Научная статья на тему 'Bases para una sociología sindical regional: El movimiento sindical en Junín, Perú (1960-2017)'

Bases para una sociología sindical regional: El movimiento sindical en Junín, Perú (1960-2017) Текст научной статьи по специальности «История и археология»

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Formaciones sociales / movimientos sindicales / acciones colectivas y subversión / Social formations / union movements / collective actions and subversion.

Аннотация научной статьи по истории и археологии, автор научной работы — Teódulo Gerardo Lázaro Aquino

El objetivo fue establecer una historia sindical regional, a partir de la formación, los liderazgos y la acción colectiva de las organizaciones sindicales en el departamento de Junín. Caracterizada por su variado repertorio movilizador y la distinción de los sindicatos minero-metalúrgico y magisterial, así como de las coaliciones sindicales regionales: la Unión Sindical Departamental de Trabajadores de Junín (aprista) y la Federación Departamental de Trabajadores de Junín (izquierdista).

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Bases for a Regional Trade Union Sociology: The Trade Union Movement in Junín, Peru (1960-2017)

The objective was to establish a regional union history, based on the formation, leadership and collective action of union organizations in the department of Junín. Characterized by its varied mobilizing repertoire and the distinction of the mining-metallurgical and teachers unions, as well as of the regional union coalitions: the Departmental Union of Junín Workers (APRA) and the Departmental Federation of Junín Workers (leftist).

Текст научной работы на тему «Bases para una sociología sindical regional: El movimiento sindical en Junín, Perú (1960-2017)»

52, agosto 2023: 1-23

Bases para una sociología sindical regional: El movimiento sindical en Junín,

Perú (1960-2017)

Bases for a Regional Trade Union Sociology: The Trade Union Movement in Junín, Peru

(1960-2017)

Teódulo Gerardo Lázaro Aquino*

Resumen: El objetivo fue establecer una historia sindical regional, a partir de la formación, los liderazgos y la acción colectiva de las organizaciones sindicales en el departamento de Junín. Caracterizada por su variado repertorio movilizador y la distinción de los sindicatos minero-metalúrgico y magisterial, así como de las coaliciones sindicales regionales: la Unión Sindical Departamental de Trabajadores de Junín (aprista) y la Federación Departamental de Trabajadores de Junín (izquierdista).

Palabras clave: Formaciones sociales, movimientos sindicales, acciones colectivas y subversión.

Abstract: The objective was to establish a regional union history, based on the formation, leadership and collective action of union organizations in the department of Junín. Characterized by its varied mobilizing repertoire and the distinction of the mining-metallurgical and teachers unions, as well as of the regional union coalitions: the Departmental Union of Junín Workers (APRA) and the Departmental Federation of Junín Workers (leftist).

Keywords: Social formations, union movements, collective actions and subversion.

Recibido 27 de mayo2023 Aceptado 22 agosto 2023

Introducción

Los sindicatos son examinados desde distintas disciplinas: la economía, la ciencia política, la sociología, las relaciones industriales y la historia1. Así como por la psicología social, la demografía, la etnología o la sociología de las estratificaciones2, con sus propias concepciones.

La sociología ha instituido diversas teorías para abordar la sociedad. Plaza3 distingue entre teorías sociológicas generales, regionales y prácticas sociológicas. Es decir, perspectivas generales o macros, intermedias y micros, relacional y sectorial, territorial y temática, como el sindicalismo.

Peruano. Doctor en Sociología por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Docente de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP). Email: tlazaro@uncp.edu.pe. Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7933-5388.

1 Richard Gombin, "Mouvement syndical et théorie sociologique", Revue française de science politique, 3 (1972): 543-565. https://www.persee.fr/doc/rfsp_0035-2950_1972_num_22_3_418979

2 Georges Friedmann y Pierre Naville, Tratado de sociología del trabajo (México: Fondo de Cultura Económica, 1978).

3 Orlando Plaza, Enfoques diversos fundamentos comunes (Lima: Fondo Editorial PUCP, 2014).

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Así, la sociología sindical focaliza el estudio de los sindicatos o movimientos sindicales en un ámbito sectorial o geográfico. Sin descuidar su contextualización nacional, incluso transnacional. Es más, si por sociología sindical se entiende a los diversos abordajes para conocer el estado situacional de la acción colectiva de las organizaciones sindicales, entonces forma parte de la sociología del trabajo.

Esta última implica el estudio de distintas colectividades humanas constituidas para el trabajo: tamaño y funciones, las reacciones que ejercen sobre las mismas, en diferentes planos, las acciones de trabajo que son modificadas por el progreso técnico, las relaciones externas e internas, entre los individuos que las componen. E involucra a la sociología de la industria, a las colectividades de trabajo no industriales como el comercio, la administración, la agricultura4.

Los movimientos son "desafíos colectivos planteados por personas que comparten objetivos comunes y solidaridad en una interacción mantenida con las elites, los oponentes y las autoridades"5. Y movimiento social es el proceso continuo y unitario mediante el cual la clase obrera cobró fuerza y conciencia de sí misma6. En Junín, no necesariamente obrera, dada las peculiares características económicas y sociales regionales, básicamente agraria, minera y de servicios (educativos, financieros, comerciales, entre otros).

Aun cuando los sindicatos como formaciones sociales7, aparecieron durante las revoluciones industriales, para aglutinar a trabajadores y trabajadoras, en su relación social con los empleadores (privados o estatales), su germen está supeditado a la existencia de empleos (formales e informales) y a las condiciones legales e institucionales de un país.

Anderson8, concibe a los sindicatos como parte importante de la sociedad que evidencia la distinción entre capital y trabajo. Además, de ser la representación defacto de los trabajadores en sus centros laborales. Así, solamente promueven una conciencia sectorial gremial, que se traduce en su capacidad de poder de predominio sectorial, antes que universal.

Por eso, siempre existe la posibilidad de que se forme un sindicato en una organización (empresarial o estatal), a fin de equilibrar las relaciones de poder entre los trabajadores y los empleadores. Si se trata de una empresa, entre el capital y el trabajo. Si se trata del Estado, entre el trabajo y la mejor distribución equitativa de la riqueza nacional, en términos de remuneración y otras condiciones laborales.

Por su parte, Hyman9 distingue dos perspectivas: la tradición optimista, que alude a la relación capital — trabajo (como mercancía), donde la acción colectiva busca mejorar los salarios, las condiciones de trabajo y de vida del trabajador, pero a su vez, los sindicatos, son vistos como potenciales portadores de una revolución social. Y la perspectiva pesimista, que enfatiza en la ideología, a fin de lograr la conciencia sindical en la acción de los sindicatos; pero que una vez logrado los objetivos económicos, se integran al sistema político. Los sindicatos suelen ser opositores o aliados al sistema imperante.

Couffinald10 identifica tres posturas: a) Las institucionales, que priorizan el origen y desarrollo organizacional, ideologías, dirigentes, estructuras, la burocracia sindical, la oligarquía

4 Friedmann y Naville, Tratado de sociología del trabajo.

5 Sidney Tarrow, El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción colectiva y la política (Madrid: Alianza Editorial, 1997), 21.

6 Charles Tilly y Lesley Wood, Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes hasta Facebook (Barcelona: Editorial Crítica, 2010).

7 Max Weber, Economía y sociedad (Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2002).

8 Perry Anderson, "Las limitaciones y las posibilidades de la acción sindical", Pensamiento Crítico, 13 (febrero 1968): 113130. https://www.filosofia.org/rev/pch/1968/n13p113.htm.

9 Richard Hyman, El marxismo y la sociología del sindicalismo (México: Ediciones Era, 1978).

10 Georges Couffignal, "Cuestiones a propósito del estudio del sindicalismo: el caso mexicano", Iztapalapa. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 2 (1980): 105-121. https://revistaiztapalapa.izt.uam.mx/index.php/izt/article/view/665/814

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dirigencial, las relaciones entre la base y la cumbre, los procedimientos de toma de decisiones; b) Las relacionales, que resaltan sus vínculos con la economía global y las unidades de producción; la legitimidad social y funcional de los sindicatos; su rol racionalizador en el desarrollo económico; el derecho de los trabajadores a organizarse; su rol en la normalización de las relaciones de trabajo; y, c) Las sistémicas, que puntualizan la interdependencia sindical, económica y política, los subsistemas de un sistema, concibiendo que el sistema sindical es un subsistema más del sistema social.

Los sindicatos como formas sociales asumen distintos procesos de institucionalización, simples y complejos (sindicatos, federaciones y confederaciones). Algunos llegan a ser más sólidos que otros, tienen vida organizacional más larga. Además, abarcan perspectivas de reivindicación hasta políticas. De hecho, muchos líderes sindicales asumieron distintas posturas político-partidarias. Sin embargo, a pesar de que muchos líderes se convierten en actores políticos, el fin de los sindicatos no es la toma de poder, sino que solo asumen posturas de grupos de presión, reivindicativa y/o política.

En ese sentido, los movimientos sindicales son agrupaciones colectivas que se organizan y movilizan por causas o motivos similares, en constante relación y tensión con el poder y otras fuerzas opositoras. Así, los conflictos sindicales surgen cuando los trabajadores pretenden ejercer el control sobre sus ocupaciones, sus condiciones de empleo y sus prácticas, que chocan con los fines e intereses de los empleadores. Ante tal situación, los trabajadores individualmente pueden hacer muy poco, surgiendo la necesidad de organizar sindicatos para una actuación común. Así, la lógica básica del sindicalismo se resume en 'la unión hace la fuerza"11.

En el Perú, el movimiento sindical surgió en la primera década del siglo XX, tomó impulso en los años 50 y a partir de 1965, hubo un notable proceso de sindicalización. Si en 1955, el número de sindicatos reconocidos no pasaba de 500; en 1967 llegó a más de 2,000 y en 1981 estuvo cerca de 5,000. Desde 1968 fueron reconocidas 50 Federaciones y tres Confederaciones: la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la Central Nacional de Trabajadores (CNT) y la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana (CTRP), que se sumaron a la Central de Trabajadores del Perú (CTP) (vigente desde 1944 y reconocida en 1962)12.

El proceso de sindicalización se dio en cuatro sectores: 1) El sector campesino, bajo dos modalidades: por un lado, la organización del nuevo asalariado agrícola en la Federación de Trabajadores Azucareros y la Federación Nacional de Campesinos del Perú (FENCAP); por otro, la organización de los campesinos arrendatarios, aparceros y otros, junto a las comunidades campesinas en la Confederación de Campesinos del Perú (CCP). 2) La nueva sindicalización en las empresas mineras, pesqueras e industriales. Apareciendo federaciones: de trabajadores metalúrgicos, industrias químicas y petroquímicas, trabajadores de laboratorios, pescadores y se reorganizó la Federación Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos. 3) Las nuevas capas de asalariados empleados y profesionales medios, bancarios y maestros, agremiados en la Federación de Empleados Bancarios (FEB) y la Federación Nacional de Educadores del Perú (FENEP). 4) Los sectores no organizados o difícilmente sindicalizables, como los trabajadores artesanales13.

