. Historias del FPMR, 19841988 (Santiago: LOM Ediciones, 2001).

51, julio 2022: 1-19

población y el gobierno, siendo buscada, cedida y posteriormente negada por este último. Este fue así el panorama en que se ideó Chile Crea.

Respecto a las experiencias previas a este encuentro, si bien se podrían mencionar varias, como, por ejemplo, el Caupolicanazo, mitin político realizado el 27 de agosto de 1980 en donde se reunieron una serie de opositores al régimen para apoyar la opción contraria en el plebiscito nacional sobre la nueva Constitución Política de República de Chile24, o el Puntarenazo, protesta realizada el 26 de febrero de 1984 en Punta Arenas, la cual destacó por ser una de las primeras manifestaciones de descontento contra la dictadura y, particularmente, ocurrir frente a los ojos del mismo dictador25; son dos las instancias inmediatamente previas que marcan el tono de Chile Crea, ambas realizadas en 1987. La primera surgió en Madrid, bajo el nombre de "Chile Vive". Ésta fue una exposición multifacética de apoyo a los exiliados chilenos y contraria a la dictadura, realizada a principios del año26. La segunda surgió en Santiago, bajo el nombre de "Vida y Arte". Ésta tuvo un carácter contestatario, llevando a cabo incluso un acto de protesta por las amenazas de muerte realizadas por un comando a 78 actores. Si bien las autoridades suspendieron de último momento el permiso para llevar a cabo esta instancia en el Estado Nataniel, los artistas se reagruparon rápidamente en el espacio de contracultura Garage Internacional Matucana 1927. Pese a esto y otros inconvenientes, "Vida y Arte" fue realizado y es recordado por la visita de la estrella de cine Christopher Reeve, personaje principal en la saga de aquel entonces de Superman. El hombre de acero no solo provocó la efervescencia del público nacional, sino que también logró que todas las agencias periodísticas internacionales informaran ampliamente sobre la inseguridad en que se desenvolvían los artistas, intelectuales y políticos chilenos28. Con ambos actos, los ojos del mundo se volvían a colocar sobre el país y, particularmente, sobre aquellos trabajadores de su cultura.

Otro interesante antecedente se encuentra en la visita al país, el 6 de junio de 1988, de Arthur Miller, vicepresidente del PEN Club Internacional, única asociación internacional de escritores y reconocida como la organización más antigua en la defensa de los derechos humanos29, y William Styron, miembro directivo de la misma. Invitados por Chile Crea —aunque no pudieron quedarse por otros compromisos— y la Sociedad de Escritores de Chile (SECh), Miller fue el primero en hablar a la opinión pública, señalando que su llegada al país la motivó "el que los escritores chilenos nos necesiten. [.] Nos preocupa mucho la situación de los periodistas que han sido puestos en prisión. También supe que artistas y actores han sido amenazados". Declaraba así que "Estamos aquí para decirles que nos preocupan y que sabemos lo que les está pasando" y que quería entrevistarse con alguien del gobierno, "pero no nos han invitado. Me gustaría hablarle sobre los escritores presos y los que están declarados reos"30. Durante cinco días, ambos escritores sostuvieron reuniones hasta el cansancio. Styron reconoció que "aunque afirma que conocía 'muchos de los sucesos terribles que aquí han ocurrido'. Alojar tan cerca del Palacio de La Moneda le produjo una cierta 'extrañeza histórica'". Para éste, que los artistas chilenos estuvieran tan involucrados en política era una buena señal y, como éste

24 Véase Nelson Avila, ¡Caupolicanazo! (Santiago: Catalonia, 2021).

25 Viviana Brazo, Piedras, barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile, 1983-1986 (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2017), 325-330.

26 Véase Francisco Godoy, «conelchilenoresistentearte, Solidaridad: Chile Vive, una Exposición en España contra el Chile Dictatorial», Aisthesis 48 (2010).

27 Véase Jordi Lloret, Alfonso Godoy y Rodrigo Araya, Matucana 19. El garage de la resistencia cultural (Santiago: Ocho Libros Editores, 2019).

28 «Nuevas voces para superar la nostalgia», Hoy, 28 de diciembre de 1987: 45.

29 Véase Megan Doherty, PEN International and its Republico of Letters, 1921-1970 (Columbia: Columbia University, 2011).

30 «'Estamos preocupados por los artistas chilenos'», El Mercurio, 7 de junio de 1988: C12.

51, julio 2022: 1-19

mismo reconocería al respecto, tenía 'la impresión de que se necesita ser un escritor muy dedicado para combinar literatura y política. Hay que ser un escritor muy ducho"31.

"El que estemos aquí es un acto político y no lo ocultamos", dijo Styron en una conferencia en el Instituto de Letras de la Universidad Católica. "Creo que el mayor daño que hace una dictadura de cualquier color político es que convierte a los adultos en niños y hace del líder una especie de seudo padre que coarta la evolución de la sociedad, la cual camina inexorablemente hacia mayores grados de participación", declaró Miller. En concordancia con sus dichos, ambos acompañaron al director de Análisis, Juan Pablo Cárdenas, hasta la Cárcel Pública de Santiago, donde cumplía su pena de reclusión nocturna. "En Estados Unidos jamás un periodista sería encarcelado por expresar sus creencias u opiniones", advirtió Miller. Asimismo, visitaron la sede central de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con el ánimo de entrevistarse con su director ejecutivo, Gert Rosenthal. Sin embargo, la sorpresa fue mayor al ser recibidos en un salón repleto de público, siendo galardonados con la Medalla de la Paz de las Naciones Unidas, en reconocimiento a su compromiso con la libertad de expresión32.

Al hacerle comparar la situación chilena con la estadounidense durante el macartismo, Miller señaló que "En los 50 atravesamos un período represivo, pero no tuvo las características que ha tenido aquí. Que yo sepa, en EE.UU. nadie fue violentamente allanado, secuestrado o asesinado. La gente perdió sus trabajos, hubo listas negras y muchos tuvieron que salir del país, pero no hubo crímenes"33. Miller agregaba que "Recientemente fui a Turquía con Harold Pinter para visitar a los escritores encarcelados y dar a conocer su realidad. Me han dicho que nuestra acción tuvo efecto. Eso vale más que el silencio", y que en su tiempo libre "Hago llamadas telefónicas, escribo cartas y telegramas. También soy miembro de Amnesty [Amnistía Internacional], pero menos activamente"34. "No sólo en Chile, sino en otras partes del mundo, los derechos humanos se han convertido en algo primordial"35. Por su parte, Styron afirmó sin tapujos que "Para mí, Pinochet representa una dictadura y pienso que es inaceptable en nuestros tiempos"36.

Sumado a esto, su visita sirvió también para zanjar una discusión entre los escritores Eliana Cerda y Jorge Edwards, quienes se disputaban la representación del Pen Club en Chile37. Recalcando el compromiso de esta entidad con la libertad de expresión, los derechos humanos y la democracia38, "El peso de las figuras que viajaron fue suficiente para convencer de la necesidad de unidad a los del Pen Club criollo", renovando el interés de los escritores chilenos por esta entidad. "Miller y Styron nos dieron un respaldo importante, remecieron el ambiente y abrieron un diálogo a muy buen nivel", afirmó Poli Délano, presidente de la SECh y uno de los organizadores de Chile Crea. Para José Balmes, presidente de la Asociación de Pintores y Escultores de Chile (APECh) y también organizador del encuentro, "esta fue una especie de première, de lo que puede pasar en el Chile Crea". Sergio Marras, escritor y periodista, quien además traslado personalmente a los visitantes, reconoció que "Ellos esperaban encontrarse con un país aplastado y se encontraron con gente que peleaba"39, cuestión que se estaba traduciendo cada vez en una mayor organización por parte de la oposición a la dictadura. Su

31 «'Debemos tener fe en la palabra escrita'», Análisis, 13 de junio de 1988: 46.

