Научная статья на тему 'LA CIUDAD SOCIALISTA: VISIóN Y PRáCTICA URBANA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, 1967-1973'

LA CIUDAD SOCIALISTA: VISIóN Y PRáCTICA URBANA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, 1967-1973 Текст научной статьи по специальности «СМИ (медиа) и массовые коммуникации»

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COMUNISMO / URBANISMO / PARADIGMA SOVIéTICO / CIUDAD SOCIALISTA / UNIDAD POPULAR

Аннотация научной статьи по СМИ (медиа) и массовым коммуникациям, автор научной работы — Cofré Schmeisser Boris

¿Tuvieron los comunistas chilenos, entre 1967 y 1973, una visión propia sobre el problema urbano en Santiago? de ser así ¿cómo era la ciudad que los comunistas buscaban construir en la capital? Inspirados tanto en el marxismo y el modelo Soviético de desarrollo urbano, como en sus prácticas políticas concretas a nivel nacional, comunal y barrial, los comunistas no sólo imaginaron una urbe distinta sino que avanzaron en su construcción.

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Текст научной работы на тему «LA CIUDAD SOCIALISTA: VISIóN Y PRáCTICA URBANA DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE, 1967-1973»

La ciudad socialista: Visión y práctica urbana del Partido Comunista de Chile, 1967-1973

The socialist city: vision and urban practice of the Communist Party of Chile, 1967-1973

Boris Cofré Schmeisser1

Resumen

¿Tuvieron los comunistas chilenos, entre 1967 y 1973, una visión propia sobre el problema urbano en Santiago? de ser así ¿cómo era la ciudad que los comunistas buscaban construir en la capital? Inspirados tanto en el marxismo y el modelo Soviético de desarrollo urbano, como en sus prácticas políticas concretas a nivel nacional, comunal y barrial, los comunistas no sólo imaginaron una urbe distinta sino que avanzaron en su construcción.

Palabras clave: comunismo, urbanismo, paradigma soviético, ciudad socialista, Unidad Popular

Abstract

Did the Chilean Communists, between 1967 and 1973, its own vision on urban problems in Santiago? if so how was the city that the Communists sought to build in the capital? Inspired both Marxism and the Soviet model of urban development, and in its specific political practices at the national, community and neighborhood, the Communists not only imagined a different city but advanced in its construction.

Keywords: communism, planning, soviet paradigm, socialist city, Popular Unity

1 Chileno, docente Universidad ARCIS. Doctorando en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Becario Conicyt. bmcofre@uc.cl

Población obrera construida con el sistema KPD soviético en Chile, 1973

La ciudad socialista

Este trabajo muestra cómo los comunistas chilenos, entre 1967 y 1973, desarrollaron una visón y práctica propia en el ámbito "urbano". Guiados por la teoría marxista y el modelo Soviético debieron enfrentar la "cuestión urbana" en los distintos frentes de lucha: poblacional, comunal y nacional. Así debieron dar respuesta política a problemas concretos como el déficit habitacional, la carencia de equipamiento urbano y la remodelación de la ciudad.

Para los comunistas chilenos un problema urbano significativo en el país era la contradicción existente entre necesidad de construcción de vivienda para obreros, (visto desde el Estado como déficit habitacional), y la propiedad privada del suelo urbano, puesto que sus dueños, las grandes inmobiliarias, no estaban dispuestos a edificar para la clase trabajadora porque no les era rentable.

Siguiendo un clásico texto "urbano" de Engels2, un articulista comunista escribió en 1968 que el crecimiento de la ciudad de Santiago generaba un aumento en el valor del suelo urbano del centro, al tiempo que se desvalorizaban las construcciones antiguas de dicha área de la urbe, (donde habitaban principalmente obreros), porque quedaban obsoletas. Como consecuencia los obreros, vía mercado o Estado, eran expulsados del centro hacia la periferia donde la urbanización era deficitaria. De este modo, el crecimiento de la ciudad capitalista generaba un déficit habitacional estructural.3

Si bien este diagnostico indica que el problema de la "vivienda obrera" sólo se resolvería con la abolición definitiva del capitalismo, los comunistas embarcados en las luchas populares por vivienda y equipamiento urbano entendieron que era posible avanzar, sin esperar el triunfo definitivo de la revolución, en la transformación de la ciudad a partir de dichas luchas.

La visión comunista sobre la "cuestión urbana" era definida por el partido como "científica y social", es decir, se basaba en la verdad empírica alcanzada a partir del marxismo y tenía una orientación en favor de las clases trabajadoras. Para el PC la estructura urbana de Santiago "reflejaba" la estructura económico-social del país, dividida en clases sociales, por ello la existencia de segregación socio-espacial.4

A fines de los años 60, el PC criticó la política urbana de la DC, (a propósito de la presentación del proyecto de Remodelación urbana San Borja), cuestionando que, en vez de resolver el problema habitacional obrero, dicha política lo que hacía era asegurar la ganancia a las grandes inmobiliarias que sólo edificaban para sectores de ingresos medios y altos.