Entre el 2004-2020, en el sector público se registraron 2,369 sindicatos, 94 federaciones y 9 confederaciones. En el sector privado, 2,903 sindicatos, 103 federaciones y cinco confederaciones. En el mismo período, los sindicatos del sector privado sostuvieron 1,196 huelgas14. En el sector

11 Richard Hyman, Relaciones industriales. Una introducción marxista (Madrid: H. Blume Ediciones, 1981).

12 David Sulmont, "La evolución reciente del movimiento sindical en el Perú. Los trabajadores durante el gobierno militar", (1981). https://www.academia.edu/14350839/LA_EVOLUCION_RECIENTE_DEL_MOVIMIENTO_SINDICAL_EN_EL _PERU_._Los_trabajadores_durante_el_gobierno_militar?auto=download.

13 David Sulmont, "El Movimiento Sindical en un Contexto de Reformas: Perú 1968-1976", Nueva Sociedad, 26 (setiembre-octubre 1976): 39-62. https://static.nuso.org/media/articles/downloads/606_1.pdf

14 Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Anuario estadístico sectorial2020 (Lima: MTPE, 2020).

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privado se tuvo a la mayor cantidad de sindicatos y federaciones registrados, en comparación al sector público. Esto se debería tanto a la diversidad productiva de las organizaciones empresariales, como a la necesidad de los trabajadores (colaboradores en la jerga empresarial) de organizarse para hacer respetar sus derechos laborales, en un contexto donde está en marcha una política neoliberal de trabajo.

Asimismo, "el trabajo digital está reestructurando la relación de poder entre el capital y el trabajo, con un marcado efecto sobre el poder de los trabajadores organizados para negociar condiciones decentes de trabajo, poniéndolos a la defensiva, reforzando la tendencia al trabajo informal, precario y deslocalizado"15. En suma, las distintas formas de organización y movilización sindical corresponden a las diversas modalidades de trabajo (urbano y rural, físico y virtual) en contextos económicos, sociales y políticos específicos.

Las principales estrategias de protesta social fueron el paro y la huelga. Sobre el término paro, existen diversas acepciones: "a) situación de las personas que no tienen trabajo; b) interrupción del trabajo en una organización por decisión del patrón o empresario; y, c) paro laboral, cuya suspensión es decidida por acuerdo de empleados u obreros"16. El estudio toma específicamente la última acepción, en un contexto organizacional y/o territorial.

Mientras la huelga se refiere a "la suspensión colectiva del trabajo, acordada por los trabajadores, como medida de presión para conseguir determinados objetivos y se traduce en huelga general, cuando el paro laboral es simultáneo en varias o todas las actividades económicas de un país"17. En este caso, en un escenario regional o local.

El objetivo fue analizar la formación, los liderazgos y la acción colectiva de las organizaciones sindicales en el departamento de Junín, en el período 1960-2017, localizado en los Andes Centrales del Perú, en el que los movimientos sindicales o sociales están poco abordados. Por ello, se procuró establecer una historia sindical regional y futuras líneas de investigación.

El énfasis en lo regional, permitió trazar algunas líneas de análisis del carácter procesual del movimiento sindical, siguiendo la ruta de Tilly, orientado hacia micro procesos. Pues, los análisis históricos de los procesos sociales concretos se refieren a tiempos, lugares y personas reales, en una época determinada y estableciendo el cuándo y el cómo ocurren los acontecimientos18.

La información presentada en los resultados es producto de un proceso de muestreo de las acciones organizativas y movilización de los sindicatos y sus coaliciones, es decir, una observación documental en los principales medios de información local, especialmente de los diarios de la localidad: La Voz de Huancayo y Diario Correo. Todo ello, se hizo en la hemeroteca de la Biblioteca de la Municipalidad Provincial de Huancayo. Se completó con los informes finales de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).

Década de los 60: organización y movimientos sindicales autónomos

En Junín, el período se caracteriza por la organización, politización, partidarización y la acción permanente del movimiento sindical, en un marco de autonomía sindical en relación al Estado. Los principales promotores sindicales eran el Partido Aprista Peruano (PAP), el Partido Comunista Peruano (PCP) y la nueva izquierda que competían por su conducción política.

Así, durante la primera convención de la Asociación Departamental de Empleados Públicos de Junín (ADEPJ), se discutió la creación de la Universidad Comunal del Centro. Mientras la Seccional Regional del Centro de la Federación de Empleados Bancarios (FEB), -afiliada a la

15 Uta Dirksen y Mirko Herberg (Editores), Sindicatos en transformación 4.0. Historias de sindicatos que se enfrentan al nuevo mundo del trabajo (Berlín: Friedrich-Ebert-Stiftung, 2021), 6.

16 Gran diccionario de la lengua española (España: SPES Editorial, 2000), 1278.

17 Gran diccionario de la lengua española, 877.

18 Charles Tilly, Grandes estructuras,proceso amplios, comparaciones enormes (Madrid: Alianza Editorial, 1991).

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Unión Sindical Departamental de Trabajadores de Junín (USDTJ)19, cuyo delegado era Saúl Muñoz Menacho-, estuvo en huelga, paralelamente a los empleados de correos y telégrafos.

En la ciudad de La Oroya, tuvo lugar la segunda convención del Centro Unión de Trabajadores de la Caja Nacional del Seguro Social, que discutió el pliego de reclamos y el problema de trabajo. Entretanto, el Sindicato Maderero del Servicio de Eucalipto de la Empresa Cerro de Pasco Corporation (CPC), juramentó la nueva Directiva encabezado por Elías Lazo como Secretario General.

Luego, se realizó el segundo congreso nacional de Maestros Primarios del Perú, previas convenciones provinciales y cuatro congresos regionales (Iquitos, Cajamarca, Huánuco y Arequipa). Las conclusiones confrontaban cuatro realidades distintas (Oriente, Norte, Centro y Sur). El espíritu giró en torno a la sindicalización y la descentralización.

Asimismo, se instaló la nueva Directiva de la Sociedad Fraternal de Obreros. En tanto, los empleados de la Fábrica de Tejidos Los Andes constituyeron su sindicato, siendo elegido Enrique Armijo como Secretario General. También la Asociación de Empleados y Obreros del Ferrocarril Huancayo — Huancavelica, renovó su Junta Directiva, con Guillermo Révolo en el cargo de Presidente. Todo ello con el fin de dinamizar la organización y el recambio de la conducción sindical.

Por su parte, la Federación Regional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos del Centro (FRTMMC), realizó protestas por: Las represalias de la CPC contra el Secretario de Defensa; los actos hostiles de la Corporación Minera Castrovirreyna contra el Sindicato de Trabajadores y los dirigentes sindicales; la supresión de represalias de parte de las empresas mineras contra los dirigentes de la Federación y los sindicatos.

En tanto, estuvo sin solución la huelga en el Asiento Minero de Morococha. Cuyo petitorio incluía la reposición de un trabajador, la destitución de otro y del superintendente de la Concentradora de Morocha. En solidaridad, el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de La Oroya, los trabajadores de San Cristóbal y Casapalca, amenazaron con una huelga como apoyo.

La huelga en tanto instrumento de presión y negociación se sitúa en tres ámbitos: laboral (garantizar o mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores); sindical (garantizar y desarrollar los derechos de las organizaciones sindicales y de sus dirigentes) y política (manifestarse sobre cuestiones económicas y sociales relacionadas con los intereses de los trabajadores)20.

Hubo un paro nacional de la Asociación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (ANPES). En Junín, la huelga fue a medias. Los maestros de Santa Isabel (Huancayo) y el Colegio San José (Jauja) acataron en su totalidad; en el Colegio Nuestra Señora del Rosario (Huancayo) el paro no se sintió; y, en el Colegio de Mujeres El Carmen (Jauja), las clases fueron normales. Asimismo, el Sindicato Nacional de Maestros Primarios del Perú (SNMPP), base Junín, efectuó un paro de 48 horas.

Por su lado, la Central de Trabajadores del Perú (CTP)21 decretó un Paro General de 24 horas, acatada por la USDTJ, en protesta por las masacres de campesinos en Chin-Chin, Casa Grande, Cailpuy, Rancas Paramonga, Toquepala y Atacocha. En Huancayo, no hubo movilidad, paralizaron la universidad, las escuelas, colegios y cines. La concentración popular fue en el Parque 15 de junio, luego se dirigieron a la Plaza Constitución donde hubo un mitin central. Los principales oradores fueron: Constantino Herrera del Sindicato Textil de Manufacturas del Centro y José Asunción Suárez Terrones de Sindicato de Vendedores de los Mercados.

Igualmente, trabajadores que prestaban servicios en las secciones de Tintorería y Acabado de Lana de la Fábrica Manufacturas del Centro del Perú, realizaron un paro, debido a los atropellos

19 La USDTJ, fue creada el 1° de mayo de 1945. Formó parte de la CTP, bajo la conducción del PAP.

20 Bernanrd Gernigón, Alberto Odero y Horacio Guido, Principios de la OIT sobre el derecho de huelga (Ginebra: OIT, 1998). https: / / www.ilo.org/ wcmsp5/groups/public/---ed_norm/—normes/documents/publication/ wcms_087989.pdf.

21 La CTP fue fundada el 1° de mayo de 1944.

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que recibían de los encargados de sus secciones y la suspensión injustificada de un trabajador. En la Oroya, trabajadores Metalúrgicos de Construcción Civil y de la Empresa RailWay, se movilizaron exigiendo la solución de sus reclamos a la Empresa CPC. Mientras se instaló la Junta Directiva del Sindicato de Construcción Civil de Huancayo, liderado por Juan Mariñas, Secretario General.

El 20 de setiembre de 1960, se inició una de las huelgas más prolongadas del período, convocada por la Federación Nacional de Educadores del Perú (FENEP). En Junín, fue acatada por la Federación Provincial de Educadores de Huancayo (FPEH). En plena huelga se constituyó el Frente Único de Defensa de Educadores de Junín, con la finalidad de informar a la opinión pública sobre los derechos postergados del maestro.

Hubo un mitin de maestros provenientes de Huancayo, Jauja, Concepción, Huancavelica y Ayacucho y actos de solidaridad de organizaciones gremiales y sindicales como el Frente Único de Educadores del Departamento de Junín (FUEDJ); la USTDJ, los catedráticos de la Universidad Comunal del Centro del Perú (UCCP); la ADEPJ; la Federación de Padres de Familia; la Seccional Regional de la FEB; y, la Federación de Comunidades Campesinas.