32 «Visita en dos plumazos», APSI, 13 de junio de 1988: 47-48.

33 «En el 'ring' político», Hoy, 13 de junio de 1988: 40-42.

34 «La memoria vagabunda», APSI, 2 de mayo de 1988: 41.

35 «La voz de los visitantes», Hoy, 2 de enero de 1988: 42.

36 «En el 'ring' político», Hoy, 13 de junio de 1988: 40-42.

37 «¿Cantos de sirenas?», Hoy, 30 de mayo de 1988: 75-76.

38 «Arthur Miller y William Styron vienen a Chile», Análisis, 30 de mayo de 1988: 48.

39 «En el 'ring' político», Hoy, 13 de junio de 1988: 39.

51, julio 2022: 1-19

visita, finalmente, dio la pauta de lo que se buscaba, "apoyo y presencia de los 'pesos pesados' de la cultura para ayudar a la recuperación democrática"40.

III.- Chile Crea y sus propuestas contra la dictadura

Si bien no hay claridad exacta de dónde surgió la idea de llevar a cabo este encuentro, todo apunta a Balmes. Enrico Bucci, también artista y propietario de la galería homónima, señaló que, en 1979, en una de sus visitas a París, se topó casualmente con un encuentro entre artistas plásticos chilenos y la televisión francesa en la estación de metro Les Halles. En esta oportunidad se entregó un mural sobre Latinoamérica realizado por Guillermo Núñez, Gracia Barrios y José Balmes, entre otros pintores exiliados. Bucci así entró en contacto con Balmes y éste, días después, lo invitó a comer a su casa en la capital francesa. "Cuando en enero de 1988, surgió Chile Crea y José Balmes me comunicó sus ideas, no me sorprendió, pues, conozco sus inquietudes por la libertad del hombre y la defensa de todos sus derechos". Aparentemente, tal fue el nexo entre estos dos, que Bucci prestó algunas de las oficinas de su galería de arte para la organización de este encuentro41. Ricardo García, reconocido hombre de la cultura en el país y parte de la resistencia cultural a la dictadura, particularmente, a través de su trabajo como director del sello discográfico Alerce, el cual reeditó canciones, álbumes y artistas prohibidos en el período, dándoles algo de visibilidad42, confirma esto. Señala así que la idea se "lanzó" en la casa de Balmes43. Sumado a esto, no se puede obviar el hecho que éste ya había declarado públicamente "¿Por qué no imaginar que los creadores de nuestro país fueron capaces de anunciar la apertura que deberá venir una vez que este tiempo termine?"44.

Sin embargo, en aquel momento, y al menos públicamente, se declaró que el encuentro surgió de "artistas, científicos e intelectuales", sin mayor autoría que ésta, quienes tenían la idea de "movilizar a todo el país en torno a esta iniciativa, desarrollando actividades en diversas ciudades de acuerdo con la capacidad organizativa de las comunidades locales. Se tratará de compartir y crear"45. De hecho, años después, Délano, recordando pasajes tras su retorno en el exilio en México, aseguraba que "los escritores nos juntamos con la Sociedad de Pintores y Escultores y la Asociación de Actores de Teatro. Todas estas entidades culturales nos juntamos y dijimos: 'Hagamos un encuentro cultural ahora como parte del trabajo para la salida de Pinochet'"46.

Más allá de esto, son interesantes las premisas que los organizadores del encuentro enarbolaron sobre éste, por ejemplo, como menciona Bucci, "La medida del exilio fue el error más grande del gobierno militar chileno. [...] El gobierno militar tuvo, en cada exiliado, un embajador del NO". Según éste, los exiliados habían tejido toda una red de contactos en el extranjero, siendo Balmes quien "dejó amarrado los contactos con muchas personas amigas de alto nivel", en marzo de 1988. Fue así que en mayo y junio se enviaron las invitaciones al extranjero, y en este último mes, dos comisiones partieron del país. Una tuvo como destino a Europa y estuvo compuesta por Jaime Hales, Andrés Tchernitchin, Shlomit Baytelman y Leonardo Gaggero, mientras que la otra viajó por Latinoamérica, siendo su

40 «La voz de los visitantes», Hoy, 2 de enero de 1989: 42.

41 «Un abrazo solidarlo», Cauce, 6 de junio de 1988: 32.

42 Bernardo Subercaseaux, Historia de las ideas y de la cultura en Chile, Vol. III (Santiago: Editorial Universitaria, 2011), 249. El autor señala que, desde su fundación en 1975, el sello Alerce experimentó "años difíciles", con "persecución de impuestos internos, confiscación de una partida de discos de la Nueva Trova Cubana, e incluso fue detenido una semana y procesado por la Ley de Seguridad Interior del Estado [García]" (p. 249).

43 «Una de las locuras más interesantes», Análisis, 9 de mayo de 1988: 52.

44 «Anunciando el tiempo nuevo», Solidaridad, 13 de mayo de 1988: 21.

45 «Encuentro», Cauce, 21 de abril de 1988: 34.

46 Michael J. Lazara, Los años de silencio (Santiago: Editorial Cuarto Propio, 2002), 37.

51, julio 2022: 1-19

responsable Carmen Waugh, directora de la Galería Arte. Todo esto con el fin que este encuentro fuese 'la manifestación cultural más significativa que se haya realizado en favor de la Democracia en Chile"47.

A pesar de que algunos de estos encargados, como Baytelman, lograron reunirse con políticos holandeses, quienes comprometieron "el máximo de esfuerzos para ayudar concretamente a la realización de este encuentro"48, o Hales, quien incluso se reunió con "la esposa del Presidente, señora Danielle Mitterrand"49, las expectativas parecieron prontamente chocar con la realidad. Los organizadores del encuentro no tenían la capacidad material para albergar —y asegurar— a todos sus invitados, los cuales, en un momento, rodearon los 500. Fue por esto que se comenzaron a levantar comités de apoyo, tanto en el extranjero como en el país, particularmente en las ciudades de Copiapó, Valparaíso, Rancagua, Talcahuano y Concepción. Asimismo, García empezó a organizar una serie de eventos cuyos fondos irían directamente a las arcas de Chile Crea50. De hecho, fue éste quien anunció la salida al mercado de dos casetes homónimos al encuentro, cuyo contenido cultural iba desde música popular a docta, destacando la incorporación de poesía de Pablo Neruda y Violeta Parra, y la participación de Nicanor Parra, Inti Illimani, Mauricio Redolés, Vicente Huidobro, Tito Fernández y Quilapayún51, todos representantes —y algunos ya símbolos— de la izquierda. Empero, y a pesar de estos y otros esfuerzos, el listado de invitados internacionales siguió sobrepasando a sus organizadores:

iНе можете найти то, что вам нужно? Попробуйте сервис подбора литературы.