Para el PC una "remodelación urbana real" significaba la elaboración e implementación de un Plan Nacional de Edificación que garantizara la construcción masiva de viviendas para obreros. Esta idea, afirmaba el PC, era también defendida por los urbanistas, pero que sin embrago no se había implementado porque chocaba con los intereses de los capitalistas de la construcción.

Utilizando como modelos las políticas urbanas desarrolladas en la Unión Soviética, Alemania Oriental y Cuba los comunistas chilenos defendieron la "planificación científica de la ciudad", es decir, la planificación urbana estatal guiada por las orientaciones del urbanismo en beneficio de la clase trabajadora.

En términos más concretos, el comunismo chileno tomó del modelo de desarrollo urbano del socialismo real las siguientes políticas: a) construcción masiva de viviendas para obreros, b) casi exclusivamente ejecutadas por el Estado, c) asignación sin considerar

2 Federic Engels, "Contribución al problema de la vivienda", 1887

3 Bert Andress, "Remodelación de Santiago ¿En beneficio de quién?", Principios, N°125, mayo-junio de 1968, p.20.

4 Bert Andress, op., cit.

capacidad de pago, d) integración de distintos oficios y profesiones en un mismo barrio, e) subvención estatal a la renta y servicios básicos. Así la construcción de la nueva ciudad socialista significaba en los hechos una redistribución del ingreso.

En términos concretos el PC reivindicó que el Estado de Chile, a través del Ministerio de Vivienda y sus corporaciones (CORVI, CORHABIT, CORMU y COU)5 construyera masivamente viviendas para obreros, en las mismas comunas donde residían, sin asociarse a las grandes inmobiliarias:

Deben ponerse en prácticas proyectos de remodelación precisamente en los sectores de la ciudad que, por la magnitud del déficit habitacional, requieren de urgentes medidas, como en las comunas de San Miguel, Conchalí, Quinta Normal y la Cisterna.6

A nivel comunal la visión comunista sobre la "cuestión urbana" se expresó en una reivindicación del "poder comunal", entendido éste tanto como las instituciones estatales municipales como las organizaciones populares territoriales. Mireya Baltra explicaba que la política del PC en esta escala (comunal) era apoyar desde los municipios y territorios la edificación de nuevos bloques de habitaciones para obreros y apoyar las luchas de los trabajadores que habían sido afectados por decretos de demolición y expropiación. De este modo el partido buscaba vincular estrechamente la labor institucional de los municipios con la labor social de las organizaciones de "pobladores".7

En 1967 el Comité Regional de Santiago Sur del PC elaboró un estudio sobre la "vida real" del partido, centrado en la relación entre éste y las masas. Le interesaba determinar por qué en unos sectores el trabajo político había tenido mayor desarrollo que en otros. Este Comité del partido tomó como ejemplo el trabajo comunista en la Población La Victoria. El resultado del estudio nos permite ver cómo los comunistas "construían ciudad" a nivel poblacional.

La investigación parte por constatar que las cuatro mil familias de la población se encontraban organizadas en una compleja red de comités de base. En seguida informa que cerca del 40% de estas organizaciones eran dirigidas por militantes comunistas y otro 40% por simpatizantes del partido, es decir, que los comunistas y sus simpatizantes realizaban un trabajo cotidiano de organización y conducción en la población que permitía abordar las reivindicaciones urbanas (vivienda y equipamiento comunitario) de forma organizada.8

Lo que el informe no dice, porque es conocido por "todos" los comunista, es que el partido estuvo con las familias sin casa desde la organización misma de la toma de terrenos en

5 Corporación de la Vivienda (CORVI), Corporación Habitacional (CORHABIT), Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) y Corporación de Obras Urbanas (COU).

6 Bert Andress, "Remodelación de Santiago ¿En beneficio de quién?", Principios, N°125, mayo-junio de 1968, p.29.

7 Principios, N°118, marzo de 1967, pp.27-32.

8 Principios, N°118, marzo de 1967, pp.43-50.

1957. Lo que en parte explica por qué cerca del 80% de las organizaciones territoriales estaban bajo la influencia del PC.