Durante el primer mes de duración, la representación de los maestros primarios de Huancayo, recomendó a la FENEP decretar el 20 de setiembre de cada año, como el Día de la Unidad Magisterial, en memoria de la lucha magisterial de reivindicación social y económica. La huelga se levantó luego de 32 días de duración. Siendo la primera huelga nacional docente.

Por su parte, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas reconoció legalmente a la Federación Regional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos del Centro (FRTMMC), fundado el 18 de noviembre de 1945, afiliada a la CTP. Su antecedente fue el Sindicato Metalúrgico Obrero de La Oroya, creado en junio de 1930, como parte de los trabajos de organización sindical de los comunistas22.

Más tarde, el 5 de diciembre de 1969, la Federación Nacional de trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos del Perú (FNTMMSP) fue refundada en un congreso de unidad sindical en La Oroya. Asistieron catorce sindicatos de Cobriza, La Oroya, Mina Raúl, Marcona, Cata Acarí, Condestable, Toquepala y otros. Bajo las banderas de la Central General de Trabajadores del Perú (CGTP)23.

Se constituyó la Federación de Trabajadores y Campesinos del Departamento de Junín, que buscó articular a los trabajadores del campo y la ciudad. La primera Junta Directiva fue dirigida por Daniel Rengifo. Al respecto, una breve experiencia política fue la formación del Movimiento Comunal del Perú, liderado por Jesús Véliz Lizárraga, con el soporte de la Federación de Comunidades de Junín, conducido por Elías Tácunan y la Federación de Trabajadores Metalúrgicos de La Oroya.

En tanto, la Subdirección Regional de Trabajo del Centro inscribió al Sindicato de Trabajadores de la Fábrica de Embutidos de Huaychulo. La Junta Directiva estuvo encabezada por Manuel Fuentes, Secretario General.

En junio de 1961, la USDTJ, convocó a un paro general y a una concentración en el Parque Huamanmarca, en protesta por la llegada del exPresidente Manuel A. Odría a Huancayo. Bajo el argumento de que durante su gobierno se había cancelado la vida sindical, al haber desterrado y apresado a dirigentes sindicales. El día del paro, Odría fue recibido por partidarios de la Unión Nacional Odriísta (UNO) e hizo su ingreso al Parque Huamanmarca en un jeep descubierto, cuando le cayó una piedra en la ceja izquierda, siendo atendido en el Hotel de Turistas.

Estuvo seis horas en Huancayo, retornando a Lima el mismo día. Acusó a los apristas de pretender asesinarlo. La policía dispersó a los manifestantes usando bombas lacrimógenas. El saldo

22 Adám Anderle, "Comunistas y apristas en los años treinta en el Perú (1930-1935)", Acta Histórica, 63 (1978): 43-103. http://acta.bibl.u-szeged.hu/2645/1/historica_063_043-103.pdf.

23 Antonio Zapata y Marcos Garfías, Apuntes de una historia de organización y lucha 1969-2014 (Lima: FNTMMP, 2014).

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trágico de la represión del paro del 13 de junio, fueron siete muertos y 37 heridos, a quienes la USDTJ, los declaró Héroes de la democracia y pidió la renuncia del Prefecto. En efecto, el gobierno aceptó las renuncias del Prefecto y del Subprefecto de Huancayo.

A su vez, los empleados de la Fábrica Textil Los Andes sostuvieron una huelga indefinida debido al incumplimiento del pago de gratificaciones de Fiestas Patrias. Al igual que trabajadores del Ferrocarril Central, que exigían el aumento de remuneraciones y mejores condiciones de trabajo.

En octubre de 1961, la Asociación Provincial de Profesores de Educación Secundaria de Huancayo (APPESH), realizó una huelga indefinida acordada por la FENEP. Hubo tomas de locales en Huancayo y Jauja. Un grupo de maestros hizo huelga de hambre. Sin embargo, en pleno evento, hubo crítica sobre la actitud pasiva, claudicante y complaciente de la dirigencia de la CTP. Al finalizar la huelga, el Comité Ejecutivo del Sindicato Provincial de Maestros Primarios de Huancayo (SPMPH), censuró a la junta directiva del SNMPP. Mientras la Asociación Provincial de Profesores de Educación Secundaria Común (APPESC), pidió la reorganización de la ANPES y de la FENEP, por su actuación desleal y el levantamiento del paro magisterial sin consultar a las bases. Se declaró traidora a la CTP.

Al respecto, el Comité Popular de apoyo a la huelga del magisterio de Huancayo y Junín, convocó a un paro general indefinido e instó a las entidades comerciales e industriales a suspender sus labores habituales. Durante el mitin se pronunciaron: Julio Montenegro, Francisco Huerta, Julio Cordero, Magno Jara, José Suárez, Fernando Romero, Rosendo Rodríguez, Saúl Muñoz, Toribio Zapata, Lauro Palomino, Alejandro Leiva y Carlos Paz.

Asimismo, los trabajadores metalúrgicos de la CPC, sostuvieron una huelga en reclamo del pago de utilidades. La empresa aducía que no podía asumir el monto debido al aumento de sus costos de operaciones y la baja del precio de los metales. Mientras el Sindicato de Obreros y Empleados Mineros de Ticlio acusó a la empresa Volcan, de reducir trabajadores con el pretexto del agotamiento de minerales y su baja ley.

En agosto de 1962, delegados de 23 organizaciones sindicales declararon en reorganización a la USDTJ. La Comisión Reorganizadora estuvo integrada por: Saúl Muñoz (Banco de Crédito), José Suárez (Vendedores y Comerciantes Minoristas), Carlos Curaca (Trabajadores Grace), Marino Palomino (Campesinos de Satipo), Cirilo Camarena (Trabajadores de los Mercados de La Oroya), Jesús Coca (Empleados de Los Andes), Dionisio Cerrón (Junta Comunal de Sicaya), Armando Urdanivia (Trabajadores del Hospital Carrión); Eliseo Herrera (Banco Popular) y Armando Lizana (Servidores de abogados, notarios, escribanos y similares de Huancayo). La central sindical más importante de Junín se había fraccionado entre apristas e izquierdistas.

En pleno contexto de división sindical y la suspensión de las garantías constitucionales, por el golpe de estado de Ricardo Pérez Godoy contra Manuel Prado Ugarteche, los empleados y obreros del Sindicato de Trabajadores del Ferrocarril Central, realizaron un paro indefinido por demandas salariales. La suspensión del transporte de mercaderías perjudicó con la escasez de productos básicos y pérdidas económicas en Huancayo y Lima.

El primero de setiembre de 1962, una de las fracciones de la USDTJ, eligió a una nueva Junta Directiva liderada por Saúl Muñoz (Secretario General), Constantino Herrera (organización) y Mauro Palomino (control y disciplina), con el apoyo inicial de 42 bases sindicales, elegida en el Primer Congreso Departamental de Trabajadores. La otra facción era dirigida por Enrique Armijo, Secretario General y Enrique La Hoz, Secretario de Defensa. Muñoz pertenecía al Movimiento Social Progresista (MSP) y Armijo al PAP.

Sin embargo, en noviembre, hubo problemas internos en la nueva directiva de la facción de Muñoz. Por voto mayoritario, los Trabajadores Textiles de la Fábrica Manufacturas del Centro acordó desafiliarse de la USDTJ, acusándolo de tener influencia extraña al país y su interés era quitar el predominio del PAP en el movimiento sindical. En esos momentos, había una campaña nacional e internacional muy fuerte contra el comunismo internacional y la izquierda en general.

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En abril de 1963, seguía latente la lucha por el control de la USDTJ, entre Muñoz y Armijo. La facción de Armijo, apoyada por 44 bases sindicales acusó de traición a la clase trabajadora, a la convocatoria hecha por Muñoz a un congreso departamental. Ratificó su lealtad a la legítima y auténtica USDTJ como base de la CTP aprista. Aun así, con la acreditación de 51 bases, se realizó dicho evento. Asistió José Luis Alvarado, Secretario General del Comité de Unificación y Reorganización de la CTP. A nivel nacional, era visible las contradicciones en el PAP y en las organizaciones sindicales que conducía.

Como menciona Sulmont24, desde los años 30, el sindicalismo era dominada por el PAP, pero se precarizó en los 50, cuando la organización sindical alcanzaba mayores proporciones. Y el PAP renunció a sus banderas anti-imperialistas, entró en convivencia con los tradicionales aliados del capital extranjero desde 1956. Negoció políticamente las reivindicaciones de los trabajadores e impulsó el sindicalismo libre y democrático, pro-patronal financiado por los grandes empresarios y el gobierno norteamericano

Sin embargo, hasta 1968, la CTP era la única central nacional, una de las bases más activas de la Organización Regional Interamericana de Trabajadores (ORIT) y del sindicalismo libre en América Latina. Su fuerza se centraba en algunas Federaciones regionales, básicamente en las ciudades del norte y en Lima y Callao; y, en federaciones sectoriales tradicionales: Trabajadores Azucareros, Mineros del Centro, Textiles, Gráficos, Empleados Bancarios, Empleados Particulares, Periodistas, etc. Que más tarde, en su mayoría, cuestionarían a la dirigencia aprista y serían influenciados por otros partidos25 de izquierda.

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Por otro lado, los empleados públicos iniciaron una huelga indefinida en apoyo de los reclamos del Sur y Oriente. Paralizaron los servicios de Correos, Municipalidades, Caja de Depósitos y Consignaciones, Seguros, Corte Superior de Justicia y las reparticiones ministeriales.

En lo organizacional, hubo cambio de la directiva del Sindicato Textil de la Fábrica Manufacturas del Centro. En un clima tenso, pero correcto, sin insultos ni protestas airadas, fue elegido Teodosio Pérez como Secretario General. Además, se constituyó el Sindicato de Trabajadores del Concejo Provincial de Huancayo, integrado por obreros y personal auxiliar de las diferentes inspecciones. Lucio Huancari fue elegido Secretario General.

A su vez, los Sindicatos de Manufacturas del Centro, Los Andes y Seda Huancayo, bases de la Federación Textil del Perú (FTP), apoyaron a los textiles de dos fábricas limeñas: Hilos Rímac y Textil Sabal, que se encontraban en huelga. Mientras los empleados de la Oficina de Telecomunicaciones y Correos de Huancayo, base de la Federación de Empleados de Correos y Telecomunicaciones (FECOTEL) realizaron un paro de 24 horas. En tanto, en Jauja y Huancayo, trabajadores del sector salud se declararon en huelga indefinida, que involucró a los hospitales Olavegoya, Daniel A. Carrión y El Carmen, y la Beneficencia Pública, debido a la impuntualidad de los pagos y el incumplimiento de las bonificaciones.