Entre ellos, los músicos Joan Manuel Serrat, Raimon, Miguel Ríos (de España), Luigi Nono (de Italia); los escritores Graham Greene, Rafael Alberti, Ernesto Cardenal, Manuel Vásquez Montalbán, Juan Bosch (ex Presidente dominicano), Luis Triviño (rector de la U. de Cuyo, Argentina), el cineasta Ettore Scola, la actriz Geraldine Chaplin, el presidente de la U. de París I, Jacques Sopelsa, y el presidente de los Estados Generales de la Cultura de Francia, diputado Jacques Ralite. También se ha invitado a ocho premios Nobel de Ciencias y es posible que en las próximas semanas vengan de Italia el actor Jean María Volonté o el director teatral y actor Darío Fo52.

A estos nombres había que sumar una lista aún más grande, con invitados nacionales e internacionales. "Es cierto que este proyecto nació un poco despelotado. Fue simplemente una idea que alguien lanzó y que afortunadamente encontró eco. Muchos nos contagiamos con ese entusiasmo", declaró García, quien asimismo señaló que era posible que algunos de estos invitados vinieran, "en la medida en que lo permitan sus contratos"53. Antonio Ostornol, escritor y organizador de Chile Crea, declaró que "La confirmación definitiva la hemos recibido de los casi 200 nombres que ya se han publicado en la prensa. Pero calculamos que esa cifra bajará, por inconvenientes de último minuto" y respecto a estos confirmados, "Aunque es cierto que no todos ellos son conocidos aquí, cada uno de ellos tiene plena vigencia en su propio país"54.

A una semana de su inicio, el programa del encuentro seguía "redondeándose" y tan solo tres días antes de su inicio, los organizadores debieron reemplazar el local de su inauguración, ya que el Teatro Baquedano, propiedad de la Universidad de Chile y por el cual ya se había cancelado, "se echó para atrás"55. A pesar de estos y otros inconvenientes, Claudio Di Girolamo, director teatral y

47 «Chile Crea», Cauce, 27 de junio de 1988: 32.

48 «Ecos en Alemania», Cauce, 6 de junio de 1988: 33.

49 «Chile-Crea», Cauce, 11 de julio de 1988: 39.

50 «Una de las locuras más interesantes», Análisis, 9 de mayo de 1988: 52.

51 «Música y palabras», Cauce, 25 de julio de 1988: 41.

52 «Reflexión y fiesta», Hoy, 11 de abril de 1988: 46.

53 «Una de las locuras más interesantes», Análisis, 9 de mayo de 1988: 52.

54 «No seremos un evento mas», Análisis, 4 de julio de 1988: 49.

55 «Un cajón de sorpresas», APSI, 11 de julio de 1988: 48.

51, julio 2022: 1-19

organizador del encuentro, se mostró impertérrito, declarando que Chile Crea haría repensar la cultura democrática, "porque cuando vuelva la democracia van a haber tantas demandas sociales y económicas que puede que a la cultura se la vea como un lujo sibarítico. Los artistas tenemos que aportar con acción y creación, para que la cultura sea de todos"56. Fue así que la ceremonia de apertura se realizó finalmente en el Teatro Baquedano, solemne y cerrada al público general, siendo encabezada por Balmes y Eduardo Galeano, escritor uruguayo, quien dio un breve discurso. "Hemos venido desde diversos países, y estamos aquí, reunidos a la sombra generosa de Pablo Neruda; estamos aquí para acompañar al pueblo de Chile, que dice no. También nosotros decimos no"57. Él mismo señaló en esta oportunidad que:

Muchos amigos de afuera están sorprendidos. No han encontrado el Chile que esperaban; la represión es más 'amable', más 'sutil' de lo que ellos pensaban, mucho más solapada. Es que, en verdad, en este país suceden cosas curiosas. Por ejemplo, para la inauguración del encuentro no se leyó la lista de los invitados que vinieron y que estaban en el teatro; se leyó la lista de los que no vinieron y a los que estaban allí no se les mencionó58.

Fue así que se comenzaron a suceder los saludos y parabienes enviados por Sting, Federico Fellini, Bernardo Bertolucci, Ettore Scola, Rafael Alberti, Joan Manuel Serrat, Norman Mailer y Gabriel García Marquéz, entre otros59. Al respecto, Balmes confesó que "Se consideraba que las personalidades eran muy importantes, pero no hay que olvidarse que se quería la participación masiva del pueblo chileno. Tal vez por una deformación nuestra y de los medios informativos, que siempre buscan a las personalidades, hubo un pequeño desencuentro" y que "el problema del orden y del desorden no es un problema fundamental. Aquí somos los propios creadores los que hemos tomado esto; por lo tanto, en el fondo, somos un poco parte del despelote; pero eso no nos preocupa mayormente"60. Los focos, después de chocar con la realidad, fueron puestos ya no en la espectacularidad de los invitadores internacionales inicialmente prometidos, sino en la participación democrática del público en este encuentro. Chile Crea apeló así a la democratización de la cultura.

Si bien el encuentro "tuvo que bajar su perfil, de espectacular, masivo y nacional a uno más modesto y manejable"61, dejando atrás la idea de conseguir un auspicio por parte del Parlamento Europeo62 y transitando del Teatro Balmaceda a las instalaciones del Colegio Miguel León Prado en la Gran Avenida, lo cierto es que fueron más de 400 las actividades realizadas durante esta semana, sin contar las visitas fuera de Santiago. Entre éstas destacaron las relacionadas con el natalicio de Pablo Neruda. Los invitados nacionales e internacionales, además del público general, se reunieron así el 12 de julio a las afueras de "La Chascona", su casa en la capital. El cantante uruguayo, Daniel Viglietti, se mostró emocionado recorriendo el inmueble, señalando que este como otros lugares son "en donde se busca y se da vida a la creación, el arte y la cultura"63. En esta ocasión, el político Radomiro Tomic sostuvo un discurso para los fallecidos Pablo Neruda y Matilde Urrutia, y dio cuenta de la carga que estos años de dictadura habían significado para todos dentro del país64. Además, dos buses partieron

56 «Reflexión y fiesta», Hoy, 11 de abril de 1988: 46.

57 «Nosotros decimos no», Análisis, 18 de julio de 1988: 42.

58 «La capital cultural del mundo», APSI, 18 de julio de 1988: 57.

59 «Un cajón de sorpresas», APSI, 11 de julio de 1988: 49.

60 «La capital cultural del mundo», APSI, 18 de julio de 1988: 57-58.

61 «Un espacio entre los sueños y la realidad», Hoy, 11 de julio de 1988: 32.

62 «Reflexión y fiesta», Hoy, 11 de abril de 1988: 46.

63 «Artistas e intelectuales recordaron a Pablo Neruda», La Cuarta, 13 de julio de 1988.

64 «Pablo y Matilde», Análisis, 25 de julio de 1988: 38-39.

51, julio 2022: 1-19

repletos a su casa en Isla Negra65 y muchos artistas del encuentro se sumaron al evento "Neruda, 84 años", realizado en el Gimnasio Nataniel66. De esta manera, Chile Crea aprovecho el natalicio del laureado poeta para ampliar no solo su propaganda, a través de la imagen que se explotaba frente a los visitantes internacionales, sino que también buscó acrecentar el acceso del público a este y otro tipo de actividades culturales.