El arquitecto comunista Miguel Lawner explicó cómo el partido se asoció a los "pobladores" desde antes de la toma a partir del apoyo técnico y en la organización misma de la acción. Con estas palabras recordó aquellos días:

Ingresamos a la toma junto a los demás compañeros, y allí permanecimos cobijados bajo un modesto toldo durante el mes que se mantuvo el cerco tendido por la policía. Fuimos ajustando el proyecto a las demandas que crecían cada día. Partimos suponiendo una cabida de unos dos mil sitios, pero cada noche se sumaba un nuevo comité al que no podíamos negarle sus derechos.9

En el XIV Congreso del PC, celebrado en noviembre de 1969, Lucia Chacón, miembro del Comité Central, definió el problema urbano de la siguiente forma: a) a pesar de que la vivienda es un derecho irrenunciable de todo ser humano, en Chile existían 2,5 millones de personas que no tenían una habitación, b) además, entre los que sí tenían viviendas, muchos sufrían el problema de los dividendos reajustables, que en los últimos dos años habían aumentado su valor en un 80%, c) y, finalmente, la presencia de la DC y el MIR entre los "pobladores" sin casa había generado división entre ellos.

Frente a estas problemáticas Lucia Chacón propuso la realización de una remodelación urbana que significara la edificación de departamentos económicos, al alcance de los trabajadores, y en el mismo lugar de residencia en que se encontraban, para evitar la profundización de la marginación de éstos. También se debía poner fin a la reajustabilidad de los dividendos y a la división entre los "pobladores" generada por el "reformismo" y el "ultra izquierdismo".10

En las resoluciones del XIV Congreso del PC se estableció que la "cuestión urbana", expresada en el déficit habitacional y la reajustabilidad de los dividendos, había elevado los niveles de organización y lucha de los "pobladores", ante lo cual el partido tenía el deber de potenciar el movimiento, concretamente haciendo un trabajo ideológico socialista entre sus participantes.11

Al iniciarse 1970, Orlando Millas escribía una columna en El Siglo llamada "de miércoles a miércoles" donde abordaba la problemática urbana. En ésta denunciaba problemas que

9 Miguel Lawner, "La Victoria: 50 años de victorias". Ver: http://www. g80. cl/noticias/columna completa.php?varid= 1614

10 Lucha Chacón, "La lucha por la vivienda: experiencia revolucionaria", Intervención en el XIV Congreso del Partido Comunista de Chile, celebrado entre el 23 y 29 de noviembre de 1969, Santiago, 1970, p.43-47.

11 Resoluciones del XIV Congreso del Partido Comunista de Chile, celebrado entre el 23 y 29 de noviembre de 1969, Santiago, 1970, p.117-119.

sufrían los habitantes de las comunas populares, como la existencia de basurales cercanos a poblaciones, la quema de basura que generaba contaminación ambiental y el colapso de alcantarillados que producía inundaciones con aguas servidas en dichas poblaciones.12 También escribió sobre la desigualdad urbana, en su art ículo "Providencia y La Granja" afirmó que ambas comunas representaban dos mundos completamente diferentes, aunque vinculados, pues en palabras del autor existía "una relación estrecha entre el lujo de Providencia y la miseria de La Granja".13

Sólo un mes después, Antonio Berthelon escribió en El Siglo un artículo titulado: "Santiago de noche" en el cual insistió en la idea de la existencia de división y contraposición de clases sociales en la ciudad, describiendo la transformación que Santiago experimentaba al llegar la noche.

Caída la media noche en Santiago se apagan los letreros de publicidad de las tiendas y las calles se oscurecen, emerge un submundo que acedía y amenaza al transeúnte ocasional, la miseria se hace presente y el delito reina como último recurso de supervivencia, se puede ver a niñas prostituyéndose, a mujeres adultas molestas mendigando comida junto a sus miserables hijos y a ancianos hambrientos sin ánimo ya de pedir. Ese Santiago de noche es el mismo donde están las oficinas del gobierno, de los jueces y del comercio. Este rostro de la ciudad no es otra cosa que el reflejo de la sociedad que vive en ella. Allí está presente su fruto, efecto del dominio de una clase que se ha arraigado en una inhumana porfía por mantener e incrementar la miseria durante decenios, mientras se enriquece con su voracidad desmedida. [Ante la cual, se debía construir una alternativa política, materializada en la Unidad Popular]. Es allí donde se deben vaciar todos los esfuerzos para llegar al poder y terminar de una vez por todas con ese Santiago, con ese Chile, hambriento,

14

menesterosa e injusto.

En marzo de 1970, Orlando Millas cuestionó que el Estado, dirigido por la DC, transfiriera, a través de la CORMU, millonarios recursos, (de todos los chilenos), a las grandes inmobiliarias, para que realizarán estudios de edificación en Las Condes, comuna donde edificarían lujosos barrios que les reportarían enormes guanacias.15

En el fondo todas las críticas apuntan en una misma dirección: el Estado no debía transferir recursos de la nación a los capitalistas de la construcción en desmedro de los trabajadores.