Entretanto, tuvo lugar la primera convención de la FEB del Centro, con la concurrencia de delegados de Junín, Ayacucho, Huancavelica, Pasco y Huánuco, y dirigentes nacionales. La Federación Departamental de Servidores Públicos de Junín (FDSPJ), renovó su Junta Directiva eligiendo a José Mera Secretario General. Asimismo, en La Oroya, se realizó la cuarta convención regional de Trabajadores Metalúrgicos y Mineros. Mientras 900 obreros de la Fábrica Textil Manufacturas del Centro, hicieron un paro indefinido ante la reducción de personal.

En el ámbito organizacional, Enrique Armijo fue reelegido como Secretario General de USDTJ, de la facción aprista, venciendo a su opositor Leopoldo Tapia. Asistieron a la asamblea

24 David Sulmont, "La evolución reciente del movimiento sindical en el Perú. Los trabajadores durante el gobierno militar", (1981). https://www.academia.edu/14350839/LA_EVOLUCION_RECIENTE_DEL_MOVIMIENTO_SINDICAL_EN_EL _PERU_._Los_trabajadores_durante_el_gobierno_militar?auto=download.

25 David Sulmont, "El Movimiento Sindical en un Contexto de Reformas: Perú 1968-1976".

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eleccionaria 40 bases de Junín. Se constituyó el Sindicato Regional de Maestros Primarios del Centro (SRMPC), siendo Jesús Samaniego, Secretario General.

Por su lado, los trabajadores de la Sociedad Industrial Huancayo y los Empleados Telepostales, (base de la Federación de Trabajadores de Correos y Telecomunicaciones), realizaron una huelga indefinida por desacuerdos en torno al pliego de reclamos. Por su parte, los trabajadores de hoteles y restaurantes, formaron el Sindicato de Trabajadores en Hoteles, Restaurantes y Ramos Similares. Según el Secretario General elegido Herminio Marín, la finalidad era defender sus intereses y derechos sociales.

Entre febrero y marzo de 1964, hubo una ola de paralizaciones laborales en la ciudad de Huancayo. La huelga de FECOTEL seguía indeclinable; la FDSPJ decretó un paro indefinido; el Centro Federado del Banco de Crédito entró en huelga; y, el sindicato de obreros tomó la Fábrica Textil Los Andes. Ante el contexto de huelgas, el Prefecto de Junín, culpó al "comunismo" por incentivarlas.

En mayo de 1964, todavía era evidente la presencia de dos facciones en la USDTJ. Una autodenominada auténtica, de filiación aprista, conducida por Enrique Armijo; y, la otra, reorganizada, de tendencia izquierdista dirigida, ahora, por Máximo Bermúdez. Retornando el control de la facción aprista.

En 1965, un paro docente hizo visible las divergencias al interior de las direcciones nacionales de los maestros. Pues, el Sindicato Nacional de Profesores de Educación Secundaria (SINPES) de tendencia aprista decidió levantar la huelga, mientras la FENEP que agrupaba a profesores populistas e independientes acordó su continuación de forma indefinida. Para la central aprista, el Ministerio de Educación había resuelto sus problemas. Los maestros secundarios y primarios de Junín acordaron seguir con la medida declarando traidores a la causa magisterial a los dirigentes del SINPES.

Durante los años 50 y 60 del siglo XX, el magisterio tuvo varias organizaciones: a) la ANMPP, creada en 1935, convertida en SNMPP (1960), luego Sindicato Nacional de Profesores de Educación Primaria del Perú (SINPEPP) (1966), -con hegemonía aprista- y en 1968 tomó el nombre de Comité Magisterial de Unificación y Lucha (COMUL); b) la ANPES, fundada en 1945, en seguida Sindicato Nacional de Profesores de Educación Secundaria (SINPES) (1964) y Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación Peruana (SUTEP); c) la Asociación Nacional de Profesores de Educación Técnica (ANPET), formada en 1950, después sindicato (1964) como SINPET; d) la Asociación Nacional de Profesores de Educación Física (ANPEF), creada en 1950 y cambiada a sindicato en 1964 como SINPEF; e) la Federación Nacional de Educadores del Perú (FENEP), fundada en 1959, se dividió en dos tendencias: comunista y aprista (1964); en 1966 se debilitó formando el SINEPP y SINPES de tendencia aprista. En 1971, se denominó FENTEP bajo la dirección del PCP26.

Después del golpe de Estado, el 3 de octubre de 1968 y la toma del gobierno por Juan Velasco Alvarado, en setiembre de 1969, en un mitin realizado en La Oroya, los trabajadores metalúrgicos demandaron la nacionalización de la Empresa CPC, con el apoyo de la USDTJ. Medida acompañada de huelga de hambre y una marcha de sacrificio hacia Lima de más de cinco mil trabajadores, a través de la carretera central. Mientras los empleados de Cerro Comercial del Callao, perteneciente a la CPC, iniciaron una huelga indefinida, en apoyo a los trabajadores metalúrgicos.

26 Katiuzka Apaza, "La derrama magisterial y sus problemas de agencia" (tesis maestría, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2008).

https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/4797/APAZA_R0ND0N_KATIUZKA_DER RAMA_MAGISTERIAL.pdf?sequence=1.

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Década de los 70: Organización, movimientos sindicales e intromisión estatal

Durante el gobierno de Juan Velasco, la lucha política y sindical no disminuyó. El gobierno impulsó la formación de organizaciones sociales, políticas y sindicales paralelas, como la Central de Trabajadores de la Revolución Peruana (CTRP), el Sindicato de Enseñantes de la Revolución Peruana (SERP) y el Movimiento Laboral Revolucionario (MLR), las comunidades laborales, las cooperativas agrícolas, la Confederación Nacional de Comunidades Industriales (CONACI)27.

Agrega Ballón28, la Central Nacional de Trabajadores (CNT) de orientación democristiana y la CRTP, fueron actores influenciados y constituidos desde el Estado. Este último, a partir del Sistema Nacional de Movilización Social (SINAMOS), creado en 1971, como instrumento del Estado para fomentar un movimiento popular de participación y apoyo al proceso político de las Fuerzas Armadas.

En 1971, fueron reconocidas oficialmente la CGTP, -la más poderosa- y la CNT, -más pequeña-. La CTP aprista perdió el monopolio sindical a nivel nacional. Sufrió la desafiliación de los sindicatos mineros del centro, la Federación de Empleados Bancarios, la Federación Gráfica, la Federación Sindical Departamental de Ancash, entre otros29.

Agrega Vargas30, a principios de los 70, se fundaron gremios como el Frente Clasista Magisterial (FCM) y el COMUL, opositores al PCP que controlaba la FENEP, siendo desplazado en julio de 1972, durante el congreso fundacional del SUTEP. Patria Roja tomó la dirección del SUTEP por el apoyo del PAP, Acción Popular, la Democracia Cristiana y los remanentes del PCP. Horacio Zeballos salió electo como primer Secretario General por un voto, sobre su rival del COMUL, Alberto Sánchez Vicente (de filiación senderista). Llama la atención que este último fuera precedido por el SINPEPP de tendencia aprista en la década pasada.

En Junín, el Comité Regional del Centro Organizadora de la CTRP, -integrado por Héctor Oré, Javier Espíritu y Máximo Bermúdez-, impulsó la primera asamblea nacional, donde acordaron apoyar al gobierno de las Fuerzas Armadas y declararon a la CTRP como la auténtica expresión del nuevo sindicalismo revolucionario, nacionalista y participacionista. Su congreso fundacional fue con 37 sindicatos de la zona central. Además, se organizó el Sindicato de Educadores de la Revolución Peruana de la III Región — SERP III, con el soporte del SINAMOS desde el Estado.

En diciembre de 1972, los trabajadores metalúrgicos de La Oroya, junto a sus pares de Cerro de Pasco, sostuvieron una huelga indefinida en contra de los efectos tóxicos de los complejos metalúrgicos de la empresa CPC, -expropiada, el 1 de enero de 1974, por el gobierno de Velasco, tomando el nombre de Empresa Minera del Centro del Perú (Centromin-Perú)-. Los trabajadores asumían como suyos los temas ambientales.

Según Sulmont31, en 1975, la acción huelguística alcanzó un récord en la historia del sindicalismo peruano, involucró a más de 600,000 trabajadores, que culminó con el primer paro general de 24 horas de la CGTP. En 1976, los conflictos laborales empeoraron. Las huelgas se prolongaron varios meses. A mediados de año, la primera ola de movilización sindical y popular adquirió envergadura nacional. El gobierno lanzó paquetes económicos cuya respuesta fue un paro

27 Juan Martín, La revolución peruana: ideología y práctica política de un gobierno militar 1968-1975 (Sevilla: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, Universidad de Sevilla, Diputación de Sevilla, 2002).

28 Eduardo Ballón, "Estado, sociedad y sistema político peruano: una aproximación inicial", en: Movimientos sociales y democracia: La fundación de un nuevo orden, ed. por Eduardo Ballón, (Lima: DESCO, 1986).

29 Sulmont, "El Movimiento Sindical en un Contexto de Reformas: Perú 1968-1976".

30 Julio Vargas, Como la flor en la rama. Magisterio y política en el Perú (1972-2005), (Buenos Aires: CLACSO, 2005). http: //biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20200203033424/vargas.pdf.

31 David Sulmont, "El movimiento sindical frente a la crisis económica: Perú, 1976-1979", Nueva Sociedad, 43 (julio-agosto 1979): 26-37. https://static.nuso.org/media/articles/downloads/606_1.pdf

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de transporte y movilizaciones de pueblos jóvenes en Lima, de maestros y estudiantes en provincias. Ante ello, el gobierno decretó el estado de emergencia, suspendió las garantías, prohibió las huelgas bajo amenaza de despido.

En Junín, hubo paro, los días 11, 12 y 13 de julio de 1977. Manifestantes de la ciudad de Huancayo y distritos cercanos, se enfrentaron con la policía. Hubo toque de queda desde las 5 de la tarde hasta las 6 de la mañana (13 horas de encierro). La ciudad y los alrededores estuvo bajo control único y absoluto del Ejército. Durante el primer día, por lo menos 2 personas murieron y más 14 heridos; en el segundo el saldo fue 3 muertos y 22 heridos; los detenidos sumaron varios cientos32.