Asimismo, a pesar de lo dicho por sus organizadores, la desorganización terminó afectando inevitablemente al encuentro. El mismo Viglietti declaró a la prensa: "No sé si me tengo que acostar temprano o tarde, porque no sé si hay actividades de mañana o de noche... El no tener medios repercute en la organización: es el precio de trabajar sin apoyo". El director teatral Ramón Griffero fue más allá y señaló que "Los convocantes quisieron dar una imagen del Chile de los años 70, que no corresponde a la realidad actual. Tampoco admitieron que se presentaran algunos grupos de teatro joven"67. Esta crítica es interesante. Más allá de apelar a los problemas de desorganización tras el encuentro, Griffero, retornado al país tras su autoexilio en 1982 y, por aquel entonces, ya reconocido hombre de la vanguardia y la resistencia cultural a la dictadura, con obras como Recuerdos del hombre con su tortuga, Historia de un galpón abandonado y Cinema-Utopíéi, señaló que los organizadores de Chile Crea buscaron, intencionadamente, mostrar una imagen de antaño, de un país que ya no era el que se pisaba. Su denuncia, de esta manera, puede tomarse, grosso modo, de dos maneras. Por un lado, puede señalarse que los organizadores, con esto, intentaron dar cuenta de una realidad cercana a la vivida inmediatamente tras el golpe de Estado, es decir, con un completo cerco a la vida pública y una "resaca psicológica" entre la población69, particularmente provocada por aquella represión que sufrió la actividad cultural tras el golpe de Estado70. Por otro lado, puede también señalarse que los mismos se mostraron reticentes y, finalmente, contrarios a contenidos artísticos más cercanos a lo performático y de vanguardia, dejando fuera, por ejemplo, buena parte de las denuncias de las disidencias sexuales —las cuales el mismo Griffero trataba en sus obras71—, esto, ya sea por incomodidad y/o por el acento que buscaba ponerse en la democracia, la cual debía primar por sobre cualquier otra cuestión. Si bien, ambas aproximaciones no son excluyentes, llama la atención la denuncia hecha por Griffero. Pareciese entonces que fue más cómodo —y/o útil— para los organizadores intentar mostrar un país derruido culturalmente, como Miller y Styron esperaban encontrar, donde solo una cuestión era importante, la democracia, que uno en donde ya se construían y reconstruían redes culturales, y el cual contaba con diversas demandas, las cuales eran capaces de ser satisfechas, precisamente, a través de la cultura.

Sin embargo, Chile Crea logró levantar polémica no solo por su organización, sino también por ciertas acciones, como cuando Viglietti declaró frente a los estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile que "Les traigo el abrazo de los jóvenes de mi país, que fueron un factor decisivo para que terminara esta noche oscura que ustedes todavía están padeciendo"72, aludiendo directa y peyorativamente al carácter del gobierno, o como cuando "echaron a rodar un carrete gigante de película desde la calle Santa Rosa hasta las puertas de ese edificio [Biblioteca Nacional] que es la sede del Consejo de Calificación Cinematográfica", entidad encargada de la censura cinematográfica en el país73. Sumado a esto, impacto causó ver sobre distintos escenarios de este encuentro a una serie de

65 «Chile Crea brindó con vino nerudiano», Fortín Mapocho, 21 de julio de 1988: 8.

66 «Artistas recordaron el natalicio de P. Neruda», El Mercurio, 11 de julio de 1988: C10.

67 «Un espacio entre los sueños y la realidad», Hoy, 11 de julio de 1988: 33.

68 Luis Pradenas, Teatro en Chile. Huellas y trayectorias. Siglos XVI-XX (Santiago: LOM Ediciones, 2006), 465.

69 Bernardo Subercaseaux, Historia de las ideas y de la cultura en Chile. Desde la Independencia hasta el Bicentenario, Tomo V (Santiago: Editorial Universitaria, 2011), 253.

70 Ibid., 482.

71 Véase Ramón Griffero, Cinema-Utopía (Santiago: LOM Ediciones, 2010).

72 «Testimonio de estos años, promesa para el futuro», Solidaridad, 29 de julio de 1988: 20-21.

73 «Fiesta entre amigos», Hoy, 18 de julio de 1988: 39-41.

51, julio 2022: 1-19

organizaciones de familiares de detenidos-desaparecidos y contrarias a la dictadura, como "Mujeres por la Vida", quienes fueron parte de la inauguración del encuentro, politizando aún más a éste y asociándolo claramente a la oposición74. De esta manera, Chile Crea, si bien no fue perfecto, logró un objetivo: potenciar y dar visibilidad al dialogo fértil en torno a la cultura en una perspectiva democrática, de cara al plebiscito.

IV.- El impacto de Chile Crea

Entender el real impacto que tuvo este encuentro para la cultura y política chilena podría resultar dificultoso, en tanto, el carácter cualitativo del mismo análisis podría suponer alguna tergiversación. Sin embargo, se propone que al destacar cada una de las consecuencias que se desprendieron de este evento, mencionadas en muchos casos por sus propios participantes, esto permitiría una aproximación —y comprensión— más cabal del encuentro.

De esta manera, un primer aspecto a destacar es que Chile Crea transitó en su propósito, siendo, inicialmente, una suerte de inversión a lo que había sido "Chile Vive" en Madrid. Allí los exiliados chilenos mostraron su creación encarcelada al extranjero, mientras que aquí se pretendía que el extranjero, solidarizando con los chilenos, viniera a mostrar y compartir su obra en el país75. Si bien fueron varios los invitados y en un comienzo el encuentro giro entorno a éstos, lo cierto que esto, al chocar con la realidad, comenzó a transitar hacia la horizontalidad entre unos y otros invitados, siendo finalmente los chilenos quienes aprovecharon la instancia para dar cuenta de sus creaciones. Aunque los invitados internacionales y los compatriotas anteriormente exiliados eran las figuras más llamativas para el público general, lo cierto es que se terminó por buscar que éstos compartieran y estuvieran hombro a hombro junto a los demás artistas chilenos. Es posible así señalar que Chile Crea, transitando entre sus apuestas, se sumó, entre otras cuestiones, a una cierta liberalización de la cultura chilena y, más importante aún, un proceso de democratización cultural, poniendo al país en sintonía tanto con lo que sucedía en parte dentro de su territorio como fuera de éste. Como señaló Carlos Vega, profesor de filosofía y uno de los coordinadores del encuentro, "Chile Crea es ambicioso", tanto que "había sesenta corresponsales extranjeros cubriendo el notición"76.

Un segundo aspecto a destacar, es el afán internacionalista que existió tras Chile Crea. Aunque, como algunos de sus propios organizadores reconocieron, el traer "estrellas", es decir, invitados internacionales, tenía un cierto afán propagandístico, no se puede obviar el esfuerzo hecho tras esto. Si bien la presencia de intelectuales y artistas, como los uruguayos Eduardo Galeano y Atahualpa del Cioppo, los españoles Manuel Vásquez Montalbán y José Niebla, o los argentinos Jorge Asís y Luis Felipe Noé, entre otros, "sellaron el esfuerzo por vigorizar la creación y la reflexión en la antesala del plebiscito"77, lo conseguido por este encuentro no fue menor. Antonio Cisneros, poeta peruano, declaró sin tapujos que "Sinceramente, me parece que se ha logrado el mayor fin de este encuentro, que era lograr una inmensa propaganda interna porque vinieron muchísimas personas interesantes. Y los cables han transmitido eso también". Asimismo, recordó que:

Para cualquier evaluación que se haga de Chile Crea hay que tener en cuenta que esta organización está fuera del poder y que no recibió ningún aporte ni ayuda del Estado. Lan Chile no ha transportado a nadie. Todos hemos venido por las líneas aéreas de nuestros países, pagados por nuestros gobiernos. Y políticamente eso me

74 «Testimonio de estos años, promesa para el futuro», Solidaridad, 29 de julio de 1988: 21.

75 «La capital cultural del mundo», APSI, 18 de julio de 1988: 58.

76 «Un cajón de sorpresas», APSI, 11 de julio de 1988: 48.