12 El Siglo, 14 de enero de 1970, p.4.

13 El Siglo, 28 de enero de 1970, p.4.

14 El Siglo, 21 de febrero de 1970, p.4.

15 El Siglo, 11 de marzo de 1970, p.4.

En palabras de Carlos Caucaman, columnista de El Siglo: "La experiencia del sector San Borja es un botón de muestra del criterio clasista del régimen DC que pretende levantar ciudades para ricos y ciudades para pobres".16

En junio de 1970 el gobierno DC instaló en el centro de la ciudad una monumental exposición titulada: "Santiago salta al futuro", ante la cual Orlando Millas respondió en una de sus columnas de "los miércoles" lo siguiente: "Santiago no es el de la muestra", pues ésta no grafica la falta de infraestructura y el desorden urbano del centro, tampoco muestra la mayor parte de la ciudad, donde habitan los trabajadores, sino más bien es una visión parcial de la urbe, "escogida con odioso sentido discriminatorio de clases", es decir, sólo representa el Santiago donde habitan los ricos. Además presenta el sistema de locomoción colectiva capitalino como racional y armónico, sin embargo, éste no considera la cobertura del sistema de movilización para los habitantes de las poblaciones. Todo esto no era un error, según Millas, sino una evidencia de la política urbana de la DC que privilegiaba a los sectores de altos ingresos en desmedro de los más pobres.17

Durante la campaña electoral de 1970 las propuesta de la Unidad Popular, donde los comunistas tuvieron gran influencia, respecto de los problemas urbanos fueron las siguientes: a) "No más cuotas reajustables Corvi: suprimiremos los reajustes de los dividendos y las deudas a la Corvi", b) "Arriendos a precios fijos: Fijaremos el 10% de la renta familiar como máximo para el pago del arriendo y dividendos. Supresión inmediata de los derechos de llave", c) "Sitios eriazos ¡NO! Poblaciones ¡SI!: Destinaremos todos los sitios eriazos fiscales, semifiscales o municipales a la construcción", d) "Contribuciones sólo a las mansiones: Liberaremos del pago de contribuciones a la casa habitación hasta un máximo de 80 metros cuadrados donde viva permanentemente el propietario y no sea de balneario".18

En el Programa de la Unidad Popular se establecía que las "aspiraciones sociales" eran "legítimas y posibles de satisfacer" y que entre ellas estaban la "vivienda digna sin reajuste" y el "alumbrado público, alcantarillado, agua potable, calles y aceras pavimentadas", es decir, la urbanización. Así entre los compromisos asumidos por la Unidad Popular, antes de alcanzar el gobierno, estuvo el siguiente:

Se destinarán fondos suficientes a fin de llevar a cabo un amplio plan de edificación de viviendas. Se desarrollará la industrialización de la construcción controlando sus precios, limitando el monto de las utilidades de las empresas privadas o mixtas que operan en este rubro. En situaciones de emergencia se asignarán terrenos a las familias que los necesiten, facilitándoles ayuda técnica y material para edificar sus viviendas. El Gobierno Popular tendrá como objetivo de su política habitacional que cada familia llegue a ser propietaria de una casa habitación. Se eliminará el sistema de dividendos reajustables. Las cuotas

16 El Siglo, 23 de abril de 1970, p. 12; El Siglo, 28 de abril de 1970, p. 10

17 El Siglo, 17 de junio de 1970, p.4.

18 El Siglo, 8 de julio de 1970, p.2.

o rentas mensuales que deban pagar los adquirientes de viviendas y arrendatarios, respectivamente, no excederán, por regla general, del 10% del ingreso familiar. Llevar adelante la remodelación de ciudades y barrios, con el criterio de impedir el lanzamiento de los grupos modestos a la periferia, garantizando los intereses del habitante del sector remodelado como del pequeño empresario que allí labore, asegurando a los ocupantes su ubicación futura.19

De las cuarenta primeras medidas que comprometió la Unidad Popular antes de asumir el poder ejecutivo cinco se referían a la cuestión urbana.

Una vez en el gobierno los comunistas se dieron a la tarea de implementar sus planes desde el Estado. Si bien el presidente Salvador Allende fue militante socialista, es conocido que su posición política estuvo más cercana a la del PC. Y más importante aún, que la posición que predominó, no sin dificultad, en el gobierno fue la comunista. Así las obras del gobierno, en buena parte, pueden ser vistas como la continuación de la política del PC.

En su primera cuenta pública, el 21 de mayo de 1971, Allende informaba que a través de la "operación invierno" habían declarado como de "emergencia" la situación de los pobres de la ciudad con el fin de poder "entregar techo y urbanización mínima a los pobladores".20

En términos más estratégicos el presidente informó que el gobierno estaba empeñado en modificar las leyes que regulaban el arriendo de inmuebles, la postulación y asignación de viviendas y los dividendos. También que el ejecutivo buscaba proteger los intereses de las clase trabajadora estableciendo un dialogo directo con el movimiento de pobladores.