El 19 de julio de 1977, es una fecha histórica para el movimiento sindical peruano. Las devastadoras medidas económicas y las masivas movilizaciones populares urbano-regionales de Cusco, Tacna, Ayacucho, Arequipa, Huancayo, Trujillo y otras ciudades, indujo a la conformación de un Comando Unitario de Lucha (CUL), integrado por la CGTP, las bases autónomas de la CTRP-Lima, la CNT y diversas federaciones sindicales del país. El paro nacional del 19 de julio, contribuyó al aislamiento político del Gobierno Militar, que despidió a los responsables del paro. Cinco mil trabajadores, en su mayoría dirigentes fueron separados de sus centros de trabajo33.

La legislación vigente prohibía a los servidores públicos a organizar sindicatos y no tenían derecho a huelga. Solo podían formar asociaciones deportivas, culturales, mutuales y presentar sus peticiones vía administrativa. A pesar de ello, en 1978, se fundó la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (CITE). Además, ante la presión se reconoció su derecho a la sindicalización en la Constitución de 197934. Un dirigente destacado en Junín fue Aníbal Fuentes.

Durante el paro, en Huancayo ocurrieron disturbios con un saldo de 36 heridos y 5 menores muertos, dos de ellos por balas perdidas. Los daños materiales sumaron varios miles de soles. Hubo toque de queda y se suspendieron las clases en los planteles secundarios y en la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP).

Sin embargo, el paro del 22-23 de mayo de 1978, superó al 19 de julio de 1997, por su extensión nacional como por las acciones callejeras. Mostró una coordinación entre las organizaciones sindicales y populares-urbanas, reunidas en Frentes: el Comité Coordinador de Organizaciones Populares del Cuzco, el Frente de Defensa de los Intereses del Pueblo de Arequipa, el Frente Único de Lucha de Huancayo, el Comité de Coordinación de Organizaciones Populares y Sindicales de Ancash, entre otros35.

Como señala Tarrow (2003), los ciclos de protesta presentan rasgos: exaltación del conflicto, amplia extensión sectorial y geográfica, aparición de nuevas organizaciones de movimiento social y potenciación de las antiguas, creación de nuevos marcos paradigmáticos de significados e invención de nuevas formas de acción colectiva

Hubo una huelga general de la FNTMMP, que buscó reponer a los dirigentes despedidos. Abarcó casi la totalidad de la gran y mediana minería. Diez mil mineros de la sierra central efectuaron una "marcha de sacrificio" hacia Lima, donde acamparon varias semanas, protagonizando espectaculares manifestaciones callejeras. La huelga magisterial fue similar, la más amplia y prolongada de la historia sindical del sector36. Todo ello, obligó al gobierno de Morales Bermúdez a convocar a elecciones para la Asamblea Constituyente para el 18 de junio de 1978. Cuyos miembros, durante un año, redactaron la Constitución Política de 1979.

32 Manuel Valladares, "Movimientos sociales y dictadura militar. La experiencia política del Paro Nacional del 19 de julio de 1977",.iInvestigaciones sociales, 18 (2007): 243-276.

https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/sociales/article/view/7143/6287

33 Sulmont, "El movimiento sindical frente a la crisis económica: Perú, 1976-1979".

34 Sulmont, "El movimiento sindical frente a la crisis económica: Perú, 1976-1979".

35 Sulmont, "El movimiento sindical frente a la crisis económica: Perú, 1976-1979".

36 Sulmont, "El movimiento sindical frente a la crisis económica: Perú, 1976-1979".

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La huelga magisterial de junio de 1979, según el SUTE Huancayo, se debió al incumplimiento del acta de 1978 y la no atención al pliego de reclamos. Se había cesado a más de siete mil maestros, otros miles trasladados, dirigentes y miembros de base presos. Asimismo, discrepaba con la dirigencia nacional del SUTEP, en manos de Patria Roja, que solo habría buscado legimitar a Horacio Zeballos como candidato para las elecciones a la Asamblea Constituyente de 1979. Las discrepancias internas del SUTE Huancayo con el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) eran claras y abiertas.

Años 80: Organización, movimientos sindicales y presencia subversiva

A inicios de los 80, la CGTP organizaba marchas que generaban mucha simpatía. El movimiento sindical se había ganado un lugar en el corazón del pueblo por su oposición al régimen militar. Pertenecer a un sindicato era tan común como militar en un partido político. Su fuerza se concentraba en tres gremios: Construcción Civil, el SUTEP y la FEB37. Los principales sindicatos de Junín estaban afiliados a esta central sindical.

A fines de 1980, el Centro Federado de Obreros Municipales del Concejo Provincial de Huancayo, sostuvo una huelga general indefinida, ante la indiferencia del Alcalde Oscar Fernández Febres, designado por el Gobierno Militar de Morales Bermúdez.

En junio de 1981, el SUTE Huancayo llevó a cabo una convención ordinaria donde renovó su Comité Ejecutivo. Aparentemente, se encontraba bajo la conducción de Patria Roja, ya que participó Horacio Zeballos dirigente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), miembro de dicha organización y de la Unión Revolucionaria de Izquierda (UNIR).

Los trabajadores del sector agricultura realizaron una huelga de brazos caídos, buscando el aumento de sus salarios. El Sindicato de Empleados de Yauli-La Oroya, inició una huelga indefinida, ya que Centromin-Perú, no atendía el pliego de reclamos; así como los trabajadores postales y delegados de Huancavelica, Jauja y Tarma, que buscaban su recategorización laboral.

Pese a la amenaza de descuento de haberes, en junio de 1982, la mayoría del magisterio acató un paro decretado por el SUTEP. Cientos de maestros dejaron desiertas las aulas de los Centros Educativos de la ciudad de Huancayo. Asimismo, se realizó el primer congreso extraordinario del SUTEP Departamental de Junín, cuya agenda fue el balance orgánico. Según el Comité Ejecutivo ratificado, el resultado fue la consolidación de una posición mayoritaria frente a la 'línea electorera, revisionista y reformista" de la mayoría del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del SUTEP. Otra evidencia de la fisura interna en el magisterio.

En diciembre de 1982, se conformó el Frente de Defensa de los Intereses de Junín (FEDIJ). La mayoría de tendencia izquierdista. Por su parte, el Sindicato de Trabajadores de la Sociedad Industrial de Huancayo, perteneciente a la Federación Nacional de Trabajadores de ElectroPerú, sostuvo una huelga nacional indefinida por aumento de salarios. También se realizó el VIII congreso extraordinario de la Federación de Trabajadores de Centromin-Perú, que puso énfasis en aumentos salariales, las condiciones de trabajo, el reforzamiento de la independencia política de clase y la unidad clasista, la forja de alianza obrero — campesina para la acción revolucionaria popular. Una posición bastante politizada. Dado que su conducción política era mayoritariamente de izquierda, con intentos de penetración senderista.

A consecuencia de una huelga general indefinida de los trabajadores de Centromin-Perú, en demanda del pago íntegro de la participación de utilidades, la minería estuvo paralizada en la Región Central. La huelga afectó al Complejo Metalúrgico, a unidades de producción como Morococha y Casapalca, donde miles de trabajadores dejaron de asistir a sus labores. Fue promovida por la Federación de Mineros y Metalúrgicos, el Sindicato de Metalúrgicos de Yauli-La Oroya, el Sindicato

37 Diario La República, "1981 - 2007. Frustraciones, conquistas y esperanzas", 22 de mayo de 2019.

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de Empleados de Yauli-La Oroya, la Asociación de Supervisores, Mantenimiento de Huaymanta, Construcción Civil, entre otros.

La huelga general que consiste en la paralización de la actividad laboral, surgió cuando la revolución industrial centralizaba la producción y la distribución de los productos manufacturados, y crecían las asociaciones obreras de resistencia. Es un instrumento de protesta de los trabajadores respecto a sus condiciones de vida. Es un medio para manifestar la oposición a políticas que alteran negativamente los derechos y libertades fundamentales del hombre. Fue utilizado para conquistar derechos democráticos como el sufragio universal. Es un instrumento cuyos efectos exceden los límites de la reivindicación económica, siendo también política38.

En 1983, la Federación Departamental de Trabajadores de Junín (FDTJ), base de la CGTP, rechazó la suspensión de garantías constitucionales y el estado de emergencia promulgada por el gobierno Fernando Belaúnde, en su afán de frenar las acciones de Sendero Luminoso. En pleno estado de emergencia, hubo un paro nacional de maestros, el 14 de junio. El SUTE Junín denunció que, en los departamentos de Ayacucho, Apurímac y Huancavelica, bajo el pretexto de terrorismo, el magisterio soportaba represión, persecución, encarcelamiento y asesinato de maestros.

Por su lado, el Sindicato de Docentes Universitarios de la Universidad Nacional del Centro del Perú (SIDUNCP), afiliado a la Federación Nacional de Docentes Universitarios del Perú (FENDUP), sostuvo una huelga indefinida reivindicativa, que incluía la homologación de haberes con el Poder Judicial, plasmada en la Ley Universitaria, pero incumplida hasta hoy. Lo mismo hicieron los trabajadores del sector salud a nivel departamental, acompañada de huelga de hambre, tomas de locales hospitalarios y sedes regionales.

En 1984, en plena huelga de la docencia universitaria y la movilización de los estudiantes, la Policía Nacional invadió la sede de la UNCP, donde murió el alumno Isaías Bravo, por disparo de un francotirador, además de doce heridos por el uso indiscriminado de armas de fuego.

Por su lado, los trabajadores mineros unificaron sus bases en torno a la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FNTMMSP), de tendencia izquierdista. Había un aproximado de 200 sindicatos, más o menos 65 mil sindicalizados. Sin embargo, en agosto de 1985, el PAP, que siempre tuvo presencia en los trabajadores mineros dividió a la FNTMMSP y formó la FETIMMAP, como una estrategia de presencia en los gremios nacionales39. A fin de dar soporte social al gobierno de Alan García Pérez. En Junín, el eje minero conformado territorialmente por Yauli, Junín y Tarma, centralizaba la producción minera, que empleaba al 20% de los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos del país, agrupados en distintos sindicatos40.

El 24 de julio de 1984, fue asesinado el sindicalista y político Saúl Muñoz Menacho, cuando ejercía el cargo de Alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, por Izquierda Unida (IU). Había sido dirigente de la FEB y la USDTJ. Esto supuso un duro golpe a la izquierda legal, en momentos que sendero luminoso y las fuerzas de seguridad orientaban sus ataques contra dirigentes políticos, sociales y comunales.

Durante el Congreso Nacional Extraordinario del SUTEP, fue visible los conflictos al interior del SUTE Junín, entre el grupo de Rubén Taipe, secretario general, apoyado por Roberto Martínez, dirigente nacional contra la facción de Gilberto Gomero, perteneciente al UNIR. Los primeros acusaban al segundo de "reformistas y electoreros", mientras ellos se consideraban la 'línea clasista" del magisterio.