77 «La voz de los visitantes», Hoy, 2 de enero de 1989: 42.

51, julio 2022: 1-19

parece muy importante. Es una manera de decir que, si bien guardan relaciones formales, no hay un gran aprecio detrás78.

De esto último dio cuenta también Waugh, quien declaró que "el haber cumplido la meta de reunir en nuestro país a importantes personalidades demuestra el tesón y la voluntad de los artistas chilenos" y que, a pesar de los problemas económicos que sufrieron, "Afortunadamente muchos gobiernos, como los de Perú, Uruguay y Argentina, por ejemplo, pagaron algunos pasajes a sus artistas"79. El encuentro fue así también una instancia diplomática, donde los gobiernos, particularmente los latinoamericanos, no rompieron relaciones formalmente con el país, pero mostraron su descontento con la dictadura que entonces regía. Ramón Pelegero Sanchis, cantautor español más conocido como Raimon, declaró que "Lo mejor de Chile Crea ha sido la voluntad de poner en contacto a personas muy distintas para que conozcan esta realidad y el gran deseo de libertad que ha estado presente en todos los actos". El encuentro sirvió, así, como un espacio de intercambio para los compatriotas dedicados a la cultura con sus pares en la región y otras latitudes, destacando en este esfuerzo el carácter democrático que tomó la resistencia cultural contraria a la dictadura. Asimismo, Pelegero señaló que pudo darse:

cuenta de que lo que aquí existe es una dictadura. [...] Yo vine a Chile con la posibilidad en mente de que no pudiéramos entrar. En la aduana me preguntaron si venía a Chile y yo dije que sí, y después de ese sí no sabía si me sellarían para entrar o para salir. Creo que el gobierno, de cara al plebiscito, necesita que la gente pueda participar porque si no, qué coño de plebiscito es80.

Un tercer aspecto a destacar es el carácter reflexivo tras Chile Crea. Por un lado, el encuentro sirvió para dar cuenta del vigor que existía en el país. Lejos de la apatía que, por ejemplo, Miller y Styron esperaban encontrar, Chile se mostraba interesado y comprometido con su cultura para finales de la década de 1980. Ya habían sido varias las instancias que había tomado la resistencia cultural en el país. Entre éstas, destaca lo hecho por la así llamada "escena de avanzada", la cual, en palabras de la crítica de arte Nelly Richard —quien a su vez era miembro de ésta—, "designa un grupo de prácticas que se caracterizó —dentro del campo antidictatorial— por su experimentalismo neo-vanguardista. Esas prácticas se generaron —después de 1977— desde la plástica y desde la literatura, planteando una reconceptualización crítica de los lenguajes, técnicas y géneros, del arte y de la literatura heredados de la tradición artística y literaria"81. Según Richard, serían estos artistas, entre los que se encuentran Gonzalo Díaz Cuevas, Roser Bru, Eugenio Dittborn, Francisco Smythe, Lotty Rosenfeld, Juan Castillo, Diamela Eltit, Raúl Zurita, Alfredo Jaar, Carlos Altamirano, Ronald Kay, Adriana Valdés y la misma Richard, quienes se caracterizaron por "haber extremado su pregunta en torno al significado del arte y a las condiciones-límites de su práctica en el marco de una sociedad fuertemente represiva", fueron ellos quienes se atrevieron "a apostar a la creatividad como fuerza disruptora del orden administrado en el lenguaje por las figuras de autoridad y sus gramáticas del poder"82. Estos y otros artistas, más rupturistas y confrontacionales, como Pedro Lemebel y Francisco Casas, parecieron no encontrar espacio en el encuentro, el cual, como ya fue señalado, si bien buscó dejar atrás lenguajes más crípticos, también obvió demandas que podían generar cuestionamientos, para unir a sus participantes bajo una

78 «Chile Crea en boca de sus protagonistas», Análisis, 18 de julio de 1988: 46.

79 «'A pesar de todo, seguimos creando'», Solidaridad, 15 de julio de 1988: 22.

80 «Chile Crea en boca de sus protagonistas», Análisis, 18 de julio de 1988: 46.

81 Nelly Richard, La insubordinación de los signos (Santiago: Cuarto propio, 1994), 53.

82 Nelly Richard, Arte en Chile desde 1973. Escena de avanzada y sociedad (Santiago: FLACSO, 1987), 1.

51, julio 2022: 1-19

bandera: la democracia. Sergio Ortega, músico chileno radicado en Francia, señaló respecto a Chile Crea que el mundo cultural chileno se encontraba "reflexionando, inventando y creando nuevas formas; éstas son las que finalmente nos van a señalar el futuro del arte y la cultura. A pesar de estos 15 años de dictadura hay muchas expresiones artísticas"83. En esta misma línea, Manuel Vásquez Montalbán, escritor español, señaló que "Chile Crea le ha permitido a la gente de aquí, más que a nosotros que somos subalternos en esto, ganar espacios de libertad, poder decir en voz alta lo que pensaba. Esta es una actitud de fuerza importante porque no sólo significa recuperar territorios de libertad sino que la gente se sienta confiada". Para él, además, "Chile Crea ha sido positivo para el proceso que está viviendo este país y eso es lo que cuenta"84.

Sin embargo, por otro lado, estas reflexiones también llevaron a lugares más difíciles. Fue la cantante y periodista italiana Gigliola Cinquetti, quien declaró que "lo importante es que la solidaridad no sea ambigua. O sea, que nunca debe ocurrir que por motivos de solidaridad se calle la verdad. Aquí, en Chile, hay fuerzas democráticas que quieren la democracia pero a partir de posiciones diferentes. Eso es lo real". Si bien, indicaba no conocer bien la historia del país, apuntaba abiertamente a que "Si esta dictadura ha durado 15 años hay que reflexionar sobre eso" y que, como socialista, creía que el Partido Comunista de Chile tenía mucha culpa en esto, llegando incluso a decirle a algunos militantes: "'¡Muchachos!, ustedes quieren que esta dictadura no termine nunca'"85. Críticas similares albergaban los miembros de Peuple et Culture, Francoise Billot, Manée Teyssandier, Patou Teyssandier y Raúl Rodríguez, quienes declaraban no pertenecer a ningún partido político y que "El partido comunista [francés] recibe críticas muy fuertes desde la misma izquierda, pero nos parece necesario que siga existiendo en el pluralismo de los partidos políticos"86.

Un cuarto aspecto a destacar fue la coyuntura cultural y política que ofreció, para algunos, Chile Crea. Como ya fue señalado, el evento pareció dejar a un lado a algunos personajes de la cultural, sin embargo, no puede despreciarse que figuras como Enrique Lihn, ya en los últimos años de su carrera, haya salido a señalar públicamente que "Ahora más que nunca hay que escribir. Es nuestro deber. Ningún pretexto debe impedirlo"87. Asimismo, otros como Eulogio Dávalos, guitarrista clásico chileno radicado en España y quien había sido parte del Tren Popular de la Cultura durante el gobierno de Salvador Allende, aprovechó el encuentro para señalar que éste "puede ser un importante cimiento de lo que alguna vez se pensó en nuestro país: la creación de un Instituto Nacional del Arte y la Cultura o una entidad similar"88. Asimismo, agregó que pensar en el pasado y futuro de la cultura en el país no era algo tan errado, ya que "En general veo por parte de la autoridad un escaso interés por promover la cultura"89. Chile Crea ofreció ese espacio para sus interesados.

