УДК 821.134.2. О. А. Светлакова
кандидат филологических наук, доцент кафедры истории зарубежных литератур филологического факультета Санкт-Петербургского государственного университета; e-mail: [email protected]
СЕРВАНТЕСОВСКАЯ ТРАДИЦИЯ: «КАЗУС БОРХЕС»
Сервантес важен для Борхеса не столько как историко-литературная фигура в ее конкретном своеобразии, сколько как олицетворение классической традиции в целом. Выбор кастильского языка для автора-билингва Борхеса не строго вынужденный, его жанровые поиски говорят о большой важности для него классической традиции, в которой выделяются два имени: Сервантеса как создателя современного романа и Кеведо как автора великих сонетов.
Ключевые слова: испанская классическая литература; создание современного европейского романа; Борхес; Сервантес.
Svetlakova O. A.
Candidate of Sciences (Philology), Principal lecturer in Literary History at Philology Department St. Petersburg State University; e-mail: [email protected]
CASUS BORGES: THE AFTERLIFE OF CERVANTES' LEGACY
The works of J. L. Borges are traditional on more than one level, not only in his adoption of actual Spanish literary canon but also in the importance for him of this tradition per se, including the preference of the Castilian language over English, which was for the bilingual author an equally possible choice. Of all the Spanish Golden Age two names stand out for Borges: those of Cervantes and Quevedo, the former as the creator of the European modern novel as genre, and the latter as the author of great sonnets.
Key words: Spanish Golden Age; European modern novel; Borges; Cervantes.
Svetlakova O. A.
Candidata a Doctora en ciencias filológicas , profesora titular Departamento de Literatura Comparada Universidad Estatal de San Petersburgo; e-mail: [email protected]
CASUS BORGES: LOS DESTINOS DE LA TRADICIÓN CERVANTINA
El tranfondo historico-literario de la obra de Borges tiene una estructura compuesta: podemos verlo desde un punto de vista histórico-literario y como
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un tipo de conocimiento creativo, una especie de posición estética - incluso la preferencia del idioma español y no inglés por el bilingüe de Borges. Dos nombres clásicos igualmente, el de Cervantes y el de Quevedo, representan para Borges la tradición del Siglo de Oro español: uno, como creador de la primera novela del tiempo moderno, otro, como el autor de los sonetos perfectos.
Palabras clave: literatura española del Siglo de Oro; la novela europea; Cervantes; Borges.
El tranfondo historico-literario de la obra de Cervantes es importante para Borges como para toda la ficción hispanoamericana. Cervantes esta "contemporaneizado" por Borges como autor poligrafo, multilingue y polimorfo. La pluralidad de lecturas posibles y la crítica de la creación dentro de la creación, las condiciones sine qua non tanto en barroco del siglo XVII como en Borges, son de hecho compatibles con una sociedad que se desvive autoengañándose. El aspecto socio-histórico del problema de la identidad argentina en su relación conflictiva con España, asi pues, tiene tipologías psicológicas en la situación creativa del autor hispanoamericano que se proyecta a sí mismo en la personalidad literaria de Cervantes.
En la creación literaria del bilingue Borges predomina absolutamente la especialidad linguístico-nacional española, que se expresa por el simple hecho de la preferencia del idioma español para la escritura. La simpatía con la que Borges habla siempre sobre Stevenson y Defoe, la podíamos considerar, ante una revisión imparcial de sus textos, como una compensación nostalgica:
Mi destino es la lengua castellana
La bronce de Francisco de Quevedo.
("Al idioma alemán") [1, p. 392].
"Destino", dicho sin entusiasmo, pero rotundamente. Lo ajeno y desconocido nos fascina, y la encantadora "rosa de los persos" nos seduce, pero el destino es inevitable, como la literatura, y el mejor ejemplo lo identifica Borges en el Renacimiento español y en el Barroco. Los clásicos españoles no predominan cuantitativamente entre los temas que aborda Borges en sus inquisiciones, tal vez porque los orígenes de su personalidad creativa - es un tema prohibido, íntimo. Cervantes, Quevedo, Gracián aparecen en Borges no desde un punto de vista histórico-literario, sino como un tipo de conocimiento creativo (en el caso de Gracián), como una especie de posición estética (en el caso de Quevedo), y, en lo que se refiere a Cervantes, como la esencia misma de la literatura.