Se realizó el XI Congreso de la Federación de Trabajadores de Centromin-Perú, en La Oroya. Sin embargo, la violación de los estatutos que prohibía la relección de dirigentes, por la

38 Francesc Bonamusa, "Introducción", en La huelga general,, ed. por Francesc Bonamusa, (España: Marcial Pons, 1991).

39 CVR, Informe final. Tomo III (Lima: CVR, 2003).

40 CVR, Informe final. Tomo IV (Lima: CVR, 2003).

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dirigencia de Marcial Zuñiga, Secretario General, que buscó imponer su reelección, determinó el retiro de seis bases sindicales principales: Metalúrgico de La Oroya, Ferroviario de la Oroya y mineros de Morococha, Casapalca, Yauricocha y Chumpe. Fue un acto de conspiración contra la unidad sindical entre las propias organizaciones políticas de izquierda con presencia sindical.

En febrero de 1987, Juan Tutuy Aspauza, ex alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, -1984-1986-, por Izquierda Unida, fue detenido por la Dirección contra el terrorismo (DIRCOTE) de Lima, acusado por terrorismo. Ante ello, el Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia de Huancayo (FEDIPH) convocó a un paro y movilización demandando su inmediata libertad. Asimismo, los tres estamentos de la UNCP realizaron una movilización pidiendo la libertad de Tutuy (docente) y de otros estudiantes detenidos.

Nuevamente miles de trabajadores de Centromin-Perú, realizaron una huelga indefinida en solidaridad con sus compañeros de las unidades de producción de Yauricocha y San Cristóbal, que solicitaban la asistencia patronal en vivienda, educación y salud. Los trabajadores del Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) tomaron la sede de la Gerencia Departamental de Junín, cuyo motivo principal era ético y moral. Mientras los trabajadores de las plantas Residuos Anódicos y Refinería de Plata en La Oroya, tenían por petitorios la parte indumentaria y salud ocupacional. En tanto, los maestros de Junín, Tayacaja y Churcampa (Huancavelica), tomaron la Biblioteca Municipal de Huancayo, hicieron huelga de hambre y una marcha de sacrificio hacia Lima.

En ese contexto, el FEDIPH demandó al gobierno la inmediata solución de las demandas de los trabajadores del SUTEP, de Construcción Civil, de la FEB, del Centro Unión de Trabajadores del IPSS y del sector salud; de los campesinos de la Zona Altina del Canipaco que exigían la reestructuración de la Sociedad Agraria de Interés Social (SAIS) Cahuide; y, llamaba a poner atención a los petitorios de los trabajadores de los Institutos Superiores, obreros mineros de Cobriza, Poder Judicial, SIDUNCP, Mutual Junín, obreros municipales de Huancayo. Los principales dirigentes eran Juan Baquerizo, Francisco Rivera y Rogelio López.

Por otro lado, el Gobierno de Alberto Fujimori implementó una política de liberalización de las inversiones, buscando inversión extranjera directa en minería. Doe Run Resources Corporation (DRP) adquirió el complejo metalúrgico de Centromin-Perú de La Oroya en octubre de 1997 y la mina Cobriza en agosto de 199841. Lo que cambió la concepción programática del movimiento sindical minero y la población de La Oroya.

La empresa DRP se comprometió a implementar un Plan de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), consistente en inversiones para reparar los pasivos ambientales. Sistemáticamente incumplido. Esto originó posiciones y coaliciones distintas: una parte de las organizaciones locales defendió la continuidad de las actividades metalúrgicas e impugnaron el rol del Estado. Otro sector apoyado por Organizaciones No Gubernamentales y sociales, cuestionaba la conducta ambiental de DRP y el papel del Estado en la gestión del conflicto y el tratamiento de los impactos ambientales. Hubo división entre los partidarios del respeto a los derechos ambientales y la vida sana, y la continuidad de las actividades que aseguren la sobrevivencia42.

En diciembre de 1988, hubo un paro decretado por la CGTP, con varias carreteras bloqueadas en las vías de Pucará, Huancán, Carretera Central y la Margen Derecha. Mientras el Sindicato de Trabajadores de la Unidad Territorial de Salud Huancayo-Concepción, tomó el local institucional en protesta por la desatención de la Unidad de Salud de Junín.

Mención aparte, la estrategia de Sendero Luminoso (SL) sobre el movimiento sindical en Junín. Desde 1983, incidió en la conformación del Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo (MRDP), en el marco del Plan de Conquistar Bases. Una forma de organismo autogenerado

41 Alfredo Mendiola et al, Perspectivas de reestructuración del Complejo Metalúrgico de La Oroya mediante un análisis ambiental y económico (Lima: Universidad ESAN, 2017).

42 Bravo, Fernando (2015). Elpacto fáustico de La Oroya: el derecho a la contaminación beneficiosa. Lima: INTE-PUCP.

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con fines de inserción en sindicatos, federaciones, comedores populares, barrios y universidades. En el campo sindical, el Movimiento Obrero de Trabajadores Clasistas (MOTC), promovió la captación de trabajadores en los centros mineros43. Presencia relativamente tarde en comparación a Huancavelica, donde a fines de 1980, había tomado contacto con asentamientos mineros cercanos a Ayacucho, como Cobriza, Julcani y La Mejorada44.

SL por acuerdo de su primer congreso de 1988, preparaba una nueva etapa denominada equilibrio estratégico. Siendo una de las cuestiones principales a resolver la incorporación del mundo urbano en su guerra popular, lo que requería la readecuación de su línea de masas. Esto motivó su mayor presencia en el campo sindical, para debilitar y destruir la influencia de la izquierda legal, tildada de revisionista45.

Al arribo de SL, el PAP mantenía su presencia en los empleados; mientras los distintos sindicatos obreros eran conducidos por Patria Roja, Bandera Roja, Pukallacta, el Partido Unificado Mariateguista (PUM), IU y UNIR, que pese a tener distintas posturas ideológicas y políticas, tenían una estrategia común: la conducción de la clase obrera, subordinada a su proyecto político46.

En 1988, en un escenario de huelgas y movilizaciones de los trabajadores mineros, SL asesinó a dos exdirigentes por su oposición pública al inicio de una segunda huelga nacional. El 17 de octubre, murió Alejandro Patiño, militante aprista y exdirigente del Sindicato de Trabajadores Mineros de Morococha (STMM) y el 18 de octubre, Fidencio Coronel, militante del PCP y exdirigente del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de La Oroya47. Esto generó miedo en la dirección sindical, pero a la vez, germinó una oposición a su estrategia autoritaria y asesinatos de control organizacional.

En 1989, SL intentó descabezar a los sindicatos mineros, cuyo control le era esquivo48. A pesar, que había tomado al sistema educativo como el campo estratégico de transmisión de su ideología y funcional a su estrategia de expansión política. En comparación a otras organizaciones de izquierda con tradición obrera e inserción sindical como el PCP, SL sustituyó a los sindicatos por las escuelas, las universidades y las academias preuniversitarias como escenarios de captación, formación y agitación política49.

El 7 de mayo, fue asesinado Antonio Cajachagua Leiva, secretario general del Sindicato de Trabajadores Mineros de Morococha. Durante el XIV congreso ordinario de la Federación de Trabajadores de Centromin-Perú, se organizó la brigada de defensa Antonio Cajachagua Leiva, con el objetivo de proteger a los trabajadores frente a agresiones y acciones violentas potenciales de SL o de cualquier otro grupo violentista. Sin embargo, no tuvo enfrentamientos, debido a que, poco después, fue instalada una base militar en el campamento minero de Morococha. Por su parte, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), a mediados de los 80, inició labores políticas en algunos sindicatos de Yauli (La Oroya), siendo reprimida por SL50.

En suma, la etapa más cruenta del sector minero fue entre 1986-1989. Debido al rechazo de los trabajadores a SL que buscó radicalizar sus luchas, el control de los gremios, agrediendo y asesinando a dirigentes sindicales. Fue heroica la resistencia de los trabajadores mineros que se superpusieron al terror, no se dejaron persuadir ni intimidar51.

Por otro lado, las permanentes desatenciones de los gobiernos a la problemática magisterial, dieron paso a paros, movilizaciones, huelgas nacionales o regionales. También

43 CVR, Informe final. Tomo IV.

44 CVR, Informe final. Tomo V (Lima: CVR, 2003)..

45 CVR, Informe final. Tomo III.

46 CVR, Informe final. Tomo V.

47 CVR, Informe final. Tomo IV.

48 CVR, Informe final. Tomo II (Lima: CVR, 2003).

49 CVR, Informe final. Tomo III.

50 CVR, Informe final. Tomo V.

51 CVR, Informe final. Tomo V.

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aprovechadas por SL para infiltrarse, siendo minoritaria, aunque organizada y eficiente, que buscó la destrucción del SUTEP, a través de la creación del Movimiento Clasista Magisterial. Pues, su objetivo era utilizar al magisterio como medio de transmisión de ideología y fuente de militancia52.

Además, en la mayoría de los meses del año, el movimiento sindical regional estuvo pendiente de sus intereses reivindicativos, utilizando diversas estrategias de lucha. Desde paros de 24 horas, hasta huelgas más prolongadas, combinadas con tomas de locales, de vías de acceso a las principales ciudades como Huancayo y La Oroya, que son nudos críticos en términos de circulación de mercancías, vehículos y personas.

Años 1990: Organización, movimientos sindicales y neoliberalismo

Al inicio del decenio, continuaron los conflictos sindicales. Los trabajadores minero-metalúrgicos, del IPSS de La Oroya y las enfermeras de los centros hospitalarios de Huancayo, sostuvieron una huelga indefinida por reivindicaciones laborales. Realizaron un ayuno masivo en la Plaza Constitución. A nivel nacional, paralizaron los trabajadores penitenciarios, Ministerio de Educación, empleados administrativos, técnicos, auxiliares y enfermeras del sector salud, los mineros de Centromin-Perú, del SUTEP y el IPSS.

La CITE Junín realizó el I Congreso Regional. Un punto de la agenda fue la crisis del socialismo y una crítica al capitalismo en su modalidad de neoliberalismo. En alusión a la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

El 5 de abril de 1992, tras el autogolpe de Alberto Fujimori, con el apoyo de las Fuerzas Armadas se impuso drásticas medidas: El Consejo de Ministros reemplazó al Parlamento, la realización de plebiscito para modificar la Constitución, la reestructuración de la Contraloría General de la República, la reorganización del Poder Judicial, la creación de un nuevo Sistema Educativo y la paralización del proceso de regionalización. En Junín, el encargado de la Prefectura afirmó que no se toleraría huelgas en las entidades estatales. A pesar de ello, en setiembre de 1992, el SUTE-Huancayo por acuerdo nacional del SUTEP, paralizó sus actividades durante dos días, por aumento de remuneraciones y contra la privatización de la educación.