Un quinto aspecto a señalar se relaciona con la novedad y alcances de Chile Crea. Como bien señaló Balmes, "Chile ha sido la capital del mundo cultural. La gente de otras partes quiere hacer lo mismo. Los de Venezuela, quieren su Venezuela Crea; los uruguayos, su Uruguay Crea; los colombianos, su Colombia Crea."90. Al respecto, Osvaldo Soriano, escritor y periodista argentino, destacó que "Chile Crea ha sido, quizás, el primer congreso popular de cultura que se hace en Chile y probablemente uno de los primeros en América Latina". Chile Crea se posicionó, así, como un referente en la región, asolada aún por una serie de dictaduras latinoamericanas. Oswaldo Guayasamín,

83 «Testimonio de estos años, promesa para el futuro», Solidaridad, 29 de julio de 1988: 20-21.

84 «Chile Crea en boca de sus protagonistas», Análisis, 18 de julio de 1988: 47.

85 «Ambiguita, come ti odio», APSI, 25 de julio de 1988: 48-49.

86 «Pueblo y Cultura», Cauce, 18 de julio de 1988: 40.

87 «Enrique Lihn o la lucidez apasionada», Análisis, 18 de julio de 1988: 45.

88 «'Cimiento para el futuro'», Solidaridad, 29 de julio de 1988: 22.

89 «Una guitarra para todo el pueblo», Solidaridad, 12 de agosto de 1988: 21.

90 «La capital cultural del mundo», APSI, 18 de julio de 1988: 58.

51, julio 2022: 1-19

artista ecuatoriano, declaró al respecto que "el fin de la dictadura está cerca, creo que pronto va a desaparecer de América"91. Sumado a esto, Soriano señaló que, todos quienes asistieron o apoyaron este encuentro a la distancia, tuvieron siempre la "intención final de decirle NO a Pinochet, así de simple"92. Sobre esto último, Délano recordó unos años después que todos los organizadores del encuentro, desde el primer momento, buscaron hacer "un encuentro cultural ahora como parte del trabajo para la salida de Pinochet", lo cual, a su parecer, "fue muy intenso y muy interesante. Fue, diría yo, lo mayor que se hizo en ese período"93.

Un sexto aspecto a relevar se relaciona con la propuesta estética del encuentro. Aunque, como ya fue señalado, algunos artistas parecieron no encontrar espacio y quienes sí lo hicieron materializaron, aparentemente, de forma libre sus propias ideas, es de destacar el esfuerzo realizado por los organizadores para mantener una propuesta estética en Chile Crea. El aspecto más interesante de esta decisión radica en que, lejos de alejarse del tricolor de la bandera y, con esto, del patriotismo que otrora y tantas veces había sido capitalizado por las autoridades de la dictadura94, el encuentro decidió disputar esto, disputar la bandera. Lejos de aquellos, en palabras de Ted Gurr, "símbolos agresivos"95, como aquel patriotismo amenazante empleado por el FPMR, el cual posicionaba la bandera chilena en medio de las banderas de su propio movimiento, las cuales contaban con una metralleta en sus estampados96, Chile Crea optó por una estrategia más respetuosa, tanto para con su contrincante como para con la bandera misma. Desde sus primeras propagandas, pasando por su merchandising en forma de los ya mencionados casetes, hasta llegar a las pancartas colgadas durante el desarrollo del evento97, Chile Crea mantuvo siempre consigo la idea de disputar —y recuperar— toda la significancia de la bandera y, consigo, de la nación. Más que un encuentro que pudiera generar cualquier división, éste buscó conscientemente superar problemas, limar asperezas y aunar criterios, bajo la búsqueda de la democracia, como ya ha sido señalado, pero también bajo el tricolor de Chile. Esta decisión, aunque no exclusiva de los organizadores del encuentro, sí fue importante, en tanto se mantuvo presente mientras tomaba forma la oposición al gobierno de cara al plebiscito de 1988 y ayudó, en parte, a desligarse de otras estrategias más agresivas que, a la vista de posibles votantes, podían mancillar la bandera. De hecho, un participé de esta última campaña, la cual usó la bandera chilena concienzudamente al lado del arcoíris —el cual evoca agrado—, declararía que esto era más que una decisión, sino un esfuerzo por recuperar lo perdido durante los años de dictadura, la "alegría"98.

Aunque Chile Crea no siguió adelante como sus organizadores juraron en el acto de cierre del encuentro, donde prometieron buscar "junto a todos, los medios y los recursos para crear casas de la cultura en todo el territorio, para establecer el 'Premio Cultural CHILE CREA', reforzar los vínculos con las instituciones culturales de Chile y el mundo, participar en encuentros creativos en distintos

91 «'Las dictaduras en nuestra América son un estigma'», Cauce, 4 de julio de 1988: 33.

92 «Chile Crea en boca de sus protagonistas», Análisis, 18 de julio de 1988: 47.

93 Michael J. Lazara, Los años de silencio (Santiago: Editorial Cuarto Propio, 2002), 37.

94 Alfredo Joignant, Un día distinto. Memorias festivas y batallas conmemorativas en torno al 11 de septiembre en Chile 1974-2006 (Santiago: LOM Ediciones, 2007), 31-63.

95 Ted Gurr, El porqué de las rebeliones (Ciudad de México: Editores Asociados, 1974), 161.

96 Alfredo Joignant, El gesto y la palabra. Ritos políticos y representaciones sociales de la construcción democrática en Chile (Santiago: LOM Ediciones, 1998), 32

97 Véase «Chile Crea. Algunos apuntes (primera parte)», en Youtube, acceso el 22 de junio de 2022, https: / /www.youtube.com/watchrV=lw5HJhX66dA; «Chile Crea. Algunos apuntes (segunda parte)», en Youtube, acceso el 22 de junio de 2022, https://www.youtube.com/watch?v=7TLVnWs37YY&t=301s; «Chile Crea. Algunos apuntes (tercera parte)», en Youtube, acceso el 22 de junio de 2022, https: / /www.youtube.com/watchrV=ihykB94DU88&t=1s. Como se aprecia en los registros audiovisuales, en más de una ocasión se utilizó o hizo alusión a la bandera chilena durante el encuentro.

98 Juan Gabriel Valdés (dir.), La campaña del NO vista por sus creadores (Santiago: Melquíades, 1989), 55-64.

51, julio 2022: 1-19

países y desarrollar LATINOAMERICA CREA"99, este encuentro fue fundamental para que personalidades tan disimiles superaran problemas, limaran asperezas y aunaran criterios de cara al plebiscito y la campaña de oposición, alineándose con la demanda de la democracia. En este sentido, sin el encuentro habría sido dificultoso llevar a cabo otras instancias, como el Encuentro de Artistas por el NO, el 7 de septiembre de 1988, y la posterior publicación del libro Por qué NO, el cual reunía los planteamientos de 120 artistas, intelectuales y políticos participantes en este encuentro100. Figuras que previamente se habían reunido en Chile Crea, así como otras que no habían podido y/o querido ser parte de éste, como Roberto Matta, finalmente se reunieron y publicaron este manifiesto el 28 de septiembre de 1988, en el clásico local El Biógrafo.