Para el año que se iniciaba se había elaborado el "Plan Habitacional de Emergencia para 1971" cuyos objetivos eran: "a) llevar adelante un amplio plan de construcción de viviendas, urbanización y equipamiento social, b) posibilitar para el trabajador chileno el acceso a una vivienda digna y a través de ella su integración al proceso social, c) generar una alta cuota de empleos y d) dinamizar la actividades relacionadas con la vivienda; producción de materiales y elementos de construcción, industrialización de viviendas, aperturas de nuevas fuentes de producción e incentivación general de la economía". 21

En los "Fundamentos del Plan Habitacional" de la Unidad Popular se señala que es imposible para la economía nacional construir el 100% de las viviendas requeridas porque no existía la infraestructura productiva necesaria. Sin embargo, se consideraba que sólo con un adecuado crecimiento de las ciudades el país podría alcanzar las metas de desarrollo que se había impuesto. Para ello era "fundamental el cambio jurídico del actual Derecho de Propiedad sobre el suelo. Esto constituye la medida de fondo para propender a un verdadero Desarrollo Urbano. El Estado tiene la obligación de iniciar un proceso de

19 Programa Básico de la Unidad Popular, Chile, 1970.

20 Salvador Allende, Primer Mensaje ante el Congreso Pleno, 21 de mayo de 1971, p.5-6.

21 Salvador Allende, op., cit., p.579-597.

transferencia planificada hacia una meta superior. Esta nueva meta coloca a la propiedad del suelo y a las estructuras urbanas en tres niveles: a) propiedad cooperativa de la comunidad sobre sus conjuntos habitacionales, b) propiedad municipal sobre centros colectivos y áreas comunales, y c) propiedad estatal sobre los bienes y servicios tanto metropolitanos como nacionales". 22

En síntesis al iniciarse 1971 el gobierno de Salvador Allende proyectaba transformar a la Corvi en una empresa estatal de la construcción, multiplicar por tres la cantidad de viviendas para trabajadores que se venían edificando, buscando satisfacer las necesidades tanto de los "pobladores" sin casa como de los cesantes. En el fondo cuestionó la lógica mercantil existente en el área de la vivienda y urbanismo y propuso centralizar, planificar y estatizar la producción y asignación de casa e infraestructura en la ciudad. 23

Al finalizar 1971 la Unidad Popular pudo realizar una primera evaluación de la "vía chilena al socialismo" en materia urbana. En general el balance fue positivo, se había avanzado en la dirección propuesta, es decir, se había avanzado en racionalizar, estatizar y centralizar la producción de ciudad, aunque todavía la mayoría (74%) de la edificación urbana estaba en manos de las grandes empresas privadas de la construcción, otro tanto (12%) estaba bajo el control de las medianas y pequeñas empresas y sólo una parte menor (14%) en manos del Estado.

Una de las principales evaluaciones hechas por los comunistas en estas instituciones estatales fue que el sistema capitalista de construcción era desordenado, poco racional e ineficiente. Por ello entendían que sólo profundizando la planificación centralizada desde el Estado se podrían realizar las "remodelaciones urbanas" requeridas. Pero en esta etapa de la transición al socialismo todavía debía existir la empresa privada, mediana y pequeña, por lo cual dependían de la alianza que pudieran alcanzar con ese sector de los empresarios.

Con todo, la evaluación era positiva pues se habían propuesto iniciar la construcción de 100 mil viviendas y lograron llegar a cerca de 80 mil, es decir, la cifra más alta en la historia del país, y proyectaban iniciar otras 57 mil en 1972.24

Lo que los comunistas destacaban de la política habitacional del gobierno de Allende fue que se había originado en estudios de arquitectos y técnicos de elevada calificación (ciencia), que buscaban producir transformaciones profundas en la realidad social y urbana (revolución), y que se utilizarían en su implementación modernas tecnologías. Además que los trabajadores tendrían espacios de participación inéditos (democracia).25

22

Ministerio de la Vivienda y Urbanismo. Corvi. Fundamentos y estructura del Plan Habitacional, Chile,

enero de 1971, p.2.

23

Ministerio de Vivienda y Urbanismo, op., cit.

24

Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Evaluación Labor 1971, p.1-11; Salvador Allende, Segundo Mensaje

ante el Congreso Pleno, 21 de mayo de 1972, p.782-794.

25

El Siglo, 1 de septiembre de 1970, p.15.