Mientras que, en pleno proceso de planificación de privatización, los trabajadores metalúrgicos de Centromin-Perú, acordaron con el gobierno un tiempo de paz laboral. Sin embargo, el gobierno puso en marcha decretos en material laboral que recortaron la estabilidad laboral de los trabajadores, con la justificación de avanzar hacia un mercado laboral competitivo que favorecería a la generación de empleo y la inversión privada. Por lo que, la CGTP organizó una marcha contra la política laboral.

La dictadura de Fujimori, defenestró a miles de trabajadores del sector público, en el marco de la reforma del Estado. Lo que originó la desmovilización de los trabajadores estatales, en los diversos sectores. Por ejemplo, en Centromin despidieron a 923 trabajadores, bajo la causal de crisis económica empresarial. En 1993, siguieron las huelgas en la ciudad de La Oroya. Además, se registraron 15 sindicatos (MTPE, 1993). En 1998, el SUTEP nacional realizó un paro exigiendo la mejora de sueldo y mejores condiciones de vida.

Años 2000: Movimiento sindical, despolitización y nueva temática

En el año 2000, culminó la dictadura de Fujimori y empezó la transición democrática del Perú bajo la presidencia de Valentín Paniagua.

La facción Comité Nacional de Reconstrucción (CONARE) -SUTEP convocó a huelga indefinida demandando la derogatoria de la Ley General de Educación, aduciendo que atentaba

52 CVR, Informe final. Tomo III.

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contra la gratuidad de la enseñanza pública. La medida fue acatada en Ayacucho, Huancayo y Huancavelica; parcialmente en Pampas, La Merced, Chupaca y Concepción, mientras en Tarma, La Oroya, Cerro de Pasco, Huánuco, Jauja, Junín y Satipo las clases fueron normales. En varias ciudades, piquetes de docentes se desplazaron por centros educativos para asegurar el éxito de la medida.

Los docentes universitarios agrupados en la FENDUP, nuevamente estuvieron en huelga general indefinida en demanda de la homologación de remuneraciones con el Poder Judicial. Mientras los trabajadores del Ferrocarril Huancayo — Huancavelica, realizaron un bloqueo de la vía férrea, exigiendo la no concesión al Gobierno Central. Una postura opuesta a los procesos de privatización iniciada en el gobierno de Fujimori.

Por su parte, los trabajadores de la compañía minera DOE RUN se opusieron a que la empresa paralice sus operaciones, ya que generaría pérdida de puestos de trabajo. Solicitaron la intervención del gobierno. A pesar de que la empresa había ratificado la vigencia de los empleos y suspendió las vacaciones forzosas indefinidas.

En octubre de 2009, hubo huelga indefinida y toma de local por docentes de Santa Rosa de Ocopa, en rechazo al proceso de municipalización de la educación. Una acción muy local, pero que sobresale por su oposición a una política pública de descentralización educativa. En otro sector, sucedió la huelga indefinida del Sindicato Único de Trabajadores de la Empresa Ferrocarril Central Andino. Demandaron mejoras laborales y denunciaron ser víctimas de prácticas anti-sindicales de la empresa, como el despido de trabajadores sindicalizados bajo supuestas faltas graves.

Asimismo, se desarrolló una huelga indefinida de los Trabajadores de la empresa San Ignacio de Morococha, demandando mejoras laborales. Se realizó un plantón de las diferentes facciones del Sute Huancayo, el Sute Junín, el Sute CONARE y la CGTP, en rechazo a la aplicación del régimen laboral Contrato Administrativo de Servicios (CAS) a los profesores. Además, se consumó un paro de 48 horas del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Compañía Minera Milpo Unidad El Porvenir, por incumplimiento del pago por escolaridad.

Ocurrió un paro indefinido de los Trabajadores de las empresas especializadas PHL, Tuneferos y Topachin, en reclamo por el pago de utilidades. Eran empresas especializadas que brindaban servicios a la minera Volcán. También hubo plantón de trabajadores de la empresa minera Cobriza, en protesta por el incumplimiento de pago de utilidades por la empresa Cobriza. Así también hubo huelga indefinida de los trabajadores de Volcan: Bases de Andaychagua, San Cristóbal, Carahuacra y Marh Túnel, por incremento de salarios y mejoras en las condiciones de trabajo.

La Federación Médica de Junín impulsó un paro de 24 horas, específicamente en los hospitales El Carmen y Daniel Alcides Carrión de Huancayo, en rechazo a la política de especialización y diferenciación de los hospitales del Gobierno Regional de Junín (GRJ). En tanto, los trabajadores de la empresa Argentum se enfrentaron con policías en inmediaciones del centro minero Morococha. Solicitaban el pago equitativo de utilidades. Los obreros de Construcción Civil afiliados a la CGTP-Junín se movilizaron, demandando el pago de horas extras, respeto a las 8 horas de trabajo y el cumplimiento de la Ordenanza Regional N° 108, que disponía que el 60% de trabajadores en las obras que ejecutaba el GRJ, debieran ser del lugar de la obra.

Se realizó un paro de 24 horas del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial de Junín, en demanda del cumplimiento del convenio colectivo firmado. Se plasmó un paro de 48 horas de la Federación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (FENUTSSA) de Junín, por la nivelación de incentivos laborales.

Como señalan Tilly y Wood53, todo movimiento social también es el resultado del uso combinado de algunas de las siguientes formas de acción política: creación de coaliciones y

53 Charles Tilly y Lesley Wood, Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes hasta Facebook, 22).

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asociaciones con fines específicos, reuniones públicas, procesiones solemnes, vigilias, mítines, manifestaciones, peticiones, declaraciones en medios públicos, y propaganda, que en conjunto se denomina repertorio.

Hubo un nuevo enfrentamiento entre trabajadores de la empresa minera Austria Duvaz (La Oroya) con la Policía. Pedían la reposición de trabajadores y dirigentes sindicales despedidos y el pago de utilidades. Se movilizaron los trabajadores municipales de El Tambo, Huancayo, Chilca y Tarma; los trabajadores administrativos de la UNCP y del GRJ, en rechazo al Proyecto de Ley 1846, Ley del Nuevo Servicio Civil, que vulneraría la estabilidad laboral y los derechos adquiridos.

El Sindicato Nacional de Trabajadores del Banco de la Nación de Huancayo, paró 48 horas en defensa de la estabilidad laboral. Por su parte, el Sindicato Unificado de Trabajadores Municipales (SUTRAMUN) de La Oroya, Tarma, Satipo y Pichanaki, realizaron un plantón, en contra del proyecto de Ley del Servicio Civil. Mientras los docentes del SUTE-Huancayo, demandaron la derogatoria de la Ley de Reforma Magisterial, la vigencia de la educación pública gratuita, la restitución de los derechos sindicales y laborales en base a la Ley del Profesorado.

La CGTP Junín efectuó un plantón en rechazo al proyecto de Ley del Servicio Civil. Junto a los Sindicatos de trabajadores de los Hospitales Daniel Alcides Carrión y El Carmen, la UNCP, de las municipalidades de El Tambo, Huancayo y otros, realizando también el bloqueo de vías.

En julio del 2013, a pesar de que los trabajadores estatales seguían protestando la ley del Servicio Civil fue promulgada por el Congreso, dándose protestas en Lima, Chiclayo, Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Ica, Tumbes. En Lima, se produjo un enfrentamiento violento con policías cerca al Congreso de la República. Hubo bloqueos de vías (Chimbote, Chiclayo, Arequipa), un intento de toma de aeropuerto (Iquitos), encadenamientos (Chiclayo), enfrentamientos con policías (Chimbote) y marchas (Piura, Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Lima).

En Jauja, los trabajadores de Construcción Civil bloquearon la vía, exigiendo a la empresa Overall Strategy, el pago de sueldos, la reincorporación de trabajadores despedidos arbitrariamente, el pago de escolaridad, gratificaciones y otros beneficios laborales. Asimismo, los trabajadores mineros reclamaron a la compañía minera Argentum, a través de una huelga general indefinida, el cumplimiento del convenio colectivo.

En tanto, los trabajadores de la empresa minera Casapalca, pidieron aumento de salarios y otras demandas laborales. Por su parte, los trabajadores del Poder Judicial de Junín, exigieron su exclusión de la Ley de Servicio Civil, el cumplimiento de la escala remunerativa y la aprobación del proyecto de ley de la Carrera del Personal Auxiliar Jurisdiccional y Administrativo del Poder Judicial.

Nuevamente hubo enfrentamientos entre el Sindicato de Mineros Metalúrgicos de la Compañía Minera Argentum con la Policía. Los trabajadores solicitaban el pago de utilidades, el cumplimiento de seguros sociales, la nivelación de salarios y la categorización de puestos ocupacionales.

El año 2014, se fundó la Federación de Trabajadores Bancarios y Afines de Perú (FETBANF), buscando rescatar la organización y la fuerza de los bancarios, que sufrió un duro ataque en la dictadura de Alberto Fujimori. Aunque no tuvo la fuerza de la gloriosa Federación de Empleados Bancarios (FEB).

Siguieron los conflictos en el sector minero: una huelga indefinida del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de Huaraucaca y el Sindicato Único de Trabajadores Mineros de Colquijirca, pertenecientes a la Sociedad Minera El Brocal, pidiendo el aumento de salarios y la transferencia a planilla de los trabajadores eventuales. La marcha de los trabajadores de la empresa minera Doe Run, por el respeto de los derechos laborales.

Se movilizaron los Médicos del Ministerio de Salud, EsSalud, la Federación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud, pidiendo al Ministerio de Salud el cumplimiento del acta suscrita del 2013 que establecía la escala remunerativa. Mientras las enfermeras del IPSS de

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Arequipa, Cajamarca, Cusco, Ica, Junín, Lima, Lambayeque y Piura se declararon en huelga indefinida. Reclamando una nueva escala remunerativa y mejora en las condiciones de trabajo. Se llevaron a cabo marchas y plantones. El 4 de junio empezó la huelga indefinida, del Sindicato Unitario de Trabajadores.

Se llevó adelante una huelga indefinida por los trabajadores de la empresa minera Panamerican Silver. Solicitaron la nivelación de sus salarios y la categorización de los empleados. La misma acción realizó el Sindicato de Trabajadores de la empresa minera Austria Duvaz, buscando el incremento de sus salarios. Mientras los trabajadores de la empresa metalúrgica Doe Run, efectuaron una marcha, demandando la nivelación de salarios y el respeto a los convenios colectivos. Finalmente, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Servicios Postales del Perú — Base Huancayo, implementaron similar medida buscando el cumplimiento del pacto colectivo.