Chile Crea, con altos y bajos, y con más de un posible reparo a su haber, terminó convirtiéndose en uno de los encuentros más importantes en lo que se refiere a la resistencia cultural contra la dictadura, por lo menos, en sus últimos años. Si bien, no mostró una apertura a todos los posibles interesados y sus intereses, sí se preocupó de poner una idea en boca de todos los asistentes: la democracia. El encuentro, visto desde la lejanía, puede así considerarse como el esfuerzo de una serie de personas vinculadas a la cultura, particularmente a las bellas artes, quienes, ligándose con intelectuales y políticos, y explotando las redes que habían tejido en el extranjero durante sus estadías — forzadas o no—, se reunieron de cara al plebiscito para alzar sus voces contra las autoridades de la dictadura. Chile Crea, lejos de la perfección, sí parece haber marcado un hito interesante en la escena, tanto cultural, intelectual y política chilena, sirviendo, de cierta manera, como una de las tantas antesalas que existieron a la campaña de oposición y a la opción por el "NO".

Conclusiones

Chile Crea fue un encuentro pensado por distintas personalidades cuyo fin era, en última instancia, posicionarse y causar eco entre la población de cara al plebiscito que sentenciaría la salida de Pinochet ante la victoria del "NO". Si bien, como ya se mencionó, existieron experiencias previas tanto dentro como fuera del país, se puede indicar que este encuentro fue uno de los primeros en reunir públicamente a tantos artistas, intelectuales y políticos abiertamente contrarios a la dictadura durante sus últimos años, todos ellos con una consigna: "Democracia en Chile".

El encuentro sirvió así para revitalizar y politizar la escena cultural chilena, la cual, di bien se había mantenido viva a sorpresa de alguno de sus propios invitados, sí se encontraban, como algunos de sus propios organizadores mencionaron, algo golpeada tras el 11 de septiembre de 1973. Este encuentro demostró no solo la simpatía de distintas personalidades que pasaron a reforzar la campaña de oposición tanto dentro como fuera del país, sino que también permitió asegurar la gracia de diferentes gobiernos, particularmente latinoamericanos y europeos, ante la posible —y eventual— derrota de Pinochet.

Sin embargo, Chile Crea no fue un encuentro sin mancha alguna. Supuso una serie de problemas desde su más temprano anuncio y la desorganización fue evidente para todos sus invitados. Asimismo, puede acusarse, no sin verdad, que el encuentro no pareció interesado en una serie de personajes que, con propuestas aparentemente incomodas para los organizadores y sus intereses, no hallaron espacio en aquel evento en donde tanto se hablaba de los derechos humanos y la democracia que se quería construir para el mañana. De hecho, y como ya fue señalado, algunos de los invitados internacionales, en los cuales se sostuvo inicialmente el encuentro —lo cual, por lo demás, prontamente supuso más de un problema, obligando a cambiar a la estrategia— cuestionaron las intenciones de los

99 «Encuentro de Chile Crea; trascendental cita solidaria», Cauce, 25 de julio de 1988: 42.

100 «Intelectuales y artistas dieron su 'no' en libro», Las Últimas Noticias, 29 de septiembre de 1988: 6.

51, julio 2022: 1-19

organizadores y, en general, de toda la resistencia cultural chilena, poniendo en entredicho las energías realmente puestas en el retorno a la democracia y la salida de las autoridades de la dictadura.

A pesar de estos y otros reparos, Chile Crea fue un encuentro fundamental para la politización de la cultura y su uso, por parte de la oposición política y la población general, contra la dictadura, como ya fue dicho, tanto dentro como fuera del país. Asimismo, este encuentro contó con una serie de aspectos interesantes, como la liberalización de la cultura chilena, su carácter internacionalista y reflexivo, la coyuntura que ofreció para sus participantes, y la novedad y alcances que supuso, volviéndose, como uno de sus organizadores señaló, un ejemplo —y deseo— para otros países de la región. De esta manera, si bien es innegable la débil propuesta cultural hecha por las autoridades de la dictadura, lo cual a su vez mostró a ésta impotente y poco competitiva frente a la resistencia cultural101, esto no parece restar importancia a la instancia que supuso este encuentro. Chile Crea no solo logró captar la atención del público a mediados de 1988, sino que también dejó en evidencia la falta de compromiso —y comprensión— de las autoridades de la dictadura para con la cultura, a pensar de sus intentos102. Parece así apropiado considerar a Chile Crea como una importante antesala a la campaña de oposición a la dictadura que, si bien ya contaba con experiencias previas, comenzaba a tomar forma de cara al plebiscito que, finalmente, sentenció su fin.

BIBLIOGRAFÍA

- Libros

Adler-Lomnitz, Larissa, Salazar, Rodrigo e Adler, Ilya. Simbolismo y ritual en la política mexicana. Ciudad de

iНе можете найти то, что вам нужно? Попробуйте сервис подбора литературы.

México: Siglo XXI Editores, 2004.

Ávila, Nelson. ¡Caupolicana%ol Santiago: Catalonia, 2021.

Balandier, Georges. El poder en escenas. De la representación del poder al poder de la representación. Barcelona: Ediciones Paidós, 1994.

Bonet, Antonio. Fiesta, poder y arquitectura. Aproximaciones al barroco español. Madrid: Ediciones Akal, 1990. Bourdieu, Pierre y Passeron, Jean-Claude. La reproducción. Elementos para una teoría del sistema educativo. Buenos Aires: Editorial Siglo XXI, 2018.

Bravo, Viviana. Piedras, barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile, 1983-1986. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2017.

Brazo, Viviana. Piedras, barricadas y cacerolas. Las jornadas nacionales de protesta. Chile, 1983-1986. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2017.

Cavallo, Ascanio, Salazar, Manuel y Sepúlveda, Oscar. La historia oculta del régimen militar. Santiago: Uqbar Editores, 2008.

Doherty, Megan. PEN International and its Republico of Letters, 1921-1970. Columbia: Columbia University, 2011.

Donoso, Karen. Cultura y dictadura. Censuras, proyectos e institucionalidad cultural en Chile, 1973-1989. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2019.

Fumero, Patricia. «De la iniciativa individual a la cultura oficial. El caso del General José Dolores Estrada. Nicaragua, década de 1870». En Nicaragua en busca de su identidad. Editado por Kinloch, Frances. Managua: Universidad Centroamericana, Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, 1995.

101 Isabel Jara, «Ambivalencia de la política artístico-cultural de la dictadura pinochetista. Revisitando el "apagón cultural" y la "catástrofe"», en Sombras, suspiros y memorias: Prácticas culturales y dictaduras en el cono sur, ed. por Karina Dappiano, María Laura Fabrizio, Lucia Patiño Mayer y Lorena Verzero (Buenos Aires: Universidad Nacional de Lanús, 2020), 133.

102 Véase Karen Donoso, Cultura y dictadura. Censuras, proyectos e institucionalidad cultural en Chile, 1973-1989 (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2019).

51, julio 2022: 1-19

Garavaglia, Juan Carlos. Construir el estado e inventar la nación. El Río de la Plata, siglos XVIII-XIX. Buenos Aires: Editorial Prometeo Libros, 2007.

Griffero, Ramón. Cinema-Utopía. Santiago: LOM Ediciones, 2010.

Gurr, Ted. El porqué de las rebeliones. Ciudad de México: Editores Asociados, 1974.

Jara, Isabel. «Ambivalencia de la política artístico-cultural de la dictadura pinochetista. Revisitando el "apagón cultural" y la "catástrofe"». En Sombras, suspiros y memorias: Prácticas culturales y dictaduras en el cono sur. Editado por Dappiano, Karina, Fabrizio, María Laura, Patiño Mayer, Lucia y Verzero, Lorena. Buenos Aires: Universidad Nacional de Lanús, 2020.

Joignant, Alfredo. El gesto y la palabra. Ritos políticos y representaciones sociales de la construcción democrática en Chile. Santiago: LOM Ediciones, 1998.