También se destacó que las corporaciones del Minvu tendrían un giro en la orientación de su trabajo. Así se podía leer en El Siglo que:

De ahora en adelante, bajo el Gobierno Popular, la remodelación y hermoseamiento urbano cumplirá un objetivo social, destinado fundamentalmente a favorecer a los sectores populares, a quienes hasta ahora les esperaban sólo los extramuros de la ciudad.26

Por su parte los militantes comunistas que dirigían la CUT realizaron una serie de consideraciones a las autoridades del Minvu respecto de la cuestión urbana. Como representantes de los intereses de la clase trabajadora informaron de su interés por participar directamente en la elaboración de los planes de construcción de viviendas para obreros, de su oposición al modelo de desarrollo urbano capitalista que permitía lucrar a las inmobiliarias con dineros del Estado y que no garantizaba la edificación de viviendas para trabajadores y de su interés por asegurar la calidad de las residencias que los obreros arrendaban.27

Como es sabido al interior de la Unidad Popular no existía acuerdo respecto del ritmo que debía tomar la transición al socialismo. La posición de los comunistas era de ir consolidando posiciones antes de seguir avanzando. En el plano de lo urbano el PC apoyó la carta enviada por Salvador Allende a la Cámara Chilena de la Construcción (C.Ch.C) en abril de 1971 donde aclaraba que se les respetaría y permitiría seguir construyendo bajo la lógica de la ganancia, que las ideas de que el Estado quería transformarse en un monopolio de la construcción ocupando el lugar de la C.Ch.C. eran sólo propaganda de la derecha y que debían entender que ellos tenían un rol social muy importante en la modernización del país, que significaría el término de la marginalidad urbana. Sin embargo, también precisó que si las empresas privadas se negaban a construir viviendas, al Estado no le iba a quedar otra opción que hacerlo de forma directa.28

Las disputas políticas por la "cuestión urbana" no se limitaban a "quién" construía (Estado o capitalistas) sino que también se refería a "dónde" y "para quién" se construía. Los comunistas defendieron la idea de edificar barrios obreros en las comunas orientes de Santiago, lugar de residencia de los grupos de altos ingresos. Según los comunistas "la ciudad no se puede segregar. Los compañeros "pobladores" son ciudadanos que, como todos, tienen derecho a una vivienda digna". Por ello, en términos concretos, según el PC en la "remodelación San Luis en Las Condes" los "pobladores" sin casas de los campamentos de la comuna también tenían derecho a ser asignados.29

26 El Siglo, 11 de noviembre de 1970, p. 12.

27

El Siglo, 24 de diciembre de 1970, p.12.

28 El Siglo, 23 de abril de 1971, p.2.

29

29 El Siglo, 15 de mayo de 1971.

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Junto a la teoría marxista-leninista convivían en el discurso de los comunistas chilenos conceptos de la teoría de la marginalidad y/o del humanismo (cristiano), por ejemplo, Lucia Chacón afirmaba, en 1971, lo siguiente:

Los comunistas hemos enfrentado el problema de los pobladores en nuestro país, partiendo de una premisa fundamental: que la vivienda no es sólo el techo bajo el cual se resguarda el hombre, sino que dentro de ella se desarrolla gran parte de la vida del conglomerado familiar. El hogar es el sitio que comparten en íntima convivencia por lo menos la mitad de sus vidas, un grupo de seres humanos. 30

De este modo, en la visión comunista del problema urbano, coexistieron conceptos como "clases", "lucha de clases" y "revolución" con conceptos como "ciudadanos", "familia" y "seres humanos". Esta amplitud conceptual se puede explicar por la necesidad de comunicar el mensaje comunista a sectores no marxistas, por la influencia que los propios militantes comunistas sufrían de otras corrientes de pensamiento y principalmente porque en la lucha concreta y cotidiana el leguaje no se reducía a la conceptualización marxista.31

Al iniciarse 1972 el gobierno de la Unidad Popular publicó el "libro verde", nombre dado a la Política Habitacional del Gobierno Popular. Programa 72, por el color de su portada. En éste se puede leer que la problemática de vivienda y urbanización se enmarcaría hacía adelante en la nueva "estrategia global de desarrollo". Ésta establecía que la "vía chilena" se encontraba en una nueva fase, más radical. Concretamente se buscaba desde ahora "obtener el control y dirección del aparato económico, productivo, comercial y financiero; controlar el consumo santuario; aumentar los niveles de empleo y garantizar el consumo popular para los sectores proletarios. Esta etapa requiere para su realización el fortalecimiento de la organización popular y ampliar la base de apoyo del gobierno... Dentro de este campo, el Sector Vivienda inserta su acción como uno de los sectores de servicio del gobierno".32

Vale decir, si bien se define esta nueva fase como más radial, al entenderse que sólo es posible implementarla ampliando el apoyo electoral, se termina por caer en una tensión respecto de la relación con los sectores pobres y medios. El ritmo de satisfacción de demanda por vivienda y urbanización debía armonizarse con la estrategia global de desarrollo y no con la presión ejercida por los "pobladores" sin casa (que era creciente), porque de lo contrario se corría el riesgo de satisfacer la demanda popular al costo de afectar el desarrollo global del país. Se define que si para alcanzar el apoyo de sectores

30

Principios, N° 137, enero y febrero de 1971, p.41-45.

31

Principios, N° 137, enero y febrero de 1971, p.41-45.