Ni estos nombres, ni la literatura clásica en general no aparecen prácticamente en las críticas periodísticas borgesianas, ni en la "Historia universal de la infamia", como en Dante no se permite el nombre de Cristo en el "Infierno". Las menciones de Gongora, Quevedo, Diego de Torres y Villarroel aparecen en los ensayos literarios, es decir, en el género más elevado; a Gracián está dedicado un original y profundo ensayo estético; Cervantes y Quevedo ya pueden ser personajes no sólo en crítica sino tambén en la poesía de Borges: sólo a ellos se les tiene en cuenta ante el estudio de cuestiones, para Borges decisivas. O sea: específica nacional española, las relaciones entre lo español y lo argentino; la esencia de la historia, que es para Borges ante todo la historia del espíritu humano, que aparece en la literatura; el problema estético-filosófico de la realidad en la literatura (tema de los "suecos" y "magia"), relacionada con los conceptos de reflexión y mecanismos del discurso y de la recepción.
Cervantes, como escribe Borges en el ensayo "La postulación de la realidad" [2, p. 217], crea su texto no como resultado de un trabajo sobre la realidad primitiva sino como resultado de la elaboración de esta recepción. Dicha fórmula de su escritura no está ni bien ni mal, pues actúa de una manera convencional. En este tipo de literatura la realidad es una cuestión de fe, y para activarla en el lector, dice Borges, se puede recurrir a la sugestión de los hechos históricos o detalles semejantes a la vida real, pero lo más fuerte de todo esto es la magia de la palabra, "pura destreza verbal" [2, p. 220].
Cervantes transforma lo no-poético en poesía. La Mancha como tal no le conmueve: empieza a existir sólo en su novela, sólo dentro del libro empieza a ser española y poética. En general el propósito de la novela de Cervantes, según la opinión de Borges, es mostrar las posibilidades de la magia verbal de la literatura, que convierte lo irreal en lo verdadero, téngase en cuenta como ejemplo la primitiva caballeresca en "Don Quijote".
De esta manera se cuestionan los límites de un libro y otro, asi como los existentes entre el libro y la vida. El problema de lo empírico y lo estético fue uno de los mas importantes en el cervantismo del siglo XX. Borges lo plantea muy temprano, así como Americo Castro.
Borges desarrolla el tema interpretándolo en sus conocidícimas metaforas del sueco como otra realidad, del sueco como otro sueco.
El hidalgo fue un sueco de Cervantes
Y don Quijote un sueco de hidalgo.
("Sueca Alonso Quijano") [2, p.1081].
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Cervantes existe - aquí Borges irónicamente alude a las ideas de Berckley - hasta entonces, cuando sueca con su héroe. Tal vez, él mismo, Borges, es sólo un sueco de Quevedo en la eternidad de la literatura, o sea, la historia.
Con Cervantes tambien está relacionado el momento muy importante en la vida creativa de Borges, la invención del específico género prosaico, un relato corto, intensamente intelectual y poético. Es cuento, o relato, o sea ensayo, "historia", "algo que nunca había hecho antes": "Pierre Menard, autor del QUIJOTE" (1939). No está de más advertir que el escritor en aquel momento estuvo enfermo, sufría gravemente de insomnio y tenía pesadillas que hasta le provocaban fiebre. En el momento de crisis existencial y creativa, Cervantes se convierte en su ángel-guardián.
Cervantes, creador de la primera novela europea, con su espicífica literaria de sincretismo y dialogismo, interesó intimamente a Borges, este escritor, que suponía que las normas del arte literario eran universales y podían extenderse, por ejemplo, a la política; este escritor-individualista que contra sí mismo buscaba ansiosamente el dialogo y el entendimiento, y decía que el buen lector es una cosa tan rara como el buen escritor. En "Pierre Menard" "Don Quijote" aparece no como un paradigma literario, sino como paradigma de la propia literatura y de la auto-concepción literaria. Borges escribe: "En Pierre Menard" el destino es el que su protagonista se impone" [2, p. 447]. Vemos que la palabra "destino", con el ya subrayado matíz de la fatalidad, llegó de la poesía borgesiana.
La verdadera problematica filosófica del relato contrasta bruscamente con su agudo tono paródico - el procedimiento es muy cervantino. Para subrayar la irrealidad radical de la literatura Borges recurre a las imágenes y procedimientos literarios de Cervantes, condensando una red cerrada de proyecciones mentales de seres históricos e imaginarios. Si enumeramos los nombres mencionados en el texto, no imaginarios, históricos, - serán los siguientes con el siguiente orden: Descartes, Leibnitz, Ramon Lull, George Boole, Saint-Simon, Quevedo y Francisco de Sales, B. Russell, G. d'Annunzio, Novalis, Shakespeare, A. Daudet, Poe, Baudelaire, Mallarme, Valery, Maurice Barres, Rodrigues Larreta, Nietzsche, William James, L.-F. Celine, James Joyce. Esta lista es el verdadero sujeto del "Pierre Menard". Cada nombre aparece en la ensayística de Borges relacionado con las reflexiones del autor acerca de la naturaleza de la palabra artística, del proceso literario y de la historia en general.