Joignant, Alfredo. Un día distinto. Memorias festivas y batallas conmemorativas en torno al 11 de septiembre en Chile 1974-2006. Santiago: LOM Ediciones, 2007.

Kinloch, Frances. «Fiestas patrias: tradición y realidad (Nicaragua, 1858)». En Política, cultura y sociedad en Centroamérica. Siglos XVIII-XX. Editado por Vannini, Margarita y Kinloch, Frances. Managua: Universidad Centroamericana, Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica, 1998. Lazara, Michael J. Los años de silencio. Santiago: Editorial Cuarto Propio, 2002.

Lloret, Jordi, Godoy, Alfonso y Araya, Rodrigo. Matucana 19. El garage de la resistencia cultural Santiago: Ocho Libros Editores, 2019.

Mandoki, Katya. La construcción estética del Estado y de la identidad nacional. Ciudad de México: Siglo XXI Editores, 2007.

Ortemberg, Pablo. «Sentidos e historia de las fiestas patrias: una introducción». En El origen de las fiestas patrias. Hispanoamérica en la era de las independencias. Dirigido por Ortemberg, Pablo. Rosario: Prohistoria Ediciones, 2013.

Ozouf, Mona. Festivals and the French Revolution. Massachusetts: Harvard University Press, 1991. Palma, Ricardo. Una larga cola de acero. Historias delFPMR, 1984-1988. Santiago: LOM Ediciones, 2001. Pradenas, Luis. Teatro en Chile. Huellas y trayectorias. Siglos XVI-XX. Santiago: LOM Ediciones, 2006. Pross, Harry. Estructura simbólica del poder. Teoría y práctica de la comunicación pública. Barcelona: Editorial Gustavo Gili, 1980.

Richard, Nelly. La insubordinación de los signos. Santiago: Cuarto propio, 1994.

Richard, Nelly. Arte en Chile desde 1973. Escena de avan%aday sociedad. Santiago: FLACSO, 1987.

Rivière, Claude. Les Liturgies politiques. Paris: Presses Universitaires de France, 1988.

Subercaseaux, Bernardo. Historia de las ideas y de la cultura en Chile, Vol. III. Santiago: Editorial Universitaria, 2011.

Subercaseaux, Bernardo. Historia de las ideas y de la cultura en Chile. Desde la Independencia hasta el Bicentenario, Tomo V. Santiago: Editorial Universitaria, 2011.

Valdebenito, Francisca. Tinta, papel, ingenio. Panfletos políticos en Chile, 1973-1990. Santiago: Ocho Libros Editores, 2010.

Valdés, Juan Gabriel (dir.). La campaña del NO vista por sus creadores. Santiago: Melquíades, 1989. Verdugo, Patricia y Hertz, Carmen, Operación Siglo XX.. El atentado a Pinochet. Santiago: Catalonia, 2015. Wilentz, Sean, ed. Rites of Power: Symbolism, Ritual, and Politics since the Middle Ages. Pittsburgh: University of Pennsylvania Press, 1985.

- Artículos de revistas

Chiaramonte, José Carlos. «Formas de identidad en el Río de la Plata luego de 1810». Boletín del Instituto de Historia Argentinay Americana "Dr. Emilio Ravignani"3 (1989): 71-92.

Duncan, Robert H. «Embracing a Suitable Past: Independence Célébrations under Mexico's Second Empire, 1864-1866». Journal of Latin American Studies 30 (1998): 249-277.

Godoy, Francisco. «conelchilenoresistentearte, Solidaridad: Chile Vive, una Exposición en España contra el Chile Dictatorial». Aisthesis 48 (2010): 186-204.

51, julio 2022: 1-19

González, Omar Fabián. «Fiesta cívica y culto al 'Padre de la Patria' en el Estado revolucionario, 19101940». Secuencia 93 (2015): 162-183.

Quiroga, Patricio. «Las jornadas de protesta nacional. Historia, estrategias y resultados (1983-1986)». Encuentro XXI 11 (1998): 42-60.

Thomson, Guy P.C. «Bulwarks of Patriotic Liberalism: The National Guard, Philharmonic Corps and Patriotic Juntas in Mexico, 1847-88». Journal ofLatin American Studies 22 (1990): 31-68.

- Artículos de prensa

«'A pesar de todo, seguimos creando'». Solidaridad, 15 de julio de 1988. «Ambiguita, come ti odio». APSI, 25 de julio de 1988.

«Arthur Miller y William Styron vienen a Chile». Análisis, 30 de mayo de 1988. «Artistas e intelectuales recordaron a Pablo Neruda». La Cuarta, 13 de julio de 1988. «Artistas recordaron el natalicio de P. Neruda». El Mercurio, 11 de julio de 1988. «¿Cantos de sirenas?». Hoy, 30 de mayo de 1988. «Chile Crea». Cauce, 27 de junio de 1988.

«Chile Crea brindó con vino nerudiano». Fortín Mapocho, 21 de julio de 1988.

«Chile Crea en boca de sus protagonistas». Análisis, 18 de julio de 1988.

«'Cimiento para el futuro'». Solidaridad, 29 de julio de 1988.

«'Debemos tener fe en la palabra escrita'». Análisis, 13 de junio de 1988.

«Ecos en Alemania». Cauce, 6 de junio de 1988.

«En el 'ring' político». Hoy, 13 de junio de 1988.

«Encuentro». Cauce, 21 de abril de 1988.

«Encuentro de Chile Crea; trascendental cita solidaria». Cauce, 25 de julio de 1988. «Enrique Lihn o la lucidez apasionada». Análisis, 18 de julio de 1988. «'Estamos preocupados por los artistas chilenos'». El Mercurio, 7 de junio de 1988. «Fiesta entre amigos». Hoy, 18 de julio de 1988.

«Intelectuales y artistas dieron su 'no' en libro». Las Últimas Noticias, 29 de septiembre de 1988. «La capital cultural del mundo». APSI, 18 de julio de 1988. «La memoria vagabunda». APSI, 2 de mayo de 1988. «La voz de los visitantes». Hoy, 2 de enero de 1989.

«'Las dictaduras en nuestra América son un estigma'». Cauce, 4 de julio de 1988.

«Música y palabras». Cauce, 25 de julio de 1988.

«No seremos un evento mas». Análisis, 4 de julio de 1988.

«Nosotros decimos no». Análisis, 18 de julio de 1988.

«Nuevas voces para superar la nostalgia». Hoy, 28 de diciembre de 1987.

«Pablo y Matilde». Análisis, 25 de julio de 1988.

«Pueblo y Cultura». Cauce, 18 de julio de 1988.

«Reflexión y fiesta». Hoy, 11 de abril de 1988.

«Testimonio de estos años, promesa para el futuro». Solidaridad, 29 de julio de 1988.

«Un abrazo solidario». Cauce, 6 de junio de 1988.

«Un cajón de sorpresas». APSI, 11 de julio de 1988.

«Un espacio entre los sueños y la realidad». Hoy, 11 de julio de 1988.

«Una de las locuras más interesantes». Análisis, 9 de mayo de 1988.

«Una guitarra para todo el pueblo». Solidaridad, 12 de agosto de 1988.

«Visita en dos plumazos». APSI, 13 de junio de 1988.

- Tesis

Kinloch, Frances. «Política y cultura en la transición al Estado- Nación, Nicaragua (1838-1858)». Tesis de Maestría Académica en Historia, Universidad de Costa Rica, 1999.

i Надоели баннеры? Вы всегда можете отключить рекламу.