32

Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Política Habitacional del Gobierno Popular. Programa 72, Santiago de Chile, 1972, p.87.

medios y el desarrollo general de la economía era necesario aliarse con empresarios y edificar para sectores de ingresos medios esto se debía realizar.

En definitiva, el Programa 72 buscaba implementar las trasformaciones institucionales, económicas y políticas que la evaluación de 1971 había indicado. Se trataba de profundizar los cambios pero con el apoyo de sectores medios, de ahí la necesidad de disciplinar al movimiento popular. Respecto de los "pobladores" y sus demandas por vivienda y urbanización el Programa 72 establecía que éstos debían canalizar a través del gobierno sus reivindicaciones, pero que su accionar no debía limitarse a esa demanda sino que también debían apoyar al gobierno en una amplia variedad de tareas, como el abastecimiento.33

En abril de 1972, los comunistas destacaban que los cambios socialistas en el sector "vivienda y urbanización" ya habían beneficiado a una gran cantidad de "pobladores" sin casa, pero también que éstos habían sido protagonistas del proceso, por ejemplo, a través de la modificación en los sistemas de asignación de viviendas habían podido participar junto a los funcionarios del Minvu en dicha tarea, o de igual forma en la planificación de construcciones donde a través de convenios había podido influir. Los comunistas subrayaban como la tradición de organización y lucha de los "pobladores" ahora se ponía a trabajar junto al gobierno en soluciones para todos.

Por otra parte, el PC lamentaba que el movimiento de pobladores estuviera dividido en dos referentes distintos asociados a los principales partidos de la UP y que el PS siguiera organizando tomas de terrenos.34 En la cuenta pública del 21 de mayo de 1973 Salvador Allende evaluó los avances en vivienda y urbanización durante el último año de la Unidad Popular, señalando que se había avanzado en la dirección propuesta: mantener el nivel de construcción estatal y privada, hacer más eficiente la institucionalidad y aumentar la participación popular. Sin embargo, aún faltaba profundizar las reformas económicas que permitirían volver a elevar notablemente las cifras de construcción de viviendas para obreros, y también era necesario que los "pobladores" apoyaran de forma disciplinada las políticas de la Unidad Popular.35

Hacia fines del segundo año de gobierno, la Unión Soviética, el "modelo" de socialismo de los comunistas chilenos, realizaba uno de sus pocos aporte a la "revolución chilena": el 22 de noviembre de 1972 se inauguraba la fábrica de paneles de hormigón prefabricados El Belloto en Quilpué, se trataba de una industria donada por la URSS que podía hacer realidad el sueño urbano de los comunistas, es decir, realizar una "remodelación urbana" que significara construir masivamente viviendas para todos los trabajadores a un bajo costo. Según Allende se trataba de la materialización del socialismo integral y científico, la nueva industria tenía la capacidad de construir paneles equivalentes a 1.600 viviendas en un año. El sistema se conoció como KPD (Gran Panel Construido, en ruso) y alcanzó a producir

33 Ministerio de Vivienda y Urbanismo, op., cit., p.92.

34

Principios, marzo-abril de 1972, p.92-103.

Salvador Allende, Mensaje ante el Congreso Pleno, 21 de mayo de 1973, p.771-775.

153 bloques de viviendas colectivas que se encuentran aún en Quilpué, Valparaíso, Viña del Mar y Santiago.36

La CORMU desarrolló el Programa de Remodelación del Centro Histórico de la ciudad, que incluía la Remodelación San Borja (3.280 unidades), Tupac Amaru (2.200 unidades), Plaza Chacabuco (510 unidades), Mapocho Bulnes (1.200 unidades), Las Carabelas (250 unidades) y Santiago-Poniente (5.000 unidades). Esta política urbana se conoció como "remodelación sin erradicación", es decir, mejoramiento de las residencias y barrios del centro de la ciudad sin expulsar a sus habitantes populares. Para ello se redujo el valor del suelo urbano utilizando la tasación oficial del Servicio de Impuestos Internos. Esto disminuyó las expectativas de ganancia capitalista y elevó la posibilidad de radicación obrera en los nuevos barrios. Además se diseñó una tipología habitacional compatible con el nivel de ingreso de la población trabajadora. Se modificó el sistema de postulación dando mayor prioridad a la "emergencia habitacional" en desmedro de la "capacidad de ahorro". También se estableció que los dividendos no superarían el 10% del ingreso total de cada familia. Se le dio gran importancia a la participación de los vecinos, a través de sus Juntas, en la implementación de los proyectos inmobiliarios. Finalmente, se diseñó un plan de construcción por etapas en donde se iniciaban las obras en los sitios eriazos, luego se trasladaban a las familias de un sector de "emergencia" a sus nuevas viviendas, en el espacio dejado por estas familias se comenzaba la segunda etapa y así sucesivamente.37