El grupo de nombres del siglo XVII nos envía a los orígenes de nuestra época. Para mencionar a los románticos Borges elije, con un
gusto irreprochable, al gran Novalis. Fue Emilio Carrillo quien advirtió que el envío al tercer Fragmento en "Pierre Menard" nos lleva a la observación de Novalis, con la que Borges, evidentemente, está de acuerdo: la filosofía, dice el poeta alemán, como el amor, hace a sus adeptos absortos, atraídos por el objeto de sus ansias hasta tal punto que todo el mundo les parece situado dentro de este objeto. (La gracia reside en que el lector, para entender al autor, debe tomar en serio una nota bibliográfica, situada en el texto abiertamente paródico. Sucede la selección de los lectores: cada uno de ellos está a su nivel del juego intelectual) [4, p. 644]. El grupo de nombres desde Edgar Poe hasta los modenistas de los años 20 marca con puntos consecutivos las etapas de búsqueda de la nueva propia esencia literaria.
En general, el reducido estudio cervantino de Borges se caracteriza por la sensata, casi fría aproximación de literato profesional, con la evidente tarea de separar de Cervantes el lustre de crestomatía y a la vez abrir en lo clásico una nueva belleza. Cervantes, según Borges, oprime, no agudiza el estilo, su retórica es agotadora. (Nabokov, dentro de unos años, dirá lo mismo en sus conferencias norteamericanas sobre el Quijote) [3, p. 47]. Pero la literatura, para Borges, no se limita con el valor literario. La página, condenada a la inmortalidad, menosprecia de la perfección estilística e intacta pasa através del fuego de las erratas y traducciones. Borges llama a esta propiedad "magia": "Magias parciales del Quijote" es el título del ensayo perteneciente a "Otras inquisiciones", que nos acerca el estético-filosófico tema de la división de la realidad literaria.
El interés borgesiano por Cervantes también está relacionado con un procedimiento del origen barroco, que está profundamente en el cauce de la poética de Borges: o sea el incremento del "yo mismo" en proporción al amenazante inconcebilidad del mundo. El agudo entendimiento de la concepción del tiempo y la fragilidad del ser humano conduce al juego con la vanidad y la superficialidad, con la mentira y la falsedad del mundo. Tanto la concepción mecánico-geométrica de Descartes, el "mundo-dios" de Spinoza como la monada de Leibnitz, se presentan como claros ejemplos del experimento para encontrar la base para la unidad del mundo y acercar al hombre a sí mismo como fundamento de la fé. Borges coloca dentro de sí mismo todo el mundo: en él, en Borges, se encuentran situadas la antigua China y el actual fascismo, Quevedo y gaucho. Él es la biblioteca y el Alef. Con la facilidad obtenemos de aquí mismo la aparición del personaje de nombre Borges.
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La individualidad creativa del escritor se convierte en el fundamento cognoscitivo del mundo y como dominante de esta búsqueda aparece el interés hacia el historismo. Los clásicos barrocos españoles muestran la posibilidad de unión de la poesía, la verdad y la historia que es una tentación invencible para Borges. Resulta que precisamente aquí están los orígenes de la famosa concepción borgesiana del tiempo como eterna tautologia: "Quiza la historia universal es la historia de la diversa entonación de algunas metaforas". Los distintos interpretaciones de esta concepción crean los modelos de Borges-ensocador y místico, mientras que él, al igual que Sarmiento, busca de la misma manera la viva verdad de la historia humana. Parece que la energía y el deseo indomable de una aspiración por llegar a la autenticidad están más cercanas a Borges (así como a Cervantes), que un amplio y débil relativismo de lo que se llama postmodernismo. Tras la imagen de un Hamlet cansado no siempre es evidente el autoritarismo borgesiano; las dudas sobre esto se resuelven en "El immortal" [2, p. 544], donde Homero no quiere la perfección pagada por la despectiva paciencia hacia todo este mundo, y vuelve a la historia y la mortalidad dolorosa con sangre en la cara.
BIBLIOGRAFÍA
1. Borges J.-L.Obra poetica. - Madrid : Alianza, 1979. - 432 p.
2. Borges J.-L.Obras Completas. - Barcelona : Emecé, 1989. - T.1. - 1151 p.
3. Nabokov V. Lekcii o Don Quijote. - Moscu : Azbuka, 2010. - 320 p.
4. Novalis (Friedrich von Hardenberg). Fragmente. - Dresden :Wolfgang Jess Verlag, 1929. - 546 S.
5. Rodríguez MonegalE. Borges por si mismo. - Caracas : Monteavila, 1980. -P. 90-136.