Paralizó sus actividades el Sindicato de Trabajadores del Banco de la Nación — Base Junín, debido al despido de trabajadores y la propuesta de privatización de la entidad financiera. Se movilizó el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil, frente a las medidas económicas del Gobierno Central. En La Oroya, hubo bloqueo de vía por los trabajadores de la empresa UNACEM, que procuraban el cumplimiento de los pactos colectivos.

El SUTEP-Junín convocó a un paro contra la Ley de Reforma Magisterial y la destitución de docentes interinos que no tenían título profesional. El SUTEP—Yauli, realizó una huelga indefinida, buscando el nombramiento de personal contratado, el pago por preparación de clase y el respeto a la estabilidad laboral.

Por su parte, la Federación Nacional de Trabajadores Administrativos del Sector Educación - Base Junín, implementó una huelga indefinida, por el pago igualitario de incentivos laborales y de la deuda social. También se movilizó el SUTEP—Chanchamayo, reclamando la nivelación de sus remuneraciones y la salida de algunos funcionarios. Mientras el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil, bloqueó la vía buscando el aumento del salario mínimo vital y respeto a sus derechos laborales.

Asimismo, se realizó un plantón por los trabajadores de la empresa Chinalco, en busca del pago igualitario de salarios y el cambio de horario de almuerzo. Mientras los trabajadores de la empresa Doe Run Perú, exhortaron al Gobierno Central la venta de los activos de la empresa y la reactivación del Complejo Metalúrgico de La Oroya.

Nuevamente los trabajadores administrativos del sector Educación efectuaron un plantón, por el aumento de remuneraciones y mejores condiciones laborales. El Sindicato Nacional de Trabajadores de Servicios Postales del Perú - Base Huancayo, efectuó una huelga indefinida, por el pago de un bono. Los trabajadores del sector Educación, Poder Judicial, sector Salud y de la UNCP, la CGTP Junín y el Sindicato de Trabajadores de la empresa Doe Run Perú, reclamaron al Gobierno Central, el aumento de remuneraciones y el respeto de sus derechos laborales.

En julio de 2017, el SUTEP nacional convocó a un paro reclamando aumentos salariales y la postergación de la evaluación de desempeño docente. El SUTE Junín bloqueó vías como el puente Stuart en Jauja, la carretera central en La Oroya, los accesos a la ciudad de Huancayo: puente La Breña; Quebrada Honda (Carretera Central); óvalo del distrito de Huayucachi y la avenida San Carlos. Otro grupo tomó la pista de aterrizaje del aeropuerto de Jauja.

Así, aunque las protestas no se produzcan con regular frecuencia ni se difundan de manera uniforme presentan ciertos rasgos: exaltación del conflicto, amplia extensión sectorial y geográfica, aparición de nuevas organizaciones y potenciación de las antiguas, creación de nuevos marcos paradigmáticos de significado e invención de nuevas formas de acción colectiva. El ciclo de protesta se aparece a una ola, primero crece y luego decrece, con acciones colectivas y reacciones

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interrelacionadas, cuya frecuencia, intensidad y formas crecen y con cierta proximidad cronológica decaen54.

Conclusiones

En Junín, a lo largo de los años 60, vivió un fuerte proceso de sindicalización y lucha de obreros textiles, minero-metalurgistas, maestros y campesinos, con la disputa de la dirección política entre apristas, acciopopulistas, izquierdistas, democristianos. Los años 70, implicó la aparición de nuevas entidades, la desaparición de algunas formas de centralización sindical, y la fuerte intromisión del Estado en su conducción, durante el gobierno de Velasco Alvarado.

En tanto, la década de los 80 y parte de los 90, están marcados por la presencia de los grupos subversivos, en la disputa por la dirección del movimiento social, como SL y el MRTA, sobretodo del primero, a partir de sus organismos generados. Siendo rechazado por el movimiento sindical minero. Parte de los 90 hasta la actualidad, se han generado movimientos vinculados al territorio, vinculados a la explotación de los recursos naturales como minerales, gasíferos y la prestación de los servicios públicos.

Se evidencia la diversidad y la dinamicidad de la organización sindical, en todos los sectores productivos y de servicios, tanto privados como estatales. Así como la permanente relación entre sindicalismo y política, puesto que los partidos o el estado impulsaron organizaciones sindicales, como bases de apoyo social y electoral o como canteras de cuadros políticos. Huancayo y La Oroya, fueron sedes de importantes organizaciones y movilizaciones sindicales, que pugnaron por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de sus afiliados.

Pues, en términos organizacionales sobresalieron los sindicatos mineros y metalúrgicos de La Oroya, tanto por su ubicación estratégica territorial como por su vinculación con el principal soporte productivo de la región y del país, que son los grandes proyectos mineros. Primero, vinculado a la empresa norteamericana Cerro de Pasco Corporation hasta fines de 1973, luego a Centromin-Perú, desde 1974 hasta su venta a DOE RUN Perú en 1997, en el marco de la política de privatización del régimen autoritario de Alberto Fujimori.

Luego están los sindicatos magisteriales. Durante la década de 1960, los maestros de primaria y secundaria estuvieron bastante atomizados, para finalmente consolidarse como SUTEP en 1972, que, desde su fundación, estuvo bajo la conducción del Partido Comunista del Perú Patria Roja (PCdelP-PR), por lo menos el Comité Ejecutivo Nacional, aunque a nivel de las bases departamentales o provinciales, hubo divisiones internas por su carácter de frente sindical y por la posición política asumida por muchos dirigentes gremiales. Además, tuvo un rol importante en las acciones de huelgas y paros, en el enfrentamiento orgánico contra SL por su conducción departamental y nacional.

En el Perú, la primera huelga nacional de los maestros, convocada por la FENEP, fue el 20 de setiembre de 1960, que duró 32 días. Los maestros primarios de Huancayo, recomendaron a la dirigencia nacional decretar como el Día de la Unidad Magisterial. Como señala Toledo (2017)55, la segunda huelga nacional indefinida, ya como SUTEP, fue en el régimen militar de Francisco Morales Bermúdez, el 8 de mayo de 1978, que duró 81 días. Morales reconoció al SUTEP, nombró a los profesores contratados y creó un Fondo Especial para el aumento de sueldos de los profesores.

54 Sidney Tarrow, "Ciclos de acción colectiva: entre los momentos de locura y el repertorio de contestación" en Protesta social. Repertorios y ciclos de la acción colectiva, comp. por Mark Traugott, (Barcelona: Editorial Hacer, 2003).

55 Ernesto Toledo, "Hitos importantes de la lucha magisterial". Diario UNO, 23 de agosto de 2017. http://diariouno.pe/hitos-importantes-de-la-lucha-magisterial/.

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La tercera huelga nacional, se inició el 4 de junio de 1979, ante la reiterada negativa de la dictadura de cumplir con el acta de 1978. La huelga duró 120 días. El gobierno, en complicidad con el APRA, subrogó a trece mil maestros huelguistas, repuestos en 1980, al inicio del segundo gobierno de Fernando Belaúnde.

La cuarta huelga, fue en junio de 1984. Cuando se legalizó el SUTEP. Tras una masiva huelga de hambre, se dio la Ley del Profesorado 24029, que restituyó la Carrera Pública. La quinta huelga nacional, duró 18 días, en mayo de 1986, durante el primer gobierno de Alan García. Se calificó como partidaria y se especuló que grupos subversivos presionaban a la dirigencia del SUTEP. Fue levantada cuando se ofreció un aumento salarial.

La sexta huelga nacional, fue también en el gobierno aprista. Desde el 8 de junio hasta el 10 de julio de 1988. Fue calificada de política e ilegal. Cuando se levantó la medida de fuerza, hubo críticas de algunas bases, que acusaron al PCdelP-PR de haber traicionado al magisterio. La base del San Martín continuó la huelga en protesta por el allanamiento de su local y la detención de casi un centenar de maestros.

La séptima huelga nacional fue del 15 al 29 de mayo de 1990, al final del gobierno aprista. Permitió la aprobación de la Ley 25212, la modificatoria de la Ley 24029 y se resolvió más del 50% del pliego de reclamos.

La octava huelga nacional fue en 1991 y duró 107 días, contra el gobierno de Alberto Fujimori. Sentó las bases para la defensa de la escuela pública y la posterior derrota de la privatización abierta de la educación, con la derogatoria del Decreto Legislativo 699, en febrero de 1992, y de los Decretos 26011, 26012 y 26013, en 1994.

La novena huelga nacional indefinida, fue el 2003, en el gobierno de Alejandro Toledo. Sin embargo, la división del SUTEP era evidente. El CEN no impulsó huelga alguna el 2001 y 2002, y la oposición convocó a un congreso nacional extraordinario en Huancayo, donde surgió el Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución (CONARE-SUTEP), que aprobó la huelga nacional indefinida del 2003. El CEN impulsó la huelga para el 12 de mayo. Las movilizaciones se concentraron en Lima, Huancayo, Puno, Arequipa y Cusco. El gobierno decretó el Estado de Emergencia.

La décima huelga nacional, fue el 5 de julio del 2007. El CEN y el CONARE conformaron un solo Comité Nacional de Lucha. Aun así, Alan García promulgó la Ley de Carrera Pública Magisterial y reprimió las movilizaciones. Ante el compromiso de que no habría sanción administrativa, el CEN suspendió la huelga el 20 de julio; después lo haría el CONARE. La undécima huelga nacional, fue del 5 de setiembre al 5 de octubre de 2012, acatada por 350 mil maestros. Cuando el CONARE hizo huelgas divisionistas.

Desde el ángulo de las coaliciones sindicales, tuvo un papel preponderante la USDTJ, cuyo control fue motivo de disputa, durante los años 1960, entre los apristas aglutinados en torno a la CTP y la izquierda liderada en esos momentos por Saúl Muñoz y otros dirigentes. En la década de los 80, surgió la FDTJ base de la CGTP, cuando la izquierda entendió que era imposible el control y viraje de la USDTJ del sello aprista.

Por el lado, de liderazgos, algunos cuadros sindicales de los años 60, como Saúl Muñoz Menacho, un empresario exitoso, de posición de izquierda, se transformó en cuadro político importante, siendo elegido alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, en las elecciones municipales de 1983. Fue asesinado el 24 de julio de 1984. También sobresalen Juan Baquerizo Baldeón, militante del PCP, dirigente del CUT-IPSS y Gilberto Gomero, militante de Patria Roja, dirigente del SUTEP-Junín, regidores en la misma municipalidad, en el período 1984-1986, por la Alianza Izquierda Unida.

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