Según Miguel Lawner la iniciativa urbana más ambiciosa del gobierno de la Unidad Popular fue la Remodelación de Santiago-Poniente. Para su implementación el gobierno realizó un concurso internacional dirigido por el arquitecto holandés Aldo van Eyck, autor del plan de reconstrucción de Rotterdam. En las bases del concurso se podía leer:

En cuanto a la política de desarrollo urbano se pretendía rectificar los procesos que habían llevado a una segregación ecológica de los diferentes estratos sociales en la ciudad, así como a una extensión descontrolada del área urbana en los centros metropolitanos. Por tales motivos, el plan de desarrollo metropolitano tiende a detener el crecimiento del área urbana, sobre la base de densificar las áreas vecinas al corazón de la ciudad, normalmente en estado de deterioro, que gozan de un alto nivel de urbanización y equipamiento.38

36 Pablo Alonso y Hugo Palmarola, "Historia de un panel, el sistema KPD y la política de ensamblaje", p.66-79; en extenso: "A Panel's Tale. The Soviet KPD system and the politic of assemblage", AA File 59, p.30-41.

37 Miguel Lawner, "La Remodelación del Centro de Santiago", ediciones Taller de Vivienda Social, septiembre de 1990, p.24.

38 Miguel Lawner, op., cit., p.24.

Maqueta de la primera etapa de la remodelación Santiago-Poniente, propiciada por la CORMU mediante un Concurso Internacional destinado a renovar 16 manzanas de este sector. Desgraciadamente, el gobierno militar suspendió los trabajos, malográndose hasta el día de hoy la renovación del sector.

La adquisición de los terrenos estaba avanzada y los planos ya habían sido elaborados... Sin embargo, la ciudad socialista quedo en vías a ser construida, el golpe de Estado de septiembre de 1973 puso fin no sólo el gobierno de Salvador Allende sino también a esta profunda remodelación socialista de la ciudad.

Conclusiones

¿Tuvieron los comunistas chilenos, entre 1967 y 1973, una visión propia sobre el problema urbano en Santiago? de ser así ¿cómo era la ciudad que los comunistas buscaban construir en la capital?

La ciudad socialista que los comunistas, junto al gobierno de la Unidad Popular y el movimiento popular, comenzaban a construir en Chile estaba inspirada en el "modelo" de la Europa Oriental y de Cuba, es decir, en un modelo de desarrollo urbano donde la construcción de viviendas era en serie, masiva y de bajo costo, lo que permitía edificar casas para todos los trabajadores, sin importar su capacidad de pago. El Estado era el principal constructor de vivienda y urbanización. La asignación de dichas habitaciones era por necesidad y no por nivel de ingreso, el costo de los dividendos no podía superar cierto porcentaje (5 o 10%) del sueldo del asignado. El desarrollo de la ciudad tendía a ser homogéneo no solo por la producción en serie sino también por la búsqueda de la integración social que tendía a la integración y no a la segregación social. La vivienda y el suelo urbano no eran considerados mercancías sino derechos que el Estado debía garantizar a toda la población, es decir, se trataba de la ciudad de la redistribución vía Estado del ingreso que buscaba mejorar (dignificar/modernizar) las condiciones de vida de los trabajadores.

A este modelo (socialismo real) los comunistas chilenos integraron particularidades de la realidad nacional. El primero y tal vez más importante fue que no buscaban imponerlo por la fuerza luego de la toma total del poder, sino que buscaban construirlo gradual y democráticamente, por ello se propusieron iniciar una etapa anterior a la que llamaron "transición", es decir, comenzar a dar lentamente los primeros pasos en la dirección señalada. Por eso durante el gobierno de Salvador Allende el Estado sólo comenzó a construir de forma directa y en un porcentaje más bien menor. Se avanzó en regular a las empresas privadas de la construcción pero permitiendo que continuaran con el control mayoritario de la urbanización. Se modificaron los criterios de asignación de viviendas y se estableció un límite al costo de los dividendos (10% del ingreso familiar). Se eliminó su reajustabilidad, se apoyó la integración social en la ciudad favoreciendo la construcción de viviendas para obreros en comunas de altos ingresos. Se puso en cuestión pero se permitió el lucro en la construcción, se buscó mejorar los estándares de vida obrera, se integró y asoció al movimiento de pobladores y se entendió, finalmente, la construcción como una forma de absorber la cesantía que era muy alta entre los "pobladores". Lo que generó que ellos mismos pudieran construir sus viviendas dando origen a una relación distinta entre los habitantes populares y sus nuevas poblaciones.

En la actualidad Santiago es una ciudad altamente segregada socio-espacialmente. Chile es una de las sociedades con la peor distribución del ingreso, es decir, es profundamente desigual. La desigualdad y la segregación por clases son la norma de nuestro orden social urbano. Urge volver a imaginar y construir la ciudad, para ello la historia siempre será un aporte.

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Recibido: 9 marzo 2012 Aceptado: 5 de junio 2012

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